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Carta abierta al Padre Pfluger :
He aquí un artículo que podría ser firmado por
todos nuestros cofrades de la Fraternidad…
Padre:
Muchas
gracias por su entrevista con Kirchliche Umschau (DICI - octubre 2012). Gracias
por decirnos, por internet, a nosotros sacerdotes y a los fieles, los proyectos
futuros y los principios directores de Menzingen. Sin embargo, algunos puntos
exigirían mayor iluminación, sobre algunas cuestiones que interesan a los sacerdotes y los fieles.
1) Usted dice que « los esfuerzos »
para « un reconocimiento canónico de la Fraternidad por el Vaticano no han
fracasado” pero que un “acuerdo a corto plazo es improbable”.
-¿Esto quiere decir que un
acuerdo a corto plazo es posible porque hay que creer en los milagros?
2) Usted dice que »La
Curia y nosotros creemos que una unión no tiene sentido más que si hay una
comprensión común de la fe”, “Hemos regresado al punto de partida”.
-¿Eso quiere decir que Monseñor Muller y Menzingen son de la misma opinión? ¿Y que hemos vuelto a
empezar una nueva ronda de “esto es asombroso”, que será “un gran problema”, “una
gran cuestión”: “una proposición de acuerdo aun cuando estemos en desacuerdo”?
3) Usted dice que « un
reconocimiento oficial de la Fraternidad sería en efecto la señal de que la
época del Concilio Vaticano II ha terminado en la historia de la Iglesia y que
se abre un nuevo capítulo”
-¿No se puede decir también, dadas las
circunstancias, que un « reconocimiento oficial de la Fraternidad sería la
señal de que” se ha liquidado a la Tradición? ¿Qué el “nuevo Capítulo que se
abre” es el de un semi-modernismo, sometido siempre a la herejía de la libertad
religiosa de Dignitatis Humanae, pero con un barniz tradicional y una liturgia expurgada
de los abusos más patentes?
4) Usted dice que : « Estoy
convencido de que este proceso (de autodestrucción) va, por una parte a traer
una cierta lucidez a los obispos y que, por otra parte, va a mantener en su
emplazamiento a los conservadores, es decir, aquellos que quieren simplemente
creer de manera católica y permanecer
católicos. Con ellos, no tenemos necesidad de discutir mucho, la unidad será
rápidamente encontrada”.
-¿Esto quiere decir que para usted un « conservador »
de la Iglesia conciliar, que defiende el principio de la libertad religiosa, y el
obispo con el que haya que entenderse, ya no son semi-modernistas que hay que
combatir?
5) Usted dice que « la
senda liberal es la que despierta la mayor simpatía. Pero la Iglesia no vive de
simpatía o aplausos. Vive de los hombres que creen y que están dispuestos a
renunciar a la vida civil para convertirse en sacerdotes, monjes o monjas.
-La política de Menzingen de adhesión a la Roma
oficial a encontrado muchas “simpatías y aplausos” por parte de los liberales. ¿No
es un signo inquietante? ¿La FSSPX sobrevivirá gracias a los sacerdotes y
fieles que son intransigentes y prestos a “renunciar” a las ventajas de la vida
civil propuestas por el mundo conciliar o gracias a los liberales atraídos por las sirenas engañosas del mundo?
6) Usted dice que no es « sedevacantista »,
que « nosotros no rechazamos en ningún caso la asistencia del Espíritu
Santo al papa y los obispos”.
-¿Eso quiere decir que usted encuentra legítimo y
católico el culto rendido universalmente por “el papa y los obispos”, en la
Iglesia conciliar, hacia el “bienaventurado” Juan Pablo II, el que, en la “selva
sagrada” de Togo, inclinándose delante de “una calabaza seca llena de agua y de
harina de maíz” a “orado por vez primera con los animistas” que invocaban los “Poderes
del agua”?
7)
Usted dijo que “en el Credo no encontramos el artículo: Yo creo en el concilio
Vaticano II…”!
-Pero tampoco encontramos la condenación del error
XVI denunciado por el syllabus : « Los hombres pueden encontrar el
camino de la salvación eterna en el culto de cualquier religión”.
