martes, 30 de junio de 2015

MONS. FELLAY, LOS SIONISTAS Y LAS FALDAS CORTAS



Nos informa el sitio Call me Jorge que, en su página de Facebook, Maximilian Krah, brazo derecho jurídico de Mons. Fellay y administrador de la Fundación Jaidhof de la FSSPX; anuncia su pertenencia al grupo Hasbará:



¿Y qué es Hasbará

Hasbará (en hebreo הַסְבָּרָה, "explicación, esclarecimiento") es un término utilizado por el Estado de Israel y por grupos independientes para describir sus esfuerzos por explicar las políticas del gobierno israelí, es un instrumento de propaganda para fomentar la imagen de Israel en el mundo.

La hasbará dispone de infraestructura propia en el gobierno de Israel, con sede en la oficina del Primer Ministro y unidades en los ministerios de Defensa, Asuntos Exteriores, Turismo y en la Agencia Judía para Israel. La Hasbará nacional está en contacto permanente con individuos y organizaciones pro-israelíes locales y del mundo entero, a los que coordina para promover los objetivos y posturas del Estado de Israel”.





Por otro lado, en estas imágenes, publicadas en el sitio oficial de la FSSPX de Francia, podemos constatar la complacencia de Mons. Fellay y de los sacerdotes presentes en la bendición de las campanas de La Martinerie (21 de junio) ante el indecente atuendo de la señora que aparece en primer plano:




"Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada" (Shakespeare). Eso es algo que estos dos saben muy bien.

lunes, 29 de junio de 2015

MONS. FELLAY Y SU APOYO A UN NUEVO RITO BASTARDO




Dijo Mons, Fellay en su entrevista respondiendo a la pregunta: ¿Qué piensa usted de la proposición del cardenal Sarah de introducir el ofertorio tradicional en la nueva misa?”:

Esta idea no es nueva, hace ya unos diez años que circula en Roma. Estoy feliz que sea retomada. Algunos critican esta proposición diciendo que sería mezclar lo sagrado con lo profano. Al contrario, en una perspectiva de saneamiento de la Iglesia, pienso que esto constituiría un gran progreso, porque el ofertorio es un resumen de los principios católicos de la misa, del sacrificio expiatorio ofrecido a la Santísima Trinidad, dirigido hacia Dios en reparación de los pecados por el sacerdote, acompañado de sus fieles. Y esto llevaría gradualmente a los fieles hacia la misa tradicional que perdieron.

 
Card. Sarah

¿Qué es lo que propuso el Card, Sarah y que Monseñor Fellay acepta felizmente?
"Sería igualmente deseable que se insertara en anexo en una próxima edición del Misal [ordinario] el rito de la penitencia y el ofertorio del usus antiquior, con el fin de subrayar que las dos formas litúrgicas se iluminan mutuamente, en continuidad y sin oposición".

El Card. Koch entre sus amigos

 Este y no otro es el objeto de esta “reforma de la reforma”. Así lo afirmó también el archimodernista cardenal Kurt Koch:
“Aquí resplandece también el sentido más profundo de la reforma de la reforma puesta en marcha por el Papa Benedicto XVI con el motu proprio: así como el concilio Vaticano II ha sido precedido por un movimiento litúrgico, cuyos frutos maduros fueron llevados dentro de la constitución sobre la sagrada liturgia, también hoy existe la necesidad de un nuevo movimiento litúrgico, que se ponga como objetivo el de hacer fructificar el verdadero patrimonio del concilio Vaticano II en la actual situación de la Iglesia, consolidando al mismo tiempo los fundamentos teológicos de la liturgia. (…) El motu proprio constituye sólo el comienzo de este nuevo movimiento litúrgico. Benedicto XVI, de hecho, sabe bien que, a largo plazo, no podemos quedarnos en una coexistencia entre la forma ordinaria y la forma extraordinaria del rito romano, sino que la Iglesia tendrá nuevamente necesidad en el futuro de un rito común. (…) el motu proprio puede convertirse en un puente ecuménico verdaderamente sólido sólo si es percibido y recibido como “una esperanza para toda la Iglesia”. 
P. Jacqmin FSSPX

Bien lo advirtió el P. Jacqmin FSSPX, hablando de la traición de Menzingen: 
"Es la “unidad en… el Vaticano II”: hay dos misas porque hay dos grupos, y el conflicto debe engendrar el progreso y la evolución (cf. Pascendi n° 36): la reforma de la reforma, “la misa de la Santa Tesis” (pues, según Hegel, el conflicto útil y necesario entre una tesis y una antítesis engendra una “síntesis” que hace progresar y evolucionar)".

domingo, 28 de junio de 2015

ENTREVISTA A MONS. FELLAY DE 27-6-15

¡¡¡ MONS. FELLAY ESTÁ A FAVOR DEL RITO ADÚLTERO "PÍO-PAULINO" !!!




