viernes, 30 de octubre de 2020
CARTA ABIERTA DEL ARZ. VIGANÒ AL PRESIDENTE TRUMP
martes, 27 de octubre de 2020
SEGUNDA DECLARACIÓN DEL ARZ. VIGANÒ ACERCA DEL APOYO DE FRANCISCO A LAS UNIONES CIVILES DE SODOMITAS
"Obrando de esta manera, Bergoglio se presenta como candidato a pontífice de una nueva religión con nuevos mandamientos, nueva moral y nueva liturgia. Se distancia de la religión católica y de Cristo, y en consecuencia de la Jerarquía y de los fieles, desautorizándolos y abandonándolos a la merced de la dictadura mundialista. Quien no se adecue a este nuevo código se verá excluido de la sociedad y de esta nueva iglesia como un cuerpo extraño."
domingo, 25 de octubre de 2020
EXTRAORDINARIA CONFERENCIA DE MONS. VIGANÒ (PRIMERA DESDE EL AÑO 2018)
23 de octubre de 2020 - En un discurso pronunciado hoy por video en la Conferencia de Identidad Católica (CIC) en Pittsburgh, Pensilvania; el arzobispo Carlo Maria Viganò analiza en profundidad las causas de la actual crisis de la Iglesia, que se remonta a 60 años. Esta es la primera aparición en video del arzobispo desde que se ocultó en 2018.
Viganò ve que la que resiste al Anticristo, la Iglesia Católica, se ha debilitado tanto que a estas alturas prácticamente ha dejado de resistir; para él, hay evidencia, por lo tanto, de "que el fin de los tiempos se acerca ahora delante de nuestros ojos". Pero no nos deja desesperados ahí, animando a los fieles a permanecer fieles a la fe católica.
El texto completo de la conferencia del prelado italiano está a continuación. En él nos presenta una terrible descripción del estado de la Iglesia que ha sido “ocupada” por aquellos que desean someterla al Orden Mundial Único según lo planeado y organizado por la masonería.
Cómo
la Revolución del Vaticano II sirve al Nuevo Orden Mundial
Monseñor Carlo
Maria Viganò, Nuncio Apostólico
"Síganme y
dejen que los muertos entierren a sus propios muertos".
Mt 8:22
1. VIVIMOS EN TIEMPOS
EXTRAORDINARIOS
Como cada uno de nosotros
probablemente ha comprendido, nos encontramos en un momento histórico en el
tiempo; los acontecimientos del pasado, que una vez parecieron desconectados,
demuestran ahora estar inequívocamente conectados, tanto en los principios que
los inspiran como en los objetivos que tratan de alcanzar. Una mirada justa y
objetiva a la situación actual no puede dejar de captar la perfecta coherencia
entre la evolución del marco político mundial y el papel que la Iglesia
Católica ha asumido en el establecimiento del Nuevo Orden Mundial. Para ser más
precisos, se debería hablar del papel de esa aparente mayoría en la Iglesia,
que en realidad es pequeña en número, pero extremadamente poderosa, y que, por
brevedad, resumiré como la iglesia profunda.
Obviamente, no hay dos
Iglesias, algo que sería imposible, blasfemo y herético. Ni la única y
verdadera Iglesia de Cristo hoy en día ha fallado en su misión, pervirtiéndose
a sí misma en una secta. La Iglesia de Cristo no tiene nada que ver con
aquellos que, durante los últimos sesenta años, han ejecutado un plan para
ocuparla. La superposición entre la Jerarquía Católica y los miembros de la
Iglesia profunda no es un hecho teológico, sino más bien una realidad histórica
que desafía las categorías habituales y, como tal, debe ser analizada.
Sabemos que el proyecto
del Nuevo Orden Mundial consiste en el establecimiento de la tiranía por la
masonería: un proyecto que se remonta a la Revolución Francesa, el Siglo de las
Luces, el fin de las Monarquías Católicas y la declaración de guerra a la
Iglesia. Podemos decir que el Nuevo Orden Mundial es la antítesis de la
sociedad cristiana, sería la realización de la diabólica Civitas Diaboli -
Ciudad del Diablo - opuesta a la Civitas Dei - Ciudad de Dios - en la eterna
lucha entre la Luz y la Oscuridad, el Bien y el Mal, Dios y Satán.
En esta lucha, la
Providencia ha puesto a la Iglesia de Cristo, y en particular al Sumo
Pontífice, como kathèkon - es decir, el que se opone a la manifestación del
misterio de la iniquidad (2 Tes 2:6-7). Y la Sagrada Escritura nos advierte que
en la manifestación del Anticristo, este obstáculo - el kathèkon - habrá dejado
de existir. Me parece evidente que el fin de los tiempos se acerca ante
nuestros ojos, ya que el misterio de iniquidad se ha extendido por todo el
mundo con la desaparición de la valiente oposición del kathèkon.
[Con respecto a la incompatibilidad entre la Ciudad de Dios y la Ciudad de Satanás, el consejero jesuita de Francisco, Antonio Spadaro, deja de lado la Sagrada Escritura y la Tradición, haciendo suyo el abracémonos bergogliano. Según el director de La Civiltà Cattolica, la encíclica Fratelli Tutti.
"también sigue siendo un mensaje con un fuerte valor político, porque -podríamos decir- invierte la lógica del apocalipsis que prevalece hoy en día. Es la lógica fundamentalista que lucha contra el mundo, porque cree que es lo opuesto a Dios, es decir, un ídolo, y por lo tanto debe ser destruido lo antes posible para acelerar el fin de los tiempos. El abismo del apocalipsis, de hecho, ante el cual ya no hay hermanos: sólo apóstatas o mártires que corren "contra" el tiempo. [...] No somos militantes ni apóstatas, sino que somos todos hermanos"[1].
