Después de dar la noticia de la expulsión nos dice:
Monseñor Williamson ha impresionado a
los revisionistas de todo el mundo por su valentía. El es probablemente el
hombre de Iglesia de más rango que ha mantenido un desafío constante a las
supuestas cámaras de gas homicidas.
Cuando fue rector del Seminario Santo
Tomás de Aquino en Winona, Williamson recibió para una charla al abogado
defensor de Ernst Zundel, Doug Christie. Monseñor Williamson alentó a sus
seminaristas a leer de este escritor la obra The Great Holocaust Trial, para lo
cual se aprovisionó al seminario de copias suficientes en la biblioteca.
Todo lo que necesita un hombre para ser
deshumanizado en estos días, es ser estigmatizado como “negador del holocausto”
y como “antisemita”, su carrera como ser humano ha terminado y su vida como
monstruo empieza. Este proceso ha infectado incluso a la FSSPX fundada por el
acérrimo anti-masón, anti-Talmúdico Monseñor Marcel Lefebvre, quien sirvió al
Papa Pio XII como legado de la Africa Francesa en los 1950’s.
Negar los holocaustos de los Aliados en
Dresden y Nagasaki, y los holocaustos Israelíes en Jenin, Beirut y Gaza está
por supuesto completamente aprobado. El odio anti-goyim, como está consagrado
en los escritos canónicos de la religión Judaica, también está muy bien y es dandi.
Los Católicos tradicionalmente han honrado a
aquellos que llevan un estigma, y no tenemos duda que el estigma puesto a
Monseñor Williamson le ganará una corona en el cielo y un lugar de honor aquí
en la tierra, cuando vengan días mejor para la Iglesia.