Nuestros comentarios en rojo.

DICI

Con ocasión de la ceremonia de bendición de las campanas de la capilla de la escuela Saint-Michel de La Martinerie, en Châteauroux, Mons. Fellay ha puntualizado para Présent la situación de la Fraternidad San Pio X, de la cual es el Superior general.

En una entrevista a Fideliter en 2001, usted evocó “el movimiento de profunda simpatía para el clero joven hacia la Fraternidad”. Este movimiento ¿se ha amplificado, especialmente debido al motu proprio de 2007?

¡Sin ninguna duda! Este movimiento recibió un nuevo impulso con el motu proprio. También es importante insistir sobre el interés de Benedicto XVI hacia la liturgia de una manera general. Él verdaderamente quiso poner a disposición de los sacerdotes y los fieles toda la liturgia tradicional, no solamente la misa, lo cual no se ha realizado hasta hoy a causa de demasiadas oposiciones. Y esas oposiciones ¿no venían acaso de los que también se sentían respaldados por Benedicto que afirma, en su motu proprio, que el rito ordinario es el Novus Ordo? Sin embargo, la juventud, precisamente porque esta liturgia es atemporal, se reconoce en ella. La Iglesia vive en la eternidad. Sueños liberales. Los liberales rinden culto a la juventud y desprecian la vejez. También la liturgia, por eso ella siempre es joven. Cerca de Dios, ella no pertenece al tiempo. Por lo tanto no es sorprendente que el carácter bautismal haga resonar esta armonía, incluso en las almas que jamás la conocieron. La manera en que reaccionan los jóvenes sacerdotes que descubren esta liturgia es, por otra parte, emocionante: tienen la impresión que se les ha ocultado un tesoro.

La Fraternidad ha sido reconocida oficialmente como católica por el Estado Argentino con la ayuda del cardenal Bergoglio quien luego se convirtió en el papa Francisco. ¿Esto solo tiene una importancia administrativa o es más revelador?

Encontramos por principio un efecto jurídico, administrativo, sin tener una implicación sobre el estado de las relaciones generales de la Fraternidad con, digámoslo así para simplificar, la Iglesia oficial. Pero el segundo efecto es difícil de evaluar correctamente. No hay duda sobre el hecho que el papa Francisco, entonces cardenal Bergoglio, prometió ayudar a la Fraternidad a obtener el reconocimiento por el Estado argentino de nuestra sociedad como católica, y cumplió su promesa. ¡Qué generosidad! ¡El amigo favorito de la Sinagoga y los protestantes, tiene amor por la Tradición! Esto nos obliga a pensar que él nos considera verdaderamente como católicos. ¡Oh! Ahora podemos rezar tranquilos, sin ese sentimiento de culpa que nos embargaba, por no ser considerados como católicos por Francisco, el Gran Demoledor de la Fe…

En el mismo orden de ideas, usted ha sido nombrado juez de primera instancia por el Vaticano para el proceso de un sacerdote de la Fraternidad. ¿No podemos ver allí un signo de benevolencia?

Esto no es nuevo sino que existe desde hace más de diez años ¡Ah, sí! Y bien guardado se lo tenía… Se trata efectivamente de una señal de benevolencia ¡Qué buenos son los modernistas, realmente! Para Mons. Fellay es una alegría recibir buen trato de los destructores de la Iglesia… y de sentido común. Esto es lo que se observa en la Iglesia romana a través de su historia: su realismo, capaz de sobrepasar los problemas canónicos, jurídicos, para encontrar soluciones a problemas reales. Dos cosas acá: 1° Nótese eso de la “Iglesia Romana”. El mensaje es que no hay una Iglesia Católica y una iglesia conciliar antagónicas, sino una sola iglesia, la Iglesia Romana. 2° El conflicto entre tradicionalistas y liberales modernistas es sólo “canónico, jurídico”, es decir, solucionable con un poco de buena voluntad; no es teológico y humanamente insoluble.

