viernes, 28 de febrero de 2014

AUDIO: 3ra (y final) CONFERENCIA DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12 (entradas 9 a 11)




DOCUMENTO INÉDITO: CONFERENCIAS DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12.- PARTE 11 (final)


PARTE 11 y final
(sólo para los Sacerdotes)


Pregunta: sobre si hay admonición canónica en contra de Mons. Williamson:

(…) No sé lo que va a hacer porque Mons. Williamson ama la Fraternidad. Por el momento está como obsesionado con el pensamiento de que vamos a hacer un acuerdo y que vamos a vender la Fraternidad a los modernistas. Pero no es real, yo se lo he dicho pero no, está convencido de que yo quiero hacer un acuerdo. Les aseguro que no he cambiado en nada nuestra posición. Vea esta carta del Padre Violette comentada por el Padre Girouard que demuestra el cambio de posición de la Fraternidad. Y las conferencias del Padre Pfluger. 

Se puede siempre tomar una frase y forzar y decir: acá ha dicho eso. No. La Declaración Doctrinal es un documento oficial, así como la Declaración por el Capítulo de 2012 y la Declaración de los Obispos del 27 de junio de 2013. Todos ellos demuestran claramente el profundo cambio de la Fraternidad en sus principios y en su Doctrina.

En cada situación hay pequeñas variaciones, no se le habla igual a un pequeño niño que a un teólogo. Siempre nos adaptamos al quien hablamos, quieren decir la misma cosa, pero con otras palabras, es normal es muy normal. Y pretender que se debe usar de un lenguaje unívoco con todos es imposible. Monseñor Lefebvre tuvo siempre un lenguaje unívoco tanto con Roma como con los fieles. Y usted utiliza lenguaje ambiguo con Roma y después trata de tranquilizar a sus sacerdotes y fieles, contradiciéndose a usted mismo.  

Y no significa lenguaje doble. Significa que sus declaraciones ambiguas y contradictorias deben interpretarse con unos anteojos rosas confeccionados por usted.

El peligro es por ejemplo cuando los tradicionalistas piensan que lo que he dicho es para ellos. Es totalmente normal. Hay variaciones en el modo de hablar lo que no significan que la cosa es diferente. El catecismo se adapta a los niños y para los grandes es diferente. Por ejemplo: si habla públicamente de los judíos, ellos son nuestros hermanos mayores, si habla a sus sacerdotes y fieles en privado, los judíos son nuestros enemigos.

Hay pequeñas variaciones en las palabras.  Es normal. Es verdad que cuando se habla con los periódicos es difícil. Es verdad que yo no sé cómo evitar, pruebo (intento), pero es difícil. Yo pienso que estaremos obligados a tomar un profesional para las relaciones con los medios. Son problemas nuevos que hay que afrontar. ¿Fue por eso que contrató a la empresa holandesa para el “branding” de la Fraternidad?

Pregunta: ahora que la situación de algún modo se ha aclarado, ¿piensa hacer una declaración pública?

Voy a hacer una carta a los bienhechores describiendo la situación presente lo más claramente posible.  Insistir sobre lo que Roma quiere y no podemos aceptar. Roma rechaza la realidad en nombre de la fe. Y esa carta tuvo que esperar meses para que usted la escribiera. Verla aquí.

Pregunta: ¿hay posibilidad de hacer públicos los documentos?

Espero un momentito porque no sé cómo Roma va a reaccionar. Prefiero hacer un ataque en otro nivel. Si Roma rompe es mucho más fácil publicar todo. ¿No será que no la podía publicar porque usted sabía la reacción que ésta tendría en sus sacerdotes y fieles? Y además, en estas conferencias usted afirmó que había eliminado la legitimidad de la nueva misa, pero mintió. Definitivamente usted no estaba dispuesto a publicarla jamás.

Jamás he hecho caza de brujas, jamás he buscado saber quién hace esas cosas, pero si lo encuentro… ¡Por favor!… ¿cómo puede afirmar esto? ¿Cuántos sacerdotes y fieles han sido expulsados por su cacería de brujas? ¡Y ha llegado hasta hacer violar los correos personales de sus sacerdotes!

Alguien pregunta sobre el Secreto de Fátima: Fátima para mí es un misterio cada día más grande de todos los lados: del lado de Dios y del lado de los hombres. Hay tantos elementos curiosos, no digo contradictorios, pero que no marchan, que no están (sic) lógicos… Monseñor Fellay se muestra perplejo ante Fátima.

El 13 de mayo... hubo una explosión en una reserva de bombas atómicas, increíble... el 13 de mayo... de 84... 85...(se refiere al desastre de Severomorsk, el 17 de mayo de 1984).

Un punto me impresionó en la audiencia del 2005 (con el Papa): la pedida (sic) de aceptar el concilio. Su percepción es la necesidad de aceptar el concilio a la luz de la tradición. Está en los huesos (de él) y es lógico que pide eso de nosotros y decimos que no podemos y creo que no nos entiende. Está convencido de la necesidad de la adaptación de la Iglesia al mundo moderno y no nos entiende. Este es un punto de blackout. El Papa está dividido. Por una parte dice “son católicos” y por otro “tienen que aceptar el concilio”. Por eso Monseñor Lefebvre dijo del Cardenal Ratzinger: ¿Cómo podemos discutir con gente como esa? Entre otras muchas afirmaciones (véalas aquí). ¿Cómo no pudo darse cuenta que Ratzinger, a través de los años, siguió siendo el mismo?

