lunes, 26 de febrero de 2024

SIGUEN LAS BUENAS NOTICIAS DESDE RUSIA

 

La Iglesia Ortodoxa Rusa condena Fiducia Supplicans por apartarse de la moral cristiana

La semana pasada se celebró por videoconferencia una reunión plenaria de la Comisión sinodal Bíblica y Teológica de la Iglesia Ortodoxa Rusa, presidida por Hilarión Alfeyez, Metropolitano de Budapest y Hungría. En el orden del día figuraba, por deseo del Patriarca Kirill, el análisis de la declaración Fiducia Supplicas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. El texto vaticano es un golpe de muerte al ecumenismo entre católicos y ortodoxos

(InfoCatólica) Según informa el Patriarcado de Moscú, el punto principal del orden del día de la reunión fue la discusión del texto de la declaración «Fiducia supplicans», adoptada por la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Iglesia Católica Romana. La orden de analizar el documento fue dada a la Comisión Teológica Bíblica sinodal por Su Santidad el Patriarca Kirill de Moscú y de toda Rusia.

La reunión comenzó con el discurso inaugural del metropolitano Hilarion, en el que hizo una breve reseña de las direcciones actuales del trabajo de la comisión, y también informó sobre las tareas que debían resolverse en el marco del pleno.

Los participantes en el encuentro expresaron sus posiciones sobre el contenido teológico de la declaración «Fiducia supplicans», que por primera vez en la historia de la Iglesia católica propone formas de bendición de las «uniones entre personas del mismo sexo». Los miembros de la Comisión Teológica Bíblica sinodal fueron unánimes en que esta innovación reflejaba un marcado alejamiento de la enseñanza moral cristiana.

El Metropolita Alfeyev ya advirtió el pasado mes de diciembre que Fiducia Supplicans anula cualquier posibilidad de unión entre su Iglesia y Roma.

Los resultados del trabajo de la Comisión Teológica Bíblica sinodal sobre este tema se enviarán para su consideración a Su Santidad el Patriarca Kirill de Moscú y de toda Rusia.

La Comisión Teológica Bíblica Sinodal es el organismo teológico y doctrinal del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Creadael 28 de diciembre de 1993,  es sucesora de la Comisión del Santo Sínodo para la Unidad de los Cristianos (creada en 1979), que, a su vez, fue sucesora de la Comisión de la Iglesia Ortodoxa Rusa. sobre Relaciones Intercristianas (creada el 28 de agosto de 1960).

domingo, 25 de febrero de 2024

EL NOMBRE Y LA COSA por Mons. Tomás de Aquino




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 PAX

24 de febrero de 2024

Tradición, Fidedidad, Resistencia: ¿tres palabras, tres cosas? No, sólo una. ¿Cuál? Conservar el depósito de la fe. Ese es el papel de los obispos. Monseñor Lefebvre guardó y protegió ese depósito. Nosotros también queremos protegerlo del mejor modo posible. Esa es la Tradición.

El papel del obispo es conservar el depósito de la fe en su alma y en su entorno. Mons. Lefebvre negó ser el jefe de los tradicionalistas. Negó tener "seguidores". Era simplemente un obispo que resistía. No quería que nada demasiado humano se interpusiera en su testimonio y en su lucha. No quería que la Tradición se equiparara a una secta o a un movimiento de cualquier tipo. La Tradición es la Iglesia.

Nuestro Jefe es Nuestro Señor, y es a Él a quien seguimos. Además, si seguimos a Mons. Lefebvre, es porque las cabezas, los pontífices y los santos fueron hechos para ser seguidos porque siguen a Nuestro Señor.

Monseñor Lefebvre rechazaba el título de jefe, pero de hecho él era nuestro pastor. Las ovejas comprendieron claramente que era él quien iba a salvarlas del naufragio, que era preciso seguirlo, no como "seguidores" sino como católicos, para no perder sus almas.

En lo que a nosotros respecta, decimos: somos de la Tradición, somos de Mons. Lefebvre, somos de Nuestro Señor. No somos toda la Tradición, pero somos y queremos ser de la Tradición.

Los otros nombres expresan nuestra determinación de no perder el depósito de la fe, nuestra determinación de luchar por él, no con Mons. Fellay, sino con Mons. Lefebvre. Él luchó con fuerza y caridad. Eso es la Tradición. Ese es también nuestro verdadero nombre.

+ Tomás de Aquino O.S.B.


U.I.O.G.D.Fuente


lunes, 19 de febrero de 2024

AYUNO Y ABSTINENCIA DURANTE LA CUARESMA: LA SAJM HA ABANDONADO LA OBSERVANCIA CUARESMAL MODERNISTA

Velázquez, Cristo Crucificado, detalle. 


“La observancia de la Cuaresma es el lazo de nuestra milicia; por ella nos diferenciamos de los enemigos de la Cruz de Jesucristo; por ella esquivamos los azotes de la cólera divina; por ella, amparados con la ayuda celestial durante el día, nos fortalecemos contra los príncipes de las tinieblas. Si esta observancia se relaja, cede en desdoro de la gloria de de Dios, deshonra de la religión católica y peligro de las almas cristianas; y no hay duda que este descuido sea fuente de desgracias para los pueblos, desastres en los negocios públicos e infortunios para los individuos.” (Benedicto XIV, Breve Non Ambigimus, 30-05-1741).

PabloVI, mediante la Constitución Apostólica Pӕnitemini, de 17 de febrero de 1966, destruyó la observancia cuaresmal tradicional del ayuno y la abstinencia.

El año 2018, el Monseñor Faure, Superior general de la SAJM, dispuso que la congregación abandone para siempre la observancia cuaresmal modernista y adopte la observancia cuaresmal tradicional, conforme a lo que sobre ella prescribe el Código de Derecho Canónico de 1917:

Canon 1250. La ley de la abstinencia prohíbe comer carne y caldo de carne, pero no prohíbe comer huevos, lacticinios y cualesquiera condimentos, aunque sean de grasa de animales.