8) Usted dice que « hemos
criticado el Concilio, mientras era celebrado por todas partes, y cuando la
Iglesia estaba viva y creyente todavía mucho más que hoy. ¿Por qué dejaríamos
de criticarlo ahora, cuando nuestras advertencias y nuestras críticas se
verifican visiblemente para todo el mundo? La Iglesia se destruye, y no se
cambiará ésta realidad simplemente prohibiendo hablar”.
-En ese caso, ¿no debemos también criticar al
principal responsable actual de esta desgracia: el Papa Benedicto XVI que en su
carta del 30 de junio de 2012 exige de los católicos una “aceptación del
Concilio Vaticano II (esta brújula de la Iglesia para el siglo XXI) como parte
integrante de la Tradición” y la “legalidad del Novus Ordo Missae”?
9) Usted dice que « el
papa y Roma son realidades que pertenecen a la fe ».
-¿Pero un papa que favorece la herejía de la
libertad religiosa y la nocividad de la liturgia bastarda, resumiendo, un papa
que retuerce la lex credendi y la lex orandi, pertenece todavía a la fe?
10) Usted dijo que « no
solamente el estado de la Iglesia posconciliar es imperfecto, el nuestro también
lo es”.
-En la medida en que nuestra situación canónica “imperfecta”
dependa de la situación doctrinal inaceptable de la Iglesia posconciliar, ¿no
es una deshonestidad intelectual el equiparar las dos imperfecciones siendo que
una engendra a la otra y que no son, de todas maneras, del mismo orden? “Por lo
tanto es imposible a todo católico consciente y fiel el adoptar esta reforma y
de someterse a ella de la manera que sea”. ¿Esta consigna ya no es de
actualidad?
11) Usted dijo que « miembros
de nuestra comunidad rechazan las discusiones con Roma » y que ellos « son
poco numerosos »
-No quisiera decir mejor que los miembros rechazan,
no las discusiones con Roma, sino un acuerdo práctico sin una conversión de
Roma y un acuerdo doctrinal previos? ¿Está usted entre estos últimos que son “muy
poco numerosos? ¿Es que el Padre Nély en América del Sur y usted mismo en
Francia no han tenido el testimonio directo de una fuerte oposición que parece
haber aumentado más que disminuido? Cuando usted dice “muy poco numerosos”
¿Cree estar diciendo la verdad o toma usted sus deseos por la realidad?
12) Usted dice que oponer « la
fe al derecho » y actuar « como si la unión con el papa, su primacía
no fueran mas que una cuestión de derecho secundaria” son “confusiones
teológicas” debidas a la “larga duración de la separación” y que esto es “un
gran peligro” y “finalmente una visión protestante de la Iglesia”. En
consecuencia tendríamos la obligación de superar nuestro estado canónico
anormal”
-Según usted, ¿Monseñor Lefebvre tenía « una
visión protestante de la Iglesia” al decir lo que sigue?:
“Por principio, lo que nos
interesa es el mantener la fe católica. Ese es nuestro combate. Entonces la
cuestión canónica, puramente exterior, pública en la Iglesia, es secundaria. Lo
que es importante es permanecer en la Iglesia… en la Iglesia, es decir en la fe
católica de siempre y en el verdadero sacerdocio, la verdadera Misa y los
verdaderos sacramentos, en el catecismo de siempre con la Biblia de siempre.
Esto es lo que nos interesa. Esto es la Iglesia. Ser reconocidos públicamente,
es secundario. Entonces no hay que buscar lo secundario perdiendo lo primario,
lo cual es el objeto de nuestro combate. Tenemos por ejemplo el caso del padre
Cantoni. Este se fue con sus amigos seminaristas porque prefirió ser reconocido
públicamente, oficialmente, suprimiendo el combate de la fe, callándose con
respecto de la nueva misa, respecto a todos los errores que actuales de la
Iglesia, todos sus errores liberales. Nosotros no podemos. Nosotros no podemos
aceptar esta situación. Tenemos que ser firmes, muy firmes”. (Cospec,
112-A, 21-12-1984).
Pero decir que Monseñor Lefebvre pensaba como un
protestante, no es decir cualquier cosa. Y si se dice cualquier cosa ¿no es
mejor callarse?
13) Usted dijo que « La
unión con Roma debe ser una mejora, no una alteración.”