Esta estrategia de
desacreditar al interlocutor con la calumnia de " integrista" está evidentemente
dirigida a facilitar la acción del enemigo dentro de la Iglesia, buscando
desarmar a la oposición y desalentar la disidencia. La encontramos también en
la esfera civil, donde los demócratas y el Estado profundo se arrogan el
derecho de decidir a quién conceder la legitimidad política y a quién condenar
sin apelación al ostracismo mediático. El método es siempre el mismo, porque el
que inspira es el mismo. Así como la falsificación de la Historia y de las
fuentes, es siempre la misma: si el pasado desautoriza la narrativa
revolucionaria, los seguidores de la Revolución censuran el pasado y reemplazan
el hecho histórico por un mito. Incluso San Francisco es víctima de esta
adulteración que le haría ser el abanderado de la pobreza y el pacifismo, que
son tan ajenos al espíritu de la ortodoxia católica como instrumentales a la
ideología dominante. Prueba de ello es el uso fraudulento del Poverello de Asís
en Fratelli Tutti para justificar el diálogo, el ecumenismo y la fraternidad
universal de la anti-iglesia bergogliana].
No cometamos el error de
presentar los acontecimientos actuales como "normales", juzgando lo
que ocurre con los parámetros legales, canónicos y sociológicos que esa
normalidad presupone. En tiempos extraordinarios -y la actual crisis de la
Iglesia es realmente extraordinaria- los acontecimientos van más allá de lo
ordinario conocido por nuestros padres. En tiempos extraordinarios, podemos
escuchar a un Papa engañar a los fieles; ver a los Príncipes de la Iglesia
acusados de crímenes que en otros tiempos habrían despertado el horror y se
habrían enfrentado a severos castigos; ser testigos en nuestras iglesias de ritos
litúrgicos que parecen haber sido inventados por la mente perversa de Cranmer;
ver a los Prelados en procesión con el ídolo sucio de la pachamama en la
Basílica de San Pedro; y escuchar al Vicario de Cristo pedir disculpas a los
adoradores de ese simulacro si un católico se atreve a arrojarlo al Tíber. En
estos tiempos extraordinarios, oímos a un conspirador - el Cardenal Godfried
Danneels - decirnos que, desde la muerte de Juan Pablo II, la Mafia de San Gallen
había estado conspirando para elegir a uno de los suyos para la Cátedra de
Pedro, que más tarde resultó ser Jorge Mario Bergoglio. Ante esta
desconcertante revelación, podríamos estar sorprendidos de que ni los
cardenales ni los obispos expresaran su indignación ni pidieran que la verdad
saliera a la luz.
La coexistencia del bien y el mal, de los santos y los condenados, en el cuerpo eclesiástico, siempre ha acompañado los eventos terrenales de la Iglesia, comenzando con la traición de Judas Iscariote. Y es, en efecto, significativo que la anti-iglesia trate de rehabilitar a Judas -y con él a los peores herejes- como modelos ejemplares, "anti-santos" y "anti-mártires", y así legitimarse en sus propias herejías, inmoralidades y vicios. La coexistencia -decía- de los buenos y los malvados, de la que habla el Evangelio en la parábola del trigo y la cizaña, parece haberse transformado en el predominio de estos últimos sobre los primeros. La diferencia es que el vicio y las desviaciones que antes se despreciaban, hoy no sólo se practican y toleran más, sino que incluso se fomentan y se alaban, mientras que la virtud y la fidelidad a la enseñanza de Cristo se desprecian, se burlan e incluso se condenan].
sábado, 24 de octubre de 2020
viernes, 23 de octubre de 2020
MONS. SCHNEIDER CONDENA FIRMEMENTE LAS DECLARACIONES DE PAPA EN FAVOR DE LAS UNIONES CIVILES DE SODOMITAS
"Todo verdadero católico, todo verdadero sacerdote católico, todo verdadero obispo católico debe, con profundo dolor y un corazón lloroso, lamentarse y protestar contra el hecho inaudito de que el Papa Francisco, el Romano Pontífice, el sucesor del apóstol Pedro, el Vicario de Cristo en la tierra , manifestara (...) su apoyo a las uniones civiles del mismo sexo. Tal apoyo del Papa significa apoyo para una estructura de pecado, para un estilo de vida contra el sexto mandamiento del Decálogo (...) Lo que Dios ha escrito con su mano, ni siquiera un Papa puede borrarlo ni reescribirlo con su mano o con su lengua. El Papa no puede comportarse como si fuera Dios o una encarnación de Jesucristo"...
DUDA:
LOS PRELADOS CONSERVADORES CONDENAN
LAS INCREÍBLES PALABRAS DE FRANCISCO.
Y LA CÚPULA DE LA FSSPX,
¿CUÁNDO?
jueves, 22 de octubre de 2020
COMUNICADO DEL CARDENAL BURKE
Comunicado acerca de las declaraciones del Papa Francisco respecto a las uniones civiles
FUENTE: BLOG DEL CARDENAL BURKE
EL 22 DE OCTUBRE DE 2020
Los medios de
comunicación de todo el mundo han informado con gran énfasis, como un cambio de
rumbo, la noticia de que el Papa Francisco ha declarado que las personas en la
condición de homosexuales, como hijos de Dios, "tienen derecho a tener una
familia" y que "nadie debe ser expulsado o hacerse infeliz por
ello". Además, escriben que él ha declarado: "Lo que tenemos que
crear es una unión civil. De esta manera estarán legalmente cubiertos. Yo he
defendido esto". Las declaraciones fueron hechas en una entrevista con
Evgeny Afineevsky, director del documental "Francesco", estrenado el
21 de octubre de 2020, con ocasión del Festival de Cine de Roma.
Tales declaraciones
generan gran desconcierto y causan confusión y error entre los fieles
católicos, en la medida en que son contrarias a la enseñanza de la Sagrada
Escritura y la Sagrada Tradición, y al reciente Magisterio por el cual la
Iglesia guarda, protege e interpreta todo el depósito de la fe contenido en la
Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición. Causan asombro y error en cuanto a la
enseñanza de la Iglesia entre las personas de buena voluntad, que desean
sinceramente saber lo que la Iglesia Católica enseña. Imponen a los pastores de
almas el deber de conciencia de hacer las debidas y necesarias aclaraciones.
