Angustia
de Padre
Un
padre de familia, ¿no sabe adonde virará?
Querido
Padre, ¡Nuestro Señor nunca le trairá!
Su
Excelencia,
Lamento
molestarlo, pero soy un padre responsable de llevar al Cielo muchas
almitas que Dios me ha confiado, y nunca he estado tan perdido o
confundido acerca de cómo hacerlo como lo estoy ahora. Trato de no
sentirme desesperanzado al ver tanto mi mundo católico como el resto
del mundo, en una caída en picada casi lista para estrellarse y
quemarse. Un funcionario en los Estados Unidos de hoy en día es
enviado a la cárcel si rechaza otorgar una licencia para un
casamiento del mismo sexo. ¿Qué otro desastre sigue? Pero continúo
esperanzado porque Dios nos ha dado muchos niños y otro está en
camino. De hecho, ¿Por qué Dios está permitiéndonos traer más
niños a este mundo cuando parece que estuviera por terminar?
¿Deberíamos mi esposa y yo prepararnos para verlos martirizados?
Hasta ahora yo no había encontrado muy fácil la devoción a Nuestra
Señora, pero ahora aún yo me encuentro recurriendo a Ella.
El
problema inmediato es lo que ha pasado recientemente en nuestra
parroquia local católica Tradicional. Nos mudamos aquí para
garantizar, para los niños especialmente pero para nosotros también,
la verdadera Misa y una formación católica. ¡Ay!, muchas cosas han
salido a la luz que nos han dejado escandalizados, confundidos y
sintiéndonos derrotados. Parece haber en juego influencias
demoníacas, y hemos tenido que preguntarnos si incluso los
sacerdotes no están bajo el malvado agarre de estas influencias,
porque no son los mismos sacerdotes que hemos conocido un año atrás.
Durante el último año hemos hecho todo lo que podíamos para
ayudar, pero en vano. Hemos seguido asistiendo a Misa allí y también
rezando, ayunando y haciendo Novenas con la esperanza que las cosas
cambiaran. Hemos “vigilado y rezado”, y como la esposa de un
alcohólico, hemos hecho excusas para ellos por tanto tiempo como
pudimos. Pero finalmente han ocurrido cosas que nos empujan a buscar
algo en otro lado, si queremos que nuestros niños no sufran la
confusión acerca de su fe.
Entonces,
¿a donde vamos ahora? Obviamente quiero que los niños reciban los
Sacramentos y sigan creciendo en la fe por asistir a una Misa válida,
siempre que la tengamos. Para criar estas almas de los niños para
Cristo, mi esposa y yo también necesitamos absolutamente las gracias
de la Misa. Queremos vivir lejos de las grandes ciudades. Mi
situación laboral es tal que puedo buscar trabajo en cualquier lugar
en Estados Unidos. ¿A dónde vamos?
Querido
padre de muchos niños,
Primero
y principal, leyendo yo todo lo que usted escribe, déjeme
aconsejarle que cuente sus bendiciones. Dios Todopoderoso no está
haciendo las cosas fáciles para usted, pero tampoco las hizo fáciles
para Su propio Hijo en la tierra. Este es un valle de lágrimas, pero
en medio de las lágrimas, Dios le está dando a usted y a su familia
muchas gracias. Usted está manteniendo la fe, a usted se le ha
otorgado ver la necesidad de la Tradición sin compromiso, y el hecho
que usted haga de la llegada de su familia al Cielo su primera gran
prioridad es otra enorme gracia. Puede ser que el Diablo puso un gran
obstáculo en su camino, pero usted ha visto que era él. Cuente con
ello, habrá muchos más de tales obstáculos antes de que esta
crisis acabe, y hay siempre el riesgo que los peores de estos vengan
de los sacerdotes (“Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro”,
dice San Pablo). Nunca se sorprenda por la maldad de hoy en día, el
Diablo está desencadenado. Por consiguiente, por encima de todo,
tenga bien presente cuanto Dios está haciendo por usted, tanto como
Él hizo por la Sagrada Familia, a pesar de todos los apuros. Eso los
pondrá en su correcta perspectiva. Y no se sorprenda si Dios exige
que usted como padre de familia tome algunas decisiones varoniles
para su futuro de ella. Dios no va a tomar estas decisiones en lugar
suyo.
Bien,
dirá usted, pero la pregunta permanece, ¿A dónde vamos? Respuesta,
adonde usted esté seguro de encontrar en primer lugar trabajo para
usted y, en segundo lugar, la verdadera Misa, en ese orden, porque la
familia no puede sobrevivir sin el pan de cada día. En cuanto a la
Misa, 20 años atrás uno no hubiera dudado en decir que debía ser
la Misa de la Fraternidad San Pío X. Hoy, eso ya no es más tan
seguro. Yo diría, vaya más por el sacerdote que por su Congregación
o etiqueta. Espere fracasos y traiciones. Todos estamos a la deriva
en un mar de apostasía. Pero tenga una ilimitada, una ilimitada
confianza en Nuestro Señor y en Su Madre. Ellos nunca lo dejarán ir
a usted a menos que usted desee ser dejado. Tenga compasión de todos
los hombres en la confusión de hoy. Y que Dios lo bendiga.
Kyrie
eleison.