Usted evocó, en su Carta a los amigos y benefactores, los « mensajes contradictorios » provenientes de Roma. ¿Qué entiende usted por eso?

Pienso en la manera en la que una sociedad que estaba en vías de aproximación hacia la Tradición ha sido tratada o  maltratada: los Franciscanos de la Inmaculada. O a las maneras diversas en que nos trata una instancia romana con relación a otra: la Congregación para los religiosos, por ejemplo, nos considera todavía como cismáticos (declaró excomulgado, en 2011, a un sacerdote que se unió a nosotros), mientras que tal no es el caso de otras congregaciones o del Papa mismo, como hemos dicho. No hay ninguna contradicción, porque Francisco está “ecumeneando” con la FSSPX, y cuando ésta esté adentro, tendrá que mantenerse obediente y dócil, so pena de que le ocurra lo mismo que a los pobres Franciscanos de la Inmaculada. La verdadera contradicción está en Mons. Fellay.

«Pesimista», «cerrado a los demás», «piensan que solo los fieles de la Fraternidad se salvan»: a veces ustedes han sido evocados así. ¿Qué responde usted? ¿Qué es para usted el espíritu misionero?

Yo no me reconozco en estas burlas. Una firmeza en la doctrina ¿Una firmeza o la firmeza? es, ciertamente, necesaria, pues la fe no se negocia. Pero su Declaración Doctrinal de 2012, Monseñor, comprometía la fe y fue el producto de una negociación, aunque que resultó finalmente rechazada por el Vaticano. La fe ha sido toda dada por el Buen Dios y no tenemos el derecho de hacer una selección entre las verdades reveladas. Recordar estas exigencias actualmente sienta mal, como esto siempre ha sido más o menos el caso. La expresión “combate de la fe” forma parte de la historia de la Iglesia.  Forzosamente, el misionero deberá hacer resonar esta voz de la fe en el exterior, procurando fortificar a los que ya la tienen. No es posible dirigirse sólo a los fieles de la Fraternidad. La antorcha ilumina el mundo, la luz de la fe ilumina cálidamente. La fe debe ser llevada por la caridad: así es como veo al misionero. Retirarse ante el enemigo o callar cuando por todas partes se levanta un incesante clamor para oprimir la verdad, es actitud propia o de hombres cobardes o inseguros de la verdad que profesan. La cobardía y la duda son contrarias a la salvación del individuo y a la seguridad del bien común, y provechosas únicamente para los enemigos del cristianismo, porque la cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos. El cristiano ha nacido para la lucha” (León XIII). “Los enemigos declarados de Dios y de la Iglesia deben ser atacados y censurados con toda la fuerza posible. La caridad obliga a gritar al lobo cuando un lobo se ha deslizado al medio del rebaño y aún en cualquier lugar que se lo encuentre” (San Francisco de Sales). “Se puede amar al prójimo, bien y mucho, desagradándole, contrariándolo, causándole un perjuicio material, y aún en ciertas ocasiones privándolo de la vida” (P. Sardá y Salvany). “La caridad, en efecto, implica ante todo, el amor de Dios y de la verdad; ella no teme pues extraer la espada de su vaina por el interés de la causa divina, sabiendo que más de un enemigo no puede ser reencauzado o curado más que por golpes audaces e incisiones salutíferas” (Card. Pie).

Hace algunas semanas, los seminarios de la Fraternidad recibieron la visita de enviados del Vaticano, el cardenal Brandmüller, Mons. Schneider. Estas visitas constituyen un lazo público con “la Iglesia oficial”. ¿No es esto vital?

El lazo con la Iglesia es vital. ¿Qué Iglesia? ¿La Católica o la conciliar? Con tal razonamiento de Mons. Fellay, cuando Mons. Lefebvre cortó con Roma a raíz de las consagraciones episcopales, la FSSPX debió perder su vida, y sin embargo fue todo lo contrario. El lazo con la Iglesia católica se mantiene alejándose de los herejes modernistas, y los contactos con éstos debilitan gradualmente la voluntad de combatir por la fe, como vemos está ocurriendo con la Neo-FSSPX y su progresivo contagio liberal. La manifestación de este lazo puede variar ¿Lazo dijo? La verdad es esta: el lazo lo tiene Roma modernista, y está en el cuello de Mons. Fellay. Las fechas y los lugares de estas visitas han sido dejadas a mi elección, el Vaticano ha propuesto los nombres. Yo he elegido los seminarios, lo que me pareció, para los obispos, lo más elocuente y lo más representativo.

