sábado, 30 de marzo de 2013
viernes, 29 de marzo de 2013
CARTA ABIERTA A LOS SACERDOTES DE LA FRATERNIDAD SAN PIO X.- POR S.E.R. MONSEÑOR RICHARD WILLIAMSON
Traducción nuestra en tanto que se publica la versión oficial en español.
28 Marzo 2013
Reverendos y estimados Padres:
La reciente publicación de la Declaración Doctrinal,
dirigida por el Consejo General de la Sociedad de San Pío X a las autoridades
de la Iglesia en Roma el 15 de abril del año pasado, confirma nuestros peores
temores. Hemos esperado casi un año para saber lo que había en ella. Esto
prueba de una vez por todas que la actual jefatura de la Sociedad de San Pío X
la conduce lejos de la dirección establecida por el Arzobispo Lefebvre, y se
convierte a las ideas e ideales del Concilio Vaticano II.
A pesar de lo muy ocupado que Usted pueda estar en su
ministerio cotidiano, esto sin duda le concierne, porque significa que las
almas bajo su cuidado son, a través de Usted, y a cargo de sus Superiores,
conducidas hacia la gran apostasía de los tiempos modernos. Recordemos que los
Superiores modelan a sus súbditos, y no al revés. Hemos observado a un gran
número de sacerdotes de nuestra Fraternidad, uno tras otro, renunciar a la
lucha por la fe tal como el Arzobispo Lefebvre la ha luchado, para en su lugar
ir con la corriente mayoritaria, muy diferente, fuerte corriente descendente
que fluye desde hace algunos años desde la jefatura y que lleva hacia abajo a
la Fraternidad.
El análisis detallado de cada uno de los diez párrafos de la
Declaración confirma este peligro, tal como lo esbozamos a continuación.
La fidelidad prometida a la "Iglesia Católica" y
al "Romano Pontífice" fácilmente puede ser mal dirigida hoy a la
Iglesia Conciliar como tal, y a los pontífices conciliares. Hacer esta
distinción es necesario para evitar confusión.
II La aceptación de
las enseñanzas del Magisterio de acuerdo con Lumen Gentium n º 25 se puede
entender fácilmente como que exige la aceptación de las doctrinas del Vaticano
II, especialmente en conjunción con la Profesión de Fe de Roma de 1989, tal
como se menciona en una nota al pie de la Declaración.
II, 1 La aceptación de las enseñanzas del Concilio Vaticano
II acerca del Colegio de los Obispos como se contiene en la Lumen Gentium,
capítulo III, es, a pesar de la "Nota previa", un importante paso
hacia la aceptación de la colegialidad Conciliar y la democratización de la
Iglesia.
III, 2 El Reconocimiento del Magisterio como único
intérprete auténtico de la Revelación, corre el grave riesgo de someter la
Tradición al Concilio, sobre todo cuando es automáticamente rechazada como
falsa interpretación, lo que ponga en evidencia cualquier ruptura entre ambos
(cf. III, 5 infra).
III, 3 La definición de la Tradición como "la
transmisión viva de la revelación" es altamente ambigua, y su ambigüedad
es sólo confirmada por las palabras imprecisas acerca de la Iglesia, y por la
cita del igualmente ambiguo pasaje de Dei Verbum n º 8, que le sigue.
III, 4 La proposición de que el Vaticano II debe
"arrojar luz" sobre la tradición para "profundizar" y
"hacerla más explícita", es completamente hegeliana (¿desde cuándo
los contradictorios se explican y no se excluyen mutuamente?), y se corre el
riesgo de falsificar la Tradición torciéndola para adaptarla a las múltiples
falsedades del Concilio.
III, 5 La afirmación de que las novedades del Vaticano II
deben ser interpretadas a la luz de la Tradición, pero que no es aceptable
ninguna interpretación que implique una ruptura entre los dos, es una locura
(Todas las camisas deben ser de color azul, ¡pero cualquier otra camisa que no
sea azul debe ser considerada y denominada como azul!). Esta locura no es otra
cosa que la "hermenéutica de la continuidad" de Benedicto XVI.
III, 6 Sería subestimar gravemente la nocividad de las
novedades del Concilio Vaticano II, suponiéndoles la suficiente veracidad como
para ser materia legítima de un debate teológico. Esas novedades son aptas
únicamente para ser condenadas.
III, 7 Es gravemente
engañoso sostener el juicio de que el nuevo Ritual de los sacramentos fue promulgado
legítimamente. El Nuevo Orden de la Misa, especialmente, es tan gravemente
perjudicial y nocivo para el bien común de la Iglesia, que no puede constituir
una verdadera ley.
III, 8 La "promesa de respetar" como ley de la
Iglesia del Nuevo Código de Derecho Canónico, sería respetar una serie de
supuestas leyes que son directamente contrarias a la doctrina de la Iglesia.
Reverendos Padres, quien estudia estos diez párrafos en el
texto original sólo pueden concluir que su autor (o autores) han renunciado a
la lucha del Arzobispo por la Tradición, y que en sus mentes se han afiliado ya
al Concilio Vaticano II. ¿En verdad desea Usted que este tipo de Superiores lo
modelen a Usted y a su rebaño?
Y no se diga que los dos primeros y los tres últimos de los
diez párrafos están ampliamente tomados del
Protocolo del Arzobispo del 5 de mayo de 1988, a fin de atribuir que tal
Declaración es fiel a él. Pues es bien sabido que el 6 de mayo repudió dicho
Protocolo porque él mismo reconoció que hizo demasiadas concesiones como para
que la Fraternidad pudiera seguir defendiendo la Tradición.