Canon 1251.  §1. La ley del ayuno prescribe que no se haga sino una sola comida al día; pero no prohíbe tomar algún alimento por la mañana y por la tarde, con tal que se observe, respecto de la cantidad y la calidad, la costumbre aprobada en cada lugar.
§2. Tampoco está prohibido mezclar carne y pescado en la misma comida; ni cambiar la colación de la noche con la comida del mediodía.

Canon 1252.  §1. La ley de sola la abstinencia se ha de observar todos los viernes del año.
§2. Obliga la ley de la abstinencia con ayuno el miércoles de Ceniza, los viernes y sábados de Cuaresma y los tres días de las Cuatro Témporas, las vigilias de Pentecostés, de la Inmaculada Concepción, de la fiesta de Todos los Santos y de la Natividad del Señor.
§3. La ley de solo el ayuno se ha de observar todos los restantes días de Cuaresma.
§4. Cesa la ley de la abstinencia, o de la abstinencia y del ayuno, o del ayuno solo, en los domingos o fiestas de precepto, exceptuadas las fiestas que caigan en Cuaresma, y no se anticipan las vigilias; cesa también dicha ley el Sábado Santo después de mediodía.

Canon 1254.  §1. Están obligados a guardar abstinencia cuantos hayan cumplido los siete años de edad.
§2. Obliga la ley del ayuno a todos desde que han cumplido veintiún años de edad hasta que hayan comenzado el sexagésimo.

DE UN SERMÓN DE MONS. LEFEBVRE:

Nuestro Señor nos dio el ejemplo durante Su vida, aquí en la tierra: orar y hacer penitencia. Nuestro Señor, siendo libre de la concupiscencia y el pecado, hizo penitencia y ofreció reparación por nuestros pecados, mostrándonos así que nuestra penitencia puede ser beneficiosa no sólo para nosotros mismos, sino también para otros. 
Orad y haced penitencia. Haced penitencia con el fin de orar mejor, con el fin de estar más cerca de Dios Todopoderoso. Eso es lo que todos los santos hicieron, y es lo que nos recuerdan todos los mensajes de la Santísima Virgen.
¿Osaríamos decir que esta necesidad es menos importante en nuestros días que lo que fue en tiempos pasados? Por el contrario, podemos y debemos afirmar que hoy, más que nunca, la oración y la penitencia son necesarias porque se ha hecho todo lo posible para disminuir y denigrar estos dos elementos fundamentales de la vida cristiana.
Nunca antes se había visto que el mundo buscase satisfacer, sin ningún límite, los desordenados instintos de la carne, incluso hasta el punto de asesinar a millones de inocentes niños no nacidos. 
En estos tiempos, cuando incluso los hombres de Iglesia se alinean con el espíritu del mundo, somos testigos de la desaparición de la oración y la penitencia, particularmente en su carácter de reparación de pecados y para obtener el perdón de las culpas. 
En el Concilio los obispos pidieron una disminución del ayuno y la abstinencia en tal manera que las prescripciones prácticamente han desaparecido. Debemos reconocer el hecho de que esta desaparición es consecuencia del espíritu ecumenista y protestante que niega la necesidad de nuestra participación para la aplicación de los méritos de Nuestro Señor para cada uno de nosotros en la remisión de nuestros pecados y la restauración de nuestra filiación divina, esto es, nuestro carácter de hijos adoptivos de Dios.
En el pasado los mandamientos de la Iglesia preveían:
  • Ayuno obligatorio todos los días de la Cuaresma (excepto los Domingos), los días de las Témporas y en muchas vigilias;
  • Abstinencia todos los Viernes del año, los Sábados de Cuaresma y, en numerosas diócesis, todos los Sábados del año.
Lo que quedó de esas prescripciones fue el ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, y la abstinencia para el Miércoles de Ceniza y los Viernes de Cuaresma.
Uno se sorprende ante los motivos de tan drástica disminución. 
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de santidad, pues serán saciados. La santidad se obtiene por medio de la Cruz, la penitencia y el sacrificio. Si verdaderamente buscamos la perfección, debemos seguir el Camino de la Cruz.
Escuchemos, durante este tiempo de Cuaresma, el llamado de Jesús y María, y comprometámonos a seguirlos en esta Cruzada de Oración y Penitencia.
Que nuestras oraciones, nuestras súplicas y nuestros sacrificios nos alcancen del Cielo la gracia para aquellos que están en lugares de responsabilidad en la Iglesia retornen a la verdadera y santa tradición, que es la única solución para revivir y florecer nuevamente las instituciones de la Iglesia.

domingo, 18 de febrero de 2024

Padre Murray: LA ORDENACIÓN DE DIACONISAS SERÍA UN "ACTO GRAVE DE HEREJÍA"

 

LEER ACÁ

Nota de NP: En su tesis de licenciatura en derecho canónico, aprobada con el máximo de votos en 1995 en la Universidad Pontificia Gregoriana, el sacerdote norteamericano novus ordo Gerald Murray sostuvo que la supuesta excomunión infligida a Mons. Lefebvre, Mons. de Castro Mayer y los cuatro Obispos consagrados en 1988 sin mandato pontificio, "desde el estricto punto de vista canónico, no es válida, al igual que la acusación conexa de cisma en sentido formal."

sábado, 17 de febrero de 2024

Davos y la OMS: hacia una dictadura sanitaria global (II y final) por Fernando del Pino Calvo-Sotelo


Fuente

16 de febrero de 2024.

En su 77ª Asamblea, que se celebrará dentro de tres meses, la OMS pretende modificar el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y aprobar un Tratado de Pandemias para crear una verdadera dictadura sanitaria que convertiría la pesadilla que nos han hecho vivir durante el covid en algo recurrente. Las negociaciones se están llevando a cabo con sigilo, para evitar que salgan a la luz pública, y con una prisa inusitada, para dejar todo bien atado antes de las elecciones norteamericanas de noviembre de 2024, no se vaya a producir un cambio de gobierno hostil al golpe de la OMS. Lo más grave es que se está hurtando del debate público algo que afectaría profundamente a nuestra vida cotidiana, a nuestra libertad, salud y economía. Naturalmente, tampoco quieren que se someta a votación: se trata de una decisión que se quiere tomar a espaldas de los afectados, sin que éstos se enteren y sin que puedan opinar. La amenaza es muy seria y está siendo ignorada, cómo no, por los medios de comunicación.