En primer lugar, el
contexto y la ocasión de tales declaraciones las hacen carecer de todo peso
magistral. Son correctamente interpretadas como simples opiniones privadas de
la persona que las hizo. Estas declaraciones no obligan, en modo alguno, a la
conciencia de los fieles, que están más bien obligados a adherirse con sumisión
religiosa a lo que la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición y el Magisterio
ordinario de la Iglesia enseñan sobre la materia en cuestión. En particular,
hay que señalar lo siguiente.
1. "Basándose en la Sagrada Escritura, que presenta los actos homosexuales como actos de grave depravación, la Tradición ha declarado siempre que 'los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados'" (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2357; Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Persona humana, "Declaración sobre ciertas cuestiones de ética sexual, n. VIII[1]), por ser contrarias a la ley natural, cerradas al don de la vida y carentes de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. Por lo tanto, no pueden ser aprobadas.
2. Las tendencias
particulares y a veces muy arraigadas de las personas, hombres y mujeres, en la
condición de homosexuales, que son para ellos una prueba, aunque no constituyan
en sí mismas un pecado, representan sin embargo una inclinación objetivamente
desordenada (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2358; Congregación
para la Doctrina de la Fe, Homosexualitatis problema, "Carta a los
Obispos de la Iglesia Católica sobre la pastoral de las personas
homosexuales", nº 3[2]). Por lo tanto, deben ser recibidos con respeto,
compasión y sensibilidad, evitando cualquier discriminación injusta. La fe
católica enseña a los fieles a odiar el pecado pero a amar al pecador.
3. Los fieles y, en
particular, los políticos católicos se oponen al reconocimiento legal de las
uniones homosexuales (Congregación para la Doctrina de la Fe, Consideraciones
sobre las propuestas de reconocimiento legal de las uniones entre personas
homosexuales, Diverse questioni concernenti l'omosessualità, n. 10[3]).
El derecho a formar una familia no es un derecho privado de reivindicación,
sino que debe corresponder al designio del Creador que ha querido al ser humano
en la diferencia sexual, "varón y hembra los creó" (Gen 1, 27),
llamando así al hombre, varón y hembra, a la transmisión de la vida. "Dado
que los matrimonios aseguran la sucesión de las generaciones y, por lo tanto,
son eminentemente de interés público, el derecho civil les concede un
reconocimiento institucional. Las uniones homosexuales, en cambio, no necesitan
una atención específica desde el punto de vista jurídico, ya que no ejercen
esta función para el bien común". (Ibídem, no. 9[4]). Hablar de una
unión homosexual, en el mismo sentido que la unión conyugal de los casados, es,
de hecho, profundamente engañoso, porque no puede haber tal unión entre
personas del mismo sexo. En lo que respecta a la administración de la justicia,
las personas en condición homosexual, como todos los ciudadanos, siempre pueden
hacer uso de las disposiciones de la ley para salvaguardar sus derechos
privados.
Es una fuente de profunda
tristeza y de apremiante preocupación pastoral el hecho de que las opiniones
privadas reportadas con tanto énfasis por la prensa y atribuidas al Papa
Francisco no correspondan a la constante enseñanza de la Iglesia, tal como se
expresa en la Sagrada Escritura y en la Sagrada Tradición, y custodiada,
protegida e interpretada por el Magisterio. Igualmente triste y preocupante es
la agitación, la confusión y el error que causan entre los fieles católicos,
así como el escándalo que provocan, en general, al dar la impresión totalmente
falsa de que la Iglesia Católica ha cambiado de rumbo, es decir, ha cambiado su
perenne enseñanza respecto a cuestiones tan fundamentales y críticas.
Raymond Leo Cardenal Burke
Roma, 22 de Octubre de 2020
[1] “... suapte
intrinseca natura esse inordinatos.” Sacra Congregatio pro Doctrina Fidei,
Declaratio, Persona humana, “De quibusdam quaestionibus ad sexualem
ethicam spectantibus,” 29 Decembris 1975, Acta Apostolicae Sedis 68
(1976) 85, n. 8. English
Translation, p. 5, VIII.
[2] Cf. Congregatio pro
Doctrina Fidei, Epistula, Homosexualitatis problema, “Ad universos
catholicae Ecclesiae episcopos de pastorali personarum homosexualium cura,” 1
Octobris 1986, Acta Apostolicae Sedis 79 (1987) 544, n. 3. English
Translation, pp. 1-2, no. 3.
[3] Congregatio pro
Doctrina Fidei, Nota, Diverse quaestioni concernenti l’omosessualità,
“De contubernalibus eiusdem sexus quoad iuridica a consectaria contubernii,” 3
Iunii 2003, Acta Apostolicae Sedis 96 (2004) 48, n. 10.
English translation: English
Translation, pp. 5-6, no. 10.
[4] “Poiché le coppie matrimoniali svolgono il ruolo di garantire l’ordine delle generazioni e sono quindi di eminente interesse pubblico, il diritto civile conferisce loro un riconoscimento istituzionale. Le unioni omosessuali invece non esigono una specifica attenzione da parte dell’ordinamento giuridico, perché non rivestono il suddetto ruolo per il bene comune.” Ibid., 47, n. 9. English translation: Ibid., p. 5, no. 9.
miércoles, 21 de octubre de 2020
ESCÁNDALO: MONS. VIGANÒ SOBRE LA APROBACIÓN DE LAS UNIONES HOMOSEXUALES POR BERGOGLIO
FUENTE: ALDO MARIA VALLI
Roma, 21 de octubre de 2020 - El sitio web Vatican News[1] ha anunciado que una película documental titulada "Francesco", realizada por el director Evgeny Afineevsky, se proyectará hoy en el Festival de Cine de Roma.
Este documental - según
la Agencia Católica de Noticias[2] y el sitio America, the Jesuit review[3] - hace públicos algunos de los pronunciamientos de Jorge Mario
Bergoglio sobre la homosexualidad. Entre otras afirmaciones, estas frases son
desconcertantes:
"Los homosexuales tienen derecho a formar parte de una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerles la vida imposible por esto"[4].
"Lo que necesitamos hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Estoy a favor de esto"[5].
No hace falta ser teólogo
o moralista para saber que tales afirmaciones son totalmente heterodoxas y
constituyen una causa muy grave de escándalo para los fieles.