Otro error sería decir que el peligro ha pasado, porque la
Declaración ha sido "retirada" o “retractada” por el Superior
General. La Declaración es el fruto envenenado de lo que se ha convertido en un
modo liberal de pensar en la cima de la Fraternidad, y esa mentalidad no ha
sido reconocida, ni mucho menos “retirada” ni “retractada”.
Un tercer error sería decir que, como no se ha firmado
ningún acuerdo con la Roma apóstata, puesto que la Declaración ha sido retirada
por el Superior General, entonces ya no hay ningún problema. El problema no es
tanto el acuerdo, como el deseo de cualquier acuerdo que conceda el
reconocimiento oficial a Fraternidad, y tal deseo está todavía muy presente.
Siguiendo a todo el mundo moderno y a la Iglesia Conciliar, el liderazgo de la
Fraternidad parece haber perdido el control sobre la primacía de la verdad,
pero sobre todo de la verdad católica.
Reverendos Padres, "Lo que no puede ser curado debe ser
soportado." Los líderes ciegos son un castigo de Dios. Sin embargo, lo
menos que Usted puede hacer con esta desastrosa Declaración es estudiarla por
sí mismo, con todo lo que condujo hacia ella, de lo contrario perderá a la
Fraternidad sin darse cuenta, al igual que la masa de los católicos perdieron a
su Iglesia con el Concilio Vaticano II, y no se dieron cuenta. Después de haber
obtenido en su mente la suficiente claridad sobre lo que representa este
desastre, Usted debe decir la verdad a su rebaño en la Fraternidad, esto es a
saber, el peligro en el que sus superiores están poniendo la Fe de los fieles,
y con ello su salvación eterna.
Nuestro Señor está haciéndonos la misma pregunta que consta
en Juan VI, 67 a todos aquellos que en la Fraternidad alrededor del mundo
Monseñor Lefebvre constituyó como una fortaleza mundial de la Fe:
"¿También vosotros queréis dejarme?"
Para cada uno y para todos Ustedes, os imparto la bendición
episcopal, vuestro siervo en Cristo:
+Richard Williamson, Nova Friburgo, Jueves Santo, 2013
COMENTARIO ELEISON.- Numéro CCXCVIII (298) .- 30 de Marzo de 2013
SABADO SANTO
En la vida de Nuestro Señor, el
Sábado Santo fue ese día entre su espantosa muerte en la Cruz y su gloriosa
Resurrección, cuando su cuerpo humano sin vida, ya que separado de su alma
humana, yació en la oscuridad de la tumba oculto al ojo humano. Los enemigos de
Nuestro Señor parecían haberlo vencido tan exitosamente que el Dios Encarnado
se encontraba en un eclipse total, y solamente la Fe de Nuestra Señora en su
Divino Hijo permanecía inquebrantable. Ella tenía que sostener a todos los
otros que lo habían seguido porque aún los más devotos de entre ellos estaban
sumidos en el desánimo y se sentían, como nunca antes, perdidos.
Ahora bien, siendo el Cuerpo
Místico de Cristo, la Iglesia Católica sigue paralelamente el curso de la vida
de Su Cuerpo físico. A lo largo de sus 2000 años de historia, la Iglesia
siempre ha sido perseguida por los enemigos de Cristo y, en muchas partes del
mundo en varios tiempos, ella ha sido virtualmente borrada. Sin embargo, con
seguridad, nunca se encontró en un eclipse completo como lo parece estar hoy
día. Dios diseñó su Iglesia como una monarquía para ser mantenida en la unidad
por el Papa, y ahora vemos un Papa que renuncia, sin duda en parte porque él
mismo, magnetizado por el pensamiento moderno democrático, nunca creyó completamente
en su propio cargo supremo. Quitando de su escudo de armas la tiara papal y
firmando él mismo siempre como “Obispo de Roma”, cualesquiera fueran sus
intenciones cuando renunció en febrero, humanamente hablando él ayudó
seguramente a socavar la divina institución del Papado.
Ciertamente con la renuncia de
Benedicto XVI y con el subsiguiente cónclave, los enemigos de Cristo habrán
hecho todo lo posible de su parte para anular el Papado. Por un justo castigo
de Dios a causa de la apostasía universal de nuestra época, estos enemigos han
recibido de El un gran poder sobre Su Iglesia. Desde hace siglos se esfuerzan
para obtener un dominio completo del Vaticano y ahora están allí atrincherados.
Con ninguna intención de ceder ni un ápice a una pequeña Fraternidad pía, ellos
están, tal como lo vio en una visión hace 200 años Ana Catalina Emmerick,
desmantelando la Iglesia piedra por piedra. Humanamente hablando los seguidores
de hoy día de Nuestro Señor tienen tan poca aparente esperanza como tenían aquellos
del Sábado Santo original.
Pero no más que Nuestro Señor
El mismo, la Iglesia Católica no es simplemente un asunto humano. En 1846
Nuestra Señora de La Salette dijo acerca de nuestro propio tiempo: “Los justos
sufrirán profundamente. Sus oraciones, penitencias y sus lágrimas se elevarán
hasta el Cielo y todo el pueblo de Dios implorará perdón y misericordia y
suplicará mi ayuda e intercesión. Y entonces Jesucristo en un acto de Su
justicia y gran misericordia ordenará a Sus Angeles dar muerte a todos sus
enemigos. Repentinamente los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos
aquellos entregados al pecado, perecerán, y la tierra devendrá como un
desierto. Y entonces vendrá la paz y el hombre se reconciliará con Dios;
Jesucristo será servido, adorado y glorificado. La Caridad florecerá en todas
partes...El Evangelio será predicado en todas partes...y el hombre vivirá en el
temor de Dios”.
