El P. Karl Stehlin, hasta hace unas semanas Superior de los Países del Este, es ahora el nuevo Superior del Distrito de Asia.
Hombre de confianza de Mons. Fellay, se destaca, como verán, por su liberalismo sentimental de "sensibilidad tradicional", al igual que el Superior General.
Mediante esta carta, de
6-2-14, respondió a este sermón del P. Jean,
Capuchino de Morgón y antiliberal.
Nuestros comentarios
están en color rojo.
Original en francés acá.
Reverendo Padre Antoine, Padre Jean,
y toda la comunidad de Reverendos Hermanos
Capuchinos.
Varsovia,
6 de febrero de 2014
Muy Reverendo
Padre Jean,
Acabo de recibir
su sermón del III domingo después de Epifanía, y debo decirle que me sentí
profundamente conmovido. Recuerdo aquellos tiempos cuanto tuve el honor de
recibirlo en la Militia Immaculatae, e igualmente su visita a Polonia para
participar en nuestra gran peregrinación a Czestochowa. Además, usted sabe que
yo soy muy apegado a ustedes, los Padres capuchinos, sobretodo porque gracias a
usted se formaron los Caballeros de la Inmaculada en Francia, deseosos de
trabajar por la conversión de las almas. Finalmente, que alegría para mi saber
que hay polacos que entraron con ustedes y con las buenas hermanas clarisas.
Todo esto para
decirle que leí con gran atención su sermón, y con mayor razón pues los Padres
se expresan muy raramente “ad extra”.
Cuánta razón
tiene usted en insistir que debemos ser hombres de principios, y sobre los
principios hay que ser intransigentes, sin compromiso posible. Confieso que
desde hace mucho tiempo reflexiono sobre este punto, queriendo ser un hombre de
principios a ejemplo de Monseñor Pie y Monseñor Lefebvre, y traté de reunir los
principales (encontré cinco) y plantearlos ante mi conciencia para examinarme
si me esfuerzo de ponerlos en práctica. Permítame exponerlos ante usted no
según su jerarquía, sino como me vienen al espíritu.
Primer
principio : el bien de la obediencia
Leyéndolo como
hijo de San Francisco y de nuestro bien amado San Maximiliano Kolbe, pensé
primero cómo este último insiste sobre la obediencia sobrenatural. Usted conoce
sus famosos textos y usted sabe mejor que yo que para San Maximiliano el único
indicio sobre la voz de la Inmaculada es la voz de los superiores. ¿A sí? Pues bien, sea coherente y obedezca al Papa Francisco. ¿Qué hace usted
en la FSSPX? ¿O será que usted es sedevacantista? Este santo llevó esta obediencia verdadera hasta el heroísmo y he
aquí la razón profunda de su proyección y del éxito de la Inmaculada. Yo siempre
admiré de los padres Capuchinos de ser los campeones de la realización de este
gran principio. Y siempre San Maximiliano (y Santo Tomás antes de él) nos dijo
que solamente si los superiores nos piden alguna cosa inmoral o contra la fe,
nosotros debemos guardar la obediencia mayor a Dios y por eso rechazar obedecer
a sus instrumentos humanos. Gracias a este principio que es la esencia de la
obediencia, hemos escogido la obediencia superior a Dios contra la obediencia
hacia sus instrumentos que nos piden notoriamente hacer o aceptar cosas contra
la fe y la moral. ¿Y acaso no es inmoral y contra la fe cooperar a la acción destructiva de la fe y de la moral por parte de liberales? ¿No es inmoral y contrario a la fe el someter la Tradición al poder de los demoledores de la Iglesia, siendo
totalmente previsible que éstos demolerán también a la FSSPX, como lo prueba de manera irrefutable la
triste y desastrosa experiencia de los que antes, traicionando los principios, se han sometido?
Pero si yo estoy
ante un superior legítimo (ver principio 2), yo le debo obediencia total, por
la cual yo cumplo la voluntad de la Inmaculada en toda seguridad. Confunde “superior legítimo” con “orden legítima”. El
superior, por legítimo y santo que sea, puede dar una orden ilegítima, y
entonces no se está obligado a obedecer. No existe un deber de “obediencia
total” a ningún hombre, sólo a Dios. En cierta ocasión, San Pablo tuvo que reprender (en lugar de seguir) al mismísimo San Pedro, que por cierto ejercía una autoridad legítima en la Iglesia (incidente de Antioquía). Y San Maximiliano insiste que esta
obediencia sea sobrenatural en razón del amor y de la sumisión a Dios.
