IMPORTANTES
REVELACIONES DE MONS. SCHNEIDER ACERCA DEL PROCESO DE “REGULARIZACIÓN” DE LA
FSSPX POR PARTE DE LA ROMA LIBERAL Y MODERNISTA.
SE
PRUEBA, UNA VEZ MÁS, QUE EL CONTACTO ASIDUO CON LOS PRELADOS CONCILIARES “CONSERVADORES”
SÓLO SIRVE PARA ABLANDAR EL ESPÍRITU DE LUCHA EN DEFENSA DE LA FE Y DE LOS SUPREMOS
DERECHOS DE CRISTO, Y -EN DEFINITIVA- PARA CONDUCIR A LA FRATERNIDAD A SER
ABSORBIDA POR LA ROMA HEREJE Y APÓSTATA.
«La FSSPX tiene la imagen del papa actual en la
pared de sus casas»
INFOVATICANA - 19 noviembre, 2019
«La
mayoría de la gente se sorprendería»
El obispo auxiliar
de Astaná, Athanasius Schneider, ha publicado recientemente el libro “Christus
Vincit. El Triunfo de Cristo sobre la Oscuridad de la Época”, un
libro-entrevista con Diane Montagna, periodista de LifeSiteNews. Secretum Meum Mihi ha traducido un extracto del libro en
el que el prelado habla sobre las relaciones entre Roma y la Fraternidad de San
Pío X, ya que Schneider realizó visitas en las casas de la FSSPX por orden del
Vaticano.
Nuestra última
conversación terminó con una mención del Arzobispo Marcel Lefebvre. Pasemos a
la Fraternidad de San Pío X directamente. Usted fue elegido en 2015 como uno de
los visitadores de la FSSPX. ¿Por qué cree que fue elegido?
No se las razones.
La Pontificia Comisión Ecclesia Dei me pidió que visitara varias casas de la
FSSPX para guiar discusiones teológicas con un grupo de sacerdotes y con el
Superior General, el Obispo Bernard Fellay. Quizás fui elegido porque celebro
públicamente la Misa tradicional. Sería mejor enviar a la FSSPX un obispo así
que enviar al cardenal Kasper o al cardenal Marx…
¿Cuáles fueron sus
impresiones sobre la Fraternidad de San Pío X una vez que hizo la visita?
En general, tuve
una impresión positiva. Viví todo el horario del día con los seminaristas y los
sacerdotes. Participé en las oraciones, en las comidas en el refectorio, en el
recreo. A petición suya, también hablé con seminaristas y sacerdotes
individualmente, y por supuesto, hablé extensamente con el obispo Fellay y
otros superiores de la FSSPX. De esta manera, tuve suficiente experiencia para
hacer una evaluación razonable de la situación de la FSSPX.
Por supuesto, hay
puntos negativos en cada comunidad, de lo contrario estaríamos ya en el cielo.
Sin embargo, en general tuve una impresión positiva. Humanamente hablando,
experimenté una atmósfera agradable. Conocí a sacerdotes y seminaristas
equilibrados y normales. Me recibieron como un obispo, con respeto. Incluso vi
una fotografía del papa Francisco en las paredes. En la sacristía vi placas con
el nombre del papa Francisco y del obispo diocesano local, pero no del nombre
del obispo Fellay. Esto es eclesiológicamente correcto. Creo que la mayoría de
la gente se sorprendería al saber que el FSSPX tiene la imagen del papa actual
en la pared de sus casas, y placas del papa actual y del obispo diocesano en la
sacristía.
Cuando se lo
comenté a los sacerdotes de la FSSPX, me dijeron: “No es que solamente
pusiéramos la foto del Papa Francisco justo antes de que Usted viniera”.
¿Vio muchas fotos
del arzobispo Lefebvre o del obispo Fellay?
Nunca vi una foto
del obispo Fellay en las sacristías, sino solo el nombre y, a veces, incluso la
foto del papa y del obispo local. Había fotos del arzobispo Lefebvre y de San
Pío X, por supuesto.