En otras palabras, con toda
seguridad Dios resucitará a Su Iglesia de su actual angustia. Si su eclipse deviene
aún más sombrío, como seguramente lo hará, mantengámonos más cerca que nunca de
la Madre de Dios y tomemos ahora la resolución de no entristecerla con nuestra
falta de Fe, como lo hicieron los Apóstoles y discípulos de Nuestro Señor en
aquel primer Sábado Santo. Comprometámonos a regocijar su Inmaculado Corazón
con nuestra inquebrantable Fe en su Divino Hijo y su única verdadera Iglesia.
Kyrie Eleison
jueves, 28 de marzo de 2013
DECLARACIÓN DEL PADRE PATRICK GIROUARD
LA SAPINIÈRE
DECLARACIÓN
A los miembros de la Fraternidad San Pio X
A las comunidades amigas y a los fieles de la Tradición
Jueves Santo, 28 de marzo de 2013
Muy
estimados hermanos y hermanas en Cristo Rey,
En este día
que la Santa Iglesia conmemora de manera grandiosa la Institución del Santo
Sacrificio de la Misa y del sacramento del Orden, aprovecho la ocasión para
hacerlos parte de mi decisión de colocarme fuera de la estructura oficial de la
Fraternidad. Mi intención no es de abandonarla ni vilipendiarla. Ella en efecto
es víctima de una empresa que tiene como objetivo ponerla bajo el poder de la
Iglesia Conciliar a pesar de las advertencias repetidas de su fundador, S.E.R.
Monseñor Marcel Lefebvre.
Después de
mis sermones e intervenciones contra la adhesión a Roma, mi superior de
distrito, el padre Jürgen Wegner, me transfirió del Priorato de Langley (cerca
de Vancouver) a la sede de distrito (St. Césaire, cerca de Montreal), con la
intención confesa de “vigilarme estrechamente”. También me declaró que yo no
podría criticar a mis superiores. En su carta a los sacerdotes Canadienses
respecto de esta decisión, atacó no solamente mis declaraciones públicas, sino
también mis conversaciones y correos privados, intercambiados con los fieles.
Por lo tanto está claro que se me ofrecía, a cambio de mi silencio en público y
en privado, conservarme en el seno de la Fraternidad y por lo tanto asegurar mi
seguridad material. Esto sería ni mas ni menos una forma de prostitución
espiritual. Pero no tengo más que un alma y quiero salvarla. Yo no puedo
aceptar este trato porque como dice el proverbio: “El que calla, otorga”. Esto es, básicamente, el por qué me veo en
la obligación moral de rehusarme a esta transferencia. Para mí es la única
manera de continuar trabajando para cumplir el verdadero objetivo de la
Fraternidad, el cual no es convertir a Roma modernista, sino de preservar y
transmitir la verdadera Misa y el verdadero Sacerdocio. Por lo tanto me he
puesto en las manos de la Providencia, convencido que Nuestro Señor sabrá
cuidar a su sacerdote.
Mucho ha
sido escrito ya acerca de un acuerdo “puramente práctico” con Roma. Me bastará
decir que yo endoso plenamente las declaraciones y estudios de otros colegas
que se han opuesto a esta nueva orientación de la Fraternidad. Por lo tanto, no
lo repetiré aquí. Me permitiría, sin embargo, compartirles algunas reflexiones
personales sobre tres aspectos de la crisis de la Fraternidad:
1.
Las autoridades de la Fraternidad quieren justificar el abandono de la
resolución del Capítulo General de 2006 (no al acuerdo práctico sin la
conversión de Roma) diciendo que la situación no es la misma actualmente.
Quisieran hacernos creer que muchos de los nuevos obispos, sacerdotes y
seminaristas ya no se interesan en el concilio Vaticano II y prefieren la Misa
y la teología tradicionales. Pero son incapaces de producir un estudio serio e
independiente que lo pruebe. Ahora nos piden aceptar nada menos que lo que
Monseñor Lefebvre calificaba como “Operación Suicidio”. El Capítulo General de
2012, lejos de corregir la situación, no hizo sino envolver de “condiciones”
cosméticas este cambio de rumbo. La única condición que importaba, la
conversión de Roma, ha sido abandonada. Además, este Capítulo fue la ocasión de
una inversión de la relación de fuerza entre los obispos: Del 7 de abril cuando
teníamos, por un lado, tres obispos contra un acuerdo “práctico” y del otro, un
Monseñor Fellay aislado, nos encontramos, el siguiente 14 de julio, con tres
obispos a favor de un tal acuerdo, contra un Monseñor Williamson confinado, el
cual fue excluido también de ese Capítulo. La declaración final respecto a la
unidad reencontrada señaló de hecho el fin de la recreación para todos “los
refractarios”. Ahora, a partir del 15 de julio de 2012, toda oposición
vis-a-vis de un acuerdo puramente práctico, cualquier crítica a las autoridades
de la Fraternidad a este respecto, se convirtió en un crimen contra la misma
Fraternidad. Fue instituida la ley del silencio. Conocemos lo que siguió. Esta
ley del silencio es tan fuerte que Menzingen no se toma la molestia de
responder a los argumentos y a las acusaciones; se contentan con satanizar a
sus oponentes como si fueran vulgares rebeldes subversivos. ¡Sacaron a S.E.R.
Monseñor Williamson y una buena veintena de sacerdotes!