DOCUMENTO INÉDITO: CONFERENCIAS DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12.- PARTE 10



PARTE 10

(sólo para los Sacerdotes)


No digo que tenemos nosotros que hacer un acuerdo, se debe entender bien: analizo la situación para ver qué pasa, qué... cómo el buen Dios trabaja a través de todo eso... (min. 55:47). ¡MENTIRA! No sólo analizó la propuesta romana, sino que hizo una contra propuesta formal de acuerdo. No sólo analizó la situación, sino que con su mano redactó esa contra propuesta, y no sólo la redactó, sino que él la entregó al Vaticano. Y esa contra propuesta (la Declaración Doctrinal de abril de 2012) es una traición a la fe, eso no es limitarse a ver qué pasa y cómo el buen Dios trabaja.

No podemos ir adelante si no tenemos las garantías de sobrevivencia. Los liberales piden garantías de inmunidad, seguridades para una vida tranquila. Los católicos exigen a Roma apóstata la vuelta al catolicismo y combaten por poner fin al liberalismo y al modernismo. 

Lo que fue dicho durante estos meses fue tan falsificado, falso, me han dado intenciones que no he tenido. Es verdad que quizás algunas palabras demasiado optimistas han podido dar esa impresión. Su traidora Declaración Doctrinal está a la vista de todos. "Contra factum non fit argumentum" (contra los hechos no se aceptan pruebas).

Es claro pero jamás estas palabras optimistas fueron absolutas, porque siempre estaba la otra parte: cuidado, no podemos si no hay garantías. … y podemos, si nos garantizan un espacio seguro en la estructura oficial, al lado y ¡debajo! de liberales y modernistas.

Hay un caso espectacular de una conferencia del P. Pflugger en París que causó una cierta oposición. En Menzingen hemos escuchado la conferencia y no vemos la causa de la reacción. Depende del modo de oír, de recibir. Es realmente esta cosa del vaso al medio: unos dicen medio lleno, otro medio vacío. En esa conferencia el Padre Pfluger leyó parte de la Declaración Doctrinal de Monseñor Fellay. Con mucha razón muchos se escandalizaron. ¿Habrá leído también la entrevista  o  las conferencias del Padre Pfluger en Flavigny? ¿También dependen del modo de oír, de recibir?

La famosa cuestión del capítulo (en caso de acuerdo inminente): es verdad que a algunos he dicho que es posible que no haya un capítulo por una imposibilidad física: si el Papa reconoce a la Fraternidad sin darnos el tiempo físico para hacer un capítulo. Yo he dicho en Roma que he prometido un capítulo, pero si Roma no quiere oírme, ¿cómo voy a hacerlo? Puede ser que Roma nos impida hacer lo que queremos y se impida el capítulo. Entonces, si Francisco regulariza la FSSPX, no habrá tiempo para hacer un capítulo, sino que Mons. Fellay dará las gracias al misericordioso y dadivoso Francisco, y dirá a los miembros de la FSSPX: “tranquilos: ahora hay que rezar mucho y ver que dispone el buen Dios”. Y desde ese momento la FSSPX comenzará a ser deglutida, de modo gradual e inteligente, en el estómago de la bestia conciliar.

Hay que hablar un poco de Mons. Williamson (…) Ahora que ha tomado posiciones tan duras diciendo que se rechace al superior: poco antes del capítulo ha dicho que espera que en el capítulo “se eyecta, tira fuera Fellay y su pandilla, su banda”. No tengo nada personal contra Monseñor. Quizás él tiene contra mí pues lo he tenido que corregir. Tiene abajo de mí la famosa cuestión de los.. de la entrevista sobre los hermanos (min. 1:12:00)  "hermanos" =  “hermanos mayores” = JUDÍOS. ¡Se refiere a los judíos!, y así los llamó también en la entrevista de noviembre de 2008).

Él fue obligado de decir que era su opinión personal para proteger la sociedad. Y eso para él es un acto de cobarde, pero es solamente proteger la sociedad. En Alemania en Francia, hay efectos, en Alemania ahora han cerrado una escuela. Hemos podido terminar este punto pero hasta ahora el internado está cerrado. Hasta ahora nos atacan, en París también nos atacan, las escuelas también, y con el gobierno actual en Francia ulalá… no sé cómo va a terminar, no sé cuándo va a pasar, pero muy muy claramente. “Bienaventurados seréis cuando os persigan…”

Es necesario ir con prudencia, no significa que cambiamos nuestra fe. No es eso. Cuando se ve un nido de avispas, no se hace así. Se ataca con prudencia. Se sabe que las avispas son peligrosas, no se provoca así, se toman otros medios para eliminar o disminuir el peligro. Es una cosa de prudencia. ¿Es prudente decir que los judíos son nuestros hermanos mayores? ¿Que somos semitas de corazón? ¿Qué los judíos no cometieron deicidio? Monseñor Williamson prefiere decir la verdad, como Nuestro Señor, aunque se alborote el avispero.

DOCUMENTO INÉDITO: CONFERENCIAS DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12.- PARTE 9



PARTE 9 
(sólo para los Sacerdotes)



Explica la prelatura personal ofrecida y el ordinariato, con evidente optimismo y con tantos detalles, que da la impresión de que el ofrecimiento sigue vigente. Suele hablar en tiempo presente. Ver los documentos relativos a la Prelatura aquí

Para abrir nuevas capillas, casa, escuela; se necesita el permiso del obispo local.