¿Y qué encontró al
examinar la Fraternidad? La gente dice que ahora es muy rica y que puede haber
algo de corrupción. ¿Vio algo de eso?
Las casas que
visité tenían buena observancia religiosa y fidelidad y celo por la oración. No
noté ningún lujo en los lugares que visité. Yo he visto la riqueza y el lujo en
algunos seminarios y cancillerías episcopales en Alemania y Estados Unidos. No
vi eso en las casas de la FSSPX. Visité la Casa general en Menzingen en Suiza y
era hermosa y simple. Donde visité, no vi riqueza y lujo.
¿Y qué encontró en
sus discusiones teológicas?
Con respecto a las
discusiones teológicas, noté una actitud de desconfianza hacia Roma, hacia
otros que no son de la FSSPX. Sin embargo, tal actitud es psicológicamente
comprensible. Durante cuarenta años, el FSSPX no ha tenido relaciones canónicas
formales con Roma y con los obispos locales. Tal situación contiene un peligro,
y se lo dije al obispo Fellay y a los otros sacerdotes. Les dije: “Este es su
peligro, que con el tiempo desarrollarán un espíritu de autosuficiencia
eclesiástica y una especie de mentalidad de gueto”. Sugerí que solicitaran el
reconocimiento canónico de la Santa Sede. Evité decir “reconciliación”, pero en
su lugar hablé de “reconocimiento”. Les dije: “Tienes derecho a ser reconocidos
por la Iglesia”, porque están preparando seminaristas, predicando, enseñando el
catecismo y celebrando los sacramentos como siempre lo ha hecho la Iglesia.
En las casas que
visité, la Casa General en Menzingen (Suiza), los seminarios en Flavigny
(Francia), en Winona (Estados Unidos) y en Zaitzkofen (Alemania), participé en
las oraciones durante la solemne Exposición del Santísimo Sacramento. Me
conmovió cuando escuché la solemne oración por el Papa cantada en canto
gregoriano: Oremus pro pontifice nostro Francisco. En muchos seminarios e
iglesias en el mundo católico, no cantan la solemne oración por el Papa, pero
la Fraternidad de San Pío X sí. En una ocasión conocí a un grupo de familias
afiliadas al apostolado de la FSSPX y los padres me dijeron que sus hijos rezan
el Rosario por el Papa Francisco. ¿Cómo se puede considerar que tales actitudes
y actos sean los de los cismáticos?
¿Cree que volverán
a la plena comunión, sea lo que sea que eso signifique?
“Comunión plena”
no es la expresión correcta en mi opinión. Ya están en comunión con la Iglesia,
ya que reconocen al Papa actual, lo mencionan en el Canon, rezan públicamente por
él y rezan por el obispo diocesano local. La FSSPX ha recibido facultades del
Papa para la absolución, y los sacerdotes de la FSSPX ahora pueden
canónicamente obtener facultades del obispo diocesano o del párroco para
asistir en los matrimonios.
¿“Regularizados”?
Regularizados, eso
es mejor. Pleno reconocimiento es mejor que la expresión “comunión plena”,
porque los miembros de la FSSPX no están excomulgados. Les animé mucho a
pedirle al Papa que les diera reconocimiento canónico.
También discutimos
su afirmación de que la nueva Misa es “malvada” o “mala”. Les dije a mis
interlocutores de la FSSPX: “No deben hablar de esta manera”. Les dije que
tampoco Yo estoy contento con la nueva Misa. Les sugerí que usaran la expresión
“La nueva Misa tiene defectos, pero no es un mal”. También les dije: “Cuando
dicen que la nueva Misa es mala, me están acusando de cometer un mal, un
pecado, porque Yo también celebro la nueva Misa”. Les dije: “Deben escribir y
presentar sus críticas, eso es bueno, pero háganlo con un lenguaje más
cuidadoso”. Los sacerdotes con quienes hablé demostraron una buena formación
teológica. Sin embargo, también tienen que considerar objetivamente lo que era
bueno en el Concilio, y esto no significa que deben aceptar todo el Concilio.