¿Qué es la OMS y qué pretende?

La OMS es una organización de financiación público-privada crecientemente controlada por intereses privados y ocultas agendas de poder que posee un historial muy cuestionable sazonado de sospechas de colusión con la industria farmacéutica. De modo revelador, las cuotas de los países miembros sólo cubren el 17% de su presupuesto mientras el 83% proviene de «donaciones voluntarias»[1], la mayor parte de las cuales son finalistas, esto es, destinadas por el donante a un fin concreto que él mismo elige. Por este orden, los cinco mayores donantes voluntarios son EEUU, Alemania, la Fundación Bill & Melinda Gates, GAVI (Alianza Global de Vacunas e Inmunización) y la Comisión Europea[2]. A su vez, GAVI, que adquiere vacunas a la industria farmacéutica para distribuirlas por todo el mundo, fue creada gracias a la Fundación Gates, su principal financiador[3].

El cambio que quiere realizar la OMS es de enorme calado. En efecto, el Reglamento Sanitario Internacional vigente se limita a sugerir recomendaciones no vinculantes. Pues bien, ahora se pretende que dichas recomendaciones se conviertan en normas vinculantes de obligado cumplimiento para los Estados miembros transfiriendo así el poder de decisión a la propia OMS (la «autoridad coordinadora») y concentrando el poder en una sola persona, el director de la OMS, que podría obligar a imponer confinamientos, la cuarentena y aislamiento de individuos, la exigencia de exámenes médicos obligatorios y vacunación obligatoria, el cierre de fronteras, la imposición de mascarillas o la vigilancia y seguimiento de individuos afectados[4].

El sistema de incentivos es perverso. Si el director de la OMS tiene la facultad de declarar arbitrariamente una pandemia y así obtener un poder enorme (y las empresas farmacéuticas un beneficio desorbitado), ¿cómo no esperar que declare pandemia tras pandemia para beneficio de sí mismo, de la propia OMS y de la industria farmacéutica?

La aprobación de las nuevas normas significaría repetir una y otra vez (pero de forma más draconiana) las dañinas medidas que fracasaron estrepitosamente durante el covid, pero que supusieron un rotundo éxito para las empresas farmacéuticas y para los yonquis del poder. En efecto, a éstos les sorprendió la facilidad con que se podía encerrar a los ciudadanos, obligarles a llevar inútiles mascarillas en lugares absurdos, inyectarles unas vacunas experimentales y que ellos mismos se las inyectaran a sus hijos y dejar que sus familiares murieran solos en los hospitales sin que nadie protestara. Descubrieron, en fin, que una población asustada abdica fácilmente de su libertad, de su dignidad y de su capacidad de razonar, y han decidido aprovechar la «oportunidad» (expresión utilizada por Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial). De aquellos polvos vienen estos lodos.

El proyecto de la OMS planea también la creación de una red de bio-vigilancia global, incentiva la aprobación rutinaria de vacunas de uso de emergencia (causa de la ineficacia y mortandad provocada por las “vacunas” covid), y prevé programas de vacunación masiva sin consentimiento informado, como durante el covid[5]. Más grave aún es que la OMS parece promover la investigación de ganancia de función, tecnología mediante la que los científicos juegan con fuego mutando virus que encuentran en animales para hacerlos contagiosos a los humanos y aumentar su patogenicidad. Éste es con toda probabilidad el origen del SARS-CoV-2.

Finalmente, la OMS propone eliminar la protección de los derechos humanos del artículo 3 del RSI. ¿Dónde quedan el derecho a la privacidad y a la libertad de movimientos, de expresión y de opinión[6]? Desaparecen, no en balde la OMS insiste en que los Estados se comprometan a combatir la «desinformación», es decir, a censurar toda voz contraria al relato oficial. Dado que la censura siempre es una violencia ejercida para silenciar la verdad, parece que la OMS prevé que actuará desde la mentira, y no quiere testigos.

Conviene recordar que la principal fuente de desinformación durante el covid fue precisamente el relato oficial propagado por el contubernio político-mediático-farmacéutico y la propia OMS. Por el contrario, quienes, basándonos en análisis estadísticos, en la mejor evidencia científica y en la lógica, alzamos la voz ante tanto abuso, tanta mentira y tanta manipulación, fuimos acusados de desinformar. ¿Quién defendía la verdad?

La OMS como fuente constante de desinformación

La OMS sabe mucho de desinformación. Primero se hizo eco de las mentiras del gobierno chino negando que el virus se transmitiera de persona a persona[7] y defendiendo un fantasioso origen natural zoonótico[8], premisa falsa de la que parte todo. Hoy existen pocas dudas de que el origen del covid fue un escape de laboratorio, como afirma el FBI[9] y una miríada de informes[10] y dictaba la lógica[11]. También se sabe que en los trabajos del Instituto de Virología de Wuhan estaban involucrados instituciones y científicos de EEUU, uno de los cuales fue elegido por la OMS como parte de la misión de «investigación» que envió a China como tapadera[12]. Dicho de otro modo, esto podría indicar que la OMS participó en el encubrimiento.

La OMS también contribuyó a propagar el principal bulo de la pandemia, esto es, la exageración deliberada de la mortalidad del covid para aterrorizar a la población y promover la sumisión y la posterior vacunación. Así, llegó a afirmar que la letalidad del virus (CFR) era el 3,4%[13] cuando en realidad la letalidad IFR (la verdaderamente relevante) era del 0,03% para menores de 60 años[14] (la centésima parte de lo que afirmaba la OMS) y del 0,07% para menores de 70.

Asimismo, la OMS pasó de afirmar que no existía evidencia científica que apoyara el uso de mascarillas[15] a recomendar su uso[16] sin más explicaciones, y, cómo no, publicitó las vacunas y terapias genéticas que enriquecieron a sus amigos de la industria farmacéutica tildándolas aún hoy de «seguras» a pesar de los abrumadores datos sobre su peligrosidad.  