Confieso que a
veces es duro. Y todavía escucho al Padre Antoine decir durante un retiro: "Hay
que aferrarse" a mantenerse firme en la voz de la obediencia. Y yo soy tan
feliz y reconozco que mis superiores no solamente jamás me han pedido (ni a
nadie que yo conozca) algo malo, sino al contrario: cuántas veces sus órdenes
me han salvado, aunque en el momento yo no haya comprendido y humanamente haya
podido pensar que tal o cual orden me parecían poco sensatas. Pero el principio
es formal: mientras no haya gesto, orden o petición contra la fe y la moral
–obediencia completa y total. Es claro: este Sacerdote
no ve ningún peligro para la fe o la moral en unirse a los herejes modernistas… Pues por algo ha sido
nombrado Superior Mayor en la Neo FSSPX.
Cómo deseo que los hijos de San
Francisco y San Maximiliano Kolbe nos recuerden este principio fuente de toda
santidad y fecundidad apostólica. Nosotros todos los sacerdotes ordenados en la
Tradición hicimos una promesa solemne al momento de nuestra ordenación
sacerdotal, y en esta perspectiva cuán doloroso es leer la declaración de los
sacerdotes que se dicen de la “resistencia”. No hay
juramento o promesa que valga algo contra la voluntad de Dios. Y ya que le agradan
los argumentos de autoridad, el Padre Calmel subrayaba que “los tratados de espiritualidad están llenos” de exhortaciones de
sumisión a la autoridad, pero “los
tratados espirituales no nos enseñan casi nada sobre las formas revolucionarias
del ejercicio de la autoridad, ni por consecuencia, sobre la práctica de la
obediencia en esta situación sin precedente”, y agregaba que “nosotros estamos fuera de las categorías
ordinarias de la desobediencia o de la obediencia” (Itinéraire n° 148).
2do Principio :
La autoridad.
Otro principio
ligado al primero, es el principio de la autoridad in se que nos salva del
libre examen protestante. Toda la Tradición se sostiene con este principio, sin
el cual todo se derrumba, pues el deber de rechazar la autoridad ordinaria para
la salvaguarda de la fe implica el deber de someterse a la autoridad de
jurisdicción extraordinaria supletoria. La Tradición ha sobrevivido porque la
Providencia previó a esta autoridad supletoria para la fundación de la FSSPX, a
la cual están unidas las comunidades amigas.
Cuando se
rechaza esta autoridad, se afrontan horribles consecuencias: No se rechaza el principio de autoridad, como los
protestantes, sino el ejercicio abusivo de la misma, lo cual es un deber
delante de Dios, Suprema Autoridad. El ejercicio de la autoridad de Mons.
Fellay, que se ha desviado hacia el liberalismo mil veces condenado por al Iglesia, se opone al ejercicio que de la autoridad hizo Mons.
Lefebvre, al ejercicio de la autoridad de los Papas antiliberales, etc. En la Resistencia acatamos los mandatos de las autoridades eclesiásticas cuando ellas se comportan como autoridades católicas. Lo demás es liberalismo, servilismo o idiotez.
Sin la autoridad
no hay unidad : ver las 20 sectas sedevacantistas, ver la
« resistencia » después de dos años: ningún principio de unidad fuera
de luchar contra la FSSPX. Al revés: nuestra lucha no
es contra la FSSPX, sino contra los destructores de la FSSPX. Y es contra todo
lo que se oponga a la Verdad católica. Otra cosa
es querer formar una FSSPX bis, cosa que no se ha considerado necesaria. Y en cuanto al principio de unidad: este no es otro que la fe católica íntegra, por eso combatimos contra los que como usted, Padre, se han desviado hacia el liberalismo. Entre ellos ya hay un buen número de sedevacantistas formales. El sedevacantismo es una opinión respetable cuando está bien
fundada, como dijo Mons. Lefebvre. No existe un “pecado de sedevacantismo”,
como para tener que hablar de “sedevacantismo formal y material”. Sucede que el mote estigmatizante de "sedevacantista" es uno de los espanta pájaros favoritos de los acuerdistas de la
Neo FSSPX y uno de sus fantasmas también, dado que tienen horror a ser calificados ellos, a su vez, de "sedevacantistas". Lo que sí es pecado es el liberalismo. Y usted, Padre, ¿es liberal formal o material? Uno predica que el sacerdote debe ser algo anarquista, etc. En el sentido de que están, los buenos Sacerdotes, muchas veces obligados delante
Dios a desobedecer, a ir en contra de la autoridad. Esta cita descontextualizada del P. Rioult es poco honesta.