Atención, sin embargo: estas palabras constituyen la enésima provocación con la que la parte ultraprogresista de la Jerarquía trata de provocar astutamente un cisma, como ya lo ha intentado con la exhortación postsinodal Amoris laetitia, la modificación de la doctrina sobre la pena capital, el Sínodo Panamazónico y la inmunda Pachamama, la Declaración de Abu Dhabi reiterada y agravada luego por la encíclica Fratelli tutti.
Parece que Bergoglio intenta descaradamente "subir la apuesta" en un crescendo de declaraciones heréticas, para obligar a la parte sana de la Iglesia - episcopado, clero y fieles - a acusarlo de herejía, para luego declararla cismática y "enemiga del Papa".
Jorge Mario Bergoglio
trató de obligar a algunos cardenales y obispos a separarse de la comunión con
él, obteniendo como resultado no su propia deposición por herejía, sino la
expulsión de los católicos que quieren permanecer fieles al perenne Magisterio
de la Iglesia. Esta trampa tendría - en las presuntas intenciones de Bergoglio
y su "círculo mágico" - el objetivo de consolidar su propio poder
dentro de una iglesia que sólo sería nominalmente "católica" pero en
realidad herética y cismática.
Este engaño cuenta con el apoyo de la élite globalista, los medios de comunicación y el lobby LGBT, al que muchos clérigos, obispos y cardenales no son ajenos. No olvidemos que en muchas naciones hay leyes vigentes que castigan como delito a quienes, también sobre la base de su propio Credo, consideran reprobable y pecaminosa la sodomía o no aprueban la legitimación del "matrimonio" homosexual. Un pronunciamiento de los obispos contra Bergoglio en un asunto como la homosexualidad podría autorizar a la autoridad civil a procesarlos con la aprobación del Vaticano.
Por lo tanto, Bergoglio tendría de su lado no sólo la "iglesia profunda" representada por los rebeldes como el Padre James Martin, s.j. y los exponentes del "camino sinodal" alemán, sino también el "estado profundo". No es casualidad que el documental también contenga un respaldo al candidato demócrata en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, junto con una desconcertante condena de la política de la administración Trump, acusada de separar a las familias que intentan entrar ilegalmente en los Estados Unidos, cuando en realidad el presidente se enfrenta a la trata de personas y al tráfico de niños.
Así, mientras que a los
obispos conservadores americanos se les prohíbe intervenir en el debate
político en apoyo del Presidente Trump, el Vaticano puede permitirse interferir
casualmente en las elecciones de su oponente democrático, uniéndose a la
censura social y mediática de las gravísimas acusaciones contra la familia
Biden.
Como católicos, estamos
llamados a defender a los que defienden la vida, la familia natural, la
soberanía nacional. Creímos tener al Vicario de Cristo de nuestro lado.
Reconocemos dolorosamente que, en este choque de épocas, el que debería liderar
la Barca de Pedro ha elegido ponerse del lado del Enemigo, para hundirla.
Pensando en el valor de los Santos Pontífices para defender la integridad de la
Fe y promover la salvación de las almas, sólo podemos observar: "Quantum
mutatus ab illis!
______
[1]https://www.vaticannews.va/it/papa/news/2020-10/papa-francesco-film-documentario-festival-cinema-roma.html
[2]https://www.catholicnewsagency.com/news/pope-francis-calls-for-civil-union-law-for-same-sex-couples-in-shift-from-vatican-stance-12462
[3]https://www.americamagazine.org/faith/2020/10/21/pope-francis-gay-civil-union-documentary
[4]
«Homosexuals have a right to be a part of the family. They’re children of God
and have a right to a family. Nobody should be thrown out, or be made miserable
because of it».
domingo, 18 de octubre de 2020
sábado, 17 de octubre de 2020
MONS. CARLO MARIA VIGANO: FRATELLI TUTTI ES UN "MANIFIESTO IDEOLÓGICO AL SERVICIO DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL"
TRADUCCIÓN DE ADELANTE LA FE (excepto notas)
TRES PREGUNTAS DE JOHN HENRY WESTEN A CARLO MARIA VIGANÒ
Qué opina de Fratelli tutti, en particular con respecto al silencio de la encíclica en torno a lo que ésta califica de «mayores preocupaciones» de los políticos?
Al hablar de las
preocupaciones que más deberían promover la acción de los políticos, Fratelli
tutti menciona «el fenómeno de la exclusión social y económica, con
sus tristes consecuencias de trata de seres humanos, comercio de órganos y
tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo,
incluyendo la prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen
internacional organizado». Todas estas cosas son plagas que se deben denunciar,
pero creo que todo el mundo las reconoce como tales. El punto focal, y mucho
más importante desde el punto de vista moral, sobre el que calla la encíclica,
es el aborto, que por desgracia hoy se reivindica como un derecho2.
Este silencio atronador
sobre el crimen más odioso a los ojos de Dios –dado que se comete contra una
criatura inocente e indefensa privándola de la vida– delata la cortedad de miras
de ese manifiesto ideológico al servicio del Nuevo Orden Mundial.
Estrabismo que contempla los planteamientos del pensamiento único con total
sumisión ideológica y a las enseñanzas del Evangelio con la mirada miope y
avergonzada de quien lo considera inviable y desfasado.
Se pasa totalmente por
alto la dimensión espiritual y trascendente, así como la moral natural y
católica. Ahora bien, ¿qué fraternidad podrá haber entre los
seres humanos cuando no se da importancia al hecho de matar a un inocente? ¿Cómo
se puede condenar la exclusión social mientras se calla la más criminal de las
exclusiones sociales, la de un hijo que tiene derecho a vivir, a crecer, a amar
y ser amado, a adorar y servir a Dios y a alcanzar la vida eterna? ¿De qué
sirve ocuparse del tráfico de armas si se puede declarar hermanos a
quienes desmiembran a un niño en el vientre materno, a quien aspira un cerebro
un instante antes del parto? ¿Cómo es posible anteponer la fraternidad al
horror de envenenar al enfermo o al anciano privándolo de la posibilidad de
unirse a la Pasión del Señor en el sufrimiento? ¿Qué respeto a la naturaleza
cabe invocar cuando se acepta que es posible modificar el sexo de la persona
inscrito en nuestros cromosomas, o que se pueda considerar familia a la estéril
unión de dos hombres o dos mujeres? La furia destructora de la madre
tierra no vale para quienes, manipulando la obra admirable del
Creador, se arrogan el derecho de modificar el ADN de plantas, animales y seres
humanos.
