(Palabras de Mons. Lefebvre posteriores al retiro de su firma del "Protocolo de Acuerdo" de 1988).
"No debemos hacernos ilusiones. Los principios que dirigen ahora a la iglesia conciliar son cada vez más abiertamente contrarios a la doctrina católica. Todas las ideas falsas del Concilio continúan desenvolviéndose, se reafirman cada vez con más claridad. Se ocultan cada vez menos. Es, pues, absolutamente inconcebible que se pueda colaborar con semejante jerarquía" (Fideliter, enero de 1991).
En consecuencia, el eventual "reconocimiento" de Roma a la FSSPX, aunque se diga que es a cambio de nada, debe ser rechazado.