“Nosotros guardamos el 95% del Concilio” (al periódico Suizo “La Liberté”, 11 de Mayo de 2001).
“¿Y si el Papa le llamase? Si me llama, voy en
seguida. Mejor dicho, voy corriendo. Esto es seguro” (revista “30 Días”, Nº 9, de octubre de 2002).
“Lejos de detener el Magisterio
en 1962, deseamos considerar al concilio Vaticano II y al magisterio
posconciliar a la luz de la tradición sin ruptura y en un desarrollo
perfectamente homogéneo” (Carta a Benedicto XVI del 12
de Marzo de 2009).
“Yo diría que debemos
sobrepasar al Concilio para volver a lo que la Iglesia siempre enseñó y aquello
de lo cual la Iglesia no puede separarse; y que de algún modo debemos
sobrepasar al Concilio, que quiso ser pastoral y no doctrinal, que quiso
ocuparse de la situación contingente de la Iglesia, pero las cosas cambian, y
muchos puntos del Concilio ya están superados”. (Entrevista a la agencia APCOM del 31 de Julio del 2009).
“En la Fraternidad se está haciendo de los errores del Concilio
unas súper-herejías, eso se vuelve como el mal absoluto, peor que todo, de la
misma manera que los liberales han dogmatizado ese concilio pastoral” (carta respuesta los 3 Obispos, 14 de Abril de 2012).
“La libertad religiosa es
utilizada de muchas maneras, y viendo de cerca yo realmente tengo la impresión
que no muchos conocen lo que el Concilio dijo al respecto. El Concilio presenta
una libertad religiosa de hecho muy, muy limitada. Muy limitada”. “Después de las discusiones, nos
hemos dado cuenta que los errores que creíamos provenientes del concilio de
hecho son resultado de la interpretación común que se ha hecho de él”. “El Papa dice que (…) el
Concilio debe ser colocado en la gran tradición de la Iglesia, que debe ser
comprendido en acuerdo con ella. Estas son declaraciones con las cuales estamos
completamente de acuerdo, entera, absolutamente”. “Hay algunas discrepancias en la fraternidad. No puedo descartar que
pudiera haber una división”. (Entrevista a “Catholic News Services”, 11 de
Mayo de 2012).
Dice que el Concilio no es lo
más importante sino algo secundario frente a otros problemas mayores (el mal árbol no es lo importante, sino
los malos frutos; no es la causa lo que importa, sino los efectos): “Hoy en día, en Roma, algunos consideran que una
comprensión diferente del Concilio no es determinante para el futuro de la
Iglesia, porque la Iglesia no es solo el Concilio. De hecho, la Iglesia no se
limita solo al Concilio, ella es mucho más grande. Por lo tanto, hay que
dedicarse a resolver problemas mayores… hay
problemas tremendamente importantes en la Iglesia de hoy. Debemos hacer frente
a estos problemas. Debemos dejar de lado los problemas secundarios y hacer
frente a problemas mayores. Sobre el Concilio, cuando se me hizo la pregunta: “¿Pertenece
el Vaticano II a la Tradición?” Le dije: “Quisiera esperar que así fuera” (lo
que una traducción al francés defectuosa se ha convertido en: “Espero que sí”)”. (DICI, 7 de junio
de 2012).
Esto no es ambiguo: para Mons.
Fellay los deseos de Roma modernista priman sobre el bien de la FSSPX: “Por el bien común de la Fraternidad,
preferiríamos de lejos la solución actual de status quo intermedio, pero
manifiestamente Roma no lo tolera más” (carta respuesta a los 3 Obispos, 14
de abril de 2012).