La OMS fabrica pandemias donde no las hay

Para justificar la necesidad de estos cambios, la OMS, gran beneficiaria de la Cultura del Miedo, exagera el riesgo real de ocurrencia e impacto de las pandemias, pues contrariamente a lo que nos quieren hacer creer, las pandemias graves son una rareza en la Historia[17]. De hecho, la última fue la llamada gripe española de 1918, que se cebó en los jóvenes. Aunque es cierto que la mayoría no murió de gripe sino de la neumonía bacteriana subsiguiente en una época en la que aún no existían antibióticos[18], se estima que la pandemia de 1918 provocó la muerte de entre un 1,5% y un 2,5% de la población mundial en dos años, una tasa de mortalidad bruta hasta 27 veces superior a la del covid. La diferencia fundamental entre las dos pandemias, sin embargo, es que la primera fue espontánea y natural, mientras que la segunda, recuerden, fue un escape de un laboratorio biológico gubernamental.

La OMS posee un largo historial de falsas alarmas y de colusión con los intereses de la industria farmacéutica. Por ejemplo, en el 2005 declaró una pandemia de gripe aviar que nunca llegó a transmitirse entre seres humanos y sólo causó 74 muertos en todo el mundo en dos años. Ello no fue óbice para que, animados por la OMS, los gobiernos compraran millones de medicamentos a las grandes farmacéuticas, que caducaron apilados en almacenes.

En 2009 volvió a la carga y declaró una pandemia de gripe porcina. Un mes antes había modificado la definición de pandemia de modo que sólo existiera un requisito (contagiosidad) y no dos (contagiosidad y letalidad). Así, la OMS podría declarar una pandemia, aunque se tratara de una enfermedad leve y sin importancia. El mejor resumen del escándalo de la gripe porcina (o gripe A) lo hizo un conocido periodista español al hacerse eco de la denuncia ante el Consejo Europeo de un epidemiólogo que acusaba al lobby farmacéutico y a la propia OMS de crear una ola de histeria adrede. El periodista acertó al afirmar que el pánico que había recorrido el mundo «no había sido espontáneo sino planificado» (¿les suena?) y acusar a los gobiernos, «hábilmente pastoreados por los lobbies farmacéuticos», de comprar millones de inútiles vacunas por culpa «del negocio más repugnante: el negocio del miedo»[19]. Supongo que en aquel entonces los “negacionistas” eran los buenos.

Desde 2005, la OMS ha declarado seis pandemias o Public Health Emergencies of International Concern además del covid. ¿Recuerdan alguna? La última fue la viruela del mono (dos titulares y 177 muertos en todo el mundo en dos años). Esto supone una supuesta «pandemia» cada dos años y medio, y en todas ellas la OMS obtendría poderes casi absolutos.

La dictadura sanitaria y el globalismo

El mal se nutre de la incredulidad de aquellos que se resisten a creer en su existencia. De ello se aprovechan los yonquis del poder en su afán de dominación y muy particularmente el movimiento globalista, cuyo objetivo no es suplantar a las democracias occidentales sino superponerse a ellas. De este modo, las masas se contentan con una apariencia de democracia (distraídos por debates superfluos sobre asuntos secundarios) mientras lo verdaderamente relevante es decidido a puerta cerrada por una sedicente élite. Su campo experimental por antonomasia es la UE, en la que el electo Parlamento Europeo parlotea de forma inconsecuente mientras quien toma todas las decisiones es la Comisión no electa sometida a poderes fácticos que se mueven en la sombra.

Este movimiento globalista es como un golpe de Estado a cámara lenta que socava los Estados-nación y empodera organizaciones supranacionales de corte tecnocrático, más opacas y corruptibles y alejadas del foco de atención del público. En este sentido, la OMS es sólo un instrumento más: a la desproporcionada influencia de la Fundación Bill & Melinda Gates se une el oscuro influjo de los megalómanos de Davos, que tan fervientemente apoyan el (su) Tratado de Pandemias[20].

La OMS y el globalismo van de la mano. Por ejemplo, la OMS hace hincapié en la «desinformación» y el Foro Económico Mundial designa inmediatamente la «desinformación» como el mayor riesgo global de 2024[21] y la obediente presidenta de la obediente Comisión Europea se hace eco de ello[22]. Por cierto, en esta última reunión de Davos participó el director de la OMS con instrucciones de no mencionar el Tratado de Pandemias en su discurso[23].

La alianza entre la OMS y el globalismo es especialmente patente en el caso de la implantación de una identidad digital como herramienta de control de la población, una vieja obsesión de la Fundación Gates y del propio Foro Económico Mundial. En este sentido, en junio del 2023 la OMS se asoció con la Comisión Europea para implementar una identidad digital global a imitación del pasaporte sanitario[24] basado, no lo olviden, en la mentira de que las vacunas prevenían el contagio y la transmisión del covid (una falsedad desde un principio[25]). El Foro Económico Mundial de Davos va más allá, pues en un documento de 2022 fantasea con la idea de una identidad digital que sería utilizada para realizar compras, monitorizar la actividad online, mostrar el historial médico, abrir una cuenta bancaria, acceder a los servicios sanitarios o viajar[26], lo que facilitaría la hipotética creación de un sistema de crédito social como en China.

La OMS y el globalismo quieren implantar un poder dictatorial para sí mismos, un enriquecimiento ilícito para unos pocos y un control tiránico y claustrofóbico para el resto de nosotros. A pesar del sigilo con el que se está llevando a cabo este verdadero golpe de Estado, la alarma creciente en todo el mundo[27] y las discusiones entre ellos sobre cómo repartirse el botín están haciendo tambalear el proceso, como reconocía abiertamente ese títere, aspirante a dictador, que dirige la OMS[28]. Sin embargo, no podemos bajar la guardia. Nos encontramos ante una amenaza sin precedentes.

