¿Consagracion Inminente?
¿Cómo puede un obispo agradar tanto a la Iglesia como al mundo?
¡El poder del Diablo se despliega día a día!
Un rumor ha estado circulando en la Tradición Católica de que pronto habrá en la Fraternidad San Pío X la consagración de un nuevo obispo, u obispos. Los rumores nunca deben tomarse demasiado en serio, pero por otro lado no siempre carecen de fundamento. En el presente caso, la FSSPX ciertamente necesita nuevos obispos, porque Mons. Tissier desde hace algún tiempo no goza de buena salud, Mons. de Galarreta como Primer Asistente de la Fraternidad debe ocuparse ahora de la administración de los asuntos de la Fraternidad en todo el mundo, y eso deja a Mons. Fellay solo con la completa libertad de viajar a cualquier parte para las Confirmaciones y Ordenaciones. Por lo tanto, el rumor de una nueva consagración tiene ciertamente un fundamento.
Pero el rumor va más allá, porque dice que el/los obispo(s) a ser consagrado(s) tendrá(n) la aprobación de las autoridades romanas, y aquí es donde vale la pena considerar el rumor, aunque sea falso, porque aquí yace el ejemplo más claro del imposible callejón sin salida en el que la Neo-Fraternidad se ha encaminado a sí misma a través de la búsqueda de una política de aprobación oficial por parte de las autoridades conciliares de Roma. Porque si el obispo electo tiene la aprobación de conciliares impenitentes, ¿cómo puede agradar a los verdaderos tradicionalistas? Y si tiene la aprobación de los verdaderos tradicionalistas, ¿cómo puede ser al mismo tiempo agradable a los maestros del Conciliarismo en Roma? Y la respuesta a esa pregunta sólo puede ser que o bien los conciliaristas están renunciando a su Vaticano II, o bien los tradicionalistas están yendo hacia el Vaticano II, o bien que los conciliaristas y los tradicionalistas se están reuniendo en algún punto intermedio, como si el 2+2=4 y el 2+2=5 pudieran reconciliarse con el 2+2=cuatro y medio.
Porque ¿necesitamos que nos recuerden que la Tradición Católica y el Vaticano II son intrínsecamente irreconciliables? Sí, porque los pobres seres humanos siempre queremos tener nuestro pastel y comerlo. Siempre estamos queriendo cuadrar el círculo, mezclar aceite y agua, bailar con el Diablo en esta vida sin arruinar nuestras posibilidades de disfrutar con Dios en la vida venidera. Queremos que sea de ambas maneras, de modo que cualquier receta para reconciliar a Dios con el Diablo siempre se venderá como pan caliente hasta que inevitablemente fracase, con lo cual será inmediatamente reemplazada por la siguiente receta para hacer lo mismo. El fracaso es inevitable porque en palabras del obispo anglicano Butler del siglo XVIII, “las cosas son lo que son, sus consecuencias serán lo que serán, ¿por qué entonces tratamos de ser engañados?”
Así, la Tradición Católica vino de Jesucristo, que es Dios, mientras que el Vaticano II (1962–1965) vino del deseo del hombre moderno de combinar la religión de Dios con la modernidad impía que surgió de la Revolución Francesa. En cuanto al Vaticano II, tanto el Cardenal Suenens a la izquierda como Monseñor Lefebvre a la derecha dijeron lo mismo, es decir, que éste fue la Revolución de 1789 dentro de la Iglesia: libertad religiosa para liberar a los hombres de toda la verdad del pasado, igualdad para derribar todo el orden de la cristiandad antigua, y fraternidad para crear el Nuevo Orden Mundial de la hermandad masónica del hombre sin Dios. Por supuesto que el Vaticano II ha fracasado, excepto en el propósito secreto de sus diseñadores judeomasónicos de destruir la Iglesia de Dios, y como Dios Todopoderoso, para limpiar Su Iglesia, todavía está dando poder a Sus antiguos enemigos para azotarla, entonces de ninguna manera están renunciando a su Concilio, sino que las autoridades de la Iglesia de hoy lo están poniendo en acción más que nunca.
Por lo tanto, si las mismas autoridades aprueban que un obispo electo provenga del interior de la una vez Tradicionalista FSSPX, sólo puede ser para ayudar a disolver cualquier resistencia que quede dentro de la FSSPX a su Neo-iglesia Masónica. Y si los tradicionalistas aprueban al obispo electo que agrada a la Iglesia Nueva, esto sólo puede deberse a que están perdiendo su fe católica bajo la abrumadora influencia de la apostasía mundial de hoy en día. “Caveant consules”, decían los Latinos. Que los que están al mando estén atentos.
Kyrie eleison.