miércoles, 11 de diciembre de 2013

EL BRANDING Y LA CRUZADA.- R.P. PATRICK GIROUARD.

Queridos lectores:
 La última “Carta a los Amigos y Benefactores” de Monseñor Fellay (n° 81), de fecha 6 de diciembre y publicada el 9 del mismo mes, es una nueva prueba de que el “branding” de la FSSPX ha transformado verdaderamente esta institución, hasta el punto que podemos llamarla, con toda razón, la Neo-FSSPX.
En efecto, incluso si Monseñor Fellay se lamenta, y con razón, del declive moral y doctrinal de la neo-iglesia y el mundo moderno en general, evita cuidadosamente poner el dedo en las verdaderas llagas y sus causas. Les daré algunos ejemplos abajo. Todas las partes en cursiva son tomadas de su carta n° 81.

 “Me parece que es necesario evocar una vez más la dimisión del Papa Benedicto XVI y la elección de su sucesor, el Papa Francisco”. Lo que Monseñor Fellay debió haber añadido aquí, es que su renuncia es un gran escándalo. En efecto, en lugar de vestir una sotana normal e irse a un monasterio, como lo hizo San Celestino V, Benedicto XVI conserva su nombre, su sotana blanca y continúa viviendo en el Vaticano. En la inauguración de la estatua de San Miguel Arcángel, pudimos ver a dos Papas sentados juntos. En la práctica, esta revolución transforma al Papa en un simple CEO de una multinacional llamada la “Iglesia Católica”. Los sucesores de Benedicto estarán tentados, y tal vez se sentirán obligados, a obrar del mismo modo. Benedicto XVI ha terminado su pontificado con otra innovación, con un nuevo “truco sucio” en contra de la Tradición Católica. Pero Monseñor Fellay parece no darse cuenta y permanece en silencio.
 “El soberano pontífice venido de Argentina se presentó desde los primeros días como muy diferente de todo lo que habíamos visto hasta ahora”. Esto no era lo que Monseñor Fellay estuvo diciendo dos meses después de la elección papal, cuando su único comentario fue que Francisco es un hombre de “Fe profunda”!!! Y todo el mundo estará de acuerdo de que Francisco es mucho peor que “diferente”, es una catástrofe caminando! Entonces, Monseñor Fellay, ¿por qué no lo dice? ¿Qué no estamos “entre nosotros”, entre amigos y benefactores? A menos que algunos de sus amigos y benefactores pertenezcan a la iglesia novus ordo…
 “La reciente Exhortación apostólica Evangelii gaudium ilustra (…) lo difícil que es comprender (la traducción correcta es perfilar o categorizar) a una persona que no encaja en los cánones acostumbrados, que no duda en formular críticas vehementes y repetidas al mundo contemporáneo y a la Iglesia moderna. Enuncia muchos verdaderos problemas; pero podemos preguntarnos sobre la eficacia de las medidas preconizadas y dudar de su realización. No es fácil curar un enfermo moribundo, ¡y ciertos tratamientos más revolucionarios todavía que los empleados a tal efecto podrían acabar con él!” Una vez más el branding está jugando su parte. En vez de condenar firme y claramente los errores y deficiencias de esta Exhortación Apostólica, Monseñor Fellay se contenta con decir que “podemos preguntarnos sobre la eficacia de las medidas preconizadas y dudar de su realización.” Su comparación con un hombre en agonía cuyo tratamiento puede acabar con él es bonito, pero no tiene el impacto de una vigorosa y atronadora condenación. En lugar de decir que nos enfrentamos a la “dificultad de categorizar” a Francisco, pues es una persona “que no encaja en los cánones acostumbrados) ¿Por qué no decir que este papa es un nuevo Atila, que solo dejará tras de él las ruinas de las pocas cosas que todavía se mantienen en la iglesia oficial?
 “A primera vista, no se podría decir que los meses transcurridos del nuevo pontificado hayan mejorado esta situación”. En lugar de este eufemismo de primer orden, debió de hacer una condenación a: el lavatorio de pies a una mujer musulmana el Jueves Santo; las JMJ de Brasil, los obispos bailando Rock and Roll, la pelota de playa en el altar principal de Santa María la Mayor, las alabanzas a Kasper y Martini, la nariz de payaso, el día ecuménico por la paz por Siria, la carta al escritor ateo, los incontables besos a niños y mujeres, y todo lo demás.
 “Al par que conservamos la esperanza de que un reencauzamiento auténticamente inspirado por Dios sucederá algún día, la realidad de los sufrimientos espirituales de la Iglesia militante se mantiene como tal”. Sí, y no se deben olvidar los sufrimientos de aquellos que ven a la neo-FSSPX perder más y más de su mordacidad y que se niegan a aceptar la apertura oficial de la puerta a un eventual reconocimiento por Roma modernista en el Capítulo General del 2012. Considerando este nuevo posicionamiento, el cual sigue siendo oficial hasta hoy, se nos permitiría pensar que el “reencauzamiento” mencionado arriba se refiera al deseo de Monseñor Fellay de transformar la neo-iglesia “desde adentro” a través de un reconocimiento canónico.