[1] Audited financial statements 2022 (A76/17) (who.int)
[2] Ibid.
[3] The Bill & Melinda Gates Foundation (gavi.org)
[4] WGIHR_Compilation-en.pdf (who.int)
[5] The Proposed Amendments to the International Health Regulations: An Analysis – Opinio Juris
[6] WGIHR_Compilation-en.pdf (who.int)
[7] World Health Organization (WHO) en X: «Preliminary investigations conducted by the Chinese authorities have found no clear evidence of human-to-human transmission of the novel #coronavirus (2019-nCoV) identified in #Wuhan, #China🇨🇳. https://t.co/Fnl5P877VG» / X (twitter.com)
[8] La OMS reafirma que el virus de la covid-19 se creó de forma natural (lavanguardia.com)
[9] FBI director says China trying to thwart Covid origin probe (nbcnews.com)
[10] help.senate.gov/imo/media/doc/report_an_analysis_of_the_origins_of_covid-19_102722.pdf
[11] Desde Wuhan, una epidemia de mentiras – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[12] How can Peter Daszak be part of WHO’s team investigating the original source of the outbreak?  | Daily Mail Online
[13] expert reaction to WHO Director-General’s comments that 3.4% of reported COVID-19 cases have died globally | Science Media Centre
[14] Age-stratified infection fatality rate of COVID-19 in the non-elderly population – PubMed (nih.gov)
[15] Face masks: WHO stands by recommendation to not wear them if you are not sick or not caring for someone who is sick | CNN
[16] When and how to use masks (who.int)
[17] WHO Pandemic Treaty Will Give it Power to Declare Pandemics, Lockdowns and Vaccine Mandates With Force of Law, Leading Experts Tell MPs – The Daily Sceptic
[18] Bacterial Pneumonia Caused Most Deaths in 1918 Influenza Pandemic, August 19, 2008 News Release – National Institutes of Health (NIH)
[19] Gabilondo Gripe A Negocio del Miedo. 7-1-10 (youtube.com)
[20] Pandemic Treaty: what is it and how will it save lives in future? | World Economic Forum (weforum.org)
[21] Global Risks 2024: Disinformation Tops Global Risks 2024 as Environmental Threats Intensify > Press releases | World Economic Forum (weforum.org)
[22] Special Address by the President: World Economic Forum (europa.eu)
[23] WHO Director-General’s remarks at the World Economic Forum – 17 January 2024
[24] The European Commission and WHO launch landmark digital health initiative to strengthen global health security
[25] Will covid-19 vaccines save lives? Current trials aren’t designed to tell us | The BMJ
[26] WEF_Advancing_towards_Digital_Agency_2022.pdf (weforum.org)
[27] The ‘Negotiating Text’ of the new WHO Treaty on Pandemic Preparedness and Response: An Initial Analysis and Underexamined Points of Concern – Opinio Juris
[28] Global pandemic agreement at risk of falling apart, WHO warns | World Health Organization | The Guardian

miércoles, 14 de febrero de 2024

DOS CARTAS, DOS DIRECCIONES por Mons. Dom Tomás de Aquino OSB



10 de febrero de 2024

Tres obispos escriben a su superior sobre el peligro de un acuerdo puramente práctico con Roma y apelaron a su fundador, Mons. Lefebvre: él tenía razón hace 25 años y sigue teniéndola hoy, decían.

A esta advertencia, el superior respondió que a los tres obispos les faltaba espíritu sobrenatural y sentido de la realidad. Una grave acusación que podría dirigirse contra el propio arzobispo Lefebvre, pero ¿es cierta, o es al revés: el obispo Fellay carece de estas dos cualidades? Esa es la cuestión: ¿quién carece de realismo y de espíritu sobrenatural? Monseñor Lefebvre no. Ni los tres obispos que siguieron el ejemplo de Mons. Lefebvre. Dijeron que la situación en ese momento (2012) no era sustancialmente diferente de la de 2006, cuando se decidió no hacer acuerdos prácticos sin un acuerdo doctrinal. Ellos alertaban sobre el peligro de ponerse en manos de los obispos conciliares y de la Roma modernista. ¿Falta de realismo? ¿Falta de espíritu sobrenatural? Querían preservar a la Fraternidad de las profundas divisiones que podrían producirse. ¿Falta de sentido de la realidad? ¿De espíritu sobrenatural? Llamaron la atención del superior general sobre el pensamiento modernista de Benedicto XVI. Los síntomas de una disminución en la confesión de fe se hicieron notar en la Fraternidad. ¿Irrealismo? ¿Falta de espíritu sobrenatural?

Mons. Lefebvre habló del SIDA espiritual de la Roma modernista. Monseñor Fellay no parece pensar de la misma manera ni tomar las mismas precauciones. Minimiza la gravedad de los errores del Concilio. Para él, la libertad religiosa se convierte en una libertad muy, muy restringida. Y el Concilio, algo sobre lo que muchos piensan que dijo lo que no dijo. ¿Quiénes son esos "muchos"? ¿Los tres obispos? Les acusa de tratar los errores del Concilio como si fueran superherejías. 

Si comparamos a Mons. Fellay con Mons. Lefebvre, la diferencia es clara. Lefebvre habló de apostasía de Roma. Fellay minimiza la situación y busca un peligroso acercamiento a la Roma modernista, con o sin acuerdo.

¿Cuáles han sido los frutos de la supuesta superioridad del arzobispo Fellay, es decir, que es más realista y sobrenatural que el arzobispo Williamson, el arzobispo Tissier y el arzobispo Galarreta? ¿Fueron los frutos dulces o amargos? Que cada cual juzgue por sí mismo.

Gran conmoción en la Fraternidad; cambio del principio que rige las relaciones con Roma (acuerdo práctico sólo con acuerdo doctrinal / acuerdo práctico sin acuerdo doctrinal); salida de sacerdotes que abandonaron la Fraternidad, entre ellos el P. Faure; expulsión del obispo más combativo de la Fraternidad (Mons. Williamson); expulsión de sacerdotes; perplejidad por parte de los sacerdotes que, aun permaneciendo en la Fraternidad, no aprobaban la nueva política iniciada por Mons. Fellay; desorientación entre los fieles; alejamiento de algunas comunidades amigas; reservas por parte de otras; aceptación de las medidas comprometedoras que tomó con respecto a la Fraternidad, llegando incluso a aceptar las nuevas medidas sobre los matrimonios, provocando la reacción y dimisión de siete decanos franceses y la reacción de tres comunidades amigas; etc. ¿Buenos frutos? No.