La encíclica Fratelli
tutti no sólo está falta de Fe; carece igualmente de Esperanza y de
Caridad. En su texto no se percibe el eco de la voz del Divino Pastor y
Médico de las almas, sino el gruñido del lobo rapaz o el silencio del
mercenario (Jn. 10,10). No hay el menor atisbo de amor ni a Dios ni al prójimo,
porque para desear verdaderamente el bien del hombre actual es necesario
despertarlo de la hipnosis buenista, ecologista, pacifista, ecumenista y
mundialista. Para amar al hombre pecador y rebelde, es preciso hacerle entender
que lejos de su Creador y Señor terminará por ser esclavo de Satanás y de sí
mismo, así como que su fraternidad con otros condenados no remediará la
inevitable enemistad con Dios; que no serán el mundo y la filantropía quienes
lo juzguen, sino Nuestro Señor, que también murió por él en la Cruz.
Creo que esta
lamentabilísima Fratelli tutti representa en cierto modo el
vacío de un corazón marchito, de un ciego privado de la visión sobrenatural que
a tientas trata de responder a quien –empezando por él mismo– desconoce. Sé
bien que es una afirmación dolorosa y grave, pero creo que más que
preguntarnos por la ortodoxia de este documento tendremos que preguntarnos cuál
es el estado de un alma incapaz de experimentar un arranque de Caridad, de
dejarse abrazar por un rayo divino en la gris monotonía de un sueño
utópico, caduco y cerrado a la gracia de Dios.
El introito de la Misa de
este domingo nos suena a modo de advertencia:
Salus populi ego sum,
dicit Dominus: de quacumque tribulatione clamaverint ad me, exaudiam eos: et
ero illorum Dominus in perpetuum. Attendite, popule meus, legem meam: inclinate aure vestram in verba oris
mei.3
El Señor es la salvación
de su pueblo, que será escuchado en la tribulación a condición de que opte por
la ley de Él. Nos lo dice Nuestro Señor sin medias tintas: «Separados de
Mí no podéis hacer nada» (Jn15, 5). La utopía de la Torre de Babel, por mucho
que se actualice y se muestre bajo las novedosas apariencias de las Naciones
Unidas o el Nuevo Orden Mundial, está destinada a desmoronarse y a que no quede
piedra sobre piedra porque no está fundada sobre la piedra angular que es
Cristo:
«He aquí que son un solo
pueblo y tienen todos una misma lengua. ¡Y esto es sólo el comienzo de sus
obras! Ahora, nada les impedirá realizar sus propósitos. Ea, pues, descendamos,
y confundamos allí mismo su lengua, de modo que no entienda uno el habla del
otro» (Gn. 11,6-7).
El pacifismo mundialista
y ecuménico de Fratelli tutti contempla un paraíso en la
Tierra que no se funda en el deseo de reconocer la
realeza de Cristo sobre la sociedad y sobre todo el mundo, sino en ocultar el
escándalo de la Cruz, considerada factor de división, en vez de única esperanza
de salvación para la humanidad; en olvidar que las injusticias sociales y los
males que afligen al mundo son consecuencia del pecado, y que sólo
conformándonos a la voluntad de Dios podremos esperar la paz y la concordia
entre los hombres. Hombres que únicamente pueden ser hermanos en Cristo
reconociendo la paternidad de Dios.
En la encíclica brilla la
Esperanza por su ausencia, esperanza entendida como una
virtud teologal infundida por Dios en el alma, por la cual aspiramos al Reino
de los Cielos y la vida eterna, cifrando nuestra confianza en las
promesas de Cristo y apoyándonos en la Gracia del Espíritu Santo4 en
lugar de en nuestras propias fuerzas. Esperar que una fraternidad horizontal
garantice la paz y la justicia no tiene nada de sobrenatural, porque no tiene
la vista en el Reino de los Cielos, no se apoya en las promesas de Cristo ni
considera necesaria la Gracia divina, confiando por el contrario en el hombre
corrompido por el pecado original e inclinado por tanto al mal. Quien nutre
estas falsas esperanzas –afirmando entre otras cosas que no es necesario creer
en Dios para ir al paraíso5— ni realiza un acto de caridad, sino que
por el contrario estimula a los pecadores a seguir por el camino del
pecado y la perdición y haciéndose con ello cómplice de su condenación y
desesperación. Contradice además las propias palabras del Salvador: «Os dije
que moriréis en vuestros pecados. Sí, si no creéis que Yo soy (el Cristo),
moriréis en vuestros pecados» (Jn. 8, 24).
Añadiré con gran pesar
que últimamente no aparece la respuesta de la Iglesia al mal, la muerte, la
enfermedad, el sufrimiento y las injusticias del mundo, más bien brilla por su
ausencia. Como si el Evangelio no tuviera nada que decir al hombre de hoy, o si
lo que le dice estuviera desfasado o careciera de actualidad. «No quiero
ofrecer recetas que no sirven; ésta es la realidad ».6 La sangre
se hiela al leer estas palabras: «¿Es Dios injusto? Sí, fue injusto con su
Hijo: lo mandó a la Cruz ».7 No hace falta refutar esta
afirmación; basta con señalar que si se niega que el pecado sea la causa del
dolor y la muerte que afligen a la humanidad, se termina inevitablemente por
echar la culpa a Dios tildándolo de injusto y excluyéndolo por tanto del propio
horizonte. Se entiende, pues que la búsqueda de la fraternidad humana esté
compendiada en las palabras del salmista: «Os dije que moriréis en vuestros
pecados. Sí, si no creéis que Yo soy (el Cristo), moriréis en vuestros pecados»
(Sal 2, 2).