Lo que es, en sí, verdadero y bueno —incluso en la nueva Misa— podía aceptarse.
En mi opinión, la
FSSPX debería ser reconocida y, de ser así, sería una verdadera ayuda
espiritual y pastoral para toda la Iglesia, para fortalecer la doctrina y la
tradición en la Iglesia. La FSSPX ofrece buena formación sacerdotal.
¿Cuál es su
opinión sobre el intento más reciente de reconciliación?
Hubo señales muy
ambiguas procedentes de Roma en junio de 2017. El cardenal Müller les presentó
una fórmula de acuerdo, que no era aceptable. Durante nuestra visita, los otros
obispos y yo buscamos presentar una fórmula más realista y pastoral. Que yo
sepa, la Pontificia Comisión Ecclesia Dei promovió la propuesta que Yo hice.
Desafortunadamente, la fórmula fue cambiada, y no sé cuál es la situación
actual ahora.
En noviembre de
2017, el arzobispo Pozzo dijo que habían hecho todo lo posible y que la pelota
ahora está en la cancha de la Fraternidad.
Sí, pero la Santa
Sede presentó la última fórmula en 2017, y todos sabían que no sería aceptable
para la FSSPX. Roma debería haber sido más pastoral y generosa.
Uno de los
requisitos era que al papa se le debería dar tres nombres para el nombramiento
de un obispo, y que elegirá uno de esos nombres. Esto suscita la preocupación
de que los hombres maniobrarán para ser más favorables a la visión del Papa
Francisco que tal vez a la de la Fraternidad, por lo que estos hombres llegarán
a la cima y esto eventualmente debilitará a la Fraternidad.
Podría ser, pero
el papa Francisco no es eterno. Les dije: “No pueden fijar su situación
concreta a un pontificado y hacerla que dependa de eso. Esto es demasiado
humano; tienen que tener una visión sobrenatural, de que Dios está guiando a su
Iglesia”.
Si la FSSPX fuera
reconocida, y Roma luego los obligara a aceptar cambios doctrinales y
litúrgicos que serían contrarios a su carisma, la FSSPX tendría que rechazar
dichos cambios, incluso a riesgo de perder nuevamente el estado canónico, como
sucedió en 1975. En un tal hipotético caso, la FSSPX solo perdería el estado
canónico y volvería a su situación anterior.
Tradicionalmente,
esta es la razón por la cual las órdenes religiosas tenían un cardenal
protector. Debía protegerla del mundo, pero también de la Santa Sede, de
intervenir en su vida de una manera que fuera inapropiada.
De acuerdo con los
estatutos propuestos de una Prelatura Personal de San Pío X, el prelado sería
nombrado por el Papa de una lista de tres sacerdotes que son miembros de la
FSSPX y son propuestos por las autoridades de la FSSPX.
Teóricamente, la
Curia romana podría intentar interferir en la vida de una futura Prelatura
FSSPX. Tuvimos el ejemplo de la Orden de Malta, que fue una intervención
extrema en un estado soberano, y el papa finalmente eliminó al jefe de estado,
por supuesto con el pretexto de que este jefe de estado también es un religioso
con el voto de obediencia. Teóricamente, podría suceder que después de la
erección de la Prelatura, Roma pudiera encontrar un pretexto para decir:
“Deponemos al Prelado y nombramos un administrador apostólico y él gobernará la
Prelatura con plena autoridad en nombre del Papa”. Sin embargo, estas son
posibilidades políticas humanas y conjeturas, y tenemos que superar esta
actitud con una confianza más sobrenatural en la providencia de Dios y en Su
guía de Su Iglesia.
Traducido por Secretum Meum Mihi