Dice que en unos 5 o 10 años puede haber un desarrollo en Roma como para una vida autónoma. Dice que hay un mejoramiento. ¿Cuál? La situación jamás ha estado peor.

La oposición de los modernistas va a morir. Son estériles. Son viejos. Los jóvenes son más abiertos pero más confusos. ¿Cree que la Iglesia “ocupada” va a desocuparse de los enemigos sólo por una cuestión biológica, al ser reemplazada la generación del Concilio por unos “jóvenes tradicionalistas”? ¿Y cree que estos ancianos no han preparado sus relevos? ¿Qué no estudió a la masonería en el seminario?

Dice que poco a poco la tradición se va a imponer y va a irradiar, pero ahora no se ve mucho de esa irradiación, sino la oposición tremenda en todos lados.

En Francia más del 25% de los Sacerdotes están ordenados en la Misa tradicional. El modernismo se muere, se mata a sí mismo y lo que va a continuar es lo tradicional hasta en los seminarios modernos. Es un movimiento lento en una situación catastrófica totalmente dominada por los modernistas. Es difícil ver ese movimiento tradicional, pero es real y crece a pesar de la oposición. La situación en que estamos es como la situación al fin del invierno: se ven los brotes. La primavera está para venir. Hay ya las señales de la primavera. Decía Monseñor Lefebvre (21-6-78): Creo que podemos, e incluso debemos creer que la Iglesia está ocupada. Ella está ocupada por esta Contra-Iglesia. Por esta Contra Iglesia que conocemos bien y que los papas conocieron perfectamente, y que los papas han condenado a lo largo de los siglos. ¿Cree que los masones (usted mismo dijo que había 4 sectas masónicas en el Vaticano) van a abandonar sus puestos en la Iglesia empujados por el pequeño movimiento tradicional que queda en el mundo? ¿O la Masonería no es ya tan mala, como dice el Padre Célier)?

Jamás he querido buscar un acuerdo. Es Roma la que lo busca, pero cuando Roma lo busca pienso que es justo verificar la oferta. Tiempo muy difícil: novedades, rumores. Pero al final la verificación es clara, es simple: no se puede. Para mí la situación no es madura, hay que esperar el desarrollo que se anuncia para ver cuándo estará la primavera. Luego, es cuestión de tiempo.

Pero si a través de Roma el buen Dios quiere acelerar las cosas, hay que ver qué pasa. Mediante al reconocimiento sin acuerdo. Ahora la situación es clara: no, no podemos movernos en esa dirección. Buscando hacer el acuerdo.

¿Qué hizo el capítulo? ¿Qué significan esas famosas condiciones? La condición del capítulo del 2006 que decía que no debemos buscar una situación práctica antes de la doctrinal, es en teoría muy clara, pero en la práctica es casi impracticable. Faltan criterios concretos. Descalifica la condición del capítulo del 2006 -que enunciaba un principio- para justificar el reemplazo de éste principio por las condiciones ambiguas del capítulo del 2012. Resolver antes lo doctrinal jamás sucederá porque en la Iglesia Militante siempre habrá problemas. Por eso hemos tomado una perspectiva más concreta, porque decir que tenemos derecho a atacar los errores significa que la autoridad está de acuerdo, significa una conversión. ¡Es muy claro! Significa que la cabeza no es liberal porque un liberal, modernista, un liberal no puede permitir que se ataque al liberalismo o al modernismo (min. 40:30).  Falso: el liberalismo es contradictorio. ¿O acaso los liberales no promueven la libertad de expresión, según la cual cualquiera puede criticar a los liberales y al liberalismo? El liberal convencido se deja atacar en nombre de la diosa libertad. ¿No dijo Voltaire lo siguiente?: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo". 

Fue bueno poner las cosas de modo más práctico, es más fácil verificar. Y de este modo se sepulta el Principio que regía la Fraternidad y que la mantuvo unida durante más de 30 años.

Sobre la condiciones “sine qua non” y las condiciones “necesarias”:¡ah!, no sé… para mí.. pffff... son condiciones… realmente... francamente... no sé si realmente se debe insistir tanto en esta distinción... (risas).

Lo que veo, y es muy interesante también, es la consideración que nos dan en Roma.  Yo pienso que nos dan más cualidades, poder, influencia de la que tenemos en realidad. Tienen una consideración grande para nosotros. Eso también es importante: ver que en la situación que estamos,  ya se irradia una impresión que realmente les impresiona. Unos de ellos, aquellos que están en nuestro favor, me han dicho que la primera cosa que se hace siendo reconocidos es que ¡se abre  en Roma un seminario!, un instituto para el estudio del Concilio. Son ellos los que lo dicen. Entonces, nos quieren. También me han dicho: en poco tiempo nos llamarán de las congregaciones romanas. También una iglesia en Roma. Son gente que sabe que el futuro está en la Tradición. Quieren abrir la puerta y eso es del Papa.  "Todo esto te daré" dijo el demonio en Mt. 4, 9... Y estos amigos, si acaso existen, ¿qué hacen para evitar la destrucción de la Iglesia? ¿Por qué no alzan su voz para condenar las herejías y aberraciones litúrgicas y escándalos varios de Roma? ¿Tienen miedo? ¿Y cómo piensan abrir un seminario entonces? ¿Por qué no fundan esa comisión para el estudio del concilio con la Fraternidad San Pedro o el IBP?

