"Creo que entre más avanzamos, más indulgente se vuelve Roma"
"No hemos cambiado nada"
Francisco: "es muy humano." "Para mí él es alguien a quien le gusta ver a todos salvados, ver que todos tienen acceso a Dios, que es como un rescatista que al final desata la cuerda que es la seguridad, para ponerse en una situación peligrosa al tratar de llegar a otras personas, y yo creo que probablemente esto es lo que está haciendo con nosotros." "Y él dijo que ha tenido problemas con algunas personas en la Iglesia por este acercamiento, pero está utilizando este acercamiento para todos los que están en las periferias." "Él ciertamente ve las cosas con las que no estaría de acuerdo con nosotros, cosas que le gustaría vernos cambiar, pero para él, eso no es lo importante. Lo que es importante es amar a Jesús y eso es todo." "Pero no creo que quiera hablar de doctrina. Él habla acerca de salvar almas y encontrar los modos para hacerlo."
Mons. Williamson: "Para mí se ha ido. Desafortunadamente, muy desafortunadamente. Se fue y sólo dio un paso más hacia el abismo. Es una piedra en el agua que no cambia nada, no ayuda en nada. Es un error enorme y, bueno, hay que rezar por él."
Traducción de Non Possumus
Ahora
tenemos dos líneas. Voy a distinguir la posición del papa, que es una cosa, y
luego la posición de la CDF [Congreg. para la Doctr. de la Fe]. Ellos no tienen el mismo enfoque pero tienen la
misma conclusión que es "terminemos con el problema dándole su reconocimiento a
la Fraternidad". Pero estoy persuadido que al menos en parte tienen diferentes
enfoques, pero finalmente resultará en lo mismo, darle menos importancia al
problema que nosotros consideramos importante, que es el concilio, disminuyendo
la obligatoriedad del concilio.
Lo
que ellos dicen es que el cuestionamiento de la libertad religiosa, de Nostra
aetate, la relación con las otras religiones, el ecumenismo, e incluso una gran
parte de la reforma litúrgica; no nos separan de la Iglesia. Es decir, se
puede cuestionar estas cosas y permanecer católico. También significa que el
criterio que nos impondrían para comprobarles que somos católicos ya no serán
estos puntos. Y es muy importante para nosotros.
-¿Pero no decía Mons.
Lefebvre que no podría haber un intento de plena comunión a menos que Roma se
arrepintiera de sus errores? ¿Esto ha cambiado?
No,
yo creo que usted tiene dos niveles, hay dos. Una cuestión es la realidad que
vivimos: esperamos que la Iglesia sea pura, sea santa, y confesamos que lo es,
pero sabemos muy bien que hay mucha gente en la Iglesia, miembros, desde la
parte superior hasta la inferior, que no están viviendo de esta manera, y esto
no es nuevo, ha pasado en todos los tiempos; y -okey- usted dirá que hay buenos
católicos, hay católicos tibios, hay miembros muertos. Todos ellos son miembros
de esa Iglesia. Entonces se le debe dar espacio a cierta parte de eventos
desafortunados en la Iglesia, los cuales confesamos pues vemos en la Iglesia no
la realidad humana sino la realidad sobrenatural con la parte humana. Nosotros
permanecemos y nos mantenemos viendo la santidad de la Iglesia, mientras
criticamos, atacamos, reprochamos, condenamos los elementos que se opondrían a
esta santidad, a la pureza de la doctrina que viene de Nuestro Señor. Y entonces
el arzobispo siempre tuvo esta posición, era un obispo de la Iglesia, conocía
el estado de la Iglesia, sabía que de la gente a su alrededor no todos eran
perfectos. Pero ¿quién es perfecto? Todos tenemos defectos. Esto no impide
vivir, pero eso no significa estar de acuerdo con todo. El problema viene
cuando estas actitudes provienen de lo más alto, entonces el problema se
multiplica allí, lo que es muy grave, y en ese sentido se deben tomar las
palabras de Mons. Lefebvre, en este sentido que dice nosotros no vamos a
obedecer en estas cosas.
