Mons. Huonder, Obispo de Chur, con el Papa.
La diócesis de Chur, en el norte de Suiza, ha perdido
su batalla legal contra la Corporación eclesiástica de los Grisones, un
organismo laico vinculado a la diócesis y responsable de los asuntos
administrativos, las finanzas y la gestión de los terrenos y las propiedades de
la diócesis.
Por este motivo, debe
subvencionar a las asociaciones en el marco de las organizaciones caritativas.
Y es precisamente en este contexto que subvenciona a la asociación de
planificación familiar "Adebar" en Chur. Sin embargo, esta asociación
apoya públicamente la anticoncepción y el aborto. Ante la negativa de los
dirigentes de la corporación a detener esta financiación, la diócesis de Chur
se vio obligada a recurrir a los tribunales en 2012.
La justicia suiza acaba de
perjudicarlo definitivamente, ya que, según el decreto publicado por el
Tribunal Federal el 30 de enero de 2019, el apoyo a Adebar por parte de la
corporación eclesiástica es "conforme a sus proprias
reglamentaciones". El tribunal también dictaminó que "los recursos
asignados a la asociación no se utilizaron para fines incompatibles con las
enseñanzas de la Iglesia". La cuestión de la "violación de la
libertad religiosa", argumento presentado por el obispo de Chur, Mons.
Vitus Huonder, fue rechazada por "irrelevante".
La Diócesis de Chur deploró
el hecho de que una "corporación eclesiástica pueda apoyar a una
asociación que considera que el aborto es legítimo y da consejos al
respecto". Para el obispado, la Iglesia católica debe, por tanto, esperar
que sus propios recursos financieros se utilicen "para actividades no
relacionadas con la Iglesia u hostiles a la Iglesia". La Diócesis de Chur
lamenta que el Estado pueda crear, junto con las corporaciones eclesiásticas,
entidades legales que sigan su propio programa sin tener que renunciar a
declararse "católicos". La diócesis describe esto como
"engaño" y "mal uso" del nombre de la Iglesia.