Su sermón y su texto: esa es su interpretación, es su punto de vista y usted no
tiene la posibilidad de dar más crédito a su texto que los argumentos
enunciados. Usted cita a los obispos de la Fraternidad criticándolos, cada uno
tiene su punto de vista sobre la situación. Mire usted su hermoso monasterio:
tal vez el padre N tiene otra visión de las cosas, otro saca la conclusión sedevacantista.
Entonces, ¿qué será del padre guardián? Pues todos en nombre de la salvaguarda
de la fe, “pondrán su sacerdocio a disposición de los fieles” y harán lo que
les plazca. Es decir: es imposible ser prudentes en las
actuales circunstancias, hay que renunciar a pensar y hay que dejarse llevar
tranquilamente hacia Roma apóstata por Mons. Fellay… Padre, rechazando
la autoridad legítima se destruye la suya propia. Lo
mismo le pudieron decir a Mons. Lefebvre, ¿o es que él afirmó que Pablo VI o Juan
Pablo II no eran autoridades legítimas? Respecto a esto quisiera atraer
su atención sobre Monseñor Williamson. Usted sabe que hemos preparamos la
conversión de un buen número de pastores protestantes durante años. Y bien, su
testimonio es interesante. Ellos dicen, al leer los Comentarios Eleison de
Monseñor Williamson, que ellos les recuerdan extrañamente a los “profetas del
siglo XIX” en el seno de la iglesia luterana que se distinguieron por sus
interpretaciones apocalípticas con la conclusión de que el mundo va hacia su
fin y todo está terminado. Falta esperar el último día. Cada uno se tiene como
depositario del verdadero evangelio según el principio: ¡la objetividad, soy
yo! Mons. Williamson nunca ha pretendido imponer sus
opiniones relativas a la proximidad del fin de los tiempos y temas similares. Se
ve que esos protestantes no iban del todo bien, pues no entienden la diferencia
entre lo que es opinable y lo que no lo es. Y si piensan lo contrario, esto es,
que el mundo no marcha tan mal; no iban ellos bien, sino pésimamente mal. En
fin: la Neo FSSPX ya no quiere “profetas de desgracias”.
Tercer
principio : « no hay que utilizar medios malos para alcanzar un fin
bueno »
Mire Padre, una
vez en mi vida ignoré este principio, y si no hubiera sido por la intervención
de la Providencia por medio de la mano fuerte de mis superiores, hubiera caído
para nunca más levantarme. Desde esta experiencia, tengo un horror profundo a
todo lo que viole este principio. Dígale eso a Mons.
Fellay, que recurre habitualmente a la ambigüedad en el testimonio público de
la fe, lo cual es gravemente ilícito en un Obispo y una verdadera y propia traición a
Cristo, la Verdad. O a sus cazadores de resistentes, que no temen violar las
comunicaciones privadas (pecado y delito) con tal de conseguir evidencias. O a los sacerdotes que
fingen procesos judiciales en contra de los que se oponen al Superior General.
O al Superior de Distrito de América del Sur, que ha mentido públicamente en
cuanto a la doctrina católica relativa al deicidio. Y mil etcéteras.
Y viendo los
procedimientos de la supuesta resistencia, no puedo más que estar profundamente
escandalizado de la violación permanente de este principio, violación
particularmente gracias y a causa de internet que difunde estas cosas en el
mundo entero, la mayoría de las personas no tienen ninguna posibilidad de
verificar la veracidad de los datos. Generalizaciones... diga con precisión qué mentiras ha difundido la Resistencia.