-¿Cuáles son sus motivos principales
para estar en plena comunión? La gente dice que usted necesita ordenar más
obispos…
En
primer lugar, repetida y constantemente hemos dicho que nosotros no estamos
fuera de la Iglesia. Mantenemos esto. Nosotros tenemos todos los elementos que
son necesarios para lo que antes se entendía por estar en comunión. Desde el concilio han inventado un nuevo sentido para
la palabra comunión, hablando de “comunión plena”. “comunión parcial”, lo que
es muy confuso. Nosotros
solamente reclamamos que tenemos el derecho de ser etiquetados como católicos
porque lo somos, nosotros reconocemos las autoridades y porque tenemos todos
los elementos necesarios, este es el primer punto. Pero además yo no estoy buscando esta
regularización o regularización canónica como un absoluto para mí. Es un derecho
tenerla pero no vamos a comprometer, a dañar la fe, la disciplina de la Iglesia
para obtenerla. Nosotros consideramos una injusticia que no nos la den, y
afirmar, como dicen, nuestro punto de vista, y eso es todo. Si nos ponen a
elegir entre mantener la fe o hacer un compromiso, está claro que no haremos el
compromiso.
-Porque esta es la preocupación por
ejemplo de Mons. Williamson, él piensa que usted va hacia una tendencia
modernista sólo por formar parte de la iglesia conciliar. ¿Qué dice usted?
¿Usted cree que hay un peligro, y qué medidas se pueden tomar para evitar ese
peligro?
Yo
diría que hay peligros en todas partes. Esta situación, la situación general de
la Iglesia, es muy peligroso ahora mismo. Hay peligros en todas partes. Siempre
he descrito la situación como estando en la cima de una montaña y se está entre
dos abismos, a la derecha y a la izquierda.
Y si se pone el pie demasiado a la izquierda o demasiado a la derecha,
se cae. Y yo diría que al demonio no le importa de qué lado se caiga, mientras
caiga. Y yo considero que en cuanto a nosotros, es como un milagro que no
caímos y pedimos que no lo hagamos. Entonces la perspectiva de Mons. Williamson
es completamente equivocada. El piensa, primero, que nosotros queremos
comprometernos, que lo queremos a cualquier precio, y él dice que estaremos
bajo la influencia de gente liberal, y como ellos serán la autoridad, nosotros
necesariamente iremos con la corriente principal. Y otra vez, para nosotros
esta no es una opción, nosotros pedimos, solicitamos de Roma las garantías para
que podamos continuar del modo como lo hacemos.
-¿Han sido ya ofrecidas garantías
que usted puede aceptar o todavía no?
Creo
que entre más avanzamos, más indulgente se vuelve Roma. Es por eso que ahora
hemos empezado a hablar acerca de acercarnos más porque Roma poco a poco está
dando, garantizando, lo que nosotros vemos como una necesitad, y lo que ellos
también empiezan a ver como una necesidad. No es toda Roma, es una parte, la
más conservadora y que están completamente horrorizados por lo que está
sucediendo en la Iglesia.
-Pero dada la confusión en la
Iglesia ahora y el descontento entre los conservadores, ¿ustedes se ven como
viniendo al rescate de la Iglesia de cierta manera?
Algunos
en Roma nos lo dicen, no usan la palabra rescate sino ayuda. Y definitivamente,
incluso en el documento propuesto se habla de esto, y entonces no somos nosotros
los que inventamos. Es realmente porque la situación de la Iglesia es
catastrófica. Y yo digo que finalmente ahora en esta catástrofe que aumenta,
hay voces que empiezan a hablar y también gente que se nos acerca y trata de
considerar nuestra posición como ya no tan mala.
-Algunos dicen que si ustedes
entran en comunión plena sería una misericordia de Dios, como si ésta se
mostrara a aquellos que están muy molestos e inquietos por toda la situación.
Sería una misericordia de Dios traerlos a ustedes de vuelta.
