Dando comienzo al mes del Corazón Inmaculado de María, cuya fiesta celebramos el 22 de agosto, compartimos un mensaje del Padre Nass, SAJM, responsable de la Cofradía del Santo Rosario en el Brasil y del Seminario del Corazón Inmaculado de María en Nova Friburgo, Brasil:
“Queridos amigos y bienhechores, hoy, 1 de agosto, comienza el mes del Corazón Inmaculado de María. Todos ustedes saben que nuestro seminario está enteramente dedicado a su servicio y a su gloria. Os invitamos de manera muy especial este mes, a cada uno de vosotros y a vuestras familias, a uniros a nosotros en la súplica diaria al Corazón Inmaculado de María, cuyo texto figura a continuación. Pueden recitarlo solos o en familia, todos los días. Es muy importante.
“La devoción al Corazón Inmaculado de María y el Rosario son los últimos medios de salvación, dijo la Virgen a Sor Lucía. El mundo está próximo a la catástrofe porque estos medios no se han tomado suficientemente en serio. La situación es urgente. O la Virgen, su Corazón Inmaculado, a través de su Rosario, nos salvará, o todo estará perdido. No lo olviden: si somos infieles, el diablo es capaz de crear situaciones para nuestra perdición.
Dulce Corazón de María, sé nuestra salvación, la salvación de toda la Iglesia, la salvación de Brasil, de Rusia, de Europa y del mundo entero.”
Acto de reparación y petición
al Inmaculado Corazón de María
Reina del Santísimo Rosario, Madre de Dios y nuestra Madre admirable, vida, dulzura y esperanza nuestra,
A fin de ofrecer a tus hijos una ayuda milagrosa y la seguridad de una intervención extraordinaria capaz de transformar la ofensiva de las fuerzas del mal en un triunfo de la fe católica, te has dignado aparecer en Fátima. Para mostrar que tu Divino Hijo ha establecido tu Inmaculado Corazón como el gran, último y único remedio para sanar todos los males de una humanidad desgarrada por siglos de rebelión y revolución, has multiplicado los signos más maravillosos en todo el mundo. Pero, desgraciadamente, nuestra ingratitud te ha devuelto olvido, indiferencia y desprecio: la devoción reparadora de los primeros cinco sábados de mes no se propagó como Dios quería y Rusia no fue consagrada a Tu Inmaculado Corazón por el Papa en unión con los obispos de todo el mundo.
Con el dolor más profundo vemos el terrible resultado: la Iglesia ha sido colmada de oprobios y abrevada de amarguras por maquiavélicos enemigos; han puesto sus manos impías sobre todo lo que ella tiene de más sagrado. Ahí donde ha sido establecida la sede del bienaventurado Pedro y la Cátedra de la Verdad para iluminar a las naciones, allí colocaron el trono de su abominable impiedad; de suerte que habiendo sido herido el pastor, puedan dispersar el rebaño. Las naciones que una vez fueron la cristiandad cayeron bajo el yugo de la iniquidad y de una apostasía terrorífica.
Santísima Virgen, henos aquí prosternados ante ti, movidos por el deseo de reparar, por un homenaje especial, nuestra culpable indiferencia y los ultrajes de los que, en todas partes, es víctima tu Inmaculado Corazón. El peso de nuestras faltas podría conducirnos al desaliento, pero nuestra confianza en tu ayuda permanece inquebrantable, porque nunca será demasiado tarde para recurrir a ti y jamás se ha escuchado decir que alguien que haya pedido tu protección haya sido abandonado. Así, a tu Inmaculado Corazón, sede de la misericordia, de la bondad y del perdón, venimos a implorar para nosotros y para el prójimo, en particular para el Papa, para los obispos, sacerdotes y almas consagradas de todo el mundo, la gracia eficaz de conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla.
Ven, no tardes, interviene, salva la Iglesia y la cristiandad, restaura el reino de tu Hijo. Tú eres la victoria en todas las batallas de Dios, tú sola has destruido todas las herejías en el mundo entero, tú serás, entonces, vencedora del liberalismo y del modernismo.
Por nuestra parte, haremos todo lo posible para difundir y establecer la devoción a tu Inmaculado Corazón en todo el mundo. Comenzaremos renovando nuestra consagración personal y la de todos los que nos han sido confiados: todos somos tuyos. Practicaremos con nuevo fervor la devoción de la comunión reparadora de los primeros sábados para consolarte y obtener misericordia hacia los infortunados que te ofenden. Inculcaremos en nuestros hijos un gran amor por ti, buscaremos cumplir, cada uno de nosotros, nuestro deber de estado con espíritu de sacrificio y rezaremos nuestros rosarios diarios pidiendo la gracia de ver al Papa consagrar a Rusia como lo has pedido.
Refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos y socorro de los cristianos, en ti ponemos toda nuestra esperanza, salva a tus hijos. Danos la alegría de ver el triunfo de tu Inmaculado Corazón. En fin, sin atrevernos a acercarnos al trono de la Adorable Trinidad por nuestras infidelidades, os suplicamos que le presentes estas peticiones, en unión con este supremo acto de adoración y de reparación que le ofrece el Corazón de tu Divino Hijo cada día sobre nuestros altares. Que así sea.
Un poco de historia:
La fiesta del Corazón Inmaculado de María fue instituida por el Papa Pío XII en 1944, y se celebra el 22 de agosto, coincidiendo con el día tradicional de la octava de la Asunción. En 1969, Pablo VI, que no era un papa mariano, trasladó la celebración del Inmaculado Corazón de María al sábado, inmediatamente después de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Así la fiesta del Corazón Inmaculado, en la iglesia conciliar, no sólo no tiene fecha fija, sino que muchas veces la celebración de esta fiesta se omite cuando se ve impedida por una fiesta de mayor rango. Esto se aplicaría cuando está previsto que caiga el 24 de junio (Natividad de San Juan Bautista) y el 29 de junio (Santos Pedro y Pablo), y más raramente el 31 de mayo (Visitación de la Santísima Virgen María) y el 3 de julio (Santo Tomás Apóstol). También se ve obstaculizada cuando debe caer en el 25 de junio y en el 30 de junio debido a la coincidencia de las solemnidades del día anterior, lo que obliga a trasladar una de ellas al día siguiente [disponible].
Se celebra como la fiesta patronal de la Congregación del Espíritu Santo (de donde surgió Monseñor Lefebvre), la Sociedad de los Sagrados Corazones de Jesús y María y la Sociedad Misionera del Corazón de María. Actualmente también es fiesta especial de la Sociedad Sacerdotal de los Apóstoles de Jesús y María (SAJM), que fue fundada precisamente el día de su fiesta, 22 de agosto de 2016, en Francia.
El término "Corazón Doloroso e Inmaculado de María" que algunos utilizan se refiere a la devoción combinada del Corazón Inmaculado y de los Siete Dolores de María, tal y como fue utilizada por primera vez por la terciaria franciscana Berthe Petit.
El Corazón Inmaculado atravesado por una espada está representado en la Medalla Milagrosa. En efecto, la devoción al Corazón de María floreció tras la manifestación de la Medalla Milagrosa a Santa Catalina Labouré en 1830. El Sagrado Corazón de Jesús también aparece en la medalla, junto al Corazón Inmaculado, coronado de espinas. La M de la medalla representa a la Virgen al pie de la Cruz cuando Jesús fue crucificado. Esa bella imagen ocupa el cuadro central del blasón episcopal de S.E. Mons. Tomás de Aquino O.S.B., prior del último monasterio benedictino tradicional que queda en pie.
Fuente: Agenda Fátima