Cita de la conferencia de prensa (versión en italiano e inglés) dada en el vuelo entre Madagascar y Roma, ayer 10 de septiembre:
Pregunta - En el vuelo a Maputo reconoció que estaba siendo atacado por un sector de la Iglesia Americana, obviamente hay fuertes críticas de algunos obispos y cardenales, hay televisiones católicas y sitios web americanos muy críticos, e incluso algunos de sus aliados más cercanos han hablado de un complot contra ti. ¿Hay algo que estos críticos no entiendan de su pontificado? ¿Hay algo que haya aprendido de las críticas? ¿Tiene miedo de un cisma en la Iglesia Americana? Y si es así, ¿hay algo que pueda hacer, un diálogo, para evitarlo?
Respuesta del papa - (...) el problema del cisma: en la Iglesia ha habido muchos cismas. Después del
Vaticano I, por ejemplo, la última votación, la de la infalibilidad, un grupo significativo abandonó y fundó los viejos católicos para ser realmente
"honestos" con la tradición de la Iglesia. Luego encontraron un
desarrollo diferente y ahora hacen las ordenaciones de mujeres. Pero en ese
momento eran rígidos, se pusieron detrás de una ortodoxia y pensaron que el Concilio estaba equivocado. Otro grupo se fue en silencio, pero no
quiso votar....
El
Vaticano II tuvo estas cosas entre las consecuencias. Quizás la más conocida de las separaciones postconciliares
es la de Lefebvre. Siempre existe la opción cismática en la Iglesia, siempre.
Pero es una de las opciones que el Señor deja a la libertad humana. No le temo
a los cismas, rezo para que no existan, porque está en juego la salud
espiritual de mucha gente. Que haya diálogo, que haya corrección si hay algún
error, pero el camino del cisma no es cristiano.
Pensemos
en los comienzos de la Iglesia, como se inició con muchos cismas, uno tras
otro: arrianos, gnósticos, monofisitas.... Entonces vengo a contar
una anécdota: fue el pueblo de Dios el que salvó de los cismas. Los cismáticos
tienen siempre una cosa en común: se separan del pueblo, de la fe del pueblo de
Dios. (...)
Un
cisma es siempre un desapego elitista provocado por una ideología desprendida
de la doctrina. Es una ideología, quizás justa, pero que entra en la doctrina y
la separa... Por eso rezo para que no haya cismas, pero no tengo miedo. Este es
un resultado del Vaticano II, no de este o aquel Papa. Por ejemplo, las
cosas sociales que digo son las mismas que las de Juan Pablo II, ¡las mismas!
Lo copio. Pero dicen: el Papa es comunista...
Las ideologías entran en la doctrina y cuando la doctrina se desliza en las ideologías, existe la posibilidad de un cisma. Está la ideología de la primacía de la moral aséptica sobre la moral del pueblo de Dios. Los pastores deben guiar al rebaño entre la gracia y el pecado, porque la moralidad evangélica es ésta. En cambio, una moral de tal ideología pelagiana te lleva a la rigidez, y hoy tenemos muchas escuelas de rigidez dentro de la Iglesia, que no son cismas sino caminos cristianos pseudo-esquemáticos, que terminarán mal. Cuando se ven cristianos, obispos, sacerdotes rígidos, detrás de ellos hay problemas, no hay santidad del Evangelio. Por eso debemos ser mansos con las personas que son tentadas por estos ataques, están pasando por un problema, debemos acompañarlos con mansedumbre.
¿El superior general de la FSSPX se atreverá a defender varonilmente la verdad acerca de Mons. Lefebvre, contra esta mentirosa y grave imputación hecha por el Papa Francisco? Veremos.
Las ideologías entran en la doctrina y cuando la doctrina se desliza en las ideologías, existe la posibilidad de un cisma. Está la ideología de la primacía de la moral aséptica sobre la moral del pueblo de Dios. Los pastores deben guiar al rebaño entre la gracia y el pecado, porque la moralidad evangélica es ésta. En cambio, una moral de tal ideología pelagiana te lleva a la rigidez, y hoy tenemos muchas escuelas de rigidez dentro de la Iglesia, que no son cismas sino caminos cristianos pseudo-esquemáticos, que terminarán mal. Cuando se ven cristianos, obispos, sacerdotes rígidos, detrás de ellos hay problemas, no hay santidad del Evangelio. Por eso debemos ser mansos con las personas que son tentadas por estos ataques, están pasando por un problema, debemos acompañarlos con mansedumbre.
¿El superior general de la FSSPX se atreverá a defender varonilmente la verdad acerca de Mons. Lefebvre, contra esta mentirosa y grave imputación hecha por el Papa Francisco? Veremos.