Yo
estoy persuadido que Dios no ha abandonado su Iglesia. Hay pruebas, pero Él
siempre está allí. Es difícil dar con anticipación tales nombres o etiquetas,
para mí el hecho de que no se nos ha condenado en esta situación, lo que es
realmente paradójico porque es así como somos, no hemos cambiado nada, nosotros
continuamos denunciando lo que está sucediendo, y a pesar de esto se ve este
movimiento a favor dentro de Roma… para mí sí, yo veo la mano de Dios. Y si eso
sucede -aún no estoy seguro- definitivamente sería un buen signo de la
Misericordia de Dios, sí, para todos.
-Usted dijo que le gustaba este
papa en muchos aspectos, ¿es verdad que este papa le gusta en algún aspecto?
Este
Santo Padre es completamente atípico y el problema que tenemos al abordarlo es
tratar de ponerlo en una categoría. Uno de los mayores problemas es que la
manera normal de juzgar a alguien es tomar sus acciones y concluir que actúa de
este modo porque así piensa. Y si se trata de hacerlo con este papa, uno se
queda desconcertado porque un día él hace algo y al día siguiente hace casi lo
contrario, o dice. Entonces este es uno de los puntos más confusos del papa
actual y yo creo que debemos entender que no se puede abordar en este nivel. Ha dicho varias veces que él considera la doctrina más bien como un obstáculo
al tratar con la gente, para él lo que importa es la gente, es la persona,
entonces él trata de ver a la persona y entonces él es muy humano. Ahora ¿cuál
es su motivo? Para mí él es alguien a quien le gusta ver a todos salvados, ver
que todos tienen acceso a Dios, que es como un rescatista que al final desata
la cuerda que es la seguridad, para ponerse en una situación peligrosa al
tratar de llegar a otras personas, y yo creo que probablemente esto es lo que
está haciendo con nosotros. Para el modernista ciertamente ha desamarrado la
seguridad de la cuerda para llegar a nosotros. Y él dijo que ha tenido
problemas con algunas personas en la Iglesia por este acercamiento, pero está
utilizando este acercamiento para todos los que están en las periferias.
Él
ciertamente ve las cosas con las que no estaría de acuerdo con nosotros, cosas
que le gustaría vernos cambiar, pero para él, eso no es lo importante. Lo que
es importante es amar a Jesús y eso es todo.
-Si ustedes son reconocidos
canónicamente, ¿podrán seguir siendo críticos como ustedes deben serlo?
¿tendrán una garantía?
Desde
hace dos años hay otras voces. Esto es una garantía práctica. Es decir, no
seremos los únicos. Si fuéramos los únicos podría haber preocupación pero ahora
mismo hay muchas otras voces que empiezan a expresarse, creo que se está
convirtiendo en hábito. Entonces es algo garantizado. La autoridad está casi
perdiendo terreno porque la situación es muy severa, entonces pienso que debemos
estar contentos por cualquier voz que empiece a corregir la situación.
-Algunos sugieren que usted
quisiera pedir al papa que la cabeza de la FSSPX fuera hecho cardenal, por
ejemplo.
No.
Es al papa a quien le toca elegir sus consejeros, porque los cardenales son sus
consejeros. Para mí, nosotros tenemos un trabajo, nuestro trabajo es permanecer
en nuestro lugar, hacer nuestro trabajo en nuestro lugar, no soñar. No creo que
siendo cardenal algo vaya a cambiar. El puesto que obtengamos es nuestro trabajo
y debemos cumplirlo y eso es todo.
-Sobre los problemas que ustedes
tienen con el concilio, ¿usted seguirá insistiendo que éste sea corregido?
Roma
ha dicho que es forzoso que las discusiones sobre el concilio continúen.
Entonces definitivamente sí, nosotros mantenemos la urgencia de hacer
correcciones y en parte, ellos empiezan a reconocer esa urgencia.
-¿Qué pasará si usted no ve ningún
movimiento en cuanto a estas correcciones?
Seremos
pacientes. Llegarán.