¿Qué podemos concluir? Hay dos orientaciones en la Tradición: la de Mons. Lefebvre y la de Mons. Fellay, al menos la de Mons. Fellay como Superior General. Como Mons. Fellay nunca se retractó, podemos suponer que sigue pensando así.

Seguimos la de Mons. Lefebvre y agradecemos que Mons. Williamson haya resistido a Mons. Fellay. Gracias a Mons. Williamson, la Resistencia puede continuar la lucha con la santa libertad de los hijos de Dios para defender la Tradición y transmitirla según el ejemplo que nos dio Mons. Lefebvre: "Tradidi quod et accepi". Transmití lo que recibí.

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lunes, 12 de febrero de 2024

Davos y la OMS: ¿una dictadura sanitaria global? (I) por Fernando del Pino Calvo-Sotelo


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Todos sufrimos con la pandemia y todos padecimos las dictatoriales medidas impuestas por el poder político, que exacerbaron el trauma. Hubo, sin embargo, diferencias de percepción sobre lo que ocurría.

Muchos creyeron el relato oficial y acataron ciegamente (incluso justificaron) cuantas normas improvisaran las autoridades, por absurdas que fueran. Esta conducta es comprensible: llevados de una ingenua confianza en el principio de autoridad o sucumbiendo ante la obscena campaña de terror mediática, resultaba muy difícil combatir la histeria colectiva, más aún sin el apoyo de un estamento médico que, con escasas y valientes excepciones, nos falló. En efecto, olvidando el primum non nocere del juramento hipocrático y, a veces, el más elemental sentido común, la mayoría del gremio médico se limitó a obedecer con corrección política y celo funcionarial los protocolos que eran dictados por oscuros intereses políticos y prosaicos intereses económicos, provenientes de los largos tentáculos de la industria farmacéutica. Las secuelas psicológicas han sido terribles: según una reciente encuesta británica, quienes siguieron más a rajatabla las restricciones tienen hoy una peor salud mental —con mayores índices de estrés, ansiedad y depresión— que los que se lo tomaron con el escepticismo que merecía tal cúmulo de ridiculeces [1].

Otros contemplamos aquellos acontecimientos con crecientes dosis de recelo e indignación ante los atropellos sin precedentes que sufríamos. Asimismo, tras el shock inicial fuimos comprendiendo que ni una sola de las medidas tomadas respondía a criterios científicos sino políticos, y que la práctica totalidad de lo que afirmaban los medios era sencillamente falso y no soportaba el escrutinio de los datos.

No obstante, mientras los ciudadanos vivíamos la misma pesadilla de una forma u otra, había dos grupos analizando la situación con frialdad. El primero era la industria farmacéutica, concentrada en los gigantescos beneficios a obtener con la tecnología ARNm, disponible desde hacía tiempo, pero que jamás había recibido la aprobación de los reguladores ni la aceptación del público, al tratarse de terapias genéticas[2]. Para lograr vencer las resistencias cambiaron su nombre a vacuna y aprovecharon la demanda de una población que había sido previamente aterrorizada por una campaña de terror bien dirigida, y así lograron la autorización para su uso de emergencia. Esto implicaba un proceso de aprobación facilón con ensayos clínicos insuficientes de resultados cuestionables[3], aunque existía un último obstáculo: el uso de emergencia requería que no existiera ningún tratamiento eficaz del covid. Quizá por ello, cualquier medicamento o tratamiento prometedor (y barato) fue torpedeado, como la vitamina D utilizada de forma preventiva[4] o en pacientes ya ingresados[5], o la hidroxicloroquina, que fue retirada el mercado a pesar de existir estudios que mostraban su eficacia y seguridad en tratamiento temprano[6], particularmente en combinación con azitromicina[7], reduciendo significativamente la mortalidad del covid[8].

El otro grupo que analizaba los acontecimientos con una distancia emocional psicopática estaba formado por los yonquis del poder globalista, para quienes la pandemia se convirtió en un experimento para medir las tragaderas de la población y su capacidad de sumisión. No debe sorprender, por tanto, que el presidente del Foro Económico Mundial de Davos calificara la pandemia de «oportunidad» para imponer su megalómano Great Reset[9].

Es en este contexto en el que debemos tomar nota de una seria amenaza que está siendo ignorada, cómo no, por los medios. Efectivamente, en su 77ª Asamblea, a celebrar en mayo de este año, la OMS pretende modificar el Reglamento Sanitario Internacional y aprobar un Tratado de Pandemias que supondría el advenimiento de una dictadura sanitaria mundial en caso de una nueva pandemia, real o inventada, convirtiendo la pesadilla distópica que nos hicieron vivir durante tres años en algo recurrente. No crean las cortinas de humo falsamente tranquilizadoras de la propia OMS, de los risiblemente llamados fact-checkers o de la clase política europea: mienten como hicieron durante el covid. La amenaza es real.

Dado que el Tratado de Pandemias canoniza las tres grandes medidas tomadas durante el covid como pilares de la respuesta a futuras emergencias epidémicas, lo primero es comprender que todas ellas supusieron un fracaso colosal y sin paliativos, una completa farsa, de principio a fin. Veamos qué dice “la ciencia” sobre la eficacia del confinamiento, de las mascarillas y de las vacunas y terapias genéticas.

Confinamientos ilegales e ineficaces

Encerrar a la población copiando a la dictadura china no sólo fue un abuso de autoridad ilegal, sino una medida socialmente devastadora y epidemiológicamente estéril. Recuerden el engaño: «un par de semanas para aplanar la curva» acabaron siendo tres meses de arresto domiciliario y más de un año adicional de distintas restricciones a la libertad de movimientos dentro de nuestras propias ciudades, con toques de queda, limitación de horarios y número de comensales y un rosario de ocurrencias a cada cual más disparatada.