2.
Los documentos secretos de Monseñor Fellay (carta del 14 de abril de
2012 a los 3 obispos, el Preámbulo del día siguiente), que han sido publicados
a pesar de él, nos han permitido comprender hasta que punto las relaciones
frecuentes con la Roma actual son peligrosas. Si de tales contactos se pudo
cambiar, incluso antes de la firma de un acuerdo, al Superior General, a sus
Asistentes y por rebote a los otros Superiores Mayores, ¿qué sucederá con los
simples sacerdotes y fieles una vez que estén oficialmente, legalmente,
permanentemente, bajo las autoridades romanas? No hay más que ver hasta qué
punto Menzingen persigue ya a los que se oponen a esta nueva orientación cuando
todavía gozamos de una cierta independencia respecto de Roma, para comprender
hasta dónde irá una vez que se esté bajo la autoridad de esta Iglesia
conciliar!
3.
Recientemente, han querido hacernos aceptar la teoría según la cual la
expresión “Iglesia Conciliar” no significa una institución distinta de la
Iglesia Católica, sino mas bien una “tendencia” en el seno de esta (Ver DICI,
estudio del padre Gleize). La consecuencia lógica de esta teoría sería entonces
que el movimiento tradicionalista debe regresar a la estructura oficial de la
Iglesia a fin de combatir, desde el interior, la “tendencia” conciliar y de
esta manera hacer triunfar a la Tradición. Es por eso que escuchamos
frecuentemente de la autoridades de la Fraternidad, que hay que “ayudar a la
Iglesia Católica a reapropiarse de su Tradición”. Ahora, por un lado, la
Iglesia Católica sin su Tradición no podría existir, ya no sería la Iglesia
Católica. Y por otra parte, no se puede hablar de “tendencia”, cuando las ideas
liberales y masónicas se encuentran “institucionalizadas” por reformas que cubren
todos los aspectos de la vida de la Iglesia: Liturgia, Catecismo, Ritual,
Biblia, Tribunales eclesiásticos, Enseñanza Superior, Magisterio y, sobre todo,
el Derecho Canónico. Por lo tanto nos enfrentamos a una estructura, a una
institución, diferente de la Iglesia Católica. Si ese no fuera el caso,
seríamos sus miembros! No somos nosotros los que han abandonado la Iglesia
Católica, son ellos, incluso si han logrado tomar el mando de la estructura
oficial. En lo que concierne al lugar del Papa en todo esto, hay que convenir
que hay un misterio, un misterio de iniquidad. Esto no quita que estemos en
presencia de dos instituciones distintas: La Iglesia Católica, fundada por
Nuestro Señor, y la Iglesia conciliar, cuyo instigador fue, sin duda alguna,
Lucifer.
Estas no son
más que tres pequeñas reflexiones, pero creo que ellas pueden aclarar un poco
ciertas facetas del debate. Ahora que estoy completamente libre para hablar,
pueden contar, queridos hermanos y hermanas en Cristo Rey, con mi contribución
regular a los sitios de internet del movimiento creciente de oposición a la
adhesión a Roma, movimiento que bien merece, yo pienso, el nombre de
Resistencia Católica.
Recen por su
servidor, como yo rezo por ustedes.
Abbé Patrick
Girouard, FSSPX
miércoles, 27 de marzo de 2013
NOVEDADES DEL PADRE GIROUARD
El Padre Patrick Girouard, vicario del Priorato de
Langley (cerca de Vancouver, Canadá) es el autor de la “Breve reflexión sobre el preámbulo doctrinal de 2012” que apareció
en La Sapinière. El verano pasado también realizó 3 sermones (en inglés) y una
conferencia (en francés) en contra de un acuerdo con Roma no convertida (En
francés en youtube).
Estos son los hechos cronológicos:
- Domingo 10 de marzo : Durante
los anuncios en el púlpito, informa a los parroquianos sobres las últimas
novedades de la resistencia al acuerdo: sobre el Carmelo de Alemania,
sobre el Padre Rafael OSB expulsado por Dom Cyprian de su convento, de la “Carta de los 37” (el contenido y sus consecuencias), explicando estas noticias
él declara su apoyo. También expuso la “Breve reflexión sobre el preámbulo doctrinal”. Terminó diciendo que la parroquia de Langley es la única de la
FSSPX en América del Norte, o del mundo, donde los fieles han recibido
toda la verdad de las cosas, en vista de que la guillotina de Menzingen no
deja de cortar las cabezas de los sacerdotes (y obispo) que osan oponerse
al cambio de posición de Menzingen. Comparó el Capítulo General del 2006
con el cambio oficializado del Capítulo del 2012). Terminó diciendo que
sabía que tenía que pagar el precio, pero que no tenía mas que un alma, y
que no la quería perder por hacerse cómplice con su silencio.
- 13 de marzo : El
Padre Wegner (Superior de Distrito de Canadá) le dijo por teléfono que
sería transferido a la sede de Distrito cerca de Montreal (en St-Césaire),
a 4,500 km (lo he verificado), y que debe estar allí el 28 de marzo, esto,
dijo el Superior, “con el fin de
poderlo vigilar de cerca”. El Padre recibió la orden formal: ¡sin discusión!
Un sacerdote vendrá de los Estados Unidos (de Post Falls) para
reemplazarlo en la misa principal del 17 de marzo a las 10:00 hrs.