Lo peor de los
malos medios es el difundir « medias verdades », el presentar las
cosas probables como siendo cosas seguras, juzgar las cosas importantes sin
conocer las circunstancias y los hechos en su totalidad. ¿Por ejemplo? Viendo la declaración de los sacerdotes
confundidos Notable: los confundidos son los que se niegan a pactar con los herejes modernistas y los clarividentes son los que quieren quedar bajo el poder de la secta herética y cismática llamada "iglesia conciliar". que usted tiene en tan alta estima, yo no puedo más que llorar: yo
conozco personalmente la pequeña historia de tal vez la mitad de los
signatarios, las verdaderas razones de sus críticas y salidas. Yo no conozco
ninguno de quien yo pueda decir con toda sinceridad: es por razón de la
salvaguarda de la fe integral. Teniendo estos hechos ante mis ojos, tengo el
derecho de preguntar si el slogan “por la salvaguarda de la fe” ¿no es un medio
para llegar a su fin de vengarse, de justificarse, de demostrar que “yo tenía
razón? Juicio de intenciones
general.
Conozco también la correspondencia del Padre
Chazal a su cofrade respecto a la situación en Asia, conozco las conferencias
del Padre Pfluger en Flavigny ¿No tiene usted nada que
decir sobre esas escandalosas conferencias? y todo lo que ha hecho la
gran prensa de la “resistencia”. Es siempre lo mismo lo que aparece en el texto
de la declaración: presentación tendenciosa o falseada (p/ej. dar al texto
interno o proyecto de discusión del 15 de abril 2012 el título de declaración Pues sepa que los documentos oficiales de Mézingen hablan de
“declaración doctrinal”, como la circular del P. Thouvenot de 7-3-13. Y lea los Cor Unum: el mismo Mons. Fellay escribe “declaración doctrinal” en la nota
aclaratoria que publicó en el Cor Unum 104 ; presentar este texto como
la posición actual de los superiores de la FSSPX ignorando las decisiones del
capítulo general Las cuales también han sido criticadas
y rechazadas por la Resistencia). Yo sé bien que usted no hace eso, pero
deploro que usted le dé a esta gente tanto crédito.
Cuarto principio :
ad majorem Dei gloriam
Vamos al
principio de los principios que usted enuncia : “todo está ordenado aquí
abajo a la gloria de Dios”, y usted ciertamente no tendrá nada contra el
añadido “y a la salvación de las almas” –“Salus animarum suprema lex”.
Mire, este gran
principio dirige toda mi vida de misionero y ciertamente la de todos mis
cofrades. Quisiera que cada segundo, cada pensamiento, palabra y acción de mi
vida sean dirigidos completamente a eso y nada más que a eso. Se lo pido a la
Inmaculada todos los días. Quisiera que todas las almas abrazaran este
principio y lo vivan.
Tanto más
doloroso es para mí que en el nombre de este principio la “resistencia” le haga
el proceso a los superiores de la Fraternidad. Los que hacen procesos o ficciones de ellos son los Superiores de la FSSPX, no la Resistencia. Regresaré sobre este punto un poco
más adelante, permítame solamente terminar mi exposición sobre los principios. ¿Cómo un hombre que parece no entender nada de nada puede
ocupar un cargo de los más importantes en la FSSPX? Respuesta: para llevar a la
FSSPX hacia Roma hereje, hay que contar con superiores "dóciles" (manipulables), gente que renuncia a pensar.
Quinto principio: Filius Ecclesiae
Este principio
me hizo comprender que soy hijo de una madre, gracias a la cual he recibido
todo de Dios. Cada ordenación empieza por las palabras: “postulat Sancta Mater
Ecclesia”. Este principio me pide amar a la Iglesia como Cristo la amó. Pues
solamente hay una iglesia visible construida sobre el fundamento de los
apóstoles. Ella es un gran misterio pues es a la vez divina y humana, santa
teniendo miembros que casi todos son pecadores. Meditando a una Santa Teresa de
Ávila “Soy hija de la Iglesia” (título del libro del Padre Eugene OCD), un
padre Emmanuel, Dom Grea, Cardenal Billot, Cardenal Journet “La Iglesia del
Verbo Encarnado”, pero también San Maximiliano Kolbe, he constatado con pavor que
mi madre se ha convertido en una abstracción, una ficción, y cuando pienso en
esos representantes actuales sobre la tierra, un objeto de horror. He amado la
fe, los sacramentos, los santos tesoros de la Iglesia, pero la misma Iglesia me
interesa más. Pensando que la “Iglesia” no es sólo la “iglesia conciliar”, con todas sus aberraciones y abominaciones.
