¿CANONIZACIONES REALES?
“¿Qué piensa usted de la
intención del Papa Francisco de “canonizar” a Juan Pablo II y a Juan XXIII la
primavera próxima? ¿No es éste un medio de “canonizar” al Vaticano II? Y, ¿no plantea
eso la cuestión de la autoridad, dado que todos los manuales de teología
previos al Vaticano II enseñan que el Papa es infalible cuando pronuncia una
canonización?” Tal fue la pregunta grave (ligeramente modificada) que me
planteó recientemente un periodista del semanario francés, Rivarol. Contesté en
este sentido:--
La determinación mostrada por
las cabezas de la Iglesia Conciliar de canonizar los Papas Conciliares
demuestra la firme voluntad de los enemigos (al menos objetivos) de Dios de
terminar con la religión católica y reemplazarla con la nueva religión del
Nuevo Orden Mundial. Así, a la Neo-iglesia le corresponden Neo-santos a ser
fabricados por un proceso de canonización que ha sido desmantelado y “hecho de
nuevo”. Como siempre es el caso con el modernismo, las palabras permanecen las
mismas pero el contenido de las palabras es bien diferente. Por consiguiente,
los católicos que tienen la Fe verdadera no tienen que preocuparse en lo más
mínimo sobre si estas Neo-canonizaciones son infalibles o no. Ellas están
procediendo de la Neo-iglesia, la cual es un maniquí de la Iglesia católica.
Pero entonces, ¿qué es este
maniquí? Hé aquí una pregunta delicada porque uno se hace fácilmente acusar de
ser “sedevacantista”, palabra que hoy en día asusta a los católicos de la
Tradición casi tanto como la palabra “anti-semita”. En cambio, lo que
precisamos, es concentrarnos en la realidad según dice Nuestro Señor, “No
juzguéis según las apariencias, sino que vuestro juicio sea justo” (Juan VII,
24). No debemos dejarnos despistar por las apariencias, por las emociones o por
las palabras. A menudo hoy, por ejemplo, ¿no es que las escuelas están
deviniendo centros de desaprendizaje en lugar de aprendizaje, los hospitales
lugares de matanza en lugar de curación, los policiales instrumentos de
opresión en lugar de protección, y así sucesivamente?
Así es que por lo que Sor Lucía
llamó un proceso de “desorientación diabólica”, los hombres de iglesia han
devenido agentes de la mentira en lugar de la Verdad. Permitieron que sus
mentes y sus corazones fueran infiltrados y dominados por las ideas y los
ideales de la Revolución, esa sublevación radical y universal del hombre
moderno contra su Dios y Creador. Sin embargo, estos traidores objetivos (ellos
aún pueden creer en sus corazones que le están sirviendo a Dios – Juan XVI, 2)
son todavía hombres de iglesia en el sentido que nadie más otro que ellos está
“sentado en la silla de Moisés”, según dice Nuestro Señor (Mat.XXIII,2). Hay un
Papa sentado en la silla de Pedro, ¡ aún dos !
En otras palabras, la Iglesia
maniquí en cuestión es la Iglesia ocupada no por hombres que no son hombres de
iglesia sino por hombres de iglesia cuyos corazones y mentes están ocupados más
o menos por una religión que no es en absoluto católica. Pero, noten el “más o
menos”. Así como la podredumbre no corrompe la manzana entera de repente, así
la iglesia maniquí, o sea la Neo-iglesia, puede estar en proceso de corromper
la Iglesia católica, pero dentro de ella hay todavía algunos obispos, muchos sacerdotes
y una cantidad de laicos que pueden haber mantenido la Fe católica hasta el
presente. Están en una pendiente resbaladiza, altamente peligrosa para su Fe,
pero uno no puede decir que están fuera de la Iglesia verdadera. Será como Dios
sabe.
Entonces, en lo que concierne a
las autoridades de la Neo-iglesia, yo trataría su autoridad como se trata a la
de un padre de familia que se ha vuelto temporariamente loco. No se presta a su
locura más atención que estar alerta al momento en que acabe, pero, mientras
tanto, no se deja de amarlo ni de respetar la autoridad intrínseca a su
paternidad. Por eso, ayúdeme Dios.
Kyrie eleison.