¿Cuáles fueron las reacciones « en vivo » de estos Obispos?

Ellos se mostraron muy satisfechos. “Ustedes son gente normal”, nos dijeron… ¡lo que muestra la reputación que nos han hecho! ¡Oh! Mons. Fellay quiere ser políticamente correcto. Mientras a Mons. Lefebvre lo excomulgaban y perseguían, Mons. Fellay sólo aspira a que lo llamen normal. Le importa la reputación ante los modernistas, herejes peligrosísimos condenados enérgicamente San Pío X…  Nos han felicitado por la calidad de nuestros seminaristas. ¡Bravo! ¿Y por qué no los imitan, si les parecen tan bien? Sin ninguna duda ellos concluyeron en este primer contacto cercano que nosotros somos una obra de la Iglesia. ¿Y?  ¿A  quién le importa las conclusiones de esos? Pues a Mons. Fellay y demás acuerdistas.

¿Tiene usted contactos con los obispos que los apoyan discretamente?

¡Por supuesto! Si vemos que los sacerdotes se acercan a nosotros hoy, si ellos tienen contactos con nosotros, podemos concluir fácilmente que en el nivel superior debe ser casi lo mismo… Igual que en el 2012: “Tenemos nuevos amigos en Roma”… “Estamos como al final del invierno: se ven los brotes que anuncian la primavera pero todavía es invierno”…

En la entrevista ya mencionada de 2001, usted declaró: “Si hay una oportunidad, una sola, de que los contactos con Roma puedan hacer regresar un poco más de Tradición en la Iglesia, pienso que debemos aprovechar la ocasión”. ¿Es esta todavía su línea?

Esta sigue siendo nuestra línea, incluso si no podemos decir que sea fácil, notablemente a causa de las disensiones abiertas en el seno del mismo Vaticano. Estas relaciones son delicadas, pero este punto de vista sigue siendo válido y confirmado en los hechos ¿Qué hechos, por favor? ¿La destrucción apabullante de Francisco y cía.? ¿La división interna de la FSSPX? Se trata de un trabajo discreto, en medio de oposiciones bastante fuertes. Algunos trabajan en un sentido, otros en sentido contrario. ¡Shhhh!, todo discreto hasta que llegue el acuerdo.

El papel de contrapeso de la Fraternidad en el mismo interior de la Iglesia ¿no es importante?

Este papel no es nuevo. Mons. Lefebvre lo comenzó y nosotros lo continuamos. Se constata la irritación de los modernistas ante las medidas tomadas por Benedicto XVI, lo vemos claramente. ¿Y Benedicto no es modernista? Es un modernista moderado, si se quiere, pero liberal de tomo y lomo, y un hereje igual.

¿Dónde está la Fraternidad hoy? ¿Cuáles son sus puntos fuertes, sus puntos débiles? ¿Cómo ve su futuro?