-¿De cuál Roma esta usted
hablando? “Estas son cosas que son fáciles de decir. Meterse al interior de la
Iglesia ¿qué quiere decir? Y por principio, ¿de qué Iglesia hablamos? Si es de
la Iglesia conciliar, haría falta que nosotros, que hemos luchado contra ella
durante veinte años porque queremos a la Iglesia católica, entremos es esta
Iglesia conciliar supuestamente para volverla católica. Es una ilusión total.
No son los sujetos que hacen los superiores, sino los superiores que hacen a
los sujetos”. (Mgr. Lefebvre, Fideliter n°70, p.6)
14)
Usted dijo que en el Capítulo General de la Fraternidad en julio, “seis piedras
de toque antes de una posible reunión han sido fijadas; ellas corresponden a lo
que siempre hemos sostenido. Nuestra posición ha sido reforzada una vez más”.
¿Estas « seis piedras de toque »
corresponden a las « seis condiciones para una eventual normalización de
nuestras relaciones con la « Iglesia oficial » de la que Monseñor
Fellay dijo : « Ciertamente se pueden discutir estas condiciones. Incluso
yo, cuando las releo, digo: “Hey, esta debimos haberla puesto en las sine que
non, la de la exención de los obispos”?
15) Usted dijo en relación a
Monseñor Williamson « que una gran mayoría de los superiores lo han
excluído del Capítulo General “ y que “esto” es un signo de que “estamos muy
unidos”.
-¿Podría explicarnos en qué, la exclusión de
Monseñor Williamson y la no refutación de sus objeciones, sería una prueba de la
unidad doctrinal y de la justedad de una política? ¿Se tiene la razón por el
simple hecho de que han reducido al silencio a un objetante? ¿La unidad de la
FSSPX será reducida a estar en contra de Monseñor Williamson, el cual es un
obispo católico, y por lo tanto ni liberal ni modernista?
16) Usted habla de los « foros
en internet » « con contenido frecuentemente vergonzoso”.
-¿Podría ser mas preciso respecto del sitio
Antimodernisme.info, sitio atendido por sacerdotes de la FSSPX? ¿En qué su
contenido, sus reflexiones, sus citaciones, sus objeciones y sus documentos
serían vergonzosos?
17) Usted dijo que «ahora
nosotros tenemos la liberalización de la Misa tradicional, tenemos el retiro de
las “excomuniones” que fueron fulminadas en 1988, hemos tenido las conversaciones
acerca de los problemas del Concilio”.
-Para estar verdaderamente completo ¿no habría que
recordar a los fieles que según el Motu Proprio de Benedicto XVI, la Misa
tradicional debe ser considerada como abrogada como expresión ordinaria de la
liturgia de la Iglesia, y que por este Motu Proprio, la Roma modernista ha
rebajado el rito romano de la Santa Misa relegándolo a la condición de “forma
extraordinaria” y uniéndola al “rito bastardo” que se ha convertido en la “forma
ordinaria” del único rito romano? ¿Decir también que “el retiro de las “excomuniones”
fue un acto de misericordia para pecadores arrepentidos y no un acto de
justicia? Finalmente, decir respecto a las “conversaciones” que ellas
terminaron con “Su posición es protestante
porque ustedes erigen a su razón como juez del magisterio actual” y la respuesta de nuestros expertos ha sido: “ustedes
son modernistas, porque ustedes pretenden que puede haber una evolución en la
verdad”
18) Respecto a Monseñor Fellay
usted nos habla de su « paciencia, bondad y generosidad ».
Su negativa a ordenar a los capuchinos y dominicos
el 29 de junio en Ecône, más allá que fue un acto de “paciencia, de bondad y de
generosidad” para asegurarse de la lealtad de estas comunidades, ¿ha sido hecha
según la forma del Derecho de la Iglesia? Dicho de otra manera, ¿cuál es el
motivo grave y público, previsto por el derecho, que ha permitido hacer salir a
los ordenantes de su retiro preparatorio a la ordenación sacerdotal y diaconal,
omnia parata? Encontramos que el sacramento del orden les ha sido dado, pero
¿qué han hecho ellos, según el derecho, para recibir una tal gracia?
19) Usted dice que « que
sea claro: nadie debe imaginarse que puede cuestionarse la autoridad sin que
ella se manifieste.”
-Para usted, ¿ »poner en cuestión la autoridad »es
pensar lo mismo que Monseñor Lefebvre respecto de una autoridad que quisiera
ponernos bajo la autoridad de la Iglesia conciliar?
