Durante una entrevista publicada hoy, Monseñor Gerhard
Ludwig Müller afirmó respecto a los
“lefebvrianos”:
“A los obispos les ha
sido revocada la excomunión canónica por las ordenaciones ilícitas, pero queda
la sacramental, de facto, por el cisma: se han alejado de la comunión con la
Iglesia. Tras
lo cual no cerramos la puerta, nunca, y los invitamos a reconciliarse. Pero también ellos tienen que cambiar su actitud, aceptar
las condiciones de la Iglesia católica y el sumo Pontífice como criterio
definitivo de pertenencia"
Curiosamente, el señor Luis Tofari, portavoz de la neo-FSSPX del
Distrito de Estados Unidos, declaró hace unos días:
La FSSPX todavía está abierta a las
discusiones y quiere un “completo reconocimiento” de su estatus canónico en
la Iglesia.