Los confinamientos arruinaron económica y mentalmente a millones de personas. Así, un reciente estudio basado en 600 publicaciones constata que «los daños colaterales de la respuesta a la pandemia fueron de gran alcance y dejarán tras de sí un legado de perjuicios para cientos de millones de personas en los próximos años», concluyendo que «muchas de las predicciones originales [de quienes criticamos dichas medidas] se ven ampliamente corroboradas por los datos»[10].

También fueron epidemiológicamente inútiles, pues no redujeron la mortalidad del covid. En España, por ejemplo, había 288 muertos por covid antes del confinamiento y cerca de 30.000 tras el mismo, noventa días después. Por lo tanto, cuando Sánchez afirmó que los confinamientos (o sea, él) habían salvado centenares de miles de vidas —sin que un solo medio de comunicación ni político opositor cuestionara tal dato— era todo pura invención.

De hecho, un metaanálisis del Instituto Johns Hopkins de Economía Aplicada y Salud Global basado en más de 1.000 estudios afirma que «los confinamientos no redujeron la mortalidad de modo significativo ni son, por tanto, una manera eficaz de reducir la mortalidad durante una pandemia (…)»[11], calificando sus efectos colaterales de «devastadores» y concluyendo que «deberían ser rechazados como instrumento de control de una pandemia»[12]. Esta conclusión está en línea con lo que afirmaba la propia OMS en el 2006: «La experiencia de la pandemia de gripe de 1918 (la “gripe española”) indica que las medidas de distanciamiento social no detuvieron la transmisión del virus»[13].

Mascarillas inútiles impuestas por inútiles

Del mismo modo, tres años de grotescas imposiciones de mascarillas no impidieron que el virus circulara libremente, mientras que donde no fueron obligatorias, como en Suecia, el exceso de mortalidad fue inferior a la media. La eliminación de las mascarillas tampoco provocó un aumento de casos. En marzo del 2021 —dos años antes que España— Texas (29 millones de habitantes) declaró la vuelta a la normalidad, eliminó las mascarillas y todo tipo de restricciones; abrieron negocios, colegios y universidades y se prohibió el pasaporte sanitario. Sólo el 7% de la población estaba vacunada. ¿Qué ocurrió? Nada.

Ya en octubre de 2020, el Dr. Ladapo, profesor de Medicina de la UCLA y hoy responsable de Sanidad de Florida (22 millones de habitantes), advertía en el Wall Street Journal de la farsa de las mascarillas: «Las mascarillas son una distracción: el virus se propaga inevitablemente»[14]. El tiempo le daría la razón.

La evidencia científica sobre su utilidad siempre brilló por su ausencia. Un estudio Cochrane (máxima fiabilidad estadística) había concluido a principios de 2020 que «llevar una mascarilla quirúrgica supone poca o ninguna diferencia (…) en comparación con no llevarla»[15], y una revisión de 2023 seguía sin encontrar «ninguna reducción clara de la infección vírica respiratoria con el uso de mascarillas quirúrgicas (…) o las N95/P2»[16]. Incluso la OMS afirmaba al principio de la epidemia que «no hay evidencia sobre la eficacia de las mascarillas en personas no enfermas, y las mascarillas de tela no están recomendadas en ninguna circunstancia».

Ensayos controlados aleatorios posteriores tampoco encontraron evidencia de su eficacia[17], como tampoco se encontró prueba alguna «de que la obligatoriedad de mascarillas del personal sanitario repercutiera en la tasa de infección hospitalaria»[18]. A pesar de ello, nuestra clase política ha seguido tomándonos el pelo al reinstaurar la mascarilla en hospitales para combatir la gripe estacional.

Especialmente sangrante fue el maltrato sufrido por los escolares cuando «los datos científicos no apoyaban el enmascaramiento de los niños para la protección contra el covid»[19], según un estudio reciente. Otro, realizado en Cataluña (ambos publicados en el British Medical Journal), tampoco encontró «diferencias significativas en la transmisión del SARS-CoV-2 debido al mandato de portar mascarillas en las escuelas»[20].  

Vacunas innecesarias, ineficaces y peligrosas

Se sorprendía ese gran médico y sabio español del s. XX que fue Gregorio Marañón de «la fuerza que tienen los medicamentos en la credulidad de los hombres», y añadía: «antes sabíamos cuál era el remedio sancionado por un principio científico y empírico y cuál la droga inventada por los farsantes. Ahora los procesos terapéuticos más inadmisibles aparecen envueltos en el ropaje de la ciencia con la garantía de profesores y con la firma de laboratorios concienzudos»[21]. En este sentido, el programa de vacunación universal covid con productos que probablemente hayan sido los más mortíferos en la historia de la Medicina ha constituido el mayor escándalo de salud pública de la Historia.

Su implementación se basó en la exageración interesada de la mortalidad del covid, en la presión social, en la negación del poder de la inmunidad natural tras pasar la enfermedad y en el bombardeo de historias de terror, que hizo creer a la población que la enfermedad era mucho más peligrosa de lo que en realidad era.

Sin embargo, desde el mismo 2020 se disponía de tablas de letalidad bastante certeras que centraban la peligrosidad del virus en ancianos[22] y personas con cuatro comorbilidades muy concretas. Esto no fue óbice para que Bill Gates afirmara con enorme cinismo, en 2022, que «al principio no entendíamos que el covid tenía una letalidad bastante baja y que sobre todo afectaba a los ancianos, de modo similar a la gripe»[23]. Al engaño sobre la peligrosidad real del virus hay que añadir otro: nos dijeron que las “vacunas” evitaban el contagio y la transmisión y que detendrían la epidemia si alcanzábamos «inmunidad de rebaño» vacunal. No era cierto.

La realidad era que el covid tenía menor gravedad que la gripe en niños y era estadísticamente leve en jóvenes y adultos sanos hasta cierta edad, que la inmunidad natural otorgaba una protección muy superior a la vacunal y que las “vacunas” no impedían el contagio ni la transmisión. Respecto a su escasa efectividad (en ocasiones, negativa), en el primer trimestre del 2022 el 81% de los hospitalizados por covid en España y el 84% de los fallecidos eran personas perfectamente vacunadas, según datos oficiales del Ministerio de Sanidad[24], datos congruentes con los de otros países y con docenas de estudios publicados.