-¿Qué tan confiados están los
fieles en la Fraternidad? ¿Y qué confianza tiene usted de que los fieles en la
Fraternidad están detrás de usted? Porque, por ejemplo Amoris laetitia, capítulo
8: debo imaginar a bastantes fieles angustiados detrás de esto.
Nadie
está detrás de esto.
-¿Pero esto no los hace todavía más
escépticos y reticentes en llegar a la plena comunión al ser regularizados?
Creo
que si no tienen el panorama completo, pensarían que es una locura hacer un
acuerdo ahora. Será bastante trabajo, tomará tiempo ser capaz de llevar a los
fieles a darse cuenta esta nueva cara en la historia de la Iglesia, esta nueva
realidad. Nosotros estamos en la realidad, tenemos que asirnos de ella lo más
preciso posible, con toda la exactitud posible para manejarla correctamente.
Decir solamente que no nos movemos porque las cosas están mal no es de ninguna
manera lo que Dios está pidiendo a sus Apóstoles.
-Otro problema, ayer, con las mujeres
diáconos ¿Puedo preguntarle lo que piensa al respecto?; ya que vuelve todavía
más difícil llevar a sus fieles junto a usted.
Es
sólo una cosa más, no cambia el problema fundamental, sólo está añadiendo un
elemento más a la tragedia que la Iglesia está viviendo, que es llevar
confusión, jugando con las palabras. Aplicándolo a la actualidad, las cosas que
sucedieron en el pasado pero no de la misma manera, el nombre que encontramos
en la Sagrada Escritura, San Pablo hablando de las diaconisas, pero no era un
ministerio sacramental, por lo que no tiene nada que ver con eso, sólo tiene que ver con el servicio, la ayuda. En ese tiempo era similar, había una similitud con el servicio que se les pedía
a los diáconos pero eran dos niveles diferentes porque el diácono tiene poder
en los sacramentos mientras que las diaconisas en ese tiempo no lo tenían en lo
absoluto. Entonces está mezclando dos cosas y trayendo más confusión. Y por
supuesto tocando un punto muy, muy delicado, sabemos que los modernistas
quieren una nueva situación teniendo mujeres sacerdotes y obispos y esto es
interesante porque Roma lo etiquetó como un pecado contra la fe pretender esto.
Si alguien lo hace está fuera de la Iglesia y pierde la fe.
-¿Usted piensa que hay un motivo
ulterior detrás de esta clase de proposición?
No
necesariamente en el papa. Porque no tiene una estrategia ideológica, él ve con
otra perspectiva. Pero hay gente que lo tiene. Y lo usarán en esa dirección,
esto está muy claro.
-¿Usted cree que el papa lo escucha
cuando lo necesita?
Ciertamente
lo hace. Pero no creo que quiera hablar de doctrina. Él habla acerca de salvar
almas y encontrar los modos para hacerlo.
-La doctrina ocupa el segundo
lugar.
En
esta perspectiva, al tratar con los problemas, sí. Estoy bastante persuadido.
-¿Está usted preocupado de que lo
quiera llevar –algunos lo piensan- simplemente a neutralizarlo muy lentamente?
Esa
no es su perspectiva. Yo diría lo contrario. Él sería alguien que vería
ventajas en tener controversia… Entonces yo lo vería queriendo que nosotros
seamos controversiales para provocar y crear una nueva situación, la cual, tal
vez, en una manera Hegeliana, traería una mejor situación. Por supuesto,
nosotros estamos en contra de este enfoque dialéctico, pero podría ser ese. No
estoy seguro.
-Acerca de Mons. Williamson, ¿qué
piensa usted de su reciente consagración episcopal en lo que algunos llaman el
movimiento resistencia? ¿Es una preocupación para usted?
No.
Para mí se ha ido. Desafortunadamente, muy desafortunadamente. Se fue y sólo
dio un paso más hacia el abismo. Es una piedra en el agua que no cambia nada,
no ayuda en nada. Es un error enorme y, bueno, hay que rezar por él.