Yo veo su futuro serenamente ¿O querrá decir: sedadamente? Es una obra depositada en el Sagrado Corazón y el Corazón inmaculado de María, todo es el ser fiel a su Voluntad. Pues Ellos no son liberales ni dialogan con el error. Nos han llamado a una guerra, no a una paz indigna de la Iglesia Militante; mandan la conversión, no la conversación.
Esta Iglesia es la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, que sigue siendo el jefe y que no permitirá su destrucción. Pues fíjese que Mons. Lefebvre no decía precisamente lo mismo. Hacía las necesarias distinciones que usted no hace.
¿Las debilidades de la Fraternidad? El riesgo de separación, que es grave. Ya ocurrió, ¿y de quién fue la culpa sino de su ineptitud para el mando y de su retorcida intención acuerdista? Vea por ejemplo la caricatura de la Tradición que se hace llamar la “Resistencia”: se trata de un espíritu no católico, cuasi sectario, lo que nosotros no queremos, un movimiento que permanece replegado en sí mismo, con gente que piensan que ellos son los únicos buenos, los únicos justos sobre la tierra: esto no es católico. Acá se muestra bien lo que es Mons. Fellay: blando, fofo, discreto con Francisco y la Roma apóstata; duro, cruel, descarnado con los verdaderos tradicionalistas, a los cuales él caricaturiza en su respuesta. Que explique en qué consiste ese espíritu “no católico”. Pero no lo hace ni lo hará, porque es un cobarde y no tiene ninguna razón. Que dé las citas que prueban que en la Resistencia nos tenemos por “los únicos buenos y justos sobre la tierra”. Nunca podrá, porque esas pruebas no existen. “La intolerancia respecto de los defensores de los principios, es, junto con la tolerancia hacia los patrones del error, uno de los síntomas más característicos del contagio liberal” (P. Ramière).
Se trata de un peligro objetivo, pero relativo. ¡Oh, ese es el peligro, no el liberalismo que invade a la congregación, ni Francisco, Kasper y demás falsificadores de la Religión católica…. La gran parte de la Fraternidad está sana y no quiere zozobrar en estas ilusiones. ¡¡¡!!! Esto nos lleva a apoyarnos en los medios sobrenaturales Como el diálogo con los modernistas y liberales romanos, ¿no? Como la contratación de expertos en branding, como las constantes maniobras sucias e intrigas de Ménzingen. Lo que el Buen Dios quiera de nosotros, nos lo mostrará, Él hablará a través de las circunstancias. Ya ha hablado lo suficiente, pero usted se aleja cada vez más de la línea de nuestro fundador.
¿Los puntos fuertes? La fidelidad viviente ¿?, que trae frutos y muestra al mundo de hoy que la vida católica, con todas sus exigencias, es posible. Pero –otro punto débil- nosotros somos gente de este tiempo, pretender estar inmunes a toda influencia del mundo moderno es quimérico. Más precisamente, hay que evitar el peligro de una caricatura, de desear ver a la Iglesia, aquí abajo, sin arruga ni mancha: esto no es lo que Dios nos prometió en esta tierra. Usted está dispuesto a someter la Fraternidad a los herejes liberales y modernistas, hacedores de manchas y arrugas. La Resistencia, precisamente porque ve esas manchas y arrugas y no teme señalar a los culpables, se niega a colaborar con éstos. No es esto lo que significa “la Iglesia santa”, esto quiere decir que ella es capaz de santificar por los medios dados por Nuestro Señor: los sacramentos, la fe, la disciplina, la vida religiosa, la vida de oración ¿Y qué fe, qué misa, etc., ofrece hoy la iglesia conciliar u oficial, como usted la llama? ¿Ha visto los espectáculos que dan los religiosos? ¿Las “misas”? ¿Los sacrilegios y blasfemias constantes? Monseñor: se trata de combatir para libertar a esos medios de santificación de la tiránica opresión del cáncer liberal y modernista. Se trata de extirpar el tumor maligno, de destruirlo en la medida que nos sea posible, no de pactar la paz con ese tumor.

¿Qué piensa usted de la proposición del cardenal Sarah de introducir el ofertorio tradicional en la nueva misa?

Esta idea no es nueva, hace ya unos diez años que circula en Roma. Estoy feliz que sea retomada. Algunos critican esta proposición diciendo que sería mezclar lo sagrado con lo profano. Al contrario, en una perspectiva de saneamiento de la Iglesia, pienso que esto constituiría un gran progreso, porque el ofertorio es un resumen de los principios católicos de la misa, del sacrificio expiatorio ofrecido a la Santísima Trinidad, dirigido hacia Dios en reparación de los pecados por el sacerdote, acompañado de sus fieles. Y esto llevaría gradualmente a los fieles hacia la misa tradicional que perdieron. ¡Por favor! ¿Aprueba mezclar la Misa verdadera con el “rito bastardo”, con el engendro del masón Bunigni, y piensa que así los fieles llegarán a la misa tradicional? ¿Esto es un caso de estulticia o qué? ¿Desde cuándo las aguas de los ríos endulzan las aguas de los mares? ¿Propone lo mismo que Francisco: mezclar a Cristo con Lutero, quizás festejar juntos la Pascua con los protestantes, para que así estos de a poco se acerquen a la Iglesia católica? 
Pues bien, tenemos que Mons. Fellay confiesa, en la presente entrevista, que aprueba el rito“pío-paulino”, la repugnante, impía y adúltera mixtura del santísimo rito de San Pío V con el falso rito modernista de Pablo VI. 
En cambio, “Jesús quiere que se esté con Él o contra Él, y esa mezcla de la piedad con el espíritu del mundo, su enemigo, es abominada de Dios. Desde el Deut. 22, 9 s., se nos inculca a tal punto la idea de que Dios odia toda mezcla, que Moisés prohíbe sembrar semillas mezcladas, arar con yunta de buey y asno, y hasta vestirse con mezcla de lana y lino” (comentario de Mons. Straubinger a Rom 1, 17). 
El rito “pío-paulino” es ciertamente una mezcla abominable a los ojos de Cristo, es el vino mezclado con mirra que Él rechazó en la cruz... pero Mons. Fellay se lo quiere dar a beber de nuevo.

