"Los católicos están también desorientados por la trivialidad y hasta por la vulgaridad que se les impone en los lugares de culto de manera sistemática. Se tildó de triunfalismo todo aquello que contribuía a la belleza de los edificios y al esplendor de la ceremonia...
La unión con Dios se obtiene por obra de un canto religioso y celestial, por obra de un ambiente general de la acción litúrgica, por la piedad y el recogimiento del lugar, por su belleza arquitectónica, por el fervor de la comunidad cristiana, por la nobleza y la piedad del celebrante, la decoración simbólica, el perfume del incienso, etcétera."
Monseñor Lefebvre, Carta Abierta a los Católicos Perplejos.
"Nada ha cambiado en la FSSPX", dicen los acuerdistas; aunque la nueva capilla de la FSSPX en Madrid inspire más asco que devoción...