Es como si
hubiera dos Iglesias para mí: la tradicional (nuestro pequeño mundo
tradicionalista) y la conciliar, que de facto ya no existía para mí. Pero no
hay más que una Iglesia esposa de Jesucristo, cuerpo místico de Nuestro Señor. ¿En qué quedamos? ¿Existe algo que se llama iglesia conciliar
o no existe? Como usted evoca al final de su sermón a Nuestra Señora a
los pies de la Cruz, pensé que Ella aceptó como hijos a todas estas gentes
horribles que somos nosotros y todos los que continúan a crucificar a Nuestro
Señor. ¿Insinúa que eso debe servir para impulsar a la
FSSPX hacia Roma? ¡Ovejas: id a los lobos, no temáis y tened caridad! La eterna cantinela de la falsa caridad…
Si las lecturas
mencionadas me hicieron comprender que debo amar a mi Madre la Iglesia, que está
en la agonía, que sangra de todos lados. Comprendí que la Providencia me dio la
insigne gracia de descubrir estos tesoros sacrosantos que se esconden adentro
de esta Madre, pero casi inaccesibles para la gente. Y comprendí que mi
vocación es el acercarme a los miembros de la Iglesia, mis hermanos, con el fin
de transmitirles lo que recibí, ir hacia los miembros enfermos, moribundos e
incluso muertos para llevarles “el aceite y la oliva” ¿? Debe haber querido escribir "el vino y el aceite", por la parábola del samaritano y así socorrer a mi Madre
para que ella sangre un poco menos, para que ella se ponga un poco mejor, pues
entre mejor esté, más atrae a las almas para salvarlas. ¿Por qué está enferma y en agonía la Iglesia? ¿Por un tremendo mal
entendido entre gente bien intencionada, como parece creer usted? ¿Qué hay de los lobos con piel de oveja
y de los salteadores que tienen medio muerta a la Iglesia? ¿Va a ir con
sonrisitas, soltando palomitas blancas y con ramitos de olivo hacia ellos? ¿No hay herejes
formales, masones, marxistas y sodomitas por todos lados en la Iglesia? ¿Estos traidores, destructores y envenenadores, son sólo
gente "equivocada"? Recuerde que el pastor que calla debiendo gritar al ver venir al lobo, es un traidor. Al contrario, si yo no lo hago, si me quedo
sentado en mis tesoros recibiendo únicamente el pequeño número de los miembros
sanos, entonces abandono de hecho a mi madre gracias a la cual yo soy
sacerdote, y de la cual he recibido todo en el orden de la gracia. Entonces: para llegar a muchos más, dejar de lado lo que separa (la Verdad).
Aplicando este
principio a nuestra situación, comprendí
la línea de conducta de Monseñor Lefebvre después de las consagraciones
y la decisión del 2006. Era, Nótese el tiempo pasado: "era"
como usted dice y lo demuestra el libro del Padre Pivert, la única posibilidad
para nosotros para conservar el depósito que a todo precio querían arruinar por
los compromisos y la alteración. Este es el servicio rendido a la Iglesia y la
aplicación estricta de este principio Y yo comprendo enseguida la línea de
conducta del Superior general y la decisión del 2012 que hacen lo contrario como un servicio rendido a
la Iglesia y la aplicación estricta de este principio: pues la Providencia
utilizó las circunstancias a fin de que nosotros, hijos de la Iglesia, miembro
de las órdenes religiosas de la Iglesia, pudiéramos de nuevo hacer el bien a nuestra madre agonizante en sus miembros, comenzando por la cabeza. ¿La FSSPX dejó de hacer el bien a la Iglesia y en la Iglesia mientras mantuvo la decisión del 2006? De hecho,
gracias a las decisiones papales, gracias a las discusiones con Roma y un
cierto “deshielo”, algunos de los tesoros profundamente sepultados
reaparecieron para el gran bien de un buen número de almas. Y esto duró hasta
el momento preciso, cuando de nuevo, por parte de Roma el postulado de
compromiso y de alteración fue emitido. En ese momento preciso, la aplicación
del principio nos pedía retirarnos de nuevo esperando tiempos mejores. Noten que el Padre entiende por "tiempos mejores" los de acercamiento a Roma Anticristo. ¿Principio? ¿Y qué hay del principio del 2006: no puede
haber acuerdo práctico sin previa conversión de Roma? Fue violado y pisoteado. El
problema con ustedes, liberales, es justamente eso: que no tienen claros ni arraigados los
principios católicos, los cuales son esencialmente antiliberales.
