¿Quiénes somos?
FUNDACIÓN
El Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote fue fundado
el 1 de Septiembre de 1990, con las pertinentes autorizaciones canónicas,
ubicándose la casa generalicia y el seminario en la localidad de Gricigliano
(Florencia – Italia), siendo sus patronos principales Cristo Rey y la
Inmaculada Concepción, y patronos secundarios San Francisco de Sales, Santo
Tomás de Aquino y San Benito.
El 7 octubre 2008,
casi 20 años después sa fundación, el Instituto es elevado como Sociedad
de vida apostólica de Derecho Pontificio por el decreto "Saeculorum
Rex".
NUESTRO FUNDADOR
Mons. Gilles Wach y Don Felipe Mora son los fundadores
del Instituto. Actualmente Mons. Wach es el Prior General y Don Mora es el
Superior del Seminario San Felipe Neri. Ambos fueron ordenados sacerdotes por
San Juan Pablo II, en la Basílica de San Pedro, el 24 de junio de 1979. Los
primeros años de ministerio vivieron en Roma, estudiando licenciaturas y
doctorados en Teología. Mons. Wach elaboró su tesis doctoral sobre San
Francisco de Sales, el Doctor del Amor, según la expresión del Beato Papa Pío
IX. En estos años, profundizaron en el amor a la Iglesia Católica Apostólica y
Romana y en la fidelidad al Magisterio perenne de la Iglesia de Cristo y al
Sucesor de San Pedro. Mons. Wach trabajó algunos años en la Curia Romana, lo
que le ayudará a tener una visión más universal de la Santa Madre Iglesia.
Posteriormente, siguiendo una vocación misionera que
impregnará toda la vida del Instituto, se trasladaron a Gabón, en Africa, donde
Mons. Wach fue, durante cinco años, Vicario General de la Diócesis de Mouila
colaborando en tal responsabilidad con dos obispos sucesivamente: Mons.
Chirriado Obamba (+ 4-7-1996) y Mons. Basilio Mvé, actual Arzobispo de
Libreville y Presidente de la Conferencia Episcopal de Gabón, que siempre
apoyaron al Instituto, sobre todo en sus inicios. El resto de sus vidas se
desarrolla de forma paralela a la
historia del Instituto.
NUESTRO CARISMA
Es una sociedad
de vida apostólica de derecho pontificio de tipo canonial, dedicada
especialmente a la Liturgia. Su fin es la gloria de Dios y la santificación de
los sacerdotes al servicio de la Iglesia y de las almas. Su finalidad
específica o carisma es misionera: la difusión y defensa del Reino de Nuestro Señor Jesucristo en
todas las esferas de la vida humana.
El Instituto está dedicado a Cristo Rey Sumo Sacerdote
y se ha consagrado con devoción y confianza a su patrona principal, la
Inmaculada Concepción, consagración que se renueva cada día.
Reconociendo la importancia de una profunda armonía
entre la fe, la liturgia y la vida, y la fuerza de la belleza para conducirnos
de lo visible a lo invisible, una parte integrante del carisma del Instituto es
el uso de la forma extraordinaria del Rito Latino según el motu proprio
Summorum Pontificum.
El gran esmero para realizar una liturgia solemne, la
completa fidelidad a la doctrina de la Iglesia y al Santo Padre, y la
conciencia de la primacía de la gracia y de la caridad: estos son elementos
esenciales de la espiritualidad del Instituto, extraída de sus tres copatronos:
San Benito, Santo Tomás de Aquino, y San Francisco de Sales.
Nuestro lema, tomado de San Pablo, es "Veritatem
facientes in caritate", "practicando la verdad en la caridad",
une la defensa de la verdad con la caridad, a ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo
y los Santos, especialmente San Francisco de Sales y Santo Tomás de Aquino.
El culto litúrgico y su solemnidad según la forma
extraordinaria del Rito Romano, forma promovida y fomentada por Benedicto XVI, que quiso abrir los tesoros de
la tradición litúrgica a los fieles.
Los canónigos del Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote
responden a la llamada de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y del Papa Francisco
a la obra de la Nueva Evangelización: "meditarán con frecuencia estas
palabras de Nuestro Señor Jesucristo: "Id por todo el mundo, y enseñad a
todos los pueblos, bautizándolos en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo". (Mt. 28,19) Todos los miembros del Instituto tienen
vocación misionera hacia todos los pueblos, las razas y las naciones."
(Evangelii Nuntiandi 6) (Constitución nº58)
"Siendo seculares sin votos y llevando una vida
canonial en común, los canónigos del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote y
todos los otros miembros quieren vivir las virtudes de la obediencia, castidad
y pobreza para conseguir la perfección de su estado. Esta perfección será
sostenida por la mayor de las virtudes: la Caridad. Meditarán frecuentemente el
lema del Instituto: “Veritatem facientes in Caritate”, representado por la
infancia de Nuestro Señor." (Constitución nº62)
El Santo Padre nos lo recordaba: “La caridad es
simple: ¡adorar a Dios y servir a los demás! Y este testimonio– afirmó el Papa
- hace crecer a la Iglesia”. He aquí el por qué una monja “tan humilde, pero
tan confiada en Dios”, como Santa Teresa del Niño Jesús, “fue declarada Patrona
de las Misiones, porque su ejemplo” hace “que la gente diga ‘¡Queremos venir
con vosotros!’” (Homilía del Papa Francisco, 1 de octubre de 2013.)