Fe Socavada
Cuando la Fe no está en
juego, ¿debe uno obedecer? –
La fe de la Fraternidad
está socavada hoy en día.
El editorial en un
boletín reciente de un Priorato por un honorable colega de la Fraternidad San
Pío X muestra una razón mayor del porqué los sacerdotes de la Fraternidad no
están aún uniéndose a la “Resistencia” – ellos no creen aún que la Fe está en
juego. Nos preguntamos qué se necesitará para persuadirlos. Podemos estar
seguros que los líderes en el Cuartel General de la FSPX están convencidos que
ellos mismos no están cambiando la Fe y que ellos lo encuentran así tanto más
fácil para continuar persuadiendo a los sacerdotes y laicos de la Fraternidad
que ellos no están cambiando la Fe. Pero, si ellos tuvieran la verdadera Fe,
¿cómo podrían soñar con poner su defensa Lefebvriana bajo el control de los
neo-modernistas en Roma?
El editorial se titula
“Obedeciendo a Superiores Falibles”. Reconoce que la resistencia a Superiores
falibles es legítima cuando la Fe está en juego, pero el énfasis del editorial
está más bien en los límites a ser fijados para tal resistencia: la anarquía y
falta de respeto a la autoridad nunca son legítimos; la obediencia a Superiores
legítimos es esencial en cualquier sociedad; los Superiores tienen gracias
especiales de estado; debe tenerse cuidado al advertir al rebaño que no puede
hacer las distinciones necesarias; hay un peligroso espíritu de independencia
en el mundo hoy en día (Benedicto XV); las apelaciones divisivas deben ser evitadas,
etc. – los principios son impecables, el problema yace en su aplicación.
Por ejemplo, si bien
huyendo de tales apelaciones, el editorial sin embargo reconoce que Pío IX
denominó a los “Católicos liberales” como siendo los “peores enemigos” de la Iglesia.
Ciertamente en cualquier crisis de la Iglesia, identificar y nombrar a los
enemigos de la Iglesia, por ejemplo “Protestantes” en la Reforma, es un primer
paso mayor para poder luchar contra ellos. Sin duda, el autor del editorial
otorgaría eso donde la Fe está en juego, solamente él negaría que haya
actualmente cualquier crisis de Fe dentro de la Fraternidad. Pero, Padre,
¿piensa usted que los liberales Católicos del siglo 19no que
fueron objeto de la condenación de Pío IX hubieran negado un único Artículo de
la Fe? Por el contrario, ellos hubieran vigorosamente afirmado su creencia en
cada uno de tales Artículos. Y, sin embargo, ¿no hubieran ellos condenado con
igual vigor el Syllabus de Errores de Pío IX? El problema para
que una mente moderna sea católica yace no en el hecho que acepte o rechaze una
u otra verdad de la Fe sino en su subversión instintiva de todas las verdades
cualesquiera, y esta espantosa disolución de la mente es, sin un milagro
divino, un problema prácticamente insoluble para y de la Fe.
Y ha llegado a la cúpula
de la Fraternidad. Padre, ¿reconoce usted que la “hermenéutica de la
continuidad” de Benedicto XVI es equivalente a la suspensión de la ley de la no
contradicción? Y, ¿ha estudiado usted el párrafo III.5 de la Declaración
Doctrinal de Monseñor Fellay de Abril de 2012, un documento que él
circunstancialmente “retiró” pero del cual nunca sustancialmente se retractó?
Declara que las declaraciones no Tradicionales del Vaticano II deben ser
interpretadas como Tradicionales. ¿No es eso un perfecto ejemplo de la
“hermenéutica de la continuidad”, de la interpretación sobrepasando a la
realidad? Entonces, ¿cree usted realmente que la Fraternidad no tiene problema
de Fe, siendo que su Superior se une a Roma para suspender la ley de la no contradicción,
y que tan felizmente como un pez nada en el agua, nada en contradicciones y en
lo que Churchill graciosamente llamó “inexactitudes terminológicas”?
Por cierto, usted también
dice que cualquiera que “duda que la jerarquía puede todavía existir en los
comienzos del siglo 21ero se excluye a sí mismo de toda vida
católica”. Distingamos. Si él lo duda por principio, uno puede estar de acuerdo
con usted, pero si él está meramente relatando lo que observa en la práctica,
¿no puede ser que él está meramente observando la extensión un siglo más tarde
de lo que usted cita a Benedicto XV ya entonces en 1914 observando como “el
peligroso espíritu de independencia en el exterior”?
Kyrie eleison.