No excluyo la trampa, los malos. Ejemplos: el día mismo, pocas horas antes que se recibió el texto de junio, el texto corregido, el jefe de la Masonería en Roma ha dicho no se hará el acuerdo. La Masonería ha sabido antes que yo reciba el texto, que nosotros no vamos a aceptar, ha sabido las condiciones y nuestro rechazo. El Estado de Francia, mirando la posibilidad del reconocimiento de la Fraternidad, ha pensado, como medida de reacción, llamar al embajador: significa cortar las relaciones diplomáticas con el Vaticano. Hay que pensar un poco la presión sobre Roma.  3 Conferencias Episcopales, Alemania, Suiza y Austria, habían ya preparado una reacción, circulaba una nota secreta. Lo sé de dos diócesis, de Treves y Viena. Oposición mayor. Estado de guerra total y oposición a lo que hace el Papa. Los que se oponen más al reconocimiento de la Fraternidad son los enemigos de la Iglesia: judíos también, masones, los de izquierda, y en la Iglesia los modernistas. Es interesante ver cómo percibe la situación el enemigo. Sí, es muy interesante ver cómo percibe la situación el enemigo. Cuando usted expulsó a Monseñor Williamson, el judío Lauder, del Congreso Judío Mundial se alegró. Y dijo también, por cierto, que “hasta que la hermandad San Pío X tenga una posición clara, no deben ser readmitidos en el redil de la Iglesia Católica” Ahora su posición es clara, Monseñor, ahora los judíos son sus hermanos mayores y ya no son culpables de deicidio. Ahora sí, los enemigos que se oponen al acuerdo no tendrán objeciones que hacerle.

AUDIO: 2ra. CONFERENCIA DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12 (entradas 6 a 8)




jueves, 27 de febrero de 2014

DOS NUEVOS CENTROS DE LA RESISTENCIA EN EUROPA.-


RECONQUISTA 

Dos nuevos centros de misa de la Resistencia acaban de abrirse en Europa: En Munich, en Baviera (Alemania),


Y en Budapest, Hungría.



Esta capilla húngara será atendida cada dos semanas por el Padre Fuchs, y tiene su propio sitio de internet: www.katolikus-honlap.hu

DOCUMENTO INÉDITO: CONFERENCIAS DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12.- PARTE 8



PARTE 8


Monseñor Fellay menciona enseguida que envió el Preámbulo Doctrinal al Papa,  de un modo informal, pues no he seguido la línea oficial. El Papa tardó en contestarle, y mientras tanto él no sabía qué hacer.

Recuerda que el límite para la presentación de ese texto era el 15 de abril. El 16 le llegó un texto indicándole lo que tenía que hacer. Monseñor Fellay tenía que seguir el “camino normal”, esto es, el conducto regular. Es decir, que tiene que presentar de nuevo su Declaración Doctrinal a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Afirma que le cambió el título de Preámbulo Doctrinal a Declaración Doctrinal pues no quiero seguir el Preámbulo Doctrinal. Yo he hecho algo diferente y por eso he tomado otro título, que he tomado de Monseñor Lefebvre que había dicho Declaración Doctrinal. Pero después me di cuenta que eso podía dar la impresión que hago una profesión de fe. Y no es lo que he hecho. Solamente he insistido sobre un punto delicado que es –cuidado- bien que rechacemos muchísimo, aceptamos en parte con limitaciones lo que existe en la Iglesia que puede ser aceptado. Para mostrar que no estamos cismáticos, y que hay un reconocimiento real de lo que pasa en la Iglesia pero limitado. Entonces la palabra Declaración Doctrinal muy fácilmente ha podido dar la impresión que lo que he escrito aquí sería la posición de la Fraternidad de frente al concilio. ¡Que no es verdad! Es un punto particular, no es el total. Entonces no es una profesión de fe, y eso no lo he dicho claramente. No fue bueno de usar esta palabra. Y también eso puede engañar.

Continúa diciendo que tuvo que seguir el camino normal porque el papa no quiere estar solo. Quiere que pase a través de la Institución Ya estaba siendo muy atacado por estar demasiado a nuestro favor.

Luego explica: Yo siempre he dicho, pero no sé por qué no pasó, yo siempre lo he dicho, lo he dicho en los textos a Roma, lo he dicho en las entrevistas, también en la CNS, siempre he dicho hay condiciones nuestras; nosotros no vamos a aceptar una situación si estas condiciones no están cumplidas. Estas condiciones son de aceptarnos como somos. ¿Qué significa aceptarnos como somos? Significa que podemos vivir como somos, que podemos profesar, mantener la fe, como lo hacemos ahora. Y mantener la fe no es solamente un acto interior sino exterior. Profesar la fe. Y Profesar la fe es doble, la parte positiva, creo, y la parte negativa, rehúso, condeno. Se manifiesta acá la ilusión liberal de Mons. Fellay: es ilusorio suponer que se puede combatir a aquéllos a los que uno voluntariamente se somete, y es de liberales pretender incorporarse a la Jerarquía oficial, modernista y liberal, en lugar de combatir por la vuelta al catolicismo auténtico. Unirse (¡sometiéndose!) a los destructores de la Iglesia es ilusión de liberales, porque los liberales no ven a los romanos apóstatas como "enemigos", sino sólo como "gente equivocada". 

