Mons. Schneider en una reunión de "líderes religiosos" en Kazajstán (2013)
Nota: en esta entrada ponemos las dos últimas preguntas y respuestas de la entrevista de "Adelante la Fe" a Mons. Schneider. La entrevista completa se puede leer en ese sitio.
Hemos destacado ciertos pasajes en negrita y hemos agregado algunos comentarios en color rojo.
"Adelante la Fe: Excmo. Señor, ¿podría decir unas palabras de aliento a los sacerdotes, que fieles a la tradición de la Iglesia , están aislados y relegados en sus diócesis sin que se les de templos para oficiar la Santa Misa en su Forma extraordinaria , así como a los fieles que se les priva de la Santa Misa tradicional?
Mons. Schneider: A esos sacerdotes, seminaristas, jóvenes y familias me gustaría decirles: “Es un verdadero honor ser fieles a la verdad de Dios y a las tradiciones espirituales y litúrgicas de nuestros ancestros y de los santos, y ser por tanto objeto de marginación por parte de los que actualmente ejercen el poder administrativo en la Iglesia. Esta fidelidad y ánimo vuestro constituye el verdadero poder de la Iglesia. Vosotros sois la verdadera periferia de la Iglesia, que mediante el poder de Dios renueva a la Iglesia. Vivir la verdadera tradición del dogma, la liturgia y la santidad es una manifestación de la democracia de los Santos, porque la tradición es la democracia de los Santos. [Aberrante definición liberal de la Tradición] Me gustaría decir con San Atanasio: Quienes se os oponen, os humillan y marginan en la Iglesia han ocupado los templos, mientras que vosotros estáis fuera. Ellos tienen ciertamente los templos, pero vosotros la fe de los apóstoles. Ellos afirman representar a la Iglesia; pero en realidad son los que se han expulsado de ella y están descarriados”.
Adelante la Fe: Excmo Señor. Recientemente ha visitado los Seminarios de la Fraternidad San Pío X en Estados Unidos y Francia (FSSPX-SSPX). Sabemos que es un encuentro “discreto”, pero ¿qué valoración puede darnos de lo que ha visto y hablado con ellos? ¿qué expectativas ve de una próxima reconciliación y cual sería el principal obstáculo para la misma?
Mons. Schneider: La Santa Sede me pidió que visitara los dos seminarios de la SSPX con el objeto de sostener un debate sobre un tema teológico concreto con un grupo de teólogos de dicha hermandad y con Su Excelencia el obispo Fellay. Esto me demuestra que para la Santa Sede la SSPX no es una realidad eclesiástica desdeñable, que es preciso tomarla en serio. Guardo muy buena impresión de mis visitas. Pude observar una sana realidad teológica, espiritual y humana en ambos seminarios. El espíritu de sentire cum ecclesia de la SSPX quedó manifiesto cuando me recibieron como enviado de la Santa Sede con verdadero respeto y mucha cordialidad. Es más, en ambos seminarios me alegró ver a la entrada la foto del papa Francisco, el Pontífice actualmente reinante. En las sacristías había placas con nombre de S.S. Francisco y del ordinario de la diócesis. Me conmovió el canto del rezo tradicional por el Papa (“Oremus pro pontifice nostro Francisco…”) durante la solemne exposición del Santísimo Sacramento. Que yo sepa, no hay razones de peso para negar a los sacerdotes y fieles de la SSPX reconocimiento canónico oficial, sino que se los debe aceptar como son entretanto. Eso fue en realidad lo que solicitó el arzobispo Lefebvre a la Santa Sede: “Que nos acepten como somos”. [Esa idea fue claramente abandonada por Mons. Lefebvre, pero convino a los acuerdistas revivirla, y ahora es un verdadero lema de Mons. Fellay y sus cómplices] A mí me parece que la cuestión del Concilio Vaticano II no se debe considerar condición sine qua non, ya que se trató de una asamblea con fines y características primariamente pastorales. Parte de las declaraciones conciliares refleja únicamente las circunstancias del momento y tuvo un valor temporal, como suele pasar con los documentos disciplinares y pastorales. Si nos fijamos en la perspectiva de los dos milenios de la historia de la Iglesia, podemos afirmar que por ambas partes (La Santa Sede y la SSPX) hay una sobrevaloración y sobreestimación de una realidad pastoral de la Iglesia que es el Concilio Vaticano II. [Mons. Fellay opina igual: "En la Fraternidad se está haciendo de los errores del Concilio unas súper-herejías, eso se vuelve como el mal absoluto, peor que todo, de la misma manera que los liberales han dogmatizado ese concilio pastoral" (respuesta a los 3 Obispos, 14-4-12)] El hecho de que la SSPX crea, celebre los ritos y lleve una vida moral como exigía y reconocía el Magisterio Supremo y como observó universalmente la Iglesia durante siglos, y si además reconoce la legitimidad del Papa y de los obispos diocesanos y rece públicamente por ellos, reconociendo también la validez de los sacramentos según la editio typica de los nuevos libros litúrgicos, [Exactamente eso hizo Mons. Fellay en su traidora Declaración Doctrinal de 15-4-12: "7 Nosotros declaramos reconocer la validez del sacrificio de la Misa y de los Sacramentos celebrados con la intención de hacer lo que hace la Iglesia según los ritos indicados en las ediciones típicas del Misal romano y de los Rituales de los Sacramentos legítimamente promulgados por los papas Paulo VI y Juan Pablo II."] debería bastar para reconocer canónicamente a la SSPX por parte de la Santa Sede. De lo contrario perderá obviamente credibilidad la tan manida apertura pastoral y ecuménica de la Iglesia de hoy, y un día la historia reprochará a las autoridades eclesiásticas actuales por haber impuesto más cargas que las necesarias (cf. Hechos 15:28), lo cual es contrario al método pastoral de los apóstoles."
Otros dos pasajes notables de la entrevista:
"Por alguna razón misteriosa, Dios ha permitido que las buenas intenciones de los padres del Concilio Vaticano II cayeran en manos de ideólogos litúrgicos impíos y revolucionarios."
"Ni S.S. Juan XXIII ni la inmensa mayoría de los padres del Concilio tenían por objetivo crear una Iglesia diferente. Todos los documentos emitidos por Juan XXIII, los documentos preparatorios del Concilio (schemata) y las actas del propio Concilio lo demuestran con creces."
Otros dos pasajes notables de la entrevista:
"Por alguna razón misteriosa, Dios ha permitido que las buenas intenciones de los padres del Concilio Vaticano II cayeran en manos de ideólogos litúrgicos impíos y revolucionarios."
"Ni S.S. Juan XXIII ni la inmensa mayoría de los padres del Concilio tenían por objetivo crear una Iglesia diferente. Todos los documentos emitidos por Juan XXIII, los documentos preparatorios del Concilio (schemata) y las actas del propio Concilio lo demuestran con creces."