viernes, 8 de marzo de 2013

ACLARACION RESPECTO AL COMUNICADO DEL SUPERIOR DEL DISTRITO DE FRANCIA A PROPÓSITO DE LA CARTA DEL 28 DE FEBRERO A MONSEÑOR FELLAY.

LA SAPINIÈRE

Padre Olivier Rioult

Una carta compartida por 37 sacerdotes del distrito de Francia ha sido publicada en La Sapinière. Las verdades que contiene han disgustado de manera manifiesta a la Casa General que decidió sancionar a tres sacerdotes entre los treinta y siete que la aprobaron. Su crimen: no soportar las mentiras de la Casa General.

La Casa General los conmina, en nombre del canon 2331 § 2 a suspender su ministerio y a ser puestos en cuarentena hasta el proceso en el cual nuestros acusadores serán nuestros jueces. Es decir que Monseñor Fellay será juez y parte. Nosotros no conocemos ningún canon del Derecho de la Iglesia que permita mentir. Conocemos al contrario, el octavo mandamiento de Dios que lo prohíbe.
Todo el contenido de la carta del 28 de febrero es verdadero y verificable. La Casa General, molesta, dijo en principio que se trataba de una falsedad, que esta carta no podía provenir de sacerdotes. Ante los hechos, trataron de hacer creer que se trató de una invención”.

Nosotros no tenemos nada « contra la autoridad de la Fraternidad », a la cual debemos todo, queremos simplemente que la Casa General deje de deformar la realidad y de favorecer un liberalismo práctico.

¡Aunque ellos lo digan, no son “un pequeño número” de sacerdotes que desean “la dimisión de sus Superiores”!

Tres sacerdotes han sido sancionados, cierto, pero eso no cambia nada los hechos. El problema permanece completo. Nosotros rechazamos la acusación del Secretario General. Siempre hemos justificado nuestras fuentes. No hemos cometido ni calumnias, ni difamaciones, ni amalgamas. Si nosotros estamos resueltos a manifestar el mal realizado por el Superior General y sus Asistentes, no fue sino después de haber consultado a Santo Tomás y a las autoridades morales de la Fraternidad. Nuestro objetivo es hacer cesar el escándalo de la política turbia y ambigua de la Casa General.

Nuestra « actitud » no se funda « en nada objetivo”, al contrario. Nosotros no nos dejamos  “llevar por una desconfianza irrazonable contra la autoridad de la Fraternidad”. Las razones de nuestra inquietud están no solamente razonadas sino argumentadas y resumidas en el Catecismo de la Crisis en la Fraternidad”.

Nosotros no dudamos de la rectitud doctrinal del Superior de Distrito de Francia, pero constatamos que ya no es libre de escribir lo que piensa. El debe torcer su conciencia para eximir a su Superior de sus debilidades a fin de poder predicar la doctrina.

Sin la carta del 28 de febrero de los 37 sacerdotes, ¿Monseñor Fellay hubiera dado esta conferencia en Nantes el 1° de marzo de esta manera?

La Carta a los amigos y benefactores de marzo, ¿hubiera obtenido la autorización de publicación por parte de Menzingen sin el agregado que hizo el padre de Cacqueray, que choca con la belleza del resto de su texto, agregado donde expresa a Monseñor Fellay su “reconocimiento por el valiente rechazo que dirigió al papa”.  Aquí no estamos ya en la rectitud doctrinal sino en los pantanos de la diplomacia.
La Sapinière continuará su trabajo. ¡Este es un No, no!

Nosotros no odiamos a nadie, ni a Monseñor Fellay aunque su duplicidad nos asuste, ni al padre de Cacqueray por quien tenemos la más grande estima. Pero a los dos, y a todos los capitulantes, que en vez de resolver verdaderamente el problema en el capítulo de julio de 2012, no hicieron mas que disimularlo y avalarlo en parte, les decimos estas palabras del Teniente Degueldre a sus verdugos antes de ser fusilado: “yo no los odio, los compadezco”.

Padre Olivier Rioult>, Fsspx,
Uno de los tres sacerdotes sancionados.

Esta es la carta del padre Thouvenot a que se refiere el padre Rioult (tomada de catholicapedia, traducción en curso)