Esta Declaración a los fieles, ha sido firmada por 45 sacerdotes y leída el domingo 19 de enero de 2014 en su capilla respectiva.
Algunos cofrades han vacilado en unirse a ella, sea a causa de presiones, sea que fueron detenidos por la intención del Padre de Cacqueray de realizar él mismo una acción decisiva ante Menzingen. Pero el Padre de Cacqueray ha abandonado su valiente proyecto para contentarse con un enésimo texto que brilla una vez más por su ambigüedad.
El 16 de enero, Monseñor Fellay explicó en un documento interno de tres páginas que los agujeros que él hizo al barco estuvieron bien hechos… y quince días antes, el Padre Pfluger le declaró a los hermanos en retiro que la Fraternidad debía ser “purificada”.
A raíz de la declaración de los tres obispos del 27 de junio de 2013, y a pesar de sus ambigüedades, el Padre de Cacqueray renunció a un ultimátum que él le había lanzado a Mons. Fellay. En cuanto a Mons. Tissier, él lamenta actualmente y en privado haber firmado esta declaración peligrosa. Pero el mal está hecho… Se acerca el momento en que muchos cofrades, cansados de estas sutilezas típicamente liberales, dejarán su silencio vacilante para reencontrar una libertad de palabra completamente apostólica, por el mayor bien de las almas y la gloria de Dios.