"Desde el concilio Vaticano II, el santo Sacrificio de la Misa, la doctrina católica y toda la vida de la Iglesia son atacados por la Jerarquía liberal y modernista. Porque el sacerdocio católico tiene el deber esencial de combatir el liberalismo y el modernismo en defensa de los derechos divinos violados, la Sociedad descarta toda posibilidad de regularización canónica por vía de acuerdo bilateral, de reconocimiento unilateral, o del modo que sea, en tanto la Jerarquía católica no vuelva a la Tradición de la Iglesia." (estatutos e la SAJM, II, 5).
Mons. Faure firmando el decreto de erección e la SAJM, en el seminario de Avrillé (Francia) el 22 de agosto de 2016.
SERMÓN 2 EN LA FIESTA DEL CORAZÓN INMACULADO
“Al final mi Corazón Inmaculado triunfará”
Porque en la historia humana es la Sma. Virgen quien cumple el rol de aplastar la cabeza del demonio venciendo todas las herejías, lo que pondrá fin a la espantosa crisis de la Iglesia será el triunfo del Corazón Inmaculado de María. Será un golpe terrible de la Madre de Dios, y no la FSSPX mediante una paz traidora, quien libere a la Iglesia de las cadenas satánicas del liberalismo y del modernismo.
Nuestra Señora, en Fátima, habló del fatídico concilio Vaticano II, pero sus palabras nos han sido ocultadas hasta hoy.
Dice Mons. Tomás de Aquino en La Voz de Fátima n° 2 (11 de febrero de 2017), que los que estudian seriamente Fátima, saben que la llamada “revelación del Tercer Secreto” es una mentira. Pero, ¿por qué no se ha revelado íntegramente ese secreto? Porque en el Tercer Secreto está la “palabra mágica” “concilio”. Y… esta palabra figura allí… como siendo la causa de la “desorientación diabólica” en la cual vivimos; ese concilio, sin embargo, es considerado… como la “primavera de la Iglesia”, y ¡ay de aquel que lo cuestione! ¡Aunque sea la Madre de Dios!
Dijo el Card. Oddi: “Conforme a lo que conozco, está escrito que aproximadamente en 1960 el Papa convocaría un concilio del cual, contrariamente a lo que se esperaba, se derivarían muchas dificultades para la Iglesia”
La Hermana Lucía, respondiendo a las preguntas que le hicieron, acerca de si el Secreto tenía que ver con el concilio y sus consecuencias, ella respondió: “No puedo decirlo, no puedo hablar” “Leí algunos documentos del concilio, pero no todos.” “Leí sobre algunos problemas, pero no leí todo”. Respuestas evasivas de quien no quiere responder a lo preguntado. ¿Por qué…? Si la respuesta fuese “no”, sería muy simple responder. Pero si la respuesta fuese “sí” ella estaría ante dos problemas: 1) No podía desobedecer a quienes tenían autoridad sobre ella, los cuales con toda certeza eran defensores acérrimos del Vaticano II y le tenían prohibido decirlo; 2) ella no podía mentir. De allí sus respuestas típicamente evasivas.
Hasta acá las citas de Dom Tomás OSB.
En 1948, el obispo de Fátima, Alberto Cosme do Amaral, dijo: "El contenido (del tercer secreto) sólo concierne nuestra fe... la pérdida de la fe de un continente es peor que la destrucción de una nación; y es verdad que la fe no deja de disminuir en Europa." (Breve Catecismo sobre Fátima, Kolbe Publications, 2017).
En 1995, el cardenal Ciappi, quien fuera el teólogo de cinco papas en el transcurso de cuarenta años, dijo: "En el tercer secreto, se predice, entre otras cosas, que la gran apostasía de la Iglesia comenzará por la cabeza." (Ibid.)
El tercer secreto habla, entonces, de la actual crisis de la fe católica, de la herejía imperante en la Iglesia y de la consiguiente apostasía, del abandono de la fe católica. Por eso, en los años 80, sor Lucía dijo: "el castigo anunciado por Nuestra Señora ya ha comenzado." La Virgen Santísima, en Fátima, advirtió sobre la enfermedad y dio el remedio: la consagración de Rusia y la devoción al Corazón Inmaculado, medios que la Jerarquía liberal y modernista se niega a emplear. Pero nuestra Madre también dijo: “al final mi Corazón Inmaculado triunfará”.
Estimados fieles: hagamos todo lo que esté de nuestra parte para el pronto advenimiento de ese gran triunfo prometido de la Madre de Dios sobre el demonio, que hoy logra enormes avances en el mundo en la misma medida en que destruye la Iglesia por medio de esa venenosa cizaña que él siembra desde hace medio siglo, y que es la letra y el espíritu del concilio inspirado por él; ese concilio que es el peor de todos los crímenes de la historia, después del deicidio y el pecado original.
¡Y que Dios nos conceda, siempre y en todo, un muy profundo amor a la Santísima Virgen María!
P. Trincado SAJM