ANEXOS
4.
La cuestión de las escuelas
De
acuerdo a Mons. De Galarreta, el hecho de haber abierto un colegio en Avrillé
podría justificar el deseo de ciertos Padres de partir para fundar una nueva
rama. Expliquemos esto.
Nuestras
constituciones prevén explícitamente la posibilidad de tener escuelas apostólicas
y colegios dependientes de un convento (ver textos más adelante). Las “pequeñas
escuelas” han existido en nuestra Orden desde su origen. Habitualmente había,
en cada provincia de nuestra Orden, una escuela apostólica (en 1920, 18
provincias sobre 21 en Europa tenían una escuela apostólica).
Algunas
precisiones sobre la Residencia Santo Tomás de Aquino. Ésta solamente ocupa a
una parte de los Padres del convento. El “priorato” donde se encuentran los
salones de clase de la Residencia Santo Tomás de Aquino es una propiedad vecina
situada a unos trescientos metros del convento. Tiene su propia capilla. Los
dormitorios están situados a algunos cientos de metros del convento. Solo el
refectorio está situado en la hotelería del convento, cerca, pero en el
exterior.
La
mayoría de los conventos dominicos están situados en las ciudades, a causa del
apostolado que nos es propio. Los hermanos del convento de Saint-Jacques en
París, viviendo Santo Domingo, ¿se quejarían de estar situados en pleno corazón
de la Universidad y de sus diversos colegios? Les era imposible salir del
convento sin encontrarse una multitud de estudiantes. Y recordemos que en esta
época, comúnmente se entraba a la Universidad a la edad de 14 años. Esto no
molestó, al parecer, ni a san Alberto el Grande, ni a Santo Tomás de Aquino, ni
a tantos otros religiosos eminentes.
No
es porque tenemos un colegio en Avrillé que nosotros queremos que lo haya en
cada convento. Es evidente que no hubiera habido un colegio en la fundación que
nosotros queríamos hacer en Steffeshausen.
Por
otro lado, a pesar de la ausencia de los Padres que nos dejaron, nosotros
continuamos las actividades de predicación que teníamos antes de que existiera
la Residencia Santo Tomás de Aquino, bajo sus diversas formas: retiros (incluso
agregamos retiros para los estudiantes), Tercera Orden (cinco Fraternidades que
se desarrollan en Francia, igualmente desarrollos en el extranjero), jornadas
de estudios, Le Sel de la Terre, conferencias
(comenzamos un nuevo ciclo de conferencias de apologética), peregrinaciones,
predicaciones diversas en prioratos, etc. Es suficiente leer la “crónica” de la
Carta de los dominicos de Avrillé que
aparece cada trimestre.
Subrayamos,
para concluir, que así como la presencia de una escuela o un colegio están
previstos en nuestras constituciones, así también la dependencia de un convento
respecto de un obispo es extraña a nuestras constituciones y a su espíritu.
(Para leer las Constituciones de los dominicos con respecto a las escuelas, favor de ver el original aquí.)