El espíritu liberal se combate con el Rosario
«¿Sabes, querido Domingo, de qué arma se ha servido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?». «Señora, Tú lo sabes mejor que yo –respondió él–, porque, después de Jesucristo, Tú fuiste el principal instrumento de nuestra salvación». «Pues la principal pieza de combate ha sido el salterio angélico, que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos, predica mi Salterio».