Entonces la condición, la condición para entrar en un proceso de reconocimiento con Roma, había tres puntos: el punto que Roma nos impone, por decir así, que es un texto donde se dice que… bueno, es inaceptable, ya. Segundo punto: esta garantía, esta condición de poder continuar de atacar, de decir  “el concilio, las reformas, no van, hay que regresar a la situación de antes, la fe católica”; y el tercer punto es la situación jurídica, situación jurídica que en el derecho asegura por la parte -decimos así- de vida, las garantías del número segundo. Y con Roma, hemos elaborado un poco el tercer punto, me voy a explicar después a los seminaristas y un poco a los sacerdotes después. Se refiere a la prelatura personal de la que hablará en la tercera y última conferencia. Y el punto segundo en mayo, para verificar, porque este punto siempre fue confuso, he hecho un viaje extra a Roma especialmente por este punto, para verificar si sí o no podemos continuar nuestros -decimos así- ataques contra Roma. En este viaje de mayo, he podido ver primeramente que este punto mmmm… la respuesta de Roma no era clara pero ya daba una indicación negativa. Esto es realmente demencial: viajar a Roma Anticristo a averiguar si sometiendo la FSSPX a los herejes romanos, podrá tener libertad para atacar a la Roma modernista.

Pero además he visto que Roma quería cambiar mi texto. Se refiere a la Declaración Doctrinal del 15 de abril de 2012. Entonces, he enviado a Roma una carta, una carta al Papa y una carta a Levada diciendo “si usted cambia una palabra (se ríe) en mi texto no firmo”. Bueno, pero en la reunión de la Congregación de la Fe, el Cardenal Levada dirá dos veces, al inicio y al final: “No toquemos nada al texto” y luego el voto, porque es un proceso, como pasa una tal reunión, cada miembro ha recibido los documentos antes y prepararon por escrito su respuesta.  Uno después del otro, en un orden bien preciso cada uno daba su respuesta. Que está consignada porque es por escrito, pero aquí hablan. Y después de la presentación de todos, se hace una votación, y en esta había una abstención y todos los demás en favor del texto, con algunas notas, preguntas, pero nadie tocó el texto. Comprensible, estando ese texto lleno de ambigüedades del agrado de los modernistas y de concesiones inadmisibles hechas por Mons. Fellay a los modernistas. Cuando recibí el texto en junio, el texto fue cambiado.

Explica enseguida que en el intervalo, mientras Roma le daba la respuesta definitiva, decidió hacer una prueba y concedió una entrevista en donde atacó el concilio y la misa Misa nueva y dice que al parecer este fue el argumento utilizado por la CDF para presionar al Papa utilizando también la carta del propio Papa a los obispos cuando levantó las “excomuniones”. Por lo tanto, en su cita en Roma en junio, le presentaron el texto original, el Preámbulo Doctrinal y no lo pudo firmar. Alguien en Roma, por algún motivo que se ignora, elevó las exigencias.

Luego lee su carta al Papa: Al leer el tercer párrafo, en lugar de decir Desgraciadamente, en el contexto actual de la Fraternidad, la nueva declaración no pasará, solamente dice: en el contexto actual de la Fraternidad, no pasará. Esa omisión de la palabra “desgraciadamente” parece algo bastante deshonesto por parte de Mons. Fellay.

En el párrafo cuarto, en lugar de decir: “y yo me comprometí en esta perspectiva a pesar de la oposición bastante fuerte en las filas la Fraternidad y al precio de trastornos importantes. Y tengo toda la intención de continuar haciendo todos mis esfuerzos para proseguir por este camino con el fin de llegar a las clarificaciones necesarias”, dice a cambio: Y yo me estoy “engagé” (comprometido) he ido en esta perspectiva a precio de importantes tribulaciones en la Fraternidad. Idem.

En el quinto, debió haber dicho: Ahora parece que me equivoqué y que verdaderamente se pide la aceptación total de los puntos litigiosos antes de ir más adelante… Si alguna de mis recientes declaraciones añaden una nueva dificultad, lo lamento, pero fue también por razón de claridad. Pero en cambio dijo: Ahora parece que me equivoqué y que verdaderamente se pide la aceptación total de los puntos en litigio antes de ir más adelante.Idem.

En el penúltimo párrafo, en vez de leer: Me parece que solamente usted puede todavía cambiar el curso de los acontecimientos que se perfilan. Evidentemente no se trata por mi parte de ejercer cualquier presión, sino simplemente de exponerle los hechos y de saber si me equivoco en cuanto a sus intenciones sobre nuestra situación. Si usted lo considera oportuno, en este momento tan delicado, me atrevo a pedir de vuestra bondad una audiencia (lo más discreta posible) a fin de escuchar de vuestra boca vuestra apreciación respecto de nosotros. Solamente dice que pidió una audiencia: Pido una audiencia por saber si me engaño en cuanto a sus intenciones sobre nuestra situación.

Enseguida comenta que el Papa le contestó, pero señala que sospecha fuertemente que no fue el Papa quien respondió, que no puede creer que el Papa haya escrito esa carta. Dice que después de investigar, se enteró que fue redactada en la Secretaría de Estado por un hombre que no sabe hablar bien el francés.

Habla de las condiciones que el Papa le impone en su respuesta:

Estos elementos son esencialmente la aceptación:

-Del Magisterio como intérprete auténtico de la Tradición apostólica: Esto es verdad. En teoría no tenemos argumentos y es verdad, es el Magisterio quien nos dice lo que es tradicional. Claro que en el contexto es peligroso, porque si decimos que sí, dirán entonces: “yo he decidido que la Tradición es el Vaticano II”.