- 14 de marzo : El
Padre Wegner cambió la fecha para el 24 de marzo y le informó al Padre
Girouard que no habrá tolerancia por las críticas hacia los superiores. El
futuro ministerio del padre Girouard, así como su acceso al teléfono móvil
y a internet, dependerán de su actitud futura. Además, en su carta a los
sacerdotes Canadienses respecto a su transferencia, el Padre Wegner
denuncia el contenido de los correos y conversaciones privadas del padre
Girouard que tuvieron lugar desde el 10 de marzo, lo que muestra que en
St. Césaire sus mínimas palabras serán analizadas y condenadas si expresan
una oposición a las posiciones de las autoridades.
- 17 de marzo : Los fieles deciden asistir a la misa baja del
padre Girouard a las 8:15, antes de la toma de posesión del priorato por
el distrito. 45 personas, alrededor de la mitad de la parroquia, están
presentes, luego acompañan al padre a una comida de despedida en un salón
reservado. Este primer día de suspensión de su predicación fue el 1er
domingo de Pasión y también el 50 aniversario de nacimiento del padre
Girouard. Es por lo tanto una nueva vida que comenzaba. Después de la
comida, el Padre Girouard regresa a la capilla y saluda a los otros
fieles. Recibimiento por demás frío. La capilla está dividida entre los
que siguen a Monseñor Fellay a ojos cerrados y los que estudian los hechos
y los documentos.
- 21 de marzo:
Después de algunos días para empacar y almacenar, incluyendo un viaje de
dos días a una de nuestras misiones, el padre Girouard tomó la carretera
en su carro personal. En vista de la distancia, no pudo llegar a
St-Césaire antes del martes 26 cuando muy pronto. Más probablemente el 27,
bastante después de la fecha límite. Nos enteramos que el mismo padre
Wegner irá a Langley el 25 de marzo para celebrar los oficios de la Semana
Santa.
Rumores :
Esperando que el padre Girouard nos informe por sí mismo,
no podemos mas que especular sobre su futuro. Desde la primavera del 2012,
nosotros sabemos que no tiene intención de someterse a la ley del silencio, su
conciencia se lo prohíbe. Sabemos también que ha recibido varias peticiones de
fieles de la Resistencia en Canadá y Estados Unidos para encargarse de sus
pequeños grupos. Al parecer sus antiguos fieles de Langley quisieran formar su
propia capilla en torno a él. Además, la comunidad del padre Pfeiffer en
Kentucky le abre sus puertas también.
¿Qué será de él? ¿Qué decidirá? ¿Quedarse en
St-Césaire? ¿O encargarse de un grupo de la Resistencia?
Esperamos saberlo en algunos días. Mientras tanto,
aprovechemos las gracias de estos días santos para pedir por el padre Girouard
y todos los otros miembros de la Resistencia.
martes, 26 de marzo de 2013
SAN ATANASIO: HOMILÍA CONTRA LOS QUE CONSIDERAN AL NÚMERO COMO PRUEBA DE LA VERDAD O QUE NO JUZGAN LA VERDAD SINO POR EL NÚMERO.-
De Dios debemos esperar la fuerza y las luces
necesarias para combatir la mentira y el error y a Él recurriremos para
obtenerlas. Él es el Dios de la Verdad, Él nos ha sacado del seno del error y
de la ilusión, Él nos dice en el fondo del corazón: "Yo soy la
Verdad", Él sostiene nuestra esperanza y anima nuestro celo, cuando nos
dice: "Tened confianza, Yo he vencido al mundo.
Después de eso, ¿cómo no sentir compasión por los que sólo miden la fuerza y el poder de la Verdad por el gran número? ¿Han olvidado por consiguiente, que Nuestro Señor Jesucristo no eligió sino doce discípulos, gentes simples, sin letras, pobres e ignorantes, para oponerlos, con una misericordia totalmente gratuita, al mundo entero y que no les dio, como única defensa, sino la confianza en Él? ¿Ignoran acaso que les dio como instrucción a estos doce enviados, no el seguir al gran número, y a esos millones de hombres que se perdían, sino ganar a esa multitud y comprometerla a seguirlos? ¡Cuán admirable es la fuerza de la Verdad! Sí, la Verdad es siempre vencedora, aunque no esté sostenida sino por un número muy pequeño.
No tener otro recurso sino el gran número, recurrir a él como a una muralla contra todos los ataques, y como a una respuesta para todas las dificultades, es reconocer la debilidad de su causa, es convenir en la imposibilidad en que se está de defenderse, es, en una palabra, reconocerse vencido.
¿Qué pretendéis, en efecto, cuando nos objetáis vuestro gran número? ¿Queréis como en otro tiempo, levantar una segunda Torre de Babel, para tener a raya a Dios y atacarlo en caso de necesidad? ¡Qué ejemplo el de esa multitud insensata!
Que vuestro gran número me presente la Verdad en toda su pureza y su brillo, estoy dispuesto a rendirme y mi derrota es segura; pero que no me dé como prueba y razón nada más que su propio gran número y su autoridad: es querer causar terror y dar miedo, pero de ningún modo persuadirme.
Cuando diez mil hombres se hubiesen reunido para hacerme creer en pleno día que es de noche, para hacerme aceptar una moneda de cobre por una moneda de oro, para persuadirme a tomar un veneno descubierto y conocido por mí, como un alimento útil y conveniente, ¿estaría obligado por eso a creerles?