 “Esto se ha agravado tanto por la disminución del número de sacerdotes, que se hace sentir gravemente no sólo en Europa y en otras partes, como por la formación dispensada en los seminarios. El cambio de Papa no ha modificado en nada esta situación desastrosa, y la reafirmación de las lamentables orientaciones del Concilio Vaticano II nos hacen temer que como las mismas causas producen los mismos efectos, la situación global de la Iglesia católica siga siendo dramática, y que no tenga visos de mejorar. Las canonizaciones de los dos papas estrechamente ligados al desarrollo y a la aplicación del Concilio Vaticano II no arreglarán las cosas”.  Oh, vamos excelencia, pero si usted dijo que aceptaba el 95% del concilio, que el Vaticano II iluminaba algunos elementos “escondidos” de la Revelación, y que la libertad religiosa en el concilio tenía un sentido muy, muy limitado; y que lo que pensábamos eran errores del concilio no era mas que la interpretación común de éste; y que no debemos transformar los errores del concilio en “súper-herejías”. ¿Está contradiciéndose a sí mismo ahora? Por supuesto que no, pues usted solo habla en contra de las “lamentables orientaciones del concilio Vaticano II” y no de sus errores y herejías. Su carta posee todos los ingredientes para asegurarle a Francisco (y a su eventual sucesor), que tiene toda la disposición de “cooperar”.
 “Los progresos de nuestra Fraternidad cuya realización nos está a la vista, son una causa de alegría y de acción de gracias y la prueba en los hechos de que la fidelidad a la fe y a la disciplina tradicional produce siempre los frutos benditos de la gracia”. Monseñor Fellay no deja de mencionar que la neo-FSSPX cuenta con 253 seminaristas (incluyendo los 43 nuevos), y que el nuevo seminario en Virginia está progresando, y que la Fraternidad tiene cientos de escuelas en todo el mundo, y que no cuenta con suficientes sacerdotes para satisfacer todas las necesidades de los fieles en el mundo. Finalmente exclama ¡Señor, danos sacerdotes”. Yo simplemente le diría que antes de rezar a Nuestro Señor por nuevos sacerdotes, deje de expulsar a los que ahora tiene!!
 Finalmente, Monseñor Fellay anuncia a todo el mundo que está lanzando una nueva Cruzada del Rosario, ¡la cuarta Cruzada! Es normal que lo haga de vez en cuando, pues él es un General: “En este contexto dramático nos parece muy necesario lanzar una nueva cruzada en el mismo espíritu que las precedentes, teniendo ante nuestros ojos los pedidos y las promesas del Corazón Inmaculado de María tal como fueron expresadas en Fátima, pero insistiendo sobre todo en esta oportunidad sobre su carácter universal”. Debemos poner todo nuestro corazón, toda nuestra alma en esta nueva cruzada: no debemos contentarnos con la recitación diaria del rosario, sino que debemos cumplir cuidadosamente el segundo punto pedido por nuestra Señora, que es la penitencia. Oración y penitencia. Penitencia, entendida ciertamente como la aceptación de ciertas renuncias, pero sobre todo como la realización fidelísima de nuestro deber de estado. ¡Pues llegó! ¡Sabíamos que venía! Pero no la esperábamos con alegría y entusiasmo, sino mas bien con un sentido de premonición, a la luz de todos los males que siguieron a las tres previas: el Motu Proprio del 2007 que relega oficialmente a la verdadera Misa a segundo rango; la suspensión en el 2009 de todos los efectos canónicos a los cuatro obispos sobrevivientes del Decreto de Excomunión del 2012; la propuesta de Roma de septiembre de 2011 para el reconocimiento canónico y la Prelatura personal, y las negociaciones que siguieron hasta junio de 2012, especialmente el desastroso Capítulo General de 2012. Entonces, cuando Monseñor Fellay nos dice que la nueva cruzada será hecha “en el mismo espíritu que las precedentes”, debemos preguntarnos, con angustia, que nos sucederá cuando termine…
 Entonces, después de haber citado largamente algunos textos de Monseñor Lefebvre acerca de la cruzada para transformar el mundo por el espíritu de sacrificio que viene del Sacrificio del Altar, Monseñor Fellay nos da algunos detalles de esta nueva cruzada: “Os exhortamos, pues, a tener un espíritu de cruzada permanente, atendiendo a la conveniencias humanas, haremos comenzar oficialmente esta nueva cruzada del rosario el 1° de enero de 2014 para concluirla en la fiesta de Pentecostés (8 de junio de 2014), con el objetivo de reunir un ramillete espiritual de cinco millones de rosarios en reparación por los ultrajes infringidos al honor de nuestra Señora, a su Corazón de Virgen y de Madre de Dios”.
Entonces ¿hemos ido del elevado objetivo de 25 millones de Rosarios en la tercera Cruzada, a solo cinco millones esta vez? ¿Qué pasa aquí? ¿Se dio cuenta Monseñor Fellay que desde el branding en la Fraternidad, ha perdido algo de apoyo? ¿Teme no poder conseguir más de cinco millones? ¿Se da cuenta que muchos de los fieles que no pueden dejar las capillas y escuelas de la neo-FSSPX por motivos graves, siguen siendo fieles a la obra de Monseñor Lefebvre, y que no lo seguirán en sus nuevos intentos, aunque parezcan píos? ¿Y está incluyendo, entre los ultrajes cometidos contra el Inmaculado Corazón, todas las ocasiones que declaró que los gestos de Roma modernista hacia la neo-FSSPX en julio de 2007, en enero de 2009, fueron dones de la Santísima Virgen como respuesta a las primeras dos cruzadas?
 Mis queridos lectores, como ustedes pueden ver, la situación en la neo-FSSPX, lejos de estar mejor, se está degradando continuamente, pues continúa aplicando la estrategia de conciliación y ablandamiento como resultado del branding. Es solo para los miembros, clero y laicos, de la verdadera Fraternidad que esa estrategia no se aplica. Por lo tanto ¡Manténganse! ¡La batalla continúa!
¡Dios los bendiga!


Padre Patrick Girouard.- de la antigua FSSPX