Silencio es el que sostiene el sitio oficial de la FSSPX pasados dos días de la publicación de las escandalosas declaraciones del Superior de Distrito al diario de mayor venta del país.
Silencio es el que sostienen, a pesar de haber subido otras entradas durante ese tiempo, y por lo tanto permanecer activos, dos de los sitios de referencia ineludible que ofician de voceros indirectos de la postura oficial de la FSSPX: Panorama Católico Internacional y Hacia la verdadera Cristiandad.
Y no es que se trate de una cuestión opinable o de un error de apreciación aquello sobre lo que escandalizó el P. Bouchacourt –y que por lo tanto podría no mencionarse ya que podría no tener la importancia que deciden darle algunos-, sino que justamente es grave porque se trata de una cuestión doctrinal, además de haberse mostrado el P. Bouchacourt conforme con las enseñanzas del Vaticano II contra las que luchara Mons. Lefebvre porque son novedad en la Iglesia y contrarias a la doctrina de siempre. Y también escandaliza el P. Bouchacourt porque desautoriza e indirectamente trata de desobedientes y directamente de haber actuado estúpidamente a sus sacerdotes, algunos de los cuales cumplen importantes funciones educativas que dependen de él. Es un escándalo ineludible del que, al menos, podría informarse sin tener que dar una opinión. Pero es demasiado porque –como tantas cosas anteriores- echa por tierra la idea que se pretende vender de que la FSSPX sigue siendo la de siempre, el “baluarte de la Tradición”. Pues eso ya no se sostiene más, y es falta de honestidad intelectual seguir ocultando lo que cada día que pasa se destapa más. Decimos estas cosas como un motivo para invitar a reflexionar a aquellos que se creían convencidos de una realidad que se han creado, para que vean sin prejuicios de ningún tipo simplemente la realidad. Y tras ello, brindarle a los lectores, que tanto respeto merecen, la verdad y nada más que la verdad, con sus matices, con su opinión, pero sin ocultar ni desfigurar los hechos ciertos e ineludibles que están a la vista de todo el mundo. Tal vez el día de mañana salga el Superior de Distrito a desmentir o intentar “poner en contexto” sus declaraciones, pero nos parece que ya ha pasado bastante tiempo con un silencio que afirma mucho, un silencio que no juzgó conveniente mantener ante la prensa enemiga de la Iglesia y la tradición, dando una entrevista que seguramente habrá juzgado no estéril, sino productiva para congraciarse con el mundo, quizás bendecido por Mons. Fellay que necesitaba desligarse de ese acto de la Catedral, tan políticamente incorrecto para sus planes acuerdistas con Roma. Por eso dice el P. Bouchacourt que Mons. Williamson es un mal recuerdo, “se preocupa por aclarar: No somos nazis” y dice que Francisco tiene homilías “que me parecen excelentes” (¿podría apuntarnos cuáles, por favor?).
Y no es que se trate de una cuestión opinable o de un error de apreciación aquello sobre lo que escandalizó el P. Bouchacourt –y que por lo tanto podría no mencionarse ya que podría no tener la importancia que deciden darle algunos-, sino que justamente es grave porque se trata de una cuestión doctrinal, además de haberse mostrado el P. Bouchacourt conforme con las enseñanzas del Vaticano II contra las que luchara Mons. Lefebvre porque son novedad en la Iglesia y contrarias a la doctrina de siempre. Y también escandaliza el P. Bouchacourt porque desautoriza e indirectamente trata de desobedientes y directamente de haber actuado estúpidamente a sus sacerdotes, algunos de los cuales cumplen importantes funciones educativas que dependen de él. Es un escándalo ineludible del que, al menos, podría informarse sin tener que dar una opinión. Pero es demasiado porque –como tantas cosas anteriores- echa por tierra la idea que se pretende vender de que la FSSPX sigue siendo la de siempre, el “baluarte de la Tradición”. Pues eso ya no se sostiene más, y es falta de honestidad intelectual seguir ocultando lo que cada día que pasa se destapa más. Decimos estas cosas como un motivo para invitar a reflexionar a aquellos que se creían convencidos de una realidad que se han creado, para que vean sin prejuicios de ningún tipo simplemente la realidad. Y tras ello, brindarle a los lectores, que tanto respeto merecen, la verdad y nada más que la verdad, con sus matices, con su opinión, pero sin ocultar ni desfigurar los hechos ciertos e ineludibles que están a la vista de todo el mundo. Tal vez el día de mañana salga el Superior de Distrito a desmentir o intentar “poner en contexto” sus declaraciones, pero nos parece que ya ha pasado bastante tiempo con un silencio que afirma mucho, un silencio que no juzgó conveniente mantener ante la prensa enemiga de la Iglesia y la tradición, dando una entrevista que seguramente habrá juzgado no estéril, sino productiva para congraciarse con el mundo, quizás bendecido por Mons. Fellay que necesitaba desligarse de ese acto de la Catedral, tan políticamente incorrecto para sus planes acuerdistas con Roma. Por eso dice el P. Bouchacourt que Mons. Williamson es un mal recuerdo, “se preocupa por aclarar: No somos nazis” y dice que Francisco tiene homilías “que me parecen excelentes” (¿podría apuntarnos cuáles, por favor?).
No, todo eso es demasiado para mantener el silencio, a no ser que se quiera resultar cómplice de un ocultamiento deliberado. Esperemos que esta nueva caída por parte de la Neo-FSSPX sirva para que algunos reflexionen y tomen las decisiones necesarias y convenientes para salvaguardar la fe, en vez de aminorarla por temor a padecer contradicciones por parte de quienes creían compartir el mismo camino.