Por consiguiente, puesto que no estoy obligado a creer en el gran número, que está sujeto a error en las cosas puramente terrestres, ¿Por qué cuando se trata de los dogmas de la religión y de las cosas del cielo, estaría yo obligado a abandonar a los que están apegados a la Tradición de sus Padres, a quienes creen con todos los que han sido antes que ellos, lo que se ha creído en los siglos más remotos, y confirmado además, por la Sagrada Escritura? ¿Por qué, digo, estaría yo obligado a abandonarlos para seguir a una multitud que no da ninguna prueba de lo que afirma? ¿Acaso el Señor mismo no nos dijo que había muchos llamados, pero pocos escogidos; que la puerta de la vida es pequeña, que la vía que lleva a ella es estrecha y que son pocos los que la encuentran? Por consiguiente, ¿cuál es el hombre razonable que no prefiriese ser de este pequeño número, que entra a la vida eterna por ese camino estrecho, a ser del gran número que corre y se precipita a la muerte por el camino ancho? ¿Quién de vosotros, si hubiese estado en los tiempos en que San Esteban fue lapidado y expuesto a los insultos del gran número, no hubiese preferido e incluso no hubiese deseado ser de su partido, aunque él estuviese solo, antes que seguir al pueblo, que por el testimonio y la autoridad de la multitud creía estar en la verdadera fe?
Un solo hombre de una probidad reconocida merece más fe y más atención que otros diez mil que no cuentan sino con su número y su poder. Buscad en las Escrituras y encontraréis las pruebas. Leed el Antiguo Testamento, allí veréis a Fineés [nieto de Aarón, Éxodo 6,25] quien se presenta solo ante el Señor, solo apacigua su cólera y hace cesar la matanza de los israelitas, de los que acababan de perecer veinticuatro mil. Si se hubiese contentado con decirse entonces, ¿quién osará oponerse aun número tan grande que está unido para cometer el crimen? ¿qué puedo yo contra la multitud? ¿de qué me serviría oponerme al mal que cometen con voluntad plena? ¿habría obrado valientemente y habría detenido el mal que cometía el gran número? No, sin duda, el resto de los israelitas habría perecido y Dios no habría perdonado a ese pueblo gracias al celo de Fineés. Es necesario, por consiguiente, que se prefiera el sentimiento de un hombre con probidad, que obra y habla con la libertad que da la Religión, a las opiniones y a las máximas corrompidas de una multitud.
En cuanto a vosotros, seguid si queréis al gran número que perece en las aguas y abandonad a Noé, el único que es conservado; pero al menos no me impidáis salvarme en el Arca con el pequeño número. Seguid si queréis al gran número de los habitantes de Sodoma; en cuanto a mí, yo acompañaré a Lot; y aunque él esté solo, no lo abandonaré para seguir a la multitud de la que se separó para buscar su salvación.
No creáis, sin embargo, que desprecio el gran número; no, lo respeto, y sé los miramientos que hay que tener con él: pero es ese gran número que da prueba y hace ver la verdad de lo que afirma, y no ese gran número que teme y evita la discusión y el examen; no ese gran número que parece siempre dispuesto al asalto y que ataca con orgullo, sino ese gran número que reprende con bondad; no ese gran número que triunfa y se complace en la novedad, sino ese gran número que conserva la heredad que sus Padres le han legado y está apegado a ella.
Pero, en cuanto a vosotros, ¿cuál es ese gran número del que os jactáis? Qué decir de los individuos vencidos, seducidos y ganados por las caricias, los presentes, de los individuos enceguecidos y arrastrados por su incapacidad y su ignorancia, de los individuos que, unos por timidez y otros por temor, sucumbieron ante vuestras amenazas y vuestro crédito, de los individuos que prefieren un placer de un momento, aunque pecando, a la vida que debe ser eterna.
¿Así, por consiguiente, pretendéis sostener el error y la mentira por medio del gran número, y establecerlo con perjuicio de la Verdad, que un grandísimo número no enrojeció en confesar públicamente a expensas de su vida? ¡Ah, por cierto, hacéis ver la magnitud del mal y hacéis conocer la profundidad de la llaga, pues la desgracia es tanto mayor cuanto más individuos se encuentran envueltos en ella!
"No sigáis la muchedumbre para obrar mal,
ni el juicio te acomodes al parecer del mayor número,
si con ello te desvías de la verdad"
SAN ATANASIO
("OEUVRES", París, 1698, T. ii, PP. 561-563.
(Reproducido en la Revista "ROMA", nº 113, Mayo de 1990)
lunes, 25 de marzo de 2013
LAS RELIQUIAS DEL “HOLOCAUSTO” EN LA CATEDRAL DE BERGOGLIO
Con el apoyo activo del Cardenal Bergoglio, en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, la principal iglesia católica de la capital Argentina, se erigió un memorial a los familiares de las víctimas de los bombardeos y del Holocausto. Hacia la parte trasera del santuario principal, hay una gran mampara de cristal, con bastidor de plata labrado con diferentes emblemas judíos, entre ellos un menorah, una estrella de David, y hojas de libros de rezo rescatadas de Treblinka, Auschwitz y el Ghetto de Varsovia. El memorial del Holocausto, conocido como el Mural Conmemorativo, es lo más parecido a un homenaje a las víctimas del Holocausto y el primero en una iglesia cristiana, según la Fundación Internacional Raoul Wallenberg.