De este modo la Iglesia
–mejor dicho, la falsificación que la eclipsa casi del todo– no brinda la menor
respuesta católica al hombre desesperado y sediento de verdad, sino que
contribuye a aumentar el escándalo del dolor y del sufrimiento cuya causa es el
pecado, achacándole la responsabilidad a Dios y blasfemando al llamarlo
injusto.
Excelencia,
supongo que habrá visto a los dirigentes pro vida de los EE.UU. implorar a los
obispos que declaren abiertamente que el aborto es la cuestión preeminente en
estas elecciones presidenciales. Varios obispos han afirmado todo lo contrario,
y se están aprovechando de puntos de la encíclica para respaldar sus ideas. ¿Qué
propone a sus hermanos en el episcopado y a los fieles?
El silencio en torno al
aborto es una señal terrible del extravío espiritual y moral de un sector de la
Jerarquía que reniega de su misión porque ha renegado de Cristo. Y
así como en el aborto la madre mata al hijo al que debería amar, proteger y
generar para la vida terrena, en el fraude actual la Iglesia, que
Dios quiso instrumento para llevar las almas a la vida eterna, las está matando
espiritualmente en su propio seno por la traición de sus propios ministros. De
la enemistad de los adversarios de Cristo no se libra ni su Santísima Madre,
cuya maternidad odia Satanás, porque por medio de Ella la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad se hizo hombre para redimirnos. Si somos amigos de la Santísima
Virgen, sus enemigos son nuestros enemigos, según estableció el Señor en el
Protoevangelio: «Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje
y su linaje» (Gén. 3,15).
A mis hermanos en el
episcopado les recuerdo que fueron ungidos con el crisma para ser atletas de la
Fe, no espectadores neutrales del enfrentamiento entre Dios y el adversario.
Ruego que a los pocos pastores valerosos que alzan la voz para defender los
principios sagrados y no negociables establecidos por el Señor en la ley natural
se unan todos cuantos hoy vacilan por temor o por un falso sentido de
prudencia. Tened la gracia de estado para que os escuche la grey que
reconoce en vosotros la voz del verdadero Pastor (Jn. 10,2-3). No
tengáis miedo de proclamar el Evangelio de Cristo, como tampoco lo tuvieron los
Apóstoles ni los obispos que les sucedieron para afrontar el martirio.
A los fieles desorientados
por el silencio de tantos pusilánimes les pido que eleven sus oraciones al
Cielo invocando al Paráclito las gracias que sólo el Espíritu Santo puede
infundir en los corazones endurecidos y rebeldes: Lava quod est
sordidum, riga quod est aridum, sana quod est saucium. Flecte quod est rigidum, fove quod est frigidum,
rege quod est devium. Ofreced
sacrificios, penitencias y los dolores de la enfermedad por la Iglesia y por
vuestros pastores.
Hace poco
entrevisté a la mujer del ex candidato al Tribunal Supremo Robert Bork, que
habló de la falta de apoyo a la Iglesia por parte de su marido durante sus
escandalosas audiencias; también mencionó brevemente que el ataque fue
organizado por el católico republicano
Teddy Kennedy. ¿Qué opinión le merecen los ataques de que está siendo objeto la
jueza Barret, en particular a causa de su fe?
El odio del mundo, cuyo
príncipe es Satanás (Jn.12,31), es la más evidente retractación del sueño
utópico de Fratelli tutti. No puede haber
fraternidad entre los hombres si se prescinde de la paternidad común del único
Dios verdadero, uno y trino. Quienes predican la igualdad y
equivalencia de los derechos hasta llegar a dar carta de naturaleza al error y
el vicio se vuelven intolerantes en cuanto ven que está en peligro el poder
usurpado, en cuanto un político católico, en nombre de esa igualdad de derechos,
quiere dar testimonio de su fe al legislar y gobernar. Así, la tan deseada
fraternidad sólo se da entre los hijos de las tinieblas, excluyendo
necesariamente a los hijos de la luz u obligándoles a renegar de su identidad.
Es además significativo que la única declaración de dicha fraternidad esté al
parecer fundada en el rechazo a Cristo, en tanto que se considera imposible una
verdadera y santa fraternidad en el vínculo de la Caridad «en la justicia y
santidad de la verdad» (Ef. 4, 24).
Al recibir la Confirmación
el católico se convierte en soldado de Cristo: el soldado que no combate por su
Rey y decide aliarse al enemigo es un traidor, un renegado, un desertor. Den,
pues, los políticos y todos cuantos ejercen cargos públicos testimonio de Aquel
que derramó su sangre por ellos; no sólo obtendrán las gracias necesarias para
cumplir su función pública, sino que darán ejemplo a sus hermanos y se harán
acreedores al premio eterno, que es lo único que verdaderamente importa. «Te
nationum praesides honore tollant publico; colant magistri, judices, leges et
artes exprimant»8.
11 de octubre de 2020
Fiesta de la Divina
Maternidad de María Santísima, domingo XIX después de Pentecostés
1] Discurso en la
Organización de las Naciones Unidas, Nueva York, 25 de septiembre de 2015, AAS
107 (2015), 1039. Citado en la encíclica Fratelli Tutti, 188.
2] La única mención
indirecta del aborto es el n. 24 de la encíclica, en el que se denuncia la
violencia que "obliga [a las mujeres] a abortar", pero sin condenar
el asesinato del propio no nacido. La referencia al niño no nacido en el
Fratelli Tutti n. 18 es muy débil y no menciona explícitamente el término
"aborto". Gastar sólo tres palabras en el crimen más abominable que
implica millones de muertes cada año en el mundo, no cambia la evidencia de que
la encíclica está literalmente obsesionada con la solidaridad humana en apoyo a
la agenda globalista. Además, en la contienda de la campaña electoral de los
Estados Unidos (concomitante con la publicación del documento papal), una
condena explícita del aborto contradiría abiertamente al candidato democrático,
que está fuertemente a favor del aborto. Añadiría que las referencias a los
niños parecen más dirigidas a las familias islámicas, en particular a las de
los inmigrantes, que, según Bergoglio, representan el futuro demográfico de
Europa.