-Del concilio Vaticano II como parte integrante de la dicha Tradición, esto es falso, el concilio no puede ser Tradición Apostólica,… ¿cómo podemos firmar eso? quedando a salvo la posibilidad de una discusión legítima sobre la formulación de puntos particulares de los documentos conciliares; hay entonces esta concesión a la discusión, es muy interesante, poco a poco hacemos nuestro camino, es lo que hay que mirar en el balance total, despacio, con mucha paciencia, hacemos un paso más adelante, nada más que eso, pero poco a poco hacen concesiones…

-De la validez y licitud del Novus Ordo Missae. Liceidad (sic, quiere decir licitud) del NOM. Hasta ahora, habían solamente pedido la validez y ahora ven, perciben que no es suficiente (se ríe). Nosotros, bien que reconociendo la validez, con todas las circunstancias necesarias para su validez, para nosotros no es buena, es válida pero no es buena, entonces ahora van más adelante, la liceidad de la misa nueva. Yo les he contestado, nosotros normalmente no hacemos uso de la palabra lícita para la misa, normalmente, de un modo común, decimos “la misa nueva es mala”… No se puede celebrar, no se puede invitar a la gente, es suficiente. Lícita, cuando se ve ya el problema de los fieles con la palabra válida, si les ponemos la palabra lícita mmmm… mejor permanecer con la palabra muy simple “mala”. ¡Pero si aceptó la validez y legitimidad de la misa nueva en su Declaración Doctrinal! Dice La Sapinière: legitimidad y licitud quieren decir, en un matiz muy sutil, la misma cosa. 
Se trata de términos provenientes del derecho: que una Misa sea “válida” significa que produce su efecto esencial (hay consagración, se opera la transustanciación). 
Que sea “lícita” significa que su celebración está permitida por la moral. Una Misa nueva puede ser válida, pero es siempre ilícita. La Misa “negra” es gravísimamente ilícita, pudiendo ser válida. 
Que la Misa sea “legítima” significa que es conforme a las leyes (moral, canónica, etc.). Lícito y legítimo suelen usarse como expresiones sinónimas.

DOCUMENTO INÉDITO: CONFERENCIAS DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12.- PARTE 7



PARTE 7


Sobre el punto cuatro: La completa Tradición de la fe católica debe ser el criterio y la guía para la comprensión de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, el cual a su vez, ilumina –es decir profundiza y explica ulteriormente- ciertos aspectos de la vida y de la doctrina de la Iglesia, implícitamente presentes en ella, y aún no formulados conceptualmente; comenta: (…) con todo lo que hemos dicho se puede ver en unos puntos pequeños que el concilio puede también profundizar, explicitar ulteriormente algunos aspectos de la vida y de la doctrina de la Iglesia. Y aquí doy como ejemplo la sacramentalidad del Episcopado, para decir sí, se puede encontrar. Entonces, estas frases no es (sic) necesariamente totalmente falsa. Entonces se puede hacer una concesión limitada del principio. Entonces nosotros no hacemos un rechazo total -el rechazo es bastante total ¿eh?- del concilio, pero no es totalmente total, es decir... (se ríe). Reconoce haber hecho concesiones y haber expresado ambigüedades deliberadas, lo cual no es motivo de risa, sino de lo contrario.

Punto cinco: Las afirmaciones del Concilio Vaticano II y del Magisterio Pontifical posterior relativos a la relación entre la Iglesia católica y las confesiones cristianas no católicas, así como el deber social de religión y al derecho a la libertad religiosa, cuya formulación es difícilmente conciliable con las afirmaciones doctrinales precedentes del Magisterio, deben ser comprendidos a la luz de la Tradición entera e ininterrumpida, de manera coherente con las verdades enseñadas precedentemente por el Magisterio de la Iglesia, sin aceptar ninguna interpretación de estas afirmaciones que pueda llevar a exponer la doctrina católica en oposición o en ruptura con la Tradición y con este Magisterio.

Monseñor Fellay explica: Este es el punto que fue más controvertido en la Fraternidad, a mí me parece justo, pero algunos ven o piensan que aquí  había ¿cómo se dice? la aceptación de ¿cómo se dice? de la hermenéutica de la continuidad. Se los voy a leer. Yo realmente digo... saben que finalmente este texto no fue aceptado y yo mismo he dicho, tanto en el Capítulo como después a Roma, he dicho “yo no quiero dar un texto que hace disputas o divide la Fraternidad”. Entonces lo saco, lo retiro. Yo se lo he dicho inmediatamente a Roma, lo he dicho en el Capítulo, no, no quiero, pero en todo caso ya fue rechazado, Roma no lo ha aceptado, pero yo mismo digo después “yo no quiero salir o empezar para el futuro, si alguna vez quizás una vez se harán de nuevo discusiones, bueno, no quiero empezar con este texto. ¿Por qué? Porque es demasiado al límite, demasiado delicado, noten que no es demasiado ambiguo: es demasiado delicado o sutil (¡!) y entonces es lo que he dicho a Roma ¿eh? Y la parte que voy a leer es semejante a lo que hemos visto antes, pero de nuevo: yo he pensado que diciendo lo que he dicho antes, primeramente, bloqueando todo el desarrollo fuera, posible fuera, que era bastante, pero bueno,  unos dicen que lo que digo aquí es o estaría, pero yo lo leo y lo leo y no lo veo, pero bueno (se ríe) (…)