“Me conmueve”, dijo Baruch Tenembaum, fundador de la Fundación Raoul Wallenberg, un Judío argentino y viejo amigo personal de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco I. Temembaum, pionero del diálogo interreligioso entre cristianos, los musulmanes y los Judios desde la década de 1960, le dice a Aleteia: “Estoy muy satisfecho, porque creo que vamos a ver, en términos de espiritualidad, una repetición de lo que Juan XXIII hizo al servicio de la Iglesia y del mundo.” … “Lo conozco bien desde que era obispo auxiliar de Buenos Aires. Defendió el memorial que fue erigido por primera vez en una catedral, dedicada a las víctimas de la Shoah por la Mutual Israli-Asociación Argentina ” (“AMIA” en Español) … Participó como ningún otro con todo el mundo en los encuentros interreligiosos. Tiene muchos amigos rabino, y ha publicado libros junto con los rabinos. Fue a muchas sinagogas … (“Amigo judío del papa Francis:” [Él] se destacó por su cercanía a las minorías “, Aleteia , 14 de marzo.
Sobre el memorial, el rabino Ehrenkranz señaló que, “no tiene paralelo en el mundo y es un símbolo sin precedentes en la historia de las relaciones entre judíos y católicos”.
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IN MEMORIAM: MONSEÑOR MARCEL LEFEBVRE. 22 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO
Vivir según la Verdad
CARTA PASTORAL, DÁKAR, 26 DE MARZO DE 1961
(Fragmentos)
Monseñor Marcel Lefebvre
EL ERROR
Aquel que se forja su propia verdad, vive en la ilusión, en un mundo imaginario; crea en su espíritu una película de pensamientos que no tiene más que las apariencias de la realidad. Vivir en lo irreal y, sobre todo, esforzarse en poner en práctica concepciones creadas en su totalidad por un espíritu imaginativo es, ¡desgraciadamente!, la fuente de todos los males de la humanidad. La corrupción de los pensamientos es mucho peor que la de las costumbres... el escándalo de las costumbres es más limitado que el escándalo de los errores. Ellos se difunden más rápidamente y corrompen pueblos enteros.
DEBER DE DENUNCIAR LOS ERRORES
Por eso el deber más urgente de sus pastores -que deben enseñarles la verdad- es diagnosticarles las enfermedades del espíritu, que son los errores. La Iglesia no deja de enseñar la verdad y de señalar, por eso mismo, el error. Pero, ¡desgraciadamente!, hay que reconocer que muchos espíritus, aun entre los fieles, o no se preocupan de instruirse de las verdades o cierran los oídos a las advertencias. Y, ¿cómo no deplorar -como lo hacía ya San Pablo- que algunos de aquellos que han recibido la misión de predicar la verdad no tienen ya el ánimo de proclamarla, o la presentan de manera tan equívoca que no se sabe ya dónde se encuentra el límite entre la verdad y el error?
Quisiéramos señalarles, queridos fieles, en las breves consideraciones que siguen, el peligro de algunas tendencias, a fin de que las eviten cuidadosamente; y, si las reconocieran como suyas, tengan la virtud y el coraje de renunciar a ellas buscando la verdadera luz donde se da con toda su pureza.
LENGUAJE EQUÍVOCO
Antes de denunciar algunas orientaciones de pensamiento, queremos advertirles sobre la manera de expresar estas orientaciones por aquellos que las profesan.
Se puede decir que existe hoy una cierta literatura religiosa -o que pretende ocuparse de religión- que tiene el talento de emplear palabras equívocas o forjar neologismos, de tal manera que no se sabe ya a ciencia cierta lo que quieren decir. Los que escriben o hablan de esta manera esperan mantener la aprobación de la Iglesia, al mismo tiempo que dar satisfacción a aquellos que están fuera de la Iglesia o que la persiguen.
Así, en los términos libertad, humanismo, civilización, socialismo, paternalismo, colectivismo -y podrían agregarse muchos otros- se llega a afirmar lo contrario de lo que significan esas palabras. Se evita definirlas, dar precisiones necesarias, e incluso se las define de manera nueva y personal, de tal modo que uno se encuentra lejos de la definición usual, mediante lo cual se satisface a aquellos que dan a estas palabras su verdadero sentido y se disculpa el darles otro sentido.
Esta concepción del lenguaje es la señal de la corrupción de los pensamientos y, quizás en algunos, de una real cobardía. Es además la señal de los espíritus débiles, que temen la luz y la claridad.
¡Cuán numerosos son aquéllos que emplean un lenguaje al cual nos han acostumbrado los comunistas y que, sin embargo, se resisten a abrazar su doctrina!
PELIGRO DE LA ACTITUD AMBIGUA
Esta manera de expresarse y de pensar proviene quizás de un buen sentimiento: aquél de llegar a todo precio a un entendimiento con aquéllos que están alejados de la Iglesia.
En lugar de buscar las causas profundas de este alejamiento y de otorgar a los medios queridos por Nuestro Señor su plena eficacia, estos espíritus, bien intencionados pero ignorantes de la verdadera doctrina de la Iglesia, se esfuerzan en reducir las distancias –tanto doctrinales como morales y sociales entre la Iglesia y los que la desconocen o la combaten.
A fin de aproximarse aún más a estos alejados, se considera un deber afirmar y amplificar con ellos todo lo que en la Iglesia les parece reprensible. En eso no dudarán en hacer coro a los enemigos de la Iglesia.
Haciendo así, se ilusionan totalmente sobre el resultado de su acción: no hacen más que consolidar en su error a los que son ignorantes u opuestos a la Iglesia, y no dan a las almas la verdadera luz, Nuestro Señor Jesucristo y su obra de predilección, la Iglesia.
Ahora bien: aquellos que no ven, aspiran íntimamente a la luz y quedan ellos mismos sorprendidos de ver abundar en su sentido a aquellos que normalmente tendrían que oponerse a sus concepciones.
