El Padre de Cacqueray envió una
circular a los prioratos prohibiendo la venta del libro de los procesos de los
Padres Pinaud y Salenave.
En resumen, es el general que invita
a sus soldados a deponer las armas más eficaces contra el adversario para que
éste último pueda actuar como le parezca y continuar la obra de demolición.
¿Para quién trabaja el Padre de Cacqueray? ¿Para Menzingen o para Dios?
Además este libro, muy bien
fundamentado y muy tranquilo en su presentación, tiene el mérito de reparar las
gravísimas injusticias públicas cometidas contra la fe, la justicia y contra
los principios fundamentales del derecho en la Iglesia. Al prohibir este libro,
e incluso desaconsejando su lectura, el Padre de Cacqueray añade otra
injusticia a la injusticia de estos inicuos procesos.
Todo esto no hará más que acentuar la
cólera del Justo Juez sobre la Fraternidad…
Usquequo domine , usquequo …
Usquequo domine , usquequo …
El Padre de Cacqueray pasará a la
historia de la FSSPX como el que vendió –o dejó vender- “El dios mortal” (del
Padre Célier) hasta con descuento; destruyó –o dejó destruir- el stock de “Pedro,
¿me amas?”, que fue sustituido por “Benedicto XVI y los tradicionalistas”… Y
que prohibió los libros del Padre Pivert…
Resumiendo, un gran especialista del
libro…