Tarjeta De Isaías
A Jesucristo todo hombre en la tierra se debe volver,
De lo contrario, aquí o en el más allá, deberá arder.
De lo contrario, aquí o en el más allá, deberá arder.
Si el mismo Dios Todopoderoso enviara tarjetas de Navidad, ¿qué podría Él escribir en la Suya acerca de la próxima venida de Su propio Hijo por nacer en la tierra como un niño humano de Su humana Madre? De hecho, Dios escribió muchas cosas acerca del Mesías a través de los escritores a quienes inspiró directamente para componer los libros del Antiguo Testamento y, por supuesto, una de las citas mejor conocidas proviene del profeta Isaías, Capítulo IX. En el Capítulo precedente, Isaías ha estado profetizando la desolación y ruina que caerán sobre los judíos a causa de sus pecados. En el IX, él se vuelve hacia la gloria de la era Mesiánica: una gran luz iluminará Galilea – v.1,2 (provincia natal de Jesús). Luego la alegría vendrá, como la del tiempo de la cosecha o como la posterior a una victoria militar (v.3) después de la derrota de los Asirios así como después de la derrota de los Madianitas por Gedeón (v.4), y los efectos de la guerra desaparecerán (v.5). Isaías continúa con la “tarjeta de Navidad” (glorificada en la música de Händel, El Mesías ):
6: Porque un NIÑO NOS HA NACIDO, un Hijo nos ha sido dado, que lleva el imperio sobre sus hombros. Se llamará Maravilloso, Consejero, el Dios Poderoso, Padre de la eternidad, Príncipe de la Paz. 7: Se dilatará su imperio, y de la paz no habrá fin. Sentaráse sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y consolidarlo mediante el juicio y la justicia, desde ahora para siempre jamás, el celo de Yahvé de los ejércitos hará esto.
6: Así, la suprema razón para la alegría es la venida del Mesías: a nosotros, para redimirnos a todos nosotros nacerá un regio niño e hijo quien tomará el peso del mundo sobre su hombro (los Padres de la Iglesia consideran este peso el de la Cruz), y con una serie de epítetos Isaías dice quién será el niño:Maravilloso, Consejero, más que capacitado para aconsejar a todas las naciones sobre su verdadera felicidad y prosperidad hasta el fin del mundo. El Dios Poderoso – los eruditos Talmúdicos de la Escritura hacen lo mejor que pueden para evitar admitir que Isaías está diciendo que el Mesías será también Dios (como los Católicos lo saben, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad), pero el artículo definitivo en el Hebreo y el significado de la expresión “Dios Poderoso” en todos los otros lugares en el Antiguo Testamento firmemente indican que Isaías quiere significar exactamente eso. El Padre de la eternidad – el Mesías será un verdadero y tierno Padre para la era mesiánica por siempre jamás (cf. Mat.XI,28).
7: Se dilatará su imperio – la Iglesia Católica se extenderá sobre todo el mundo y no habrá fin para la paz porque la Iglesia del Mesías generará paz donde sea que Ella sea respetada, hasta el fin del mundo. Él será un descendiente regio de David a sentarse sobre el trono de David al cual se le prometió que duraría para siempre (II Rey. VII), como Nuestro Señor lo prometió a Su Iglesia (Mat. XVI, 18; XXVIII, 20). Pero este reinado será un reinado del Rey de Corazones (Juan XII,32), consolidado con juicio y con justicia, no un reinado de la Sota de Tréboles, establecido por la fuerza (Mat. XXVI,52; Juan XVIII,36). Todas estas maravillas provendrán del celo del Señor Dios, de su ardiente deseo de traer almas al Cielo para compartir con Él la eterna e ininterrumpida beatitud por siempre jamás.
Lo que hace difícil para nosotros para apreciar la gloriosa visión de Isaías acerca del futuro mesiánico, es que éste se ha vuelto un pasado masónico. La quinta época de la Iglesia del Mesías, la Época de la Apostasía, comenzó hace 500 años cuando Lutero rompió la Cristiandad, de manera que 200 años después, cuando todavía no era obvio para muchos hombres que los beneficios de la Cristiandad estaban siendo socavados, los judeo-masones pudieron empezar a persuadir a los hombres que la Cristiandad, o Cristo, ya no eran necesarios. Y, ni siquiera los horrores, otros 200 años más tarde, del Comunismo anti-Cristiano, desatados por la Revolución Rusa y propagados en todo el mundo, pudieron persuadir a los hombres que, desde la Encarnación en adelante, las únicas alternativas para cualquier civilización son Jesucristo y Su Iglesia Católica, o el Diablo. Pero es asì.
¡Feliz Navidad, lectores!
Kyrie eleison.