jueves, 27 de febrero de 2014

DOCUMENTO INÉDITO: CONFERENCIAS DE MONS. FELLAY EN LA REJA, 8-10-12.- PARTE 6



PARTE 6


Monseñor Fellay explica todas las “informaciones” recibidas de sus “amigos” que le decían que el Papa verdaderamente quería reconocer a la Fraternidad.

Señala que con la última respuesta enviada a Roma, las relaciones con ésta estaban terminadas, pero el 16-3-12 el Cardenal Levada le envía una carta en la cual lo amenaza diciendo que si no se adhiere al Preámbulo Doctrinal (de 14-9-11), se asumirá que rechaza la fidelidad al Papa, lo que implica una ruptura de la comunión y las consecuencias canónicas que de ello se derivan (declarar cismática a la FSSPX). En este punto, Monseñor Fellay todavía pudo haber realizado un acto heroico, al igual que Monseñor Lefebvre, prefiriendo ser tenido por cismático y excomulgado antes que ceder en la Fe.

Pero sucedió una cosa increíble: otra vez aparecen sus nuevos amigos de Roma, los cuales supuestamente le avisan, un día antes de recibir la carta del Cardenal Levada, que usted va a recibir una carta dura, pero que permanece “cool”. Dos días después un supuesto mensaje del Secretario del Papa que le dice: la única cosa que Monseñor Fellay debe hacer con esta carta, es ponerla en el archivo. Entonces le escribe una carta al Papa, saltándose a la CDF. Fue en esos días que los tres obispos le escriben a Monseñor Fellay una carta haciéndole saber su oposición al acuerdo. Monseñor Fellay y su consejo siguen adelante a pesar de la oposición de los tres obispos y de  muchos miembros de la Fraternidad.

Monseñor Fellay continúa su conferencia, señalando que acepta el concilio en más de un 90%:

“No tengo mucha libertad de acción, (…) pero la CDF pensaba que nosotros de hecho negamos, rechazamos todo desde el 62. Decimos que reconocemos al Papa, pero de hecho lo rechazamos, todo lo que hace, todo el concilio, todo, y hay bastantes palabras de nosotros en las cuales decimos que rechazamos el concilio, por ejemplo, o hablamos de la iglesia conciliar o posconciliar o modernista o… hay tantas palabras que pueden dar la impresión que para nosotros nada existe desde el 62. (…) 

Estamos condenados injustamente, pero en esta situación me vi obligado a restituir la verdad. De hecho, cuando decimos que reconocemos al papa, hay una verdad en esta palabra. Y cuando decimos que rechazamos el concilio, en verdad aceptamos en parte el concilio y rechazamos de otro modo el concilio. Hay que hacer precisiones aquí. Pero no de un modo cismático, nosotros no somos ni sedevacantistas y no tenemos un rechazo total a todo lo que pasa. Hacemos distinciones. Monseñor Lefebvre tuvo una distinción famosa sobre el concilio. Decía que todo lo que es tradicional en el concilio, lo aceptamos. Y de hecho ha firmado todos los textos menos dos. Hace más que un 90% del concilio lo que él ha firmado. Si es que realmente firmó los documentos, lo que no consta, la firma no significaba conformidad sino presencia, era una constancia de asistencia. 

Entonces decir que rechazamos sin distinción, no es justo, no es verdad. Hay cosas que aceptamos en el concilio. Pero decimos que hay un espíritu que vicia todo, si vicia todo, se debe rechazar todo pero hay partes que realmente se pueden entender de un modo católico. Como hay partes de un pastel envenenado que se puede comer, pero lo razonable y lo sano y lo prudente es lanzar el pastel completo a la basura. Monseñor decía que las partes que son dudosas las interpretamos de un modo católico y las partes que no son católicas, las rechazamos. Se toma de Mons. Lefebvre lo que conviene a la intención acuerdista, y lo que no conviene se calla.

Continúa Monseñor Fellay diciendo que lo que hace ahora no se puede decir que sea el equivalente a la propuesta previa de Roma. Se siente obligado ¿por qué? ¿Por quién? a tomar algo del texto presentado por Roma pero con otra formulación y que es una respuesta precisa a ese texto. Trata de desarmar la bomba cismática para lo cual el fin justificó los medios. Y si nos califican de cismáticos por se fieles a la verdad, bendito sea Dios. y es entonces que realiza la Declaración Doctrinal del 15 de abril. Aclara que algunos sacerdotes estuvieron descontentos con ese texto Leer la crítica de la Declaración Doctrinal del Padre de Jorna presentada en el Capítulo General de julio del 2012 aquí. Señala que utiliza palabras al límite de la ambigüedad. Mentira: usó un lenguaje ambigüo. Entonces lee la Declaración Doctrinal del 15 de abril.

Al leer el punto II: Nosotros declaramos aceptar las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia en materia de fe y de moral, dándole a cada afirmación doctrinal el grado de adhesión requerido, según la doctrina contenida en el n° 25 de la Constitución dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II. Omite leer la nota (1) de ese punto en donde acepta la nueva fórmula de la Profesión de fe y del Juramento de fidelidad para asumir un cargo ejercido a nombre de la Iglesia.

Y al explicar este punto dice que es completamente tradicional, que no tiene nada de peligroso. P. Calderón sobre el n° 25 de Lumen gentium en “La Lámpara bajo el Celemín”, pág. 146: ¿Podemos al menos rescatar este texto? No, por cierto, porque en el capítulo anterior este mismo documento ha subordinado el oficio jerárquico al sensus fidei lo que obliga a entender la doctrina del n. 25 de manera muy distinta a lo enseñado por el Vaticano I”Sacerdos: En la situación anormal actual de la Iglesia, donde los papas posconciliares ya no enseñan la sana doctrina,  este pricipio no puede aplicarse pues equivaldría a someterse al “magisterio conciliar y posconciliar” firmándole un “cheque en blanco”.