En este momento
permítame considerar su interpretación del gran principio: el principio es la
salvaguarda integral de la fe y la libertad de propagarla, o sea de cumplir la
orden de Misión. El principio es la obligación de hacer todo lo posible por la
salvación de las almas. Entonces igualmente, con toda libertad enunciar la
única verdad salvífica y denunciar los errores.
El principio no
son los medios, por los cuales podríamos llegar a realizar el principio. Pues
los medios pueden cambiar: como usted mismo dijo respecto a Monseñor Lefebvre:
antes de las consagraciones y después de las consagraciones. Por este mismo
hecho usted reconoce en Monseñor la
posibilidad de que los medios para la aplicación cambien. Pues los medios
dependen de las circunstancias que vivimos, y estas circunstancias futuras
Monseñor Lefebvre no las podía prever, como no pudo prever el internet y los
iPad. La última voluntad de Mons. Lefevre fue la que
reiteró e hizo ley del capítulo del 2006: no hay acuerdo posible con Roma sin
conversión de Roma. Y reconoció, además, que fue un error haber firmado el protocolo del
88. Después de las consagraciones, las circunstancias eran el ecumenismo
desenfrenado, 2x2 es todo menos 4, por lo que estaba claro que no había
posibilidad para la Tradición de ser escuchada por Roma. Con Benedicto XVI la
situación cambió igualmente, 2x2 volvió a ser 4, pero también 5 y 6. Desde el
punto de vista lógico es peor pues es el abandono del principio de
contradicción, pero Dios puede sacar de las piedras hijos de Abraham,
visiblemente sacó bien de esta situación, a fin de que la voz de la Tradición
resuene de nuevo en la Iglesia. No basta eso. No basta que se oigan, a la vez, la verdad y el error en la Iglesia. No sólo no basta: eso es liberalismo.
Eso es tolerar lo que no es admisible. Roma debe volver a la Tradición.
Pero ustedes, liberales, piden “libertad”, piden un “rincón
seguro” al lado de los herejes modernistas, desde el cual puedan mezclar un poco
de verdad al error generalizado. Se conforman
con eso. Nosotros combatimos por Cristo Rey, y Cristo Rey aborrece que sus alabanzas se mezclen con las blasfemias. Con el papa Francisco hay
otra situación, tal vez la peor de todas, etc.
¿A quién
pertenece el derecho de considerar los medios para la mejor obtención del fin?
¡A la autoridad! A Francisco,
los Obispos diocesanos, Mons. Fellay, etc.
He aquí cinco
principios que yo someto a su reflexión, y le agradezco a mis superiores de
todo corazón por la FSSPX que me permite y me ayuda a ponerlos en práctica sin
ningún obstáculo. Claro, hasta que se le ocurra
criticar el liberalismo de la Neo FSSPX…
Permítame ahora
hablarle de mi pequeña experiencia que, me parece, usted siempre estimó mucho.
Por los
numerosos retiros, las peregrinaciones, las jornadas de retiros, nuestras
publicaciones y conferencias públicas, nosotros aplicamos rigurosamente el GRAN
PRINCIPIO. Yo no sé si en otras partes del mundo haya tantas conferencias
públicas que tengan como objetivo defender nuestra fe y denunciar los errores.
El efecto es un número siempre en aumento de fieles (sobre todo jóvenes)
sólidamente anclados en la fe de siempre y actuando siempre contra los errores
modernistas. Lo mismo dicen en el IBP, San Pedro,
Campos, Barroux…Y si esos jóvenes piensan como usted, no están sólidamente anclados a nada.