Desde el punto de vista del paciente, las experimentales vacunas y terapias genéticas contra el covid no cumplían ninguno de los requisitos exigidos para toda vacuna: no eran necesarias (para la inmensa mayoría de la población) ni eficaces ni seguras. Sin embargo, desde el punto de vista de las empresas farmacéuticas cumplían el único requisito importante: el del beneficio. Acabarían convirtiéndose en el medicamento más lucrativo de la Historia.

Sus efectos adversos han sido silenciados por la omertá del contubernio político-mediático-farmacéutico, pero están bien documentados[25]. A la muerte súbita de niños, jóvenes y adultos sanos (con un inexplicado exceso de mortalidad estadísticamente significativo), hay que sumar graves efectos isquémicos y cardiovasculares, como ictus, trombosis, embolia pulmonar, miocarditis y pericarditis, fibrilación atrial, angina de pecho y arritmias[26], efectos oculares, dermatológicos, inmunitarios y neurológicos, como mielitis transversa aguda, herpes zoster, desórdenes menstruales[27] y una reducción de fertilidad masculina[28]. Algunos estudios han identificado el mecanismo que explicaría la potencial relación causal directa entre las vacunas ARNm y enfermedades neurodegenerativas, miocarditis, trombocitopenia, parálisis de Bell, enfermedad hepática, alteración de la inmunidad adaptativa, daños en el ADN y cáncer[29], llegando un oncólogo a denominar las dosis de refuerzo «bombas de relojería tumorales»[30].

Nada funcionó salvo la dictadura, y ahora quieren perpetuarla

Durante el covid nos robaron nuestra libertad, nos mintieron constantemente[31] y tomaron medidas tan dañinas como inútiles. Pues bien, lejos de entonar un mea culpa, la OMS y sus poderes fácticos, con el apoyo del Foro Económico Mundial de Davos[32], quiere aprobar un Tratado de Pandemias que les permita repetir el experimento de forma recurrente. Las negociaciones se están llevando con sigilo manteniendo un silencio de radio para que la población se entere sólo del hecho consumado. En la segunda parte de este artículo explicaremos cómo pretenden instaurar una dictadura sanitaria global que debemos impedir a toda costa.

[1] People who stuck by UK Covid rules have worst mental health, says survey | Coronavirus | The Guardian
[2] mRNA: Vaccine or Gene Therapy? The Safety Regulatory Issues – PMC (nih.gov)
[3] Peter Doshi: Pfizer and Moderna’s “95% effective” vaccines—we need more details and the raw data – The BMJ
[4] Real world evidence of calcifediol or vitamin D prescription and mortality rate of COVID-19 in a retrospective cohort of hospitalized Andalusian patients | Scientific Reports (nature.com)
[5] “Effect of calcifediol treatment and best available therapy versus best available therapy on intensive care unit admission and mortality among patients hospitalized for COVID-19: A pilot randomized clinical study” – PMC (nih.gov)
[6] Hydroxychloroquine is effective, and consistently so when provided early, for COVID-19: a systematic review – ScienceDirect
[7] Outcomes after early treatment with hydroxychloroquine and azithromycin: An analysis of a database of 30,423 COVID-19 patients – ScienceDirect
[8] Efficacy and safety of in-hospital treatment of Covid-19 infection with low-dose hydroxychloroquine and azithromycin in hospitalized patients: A retrospective controlled cohort study – ScienceDirect
[9] Now is the time for a ‘great reset’ of capitalism | World Economic Forum (weforum.org)
[10] How Did the COVID Pandemic Response Harm Society? A Global Evaluation and State of Knowledge Review (2020-21) by Kevin Bardosh :: SSRN
[11] A-Literature-Review-and-Meta-Analysis-of-the-Effects-of-Lockdowns-on-COVID-19-Mortality.pdf (jhu.edu)
[12] Ibid.
[13] Ibid.
[14] Masks Are a Distraction From the Pandemic Reality – WSJ
[15] Physical interventions to interrupt or reduce the spread of respiratory viruses – Jefferson, T – 2020 | Cochrane Library
[16] Intervenciones físicas para interrumpir o reducir la propagación de los virus respiratorios – Jefferson, T – 2023 | Cochrane Library
[17] Effectiveness of Adding a Mask Recommendation to Other Public Health Measures to Prevent SARS-CoV-2 Infection in Danish Mask Wearers: A Randomized Controlled Trial: Annals of Internal Medicine: Vol 174, No 3 (acpjournals.org)
[18] Requirement to wear masks in hospitals may have had little impact on COVID-19 transmission during omicron wave (medicalxpress.com)
[19] Child mask mandates for COVID-19: a systematic review | Archives of Disease in Childhood (bmj.com)
[20] Unravelling the role of the mandatory use of face covering masks for the control of SARS-CoV-2 in schools: a quasi-experimental study nested in a population-based cohort in Catalonia (Spain) | Archives of Disease in Childhood (bmj.com)
[21] Dr. Gregorio Marañón, de Longinos Solana, Ed. Monte Carmelo, p. 135.
[22] Bulletin of the World Health Organization (nih.gov)
[23] Martin Kulldorff en X: «After pushing covid lockdowns, @BillGates admits that he and his foundation experts «didn’t understand that it’s a fairly low fatality rate and that it’s a disease mainly of the elderly»; basic facts known in early 2020. He should stay away from public health.» / X (twitter.com)
[24] Actualizacion_585_COVID-19.pdf (sanidad.gob.es)
[25] La ley del silencio (II) – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[26] Ibid.
[27] Menstrual changes after covid-19 vaccination | The BMJ
[28] Covid‐19 vaccination BNT162b2 temporarily impairs semen concentration and total motile count among semen donors – Gat – 2022 – Andrology – Wiley Online Library
[29] Innate immune suppression by SARS-CoV-2 mRNA vaccinations: The role of G-quadruplexes, exosomes, and MicroRNAs – ScienceDirect
[30] The covid booster cancer time bomb – The Conservative Woman
[31] Desde Wuhan, una epidemia de mentiras – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[32] Pandemic Treaty: what is it and how will it save lives in future? | World Economic Forum (weforum.org)