"Yo soy la salvación
del pueblo, dice el Señor: Si me claman en cualquier angustia, los escucharé, y
seré su Señor para siempre. Escuchad mi enseñanza, pueblo mío: inclinad vuestro
oído a las palabras de mi boca". Salmo 77:1, 19º domingo después de
Pentecostés, Introit.
[4] CCC, 1817.
[5]
https://www.independent.co.uk/news/world/europe/pope-francis-assures-atheists-you-don-t-have-believe-god-go-heaven-8810062.html
[6] Il Papa: non c'è una
risposta alla morte dei bambini, in: Avvenire, 15 de diciembre de 2016;
https://www.avvenire.it/papa/pagine/papa-udienza-al-bambino-gesu
[7] Ibid.
8] "Que los
gobernantes del mundo te honren y ensalcen públicamente; que los maestros y
jueces te reverencien; que las leyes expresen tu orden y las artes reflejen tu
belleza", del himno Te Saeculorum Principem para la Fiesta de Cristo Rey.
viernes, 16 de octubre de 2020
miércoles, 7 de octubre de 2020
MONS. VIGANÒ SOBRE LA ENCÍCLICA FRATELLI TUTI: ES UNA "PROFESIÓN DE FE MASÓNICA" DE BERGOGLIO
"Esta encíclica constituye el manifiesto ideológico de Bergoglio, su profesión de fe masónica, así como su candidatura a la presidencia de la religión universal, sierva del Nuevo Orden Mundial. Aunque tanta afirmación de acatamiento al pensamiento dominante le valga el beneplácito de los enemigos de Dios, corrobora el inexorable abandono de la misión evangelizadora que se ha encomendado a la Iglesia." "Bergoglio falsifica la realidad. Miente con un descaro que no tiene rival."
Una lectura somera del texto de Fratelli tutti daría la impresión de que fue escrita por un masón en lugar de por el Vicario de Cristo. Todo lo que en ella se dice está inspirado por un vago deísmo y una filantropía que no tienen nada de católico. Nonne et ethnici hoc faciunt? “¿No hacen eso también los gentiles?” (Mt.5,47).
Salta a la vista y es totalmente bochornosa la falsificación histórica del encuentro de San Francisco en el Sultán: según el autor de la encíclica, el Poverello «no hacía la guerra dialéctica imponiendo doctrinas»; en realidad, las palabras de San Francisco recogidas por los cronistas son muy diferentes: «Si me prometes en nombre tuyo y de tu pueblo que os pasaréis a la religión de Cristo, salga yo ileso o no del fuego, yo mismo entraré entre las llamas. Si me quemo, vaya en pago de mis pecados; si, por el contrario, el poder de Dios hace que salga sano y salvo, reconocerás a Cristo, poder y sabiduría de Dios, como verdadero Dios y Señor y Salvador de todos».
Está del todo ausente la dimensión sobrenatural, como está igualmente ausente toda alusión a la necesidad de pertenecer al Cuerpo Místico de Cristo, que es la Santa Iglesia, para alcanzar la eterna salvación. Se distorsiona gravemente asimismo el concepto de fraternidad; para el católico, ésta sólo es posible en Cristo si se tiene a Dios por Padre gracias al Bautismo (Jn.1,12), mientras que para Bergoglio bastaría con pertenecer a la humanidad.
El concepto católico de libertad de religión es sustituido por el concepto de libertad religiosa teorizado por el Concilio Vaticano II, llegando a cambalachear el derecho divino de la Iglesia de libertad de culto, de predicación y de gobierno por el reconocimiento del error a propagarse no sólo en general sino también por las naciones cristianas. Los derechos de la verdad no pueden malvenderse a cambio de otorgar derechos al error. La Iglesia tiene un derecho natural a la libertad, en tanto que las religiones falsas no lo tienen.
Desconcierta la manera en que la encíclica se rebaja aceptando relato oficial del covid, confirmando con ello el sometimiento al pensamiento único y a la élite mundialista. Tampoco sorprende la excesiva insistencia en la unidad y la fraternidad universal, además de que condena el legítimo derecho que tiene el Estado de tutelar la propia identidad no sólo cultural sino también y sobre todo en materia de Fe.
Esta encíclica constituye el manifiesto ideológico de Bergoglio, su profesión de fe masónica, así como su candidatura a la presidencia de la religión universal, sierva del Nuevo Orden Mundial. Aunque tanta afirmación de acatamiento al pensamiento dominante le valga el beneplácito de los enemigos de Dios, corrobora el inexorable abandono de la misión evangelizadora que se ha encomendado a la Iglesia. Ya le habíamos oído decir en otra ocasión que «el proselitismo es una solemne tontería».
Bergoglio falsifica la realidad. Miente con un descaro que no tiene rival. Por otra parte, el mayor experto en adulterar la verdad es precisamente la dictadura china, según la cual Nuestro Señor lapidó a la adúltera (el régimen comunista ha distribuido en las escuelas un libro que cuenta algunas episodios tomados de diversas religiones, adulterando totalmente el texto). Está claro que la proximidad del régimen comunista a la iglesia bergogliana no se limita al Acuerdo, sino que incluye también el mismo modus operandi.
+Carlo Maria Viganò
martes, 6 de octubre de 2020
P. GLEIZE FSSPX SOBRE EL ARZ. VIGANÒ : INGENUO, EL MENOR DE LA FAMILIA, NEÓFITO MUY CELOSO, ALGUIEN ESTÉRIL QUE SÓLO TIENE PALABRAS
Fuente (extracto)
Extracto de la conferencia del Padre Gleize en Lausana en 2020
El Padre Gleize es profesor de teología en Ecône. Vio bien la deriva liberal de la FSSPX y la traición del Capítulo de 2012, pero por razones que se nos escapan, y probablemente por admiración al Padre de Jorna, prefirió no dejar esta nueva fraternidad que resultó después del Capítulo de 2012. Por lo tanto, ha elegido el camino "correcto" en el pluralismo de esta nueva FSSPX. Mantiene un discurso que parece ser antiacuerdista, pero resulta ser acuerdista a nivel de los principios.