“Ellos han
expresamente elegido Barroux para permanecer en la Tradición, para conservar la
fe de siempre. Y ahora, se les pone bajo la autoridad de la Iglesia conciliar.
Estamos verdaderamente estupefactos de pensar que, a pesar de las
constataciones que deben hacer y que tan bien lo saben… no…se quedan. Ellos no
toman la iniciativa de irse a fundar otro monasterio, o de pedirle a Dom Gerard
su dimisión para ser remplazado…no, nada … obedecen. […] Es lamentable ver con
qué facilidad un monasterio que está en la Tradición se somete a la autoridad
conciliar y modernista. Y todo el mundo se queda. Es una lástima y es
verdaderamente triste constatarlo… […] Esta transferencia de autoridad es muy
grave, es excesivamente grave.”
20) Usted dijo que « Monseñor
Williamson ha recibido una monición”. Y que “más allá de sus ideas falsas”, “el
no acepta más la autoridad del Superior general”.
-¿Podría explicarnos las « ideas falsas »
de Monseñor Williamson y decirnos en qué sus intervenciones en internet no
corresponden al caso previsto por Monseñor Lefebvre: “Ellos no toman la
iniciativa de irse a fundar otro monasterio, o de pedirle a Dom Gerard su
dimisión para ser remplazado…no, nada … obedecen”. ¿Debemos hacer nada cuando
se busca imponer por la fuerza o por medio de trampas una política de adhesión
con la Roma modernista?
21)
Usted dijo que “debemos salir más al exterior, ganar una influencia pública y
reconstruir la Cristiandad. Con medida, humildad y caridad.”
-¿Cómo « salir más
al exterior » sin dejar el bote salvavidas creado por Monseñor Lefebvre?
¿Lanzándose a la mar? ¿Dejar a todo el mundo entrar en el bote? Como hacer sin
tener el riesgo de destruir la operación supervivencia de Monseñor Lefebvre?
« Sobre todo, si
hubiera un acuerdo (con Roma), estaríamos invadidos por gran cantidad de gente:
Ahora que ustedes tienen la Tradición y están reconocidos por Roma, van a
llegar con ustedes. Hay mucha gente que quiere conservar su espíritu moderno y
liberal, pero que vendrían con nosotros porque les gustará asistir de vez en cuando a una ceremonia
tradicional y tener contactos con los tradicionalistas.
Y eso será muy
peligroso para nuestro medio. Si somos invadidos por toda esa gente ¿qué va a
suceder con la Tradición? Poco a poco va a haber una especie de ósmosis que se
producirá. Una especie de consenso.
Oh, después de todo la
nueva misa no es tan mala, no hay que exagerar. Muy dulcemente, muy dulcemente
se va a terminar por no ver la distinción entre el liberalismo y la Tradición.
Es muy peligroso”. (Mgr Lefebvre, Conferencia en el seminario Santo-Cura-de Ars en Flavigny
el 11 junio 1988, Fideliter n°68, marzo-abril 1989, p. 23)
La “humildad y la caridad” nos
harán olvidar que Benedicto XVI es “más ecumenista que nunca. Todas las ideas
falsas del Concilio continúan desarrollándose, siendo reafirmadas con mayor
claridad. Es absolutamente inconcebible que se pueda colaborar con una
jerarquía semejante”. (Fideliter N° 79, pp. 3-4) y que aquellos que “se alían a
los demoledores bajo el pretextos de que les acuerdan algunos privilegios”
hacen una cosa “inadmisible”. “Ellos han abandonado el combate de la fe. Ellos
ya no pueden atacar a Roma. […] Yo estimo en todo caso que ellos cometen un
grave error. Han pecado gravemente actuando como lo han hecho, a sabiendas y
con una desenvoltura inverosímil”. (Fideliter n° 79, p. 6).
Benedicto XVI es como Juan Pablo II, papa de « una
Iglesia virtualmente excomulgada, porque es una Iglesia modernista » Y que
« evidentemente nosotros estamos en contra de la Iglesia conciliar que es
prácticamente cismática, incluso si ellos no lo aceptan”. (Fideliter n°70, p. 8).
Padre,
desde ahora le agradecemos sus futuras respuestas.