Cuando Mons. Fellay, para animarnos a aceptar el acuerdo con Roma, nos hablaba con un optimismo tan acentuado como su sonrisa, de "los brotes primaverales" en la Iglesia, el P. Bouchacourt, exultante, coreaba la misma idea bajo la poética figura del canto del cisne. Ahora que Mons. Fellay publica un texto contra las canonizaciones del 27 de abril, cuyo redactor se desconoce, pero que es correcto en general; el P. Bouchacourt se encarga de hacer resonar las mismas ideas del "líder de los tradicionalistas" en esta región del mundo, por medio del editorial de la última revista Iesus Christus.
Citando a Congar, se dice de Juan XXIII, en el editorial, que era el tipo de hombre que "en modo alguno sabe decir no." Pues bien, nos apena constatar, una vez más, que el P. Bouchacourt es un "yesman" del Superior General, el tipo de hombre que "sólo sabe decir sí" a la autoridad.
Pero... hay algo más: ¿No fue el P. Bouchacourt el que hace unos meses, en el diario más leído de Argentina, negó el deicidio cometido por el pueblo judío sin jamás haberse retractado ni dado una explicación pública por ese tremendo escándalo? ¿Cómo es que ahora dice esto?: "Recordemos también los repetidos pedidos de perdón que el Papa Juan Pablo II formuló ante los judíos" (...) P. Bouchacourt: si la acusación de deicidio de la Iglesia en contra del pueblo judío resultó ser falsa, ¿por qué no sería lícito a Juan Pablo II pedir perdón a los judíos?
"Non possumus" se titula el último editorial del P. Bouchacourt, pero nos tememos que si Mons. Fellay hubiera aceptado de alguna manera las supuestas canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II, el título el editorial habría sido un poco más corto: "Possumus".
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