(…)
Así como Dios ha puesto riquezas insospechadas en la naturaleza, también ha puesto riquezas de inteligencia, de arte, de espíritu de empresa, de inventiva, de caridad y de generosidad en los espíritus y los corazones de los hombres, de las personas; riquezas insondables que, para desarrollarse y alcanzar toda su eficacia, deben permanecer en el marco natural querido por Dios. Si el Estado tiene algún derecho sobre el empleo de estas riquezas con vistas al bien común, al querer apropiárselas y estatizarlas las extingue, ¡tal como ocurriría si quisiese desplazar un manantial de su lugar de origen, o trasplantar un árbol frutal de su buena tierra para ponerlo en su casa y aprovechar sus frutos! Dios, en su sabiduría, ha asignado a cada uno su papel, sus competencias y sus responsabilidades. Al querer reemplazar a Dios, el hombre destruye todo.
(…)
Este lenguaje es claro y límpido y nos ubica en el verdadero pensamiento de la Iglesia, lejos de los compromisos, de las confusiones y de los equívocos.
Seamos y permanezcamos siempre fieles discípulos de Nuestro Señor Jesucristo, firmemente cristianos, católicos, apegados a su Iglesia que es nuestra Madre, siempre profundamente respetuosos de las personas pero ardientemente deseosos de verlos compartir nuestra felicidad, listos para soportar todo y sufrir todo por la salvación de las almas, salvación que está en Nuestro Señor.
Ojalá estas páginas les hagan entender mejor, queridísimos diocesanos, que el verdadero y más seguro medio de ser caritativos y hacer algún bien alrededor suyo, es que se muestren totalmente cristianos, que Jesucristo se manifieste en ustedes y por ustedes, en sus palabras, en sus acciones, en toda su vida.
sábado, 23 de marzo de 2013
COMENTARIO ELEISON Numéro CCXCVII (297) .- 23 de Marzo de 2013
“¡ELEGID!”
¡Qué confusión reina en la
Iglesia y en el mundo! Vemos a los mejores hombres uno después de otro, tal vez
con las mejores de las intenciones, abandonar el combate y tomar la decisión de
dejar de resistir, dejarse llevar por la mayoría, seguir la corriente, hacer lo
que todos los otros hacen. Sin embargo, esta mayoría sigue desafiando a Dios y
está condenada por Dios sin apelación, porque Dios no cambia. No hay duda que
ahora mismo, Él está apelando al nuevo Papa para que haga lo que debe hacer,
cueste lo que cueste.
Entre 1966 y 1975, Él parece haber pedido a
una mujer en Francia que logre que un prelado francés ponga en las propias
manos de Paulo VI una serie de mensajes divinos pidiendo que el Papa encabece
peregrinaciones masivas de penitencia a la famosa basílica de Vézelay en
Francia (y desde 1972, para que el Papa restablezca el uso de la Misa
Tridentina). Los mensajes recibieron el título del Cántico de Cuaresma Parce,
Domine, Populo Tuo (Perdona, Señor, a Tu Pueblo). Ellos vienen sin autorización
oficial pero corresponden bien a la Semana Santa. Los lectores que tengan a
bien leer estos cortos extractos pueden juzgar por sí mismos si parecen
auténticos:–
16-X-65: El mundo está al borde de la
catástrofe. Sin embargo, cree firmemente que la oración suplicante de unas
pocas almas humildes tiene un gran poder sobre mi corazón.
3-III-68: Di al Santo Padre que implore al
Señor con el Cántico del Parce, Domine levantando sus brazos en Cruz, frente a
las muchedumbres que él reunirá en Vézelay.
2-III-70 : Si mi llamado no es escuchado, las
aguas de mi ira anegarán todo ¡Cuántas lágrimas y gemidos habrá entonces! Pero
será demasiado tarde.
13-II-71: Di a los sacerdotes que llamen a la
oración y a la penitencia en medio de la Cristiandad que colapsa y que ellos
mismos den el ejemplo. De otra manera habrá masacres sobre el suelo de Francia.
Si vosotros rehusáis elevar a mi Padre los gritos de una oración humilde y
arrepentida, a la fuerza elevareis gritos de terror ¡Elegid!
25-III-71: Hijitos, si no queréis procesiones
de amor, tendréis procesiones de odio. Ya están en marcha ¿Qué más necesitáis
para creer en mi llamado a favor vuestro?
28-IV-72: ¡Si ellos no quieren arrodillarse
delante del Santísimo Sacramento, se arrodillarán esclavizados en las minas de
sal!
10-VII-72: Si el Papa no hace lo que le pedí,
la Justicia divina caerá con todo su peso sobre el mundo y tendréis que
atravesar por tales sufrimientos que si conociereis sus detalles ahora,
vosotros quedaríais helados de espanto.
15-VII-72: Llamo a mis hijos fieles ¿Acaso no
encontraré mas que desertores? Si supiereis, hijos míos, lo que os espera, cómo
os apresuraríais a satisfacer mis deseos. Pero la justicia se hará pronto.
Vosotros clamaréis a Mi inmersos en vuestro terror, pero será muy tarde.
6-XI-72: Si Yo les mostrara lo que les está
esperando, se pasarían noches enteras en oración a mis pies para alejar el
tremendo castigo.
13-VII-73: Los fieles son
actualmente la esperanza de la Iglesia. Rezad por vuestros pastores incrédulos.
2-V-75: En los tiempos malos que se avecinan,
las familias Cristianas tendrán que reunirse y organizarse para cuidar a mis
sacerdotes fieles que deberán ejercer un ministerio clandestinoâ¦Es la vuelta a
las catacumbas. No queda otro camino.
Parce, Domine.
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