Yo pensaba que eso era suficiente, pero algunos dicen: bueno, primeramente no es difícilmente conciliable pero es totalmente irreconciliable. Esto es verdad, pero este es un texto, una locución de estilo de curia, cuando se dice difícilmente conciliable, significa en realidad irreconciliable, pero ellos no quieren decir irreconciliable y entonces dicen difícilmente conciliable. Culpa a los romanos de la ambigüedad que existía en el Preámbulo Doctrinal, ambigüedad que él no subsanó sino que hizo suya en el texto que él redactó y que él presentó a Roma (Declaración Doctrinal). Bueno. En verdad que se toma la palabra de un modo unívoca, no es justo, hay que saber que una palabra tal hay un sentido en un contexto, bueno. Y es verdad que la libertad religiosa no es difícilmente conciliable pero es irreconciliable. (riéndose)

El punto muy preciso, muy, muy, muy preciso, es el punto en el cual se dice que se debe dar el derecho a cada uno de actuar, sea en privado como en público, sea solo, sea en grupo, siguiendo su conciencia. Este punto es contrario, contrario. El otro punto decir, nada puede forzar a alguien contra su conciencia, eso es verdad, eso es verdadero. Ningún poder puede forzar a alguien a actuar contra su conciencia porque eso conduce al pecado. La conciencia es el último juez en nosotros, de nuestras acciones. Si tengo una conciencia mal formada hago pecado. Si pienso que mirar a la luna es un pecado, si miro a la luna, hago un pecado. Bien que objetivamente no es, ¿por qué? porque el último juez es mi conciencia. Entonces, forzar a alguien a actuar en contra de su conciencia significa forzar al pecado, y eso no se puede. Y además se dice que el poder sea civil, como también de la Iglesia, de internis non iudicat la Iglesia no se pone en las cosas internas. La conciencia es interna, hay que bien entender eso. Mons. Lefebvre, sobre "Dignitatis Humanæ" en el libro "Lo Destronaron": “se llega a sostener la objeción de conciencia de manera tan general, que es falsa: El hombre no debe ser forzado a actuar contra su conciencia. Ahora bien, eso no es cierto más que para una conciencia verdadera o para una conciencia invenciblemente errónea.” Esto se llama precisión teológica y filosófoca. Este es el lenguaje de un verdadero defensor de la fe, muy distinto al lenguaje deliberadamente ambiguo de Mons. Fellay. 

El argumento romano es fácil, muy simple, es: La Iglesia no puede engañarse, la Iglesia es infalible, la Iglesia no puede hacer nada de mal. Entonces, todo es bueno, no hay error, es imposible que haya un error, entonces no hay error. ¡Es lo que nos dicen! Y constantemente el argumento llave, fundamental, es un argumento de autoridad, claro, pero jamás, jamás, explicación. Y cuando nosotros decimos que no funciona, nos dicen, ustedes hacen uso de su razón arriba del magisterio. Realmente es el argumento, yo estoy el jefe, entonces, obedezca. Sin explicación, jamás. ¿No es precisamente este argumento el que usted utiliza en contra de los sacerdotes que se han “atrevido” a cuestionar sus decisiones? Y no, ellos tampoco han recibido jamás una explicación.

Realmente es el argumento que hemos encontrado en todo el tema. Y al final de las discusiones, hablando de la relación entre el magisterio y la Tradición, el argumento final de Roma fue “ustedes están (sic) protestantes”. ¿No es lo que dice el Padre Pfluger sobre la Resistencia? Y nuestra respuesta a ellos fue “ustedes están (sic) modernistas”. Y nosotros decimos: usted es liberal.

Luego se refiere al punto 7 de la Declaración Doctrinal, que afirma:  Nosotros declaramos reconocer la validez del sacrificio de la Misa y de los Sacramentos celebrados con la intención de hacer lo que hace la Iglesia según los ritos indicados en las ediciones típicas del Misal romano y de los Rituales de los Sacramentos legítimamente promulgados por los papas Paulo VI y Juan Pablo II.  

Yo he puesto el derecho a discutir en el texto. Hay que bien ver esta cosas. (min. 54. 50). Los liberales defienden el derecho a discutir o a disentir como una gran cosa...

Él dice: “También para la misa, he eliminado el legítimo(min. 55:15)¡MENTIRA! No eliminó, sino que sólo lo cambió de posición:
Preámbulo: “Declaramos reconocer la validez y la legitimidad del Sacrificio de la Misa y de los Sacramentos celebrados con la intención de hacer lo que hace la Iglesia según los ritos indicados en las ediciones típicas del Misal romano y de los Rituales de los Sacramentos en vigor hasta el pontificado de Juan XXIII y de las ediciones típicas promulgadas por los papas Paulo VI y Juan Pablo II.”
Declaración Doctrinal: “Nosotros declaramos reconocer la validez del sacrificio de la Misa y de los Sacramentos celebrados con la intención de hacer lo que hace la Iglesia según los ritos indicados en las ediciones típicas del Misal romano y de los Rituales de los Sacramentos legítimamente promulgados por los papas Paulo VI y Juan Pablo II.”

DOCUMENTO INÉDITO: CONFERENCIAS DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12.- PARTE 6



PARTE 6


Monseñor Fellay explica todas las “informaciones” recibidas de sus “amigos” que le decían que el Papa verdaderamente quería reconocer a la Fraternidad.