Todavía
cree en la misión "providencial" de la Fraternidad de San Pío X,
aunque claramente traicionó a su fundador en 2012. Cree firmemente en ello y
por lo tanto no puede imaginar otra solución práctica a la crisis de la Iglesia
y especialmente a la deriva de Roma.
Ahora sucede que aparece un obispo
(Monseñor Viganò) que tiene el mérito de cumplir con lo que es la función
principal de un obispo: ENSEÑAR LA VERDAD.
Y ahí tienen a
nuestro Padre Gleize, todo desconcertado ante la idea de que su posición podría
no ser la correcta en la práctica. Entonces Mons. Viganò se convierte, a los
ojos de este "gran" teólogo, en alguien INGENUO, EL MENOR DE
LA FAMILIA, NEÓFITO MUY CELOSO, MÁS DURO QUE NOSOTROS .... y
finalmente ESTÉRIL.
Además, el Padre Gleize cree que permanece en la verdad aunque él mismo justificó los excesos de Mons. Fellay en 2013 en un importante artículo publicado en todos los sitios oficiales de la Fraternidad. También piensa que sigue en la acción más eficaz mientras que solo queda de la neo-Fraternidad la diplomacia humeante y el abandono de sus principios fundadores.
A continuación los extractos de esta conferencia:
Cita:
Él (Monseñor Viganò) toma nota de lo que ocurre en la Iglesia, pero para nosotros no es algo nuevo.
No quiero ser irrespetuoso, pero para nosotros, sacerdotes de la Fraternidad, es conmovedor e ingenuo porque llevamos 50 años en esto.
Entonces estamos felices por ello, ¡por supuesto! Pero es como si el menor de la familia finalmente se diera cuenta de que el mundo es malo.
Es un neófito muy celoso.
Ellos (Monseñor Schneider y Monseñor Viganò) hablan alto y claro, se lamentan, son a veces más duros que nosotros, ¿pero qué hacen?
¿Qué ha molestado a Roma? ¿Cuándo Roma lanzó anatemas a Mons. Lefebvre? No fue cuando criticó la libertad religiosa, o durante la misa en Lille. Fue cuando ordenó sacerdotes y consagró obispos.
Monseñor Lefebvre dejó algo detrás de sí. No palabras, ni viento.
Estoy muy contento de escuchar a Monseñor Schneider y a Monseñor Viganò, pero me digo: "¿qué van a hacer?" Porque un día morirán, pero ¿qué dejarán detrás? ¿Palabras que serán llevadas por el viento? ¿O seminarios, obispos?…
Estas son voces que son bienvenidas en la Iglesia, pero son sólo palabras de marginados.
Eso está muy bien, pero me temo que es estéril.
domingo, 4 de octubre de 2020
PRIMEROS COMPROMISOS DE LAS OBLATAS DE LA SAJM
sábado, 3 de octubre de 2020
ARZ. VIGANÒ: "LA RELIGIÓN UNIVERSAL QUE PROMUEVE LA ONU Y LA MASONERÍA TIENE COLABORADORES ACTIVOS EN LAS ALTAS ESFERAS DE LA IGLESIA CATÓLICA, CUYA AUTORIDAD USURPAN Y CUYO MAGISTERIO ADULTERAN"
"La Santa Sede se ve asaltada hoy en día por fuerzas enemigas. Hablo como obispo, como sucesor de los Apóstoles. El silencio de los pastores es ensordecedor e inquietante. Algunos incluso prefieren apoyar al Nuevo Orden Mundial sumándose a la postura de Bergoglio y el cardenal Parolin, asiduo participante en las reuniones del Club Bilderberg que se ha sometido servilmente a los dictados de éste al igual que muchas figuras de la política y de los medios mayoritarios de comunicación."
"las altas esferas de la Iglesia han optado por algo radical –y a mi juicio lamentable– prefiriendo adherirse al pensamiento mayoritario del ambientalismo, el inmigracionismo y la ideología LGTB en vez de dar la cara valerosamente contra todo eso y proclamar fielmente la verdad salvífica anunciada por Nuestro Señor. Opción que ha dado un gran salto adelante a partir de 2013 con la elección de Jorge Mario Bergoglio, pero que se remonta a hace al menos sesenta años."
"Es preciso recordar también la conspiración de la Mafia de San Galo, que tenía por objeto destronar a Benedicto XVI en confabulación con Obama y Hilary Clinton, que consideraban a Joseph Ratzinger un obstáculo para la difusión del proyecto mundialista."
"Estamos en una guerra sin cuartel en la que Satanás ha sido liberado de sus cadenas y en la que las puertas del Infierno intentan a como dé lugar prevalecer sobre la propia Iglesia. Una contradicción similar se afronta ante todo con la oración, con el arma invencible del Santo Rosario."
"Si Trump pierde las elecciones presidenciales, caerá el último katejón (2 Ts.2, 6-7), es decir lo que impide que se manifiesten el misterio de iniquidad. Entonces la dictadura del Nuevo Orden Mundial tendrá un aliado en el nuevo presidente de EE.UU., tras haberse conquistado para su causa al propio Bergoglio."
"la religión universal que promueven las Naciones Unidas y la Masonería tiene colaboradores activos en las altas esferas de la Iglesia Católica, cuya autoridad usurpan y cuyo Magisterio adulteran. Al Cuerpo Místico de Cristo, única arca de salvación para la humanidad, se enfrenta el cuerpo místico del Anticristo, como profetizó el venerable arzobispo Fulton J. Sheen. Ecumenismo, ambientalismo maltusiano, pansexualismo e inmigracionismo son los nuevos dogmas de esta religión universal cuyos sacerdotes preparan la llegada del Anticristo antes de la última persecución y de la victoria definitiva de Nuestro Señor. Pero así como la gloriosa resurrección del Salvador estuvo precedida de su Pasión y muerte, la Iglesia también camina hacia su propio calvario. Y del mismo modo que el Sanedrín creía haber eliminado al Mesías al crucificarlo, también la infame secta cree el eclipse de la Iglesia es preludio de su fin. Queda un pequeño resto de católicos fervientes, de la misma manera que a los pies de la Cruz quedaron la Madre de Dios, San Juan y la Magdalena."