Gracias a la
fundación de la MI de observancia tradicional, cerca de la mitad de nuestros
fieles (aproximadamente mil) se forman según los principios y el ideal de San
Maximiliano: es el deseo de la obediencia a la Inmaculada comprendiendo el rol
de sus instrumentos por los cuales Ella guía. Descubriendo la traición y la
infidelidad del clero oficial, y al mismo tiempo nuestra fidelidad, ellos se
apegan a la Tradición y viven siempre en la obediencia sobrenatural. No hay más
que dos clases de fieles que ponen confusión para dividir la Tradición: Los
sedevacantistas y la resistencia. Mejor dicho, un
Obispo: Mons. Fellay, pues antes de su intento acuerdista del 2012, había
unidad en la Tradición. Es él el divisor y el sembrador de cizaña; él, con
constante ambigüedad, con su declaración traidora de abril de 2012, con su
manifiesta deriva liberal.
Viendo los años
transcurridos, quiero hacer otra apreciación de la decisión de los superiores
de la FSSPX, y esto son también hechos: Hasta el 2007, los fieles en Polonia
eran muy poquitos, pero después del motu proprio se establecieron aproximadamente
70 lugares donde la Misa Tradicional era celebrada, cuyos sacerdotes liberales aprendieron a celebrar la misa de siempre
con nuestra ayuda. Y ahora son de esos curas que, no revestidos sino disfrazados con los ornamentos tradicionales, rezan muy piadositos las Misa Tridentina, pero en el sermón alaban al Vaticano II, como buenos liberales, o evitan criticarlo, lo cual también liberalismo o cobardía o ambas cosas.
Gracias a este
acontecimiento, los fieles NOM descubrieron la Misa, y por medio de ella, el
tesoro de la Tradición. Frecuentemente con la ayuda de estos sacerdotes, estos
fieles descubrieron nuestra literatura tradicional, y muchos participan en
nuestros retiros. Sobre todo después de enero de 2009, nuestras capillas se
llenaron y el número de fieles en Varsovia aumentó a 450. Bien, pero mejor que eso es el testimonio de la total
intransigencia con la herejía y el error que exige Cristo, y si por esa intransigencia
anti liberal de 450 disminuyen a 4, mejor y óptimo: esa es caridad y eso es
santidad. Las discusiones romanas también tuvieron su impacto: fui
invitado frecuentemente a dar conferencias y debates con sacerdotes
modernistas, pude hablar en las universidades y en todas partes muchos jóvenes
NOM venían a escucharnos. La voz de la Tradición se hizo escuchar a veces por
60,000 personas vía internet. Sobre todo se estableció un buen contacto con
numerosos sacerdotes jóvenes que participan en nuestros retiros, vienen a
nuestras conferencias, reciben discretamente instrucción y formación y así se
apegan cada vez más a la Tradición. Tenga por seguro
que todo eso es edificar sobre arena si usted cede un milímetro ante el error.
Qué alegría para
el misionero de poder decir que en los últimos cinco años el número de fieles
de la Tradición ha aumentado de tal suerte que yo no vacilo en hablar de un
milagro de la Inmaculada. "¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma" (Mc 8, 36). Más alegría hay en decir que
no se ha cedido absolutamente en nada ante el enemigo liberal y modernista, y
que, al contrario, se le ha combatido varonilmente. Pero ustedes los liberales
no creen que haya verdaderos enemigos... además del hecho de que la palabra "varonil" les molesta, porque el liberalismo es un afeminamiento espiritual.
Además pude
participar varias veces en reuniones ligadas a la obra de Fátima del Padre
Gruner. Durante las reuniones conocí a algunos obispos y sacerdotes de la
iglesia oficial. Me impresioné de su reacción a mis conferencias y entrevistas:
sea por la buena doctrina, gran apertura para mejor conocer la Tradición, o
incluso solicitud de venir a predicar a sus sacerdotes retiros. Nadie me pidió
hacer el menor gesto de compromiso o de ecumenismo. Obvio:
son liberales. Usted debió exigir respeto a los derechos supremos de Cristo
Rey. Pero visiblemente estos miembros de la jerarquía, por estos
encuentros, reencuentran poco a poco la Tradición. De
nuevo los consabidos “brotes al final del invierno” de Mons. Fellay y la
inevitable primavera… Mire Padre, todo esto no sería posible sin la
sabiduría de los superiores que no rechazan el contacto con Roma, de discutir
con ella y la voluntad de encontrar un modus vivendi que salvaguarde
íntegramente el principio, pero eligiendo con prudencia los mejores medios para
aplicarlos. Nótese: no se trata de combatir hasta el
fin por los derechos de la Realeza de Cristo, sino de salvaguardas, de protecciones,
de seguridades para el “rincón tradi
liberal” que busca conseguir la Neo FSSPX de los herejes romanos.
