"Debe el católico ... obedecer al superior en todo lo que no se oponga a la fe y moral católica pero renovar cada día el firme propósito de negar la obediencia a quien quiera que sea, en lo que directa o indirectamente sea opuesto a la integridad del Catolicismo." (P. Sardá y Salvany, "El Liberalismo es Pecado")