Señala que con la última respuesta enviada a Roma, las relaciones con ésta estaban terminadas, pero el 16-3-12 el Cardenal Levada le envía una carta en la cual lo amenaza diciendo que si no se adhiere al Preámbulo Doctrinal (de 14-9-11), se asumirá que rechaza la fidelidad al Papa, lo que implica una ruptura de la comunión y las consecuencias canónicas que de ello se derivan (declarar cismática a la FSSPX). En este punto, Monseñor Fellay todavía pudo haber realizado un acto heroico, al igual que Monseñor Lefebvre, prefiriendo ser tenido por cismático y excomulgado antes que ceder en la Fe.

Pero sucedió una cosa increíble: otra vez aparecen sus nuevos amigos de Roma, los cuales supuestamente le avisan, un día antes de recibir la carta del Cardenal Levada, que usted va a recibir una carta dura, pero que permanece “cool”. Dos días después un supuesto mensaje del Secretario del Papa que le dice: la única cosa que Monseñor Fellay debe hacer con esta carta, es ponerla en el archivo. Entonces le escribe una carta al Papa, saltándose a la CDF. Fue en esos días que los tres obispos le escriben a Monseñor Fellay una carta haciéndole saber su oposición al acuerdo. Monseñor Fellay y su consejo siguen adelante a pesar de la oposición de los tres obispos y de  muchos miembros de la Fraternidad.

Monseñor Fellay continúa su conferencia, señalando que acepta el concilio en más de un 90%:

“No tengo mucha libertad de acción, (…) pero la CDF pensaba que nosotros de hecho negamos, rechazamos todo desde el 62. Decimos que reconocemos al Papa, pero de hecho lo rechazamos, todo lo que hace, todo el concilio, todo, y hay bastantes palabras de nosotros en las cuales decimos que rechazamos el concilio, por ejemplo, o hablamos de la iglesia conciliar o posconciliar o modernista o… hay tantas palabras que pueden dar la impresión que para nosotros nada existe desde el 62. (…) 

Estamos condenados injustamente, pero en esta situación me vi obligado a restituir la verdad. De hecho, cuando decimos que reconocemos al papa, hay una verdad en esta palabra. Y cuando decimos que rechazamos el concilio, en verdad aceptamos en parte el concilio y rechazamos de otro modo el concilio. Hay que hacer precisiones aquí. Pero no de un modo cismático, nosotros no somos ni sedevacantistas y no tenemos un rechazo total a todo lo que pasa. Hacemos distinciones. Monseñor Lefebvre tuvo una distinción famosa sobre el concilio. Decía que todo lo que es tradicional en el concilio, lo aceptamos. Y de hecho ha firmado todos los textos menos dos. Hace más que un 90% del concilio lo que él ha firmado. Si es que realmente firmó los documentos, lo que no consta, la firma no significaba conformidad sino presencia, era una constancia de asistencia. 

Entonces decir que rechazamos sin distinción, no es justo, no es verdad. Hay cosas que aceptamos en el concilio. Pero decimos que hay un espíritu que vicia todo, si vicia todo, se debe rechazar todo pero hay partes que realmente se pueden entender de un modo católico. Como hay partes de un pastel envenenado que se puede comer, pero lo razonable y lo sano y lo prudente es lanzar el pastel completo a la basura. Monseñor decía que las partes que son dudosas las interpretamos de un modo católico y las partes que no son católicas, las rechazamos. Se toma de Mons. Lefebvre lo que conviene a la intención acuerdista, y lo que no conviene se calla.

Continúa Monseñor Fellay diciendo que lo que hace ahora no se puede decir que sea el equivalente a la propuesta previa de Roma. Se siente obligado ¿por qué? ¿Por quién? a tomar algo del texto presentado por Roma pero con otra formulación y que es una respuesta precisa a ese texto. Trata de desarmar la bomba cismática para lo cual el fin justificó los medios. Y si nos califican de cismáticos por se fieles a la verdad, bendito sea Dios. y es entonces que realiza la Declaración Doctrinal del 15 de abril. Aclara que algunos sacerdotes estuvieron descontentos con ese texto Leer la crítica de la Declaración Doctrinal del Padre de Jorna presentada en el Capítulo General de julio del 2012 aquí. Señala que utiliza palabras al límite de la ambigüedad. Mentira: usó un lenguaje ambigüo. Entonces lee la Declaración Doctrinal del 15 de abril.

Al leer el punto II: Nosotros declaramos aceptar las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia en materia de fe y de moral, dándole a cada afirmación doctrinal el grado de adhesión requerido, según la doctrina contenida en el n° 25 de la Constitución dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II. Omite leer la nota (1) de ese punto en donde acepta la nueva fórmula de la Profesión de fe y del Juramento de fidelidad para asumir un cargo ejercido a nombre de la Iglesia.

Y al explicar este punto dice que es completamente tradicional, que no tiene nada de peligroso. P. Calderón sobre el n° 25 de Lumen gentium en “La Lámpara bajo el Celemín”, pág. 146: ¿Podemos al menos rescatar este texto? No, por cierto, porque en el capítulo anterior este mismo documento ha subordinado el oficio jerárquico al sensus fidei lo que obliga a entender la doctrina del n. 25 de manera muy distinta a lo enseñado por el Vaticano I”Sacerdos: En la situación anormal actual de la Iglesia, donde los papas posconciliares ya no enseñan la sana doctrina,  este pricipio no puede aplicarse pues equivaldría a someterse al “magisterio conciliar y posconciliar” firmándole un “cheque en blanco”.