Al contrario, la
aplicación del principio como usted lo interpreta (“primero de rodillas y
reconocimiento integral que usted está equivocado, con el papa a la cabeza
etc., enseguida hablaremos”) hubiera hecho imposible el acercamiento del clero
modernista a la Tradición en Polonia, o vía la obra de Fátima. En Polonia
seríamos una centena en lugar de 2000. Nuevamente: el
número importa más que la fe. No serán los músculos ni el número lo que termine
con la crisis de la Iglesia, sino Dios. Y nadie sabe de qué modo. Hay que creer
eso y no incurrir en este naturalismo que es típicamente liberal.
Y por lo que
respecta a « hijo de la Iglesia », mire la aplicación de los
principios. Qué alegría para un misionero poder decir: Oh Inmaculada, gracias a
las discusiones con Roma, gracias a la decisión del último capítulo general,
Vos permitisteis que yo, pobre instrumento, haya podido contribuir a que 20
obispos hayan tomado interés en la Tradición; pude recibir 4 sacerdotes los 3
últimos años en la FSSPX en Polonia, y una cuarentena de sacerdotes que ya se
dicen nuestros amigos, y que se acercan cada vez más a la Tradición Por lo
menos pude curar un poco algunas de las espantosas heridas que desgarran a mi
Madre la Santa Iglesia. No solamente pude permanecer fiel a todos los
principios, sino que pude inculcarlos en miles de almas. 20, 4, 3 y miles… ¿Y qué hay de los fieles y Sacerdotes que han sido expulsados o han tenido que salir de la FSSPX por causa del liberalismo de las autoridades de ésta? ¿Y cuántas almas se condenan o no reciben
gracias por causa de la actual infidelidad de la Neo FSSPX?
Al
contrario : un sacerdote pide oraciones por un retiro que predica a los
sacerdotes de una diócesis, y una congregación religiosa lo encuentra fuera de
lugar. Al anuncio de sacerdotes que regresan a la Tradición, un sacerdote
cercano de la “resistencia” pregunta si ha sido re-ordenado sub conditione. Objeciones y dudas muy respetables, ¿o usted obedece a Mons.
Fellay cuando decreta, en la Declaración Doctrinal, la validez de todos los
Sacramentos Novus Ordo, contra el parecer de Mons. Lefebvre y contra todos los
estudios teológicos de la FSSPX anteriores al 2012?
Concluyo: Sí,
padre, se trata de principios que la “resistencia” ignora y pisotea, uno tras
otro. Le tomo esta palabra: “Estamos en una batalla de principios. Y ella es muy importante, ella es
primordial”. Y usted aplasta los verdaderos principios
bajo el falso principio de una obediencia ciega y estúpida a los hombres.
Quiera
perdonarme, Reverendo Padre, la extensión de esta carta, las faltas de
ortografía y de gramática, pero esté persuadido que estas palabras provienen de
un corazón que tiene gran estima a los Reverendos Padres Capuchinos. Sentimentalismo típicamente liberal. Hay que escribir con la
cabeza más que con el corazón. Yo sé que no soy más que un pobre
misionero, una pobre escoba de la Inmaculada, Sinceramente
esperamos que usted termine siendo la escoba y no lo barrido con ella. con
mayor razón le pido quiera intervenir en este tiempo doloroso y salvarnos. “Los soldados
combatirán y Dios dará la victoria”, dijo
santa Juana de Arco. Pero si los soldados, en lugar de combatir al enemigo, se
ponen bajo las órdenes de éste…
Suyo,
profundamente entristecido en Su Corazón doloroso e Inmaculado.
Padre Karl
Stehlin