Esta vez es el
turno del padre Karl Stelhin, Superior de la Casa Autónoma de los Países del
Este. Se traduce solamente un fragmento. Para leer el artículo completo (en
francés) aquí.
Nosotros repetimos
hoy al papa Francisco, el pedido respecto a la Tradición católica que anteriormente Monseñor
Lefebvre formuló al papa Juan Pablo II:
« Santísimo
Padre, por el honor de Jesucristo, por el bien de la Iglesia, por la salvación
de las almas, lo conjuramos a decir una sola letra, una sola palabra como
Sucesor de Pedro, como Pastor de la Iglesia universal, a los Obispos del mundo
entero : « Dejad hacer » ; « Nos autorizamos el libre
ejercicio de lo que la Tradición multisecular utilizó para la salvación de las
almas ».
Finalmente,
no podemos olvidar que a pesar de los errores de su vicario visible, temporal, todavía es Jesucristo quien continúa
gobernando la Iglesia. Él es quien tiene el poder y la fuerza para vencer al
enemigo de las almas. Dirijámonos hacia Él y Su Madre Inmaculada, permaneciendo
en la oración y en la penitencia con intención del Soberano Pontífice. Repitámonos
frecuentemente, parafraseándolas, estas palabras de san Ambrosio dirigidas a
Santa Mónica que lloraba la suerte de su hijo Agustín todavía incrédulo: « El
autor de tantas lágrimas no puede dejar de regresar a la Tradición Católica y
apostólica ».
Que sobretodo en estos tiempos particularmente turbios por la gravedad de la crisis del papado, nos acompañe este bella oración sacada de las Letanías de todos los santos: “Dios todopoderoso y eterno, ten piedad de tu servidor, nuestro pontífice Francisco, y dirígele por vuestra bondad, en el camino de la salvación eterna, a fin de que por vuestra gracia, él desee lo que tú quieres y lo cumpla con todas sus fuerzas”.
Que sobretodo en estos tiempos particularmente turbios por la gravedad de la crisis del papado, nos acompañe este bella oración sacada de las Letanías de todos los santos: “Dios todopoderoso y eterno, ten piedad de tu servidor, nuestro pontífice Francisco, y dirígele por vuestra bondad, en el camino de la salvación eterna, a fin de que por vuestra gracia, él desee lo que tú quieres y lo cumpla con todas sus fuerzas”.