¿Cómo desea concluir Monseñor?

Para mí, estamos en la víspera de acontecimientos graves sin poder definirlos bien. ¿En la víspera? ¿Le parece que actualmente no pasa nada grave? Esta frase parece dicha un día antes del Vaticano II. Yo llamo a la oración y quiero terminar con una mirada hacia el Buen Dios, lo que siempre nos permite conservar la esperanza. Un final digno de un espíritu ambiguo, de un alma confusa y vacilante. Una vaguedad total. Ambigüedad liberal.

sábado, 27 de junio de 2015

COMENTARIO ELEISON Número CDXV (415) - 27 de junio de 2015



Argumentos Falsos


¿Debería Menzingen pedir a Roma el reconocimiento?
¡No! ¿Cómo pueden apóstatas brindar tal otorgamiento?

En el último número de la publicación interna de la Fraternidad San Pío X (principalmente para los sacerdotes de la Fraternidad) “Cor Unum”, el Superior General publica argumentos para defender y justificar su implacable prosecución de la incorporación de la FSPX a la Iglesia de la corriente principal. Él argumenta que la Fraternidad está en lo correcto en hablar con los oficiales Romanos de hoy en día. Él presenta básicamente dos argumentos. Éstos necesitan ser examinados, sino van a continuar creando confusión.

El primero de los dos argumentos apeligra como sigue: La Iglesia católica, siendo la Esposa Inmaculada de Cristo, es mucho más que simplemente sus corruptos oficiales, porque es un todo del cual estos oficiales son meramente una parte. Pero la Católica Fraternidad San Pío X necesita permanecer en contacto con la Iglesia católica, fuente de su vida espiritual. Por consiguiente debe mantener contacto y continuar negociando con los corruptos oficiales.

Ciertamente los Católicos deben procurarse de la Esposa Inmaculada de Cristo todo lo que precisan para llegar al Cielo, pero nunca de la corrupción de los corruptos oficiales de Iglesia podrán ellos procurarse su vida espiritual. Y si estos oficiales son tan corruptos en la Fe que el contacto con ellos pone categóricamente en peligro esa fe de los Católicos la cual es la base misma de la vida espiritual de los Católicos, entonces los Católicos deben categóricamente evitar tales oficiales. Ahora bien, el neo-modernismo de los oficiales Romanos de hoy en día es altamente corrupto y corruptor, con tanta más razón objetivamente peligroso por ser, más o menos, de parte de ellos, subjetivamente inocente. Por consiguiente, los Católicos que desean mantener la fe deben permanecer bien alejados de estos Romanos. ¡“Cor Unum” argumenta como si los neo-modernistas no presentan problema a la Fe!

Monseñor Lefebvre sacó la conclusión correcta. Cuando en la primavera de 1988 él hizo todo lo que él pudo haber hecho (y aún, uno puede decir, más de lo que él debiera haber hecho) para conseguir que los oficiales Romanos cumplieran con su deber de cuidar a la Tradición católica y, que aún luego de más de 10 años de duración de los esfuerzos de Monseñor, ellos todavía se negaban, demostrando con eso que lejos de querer cuidar a la Tradición querían meramente absorberla en su Neo-Iglesia, entonces Monseñor concluyó que ellos estaban tan corrompidos en la Fe que él no quería saber más nada de ellos hasta que ellos profesaran una vez más la Fe de los grandes documentos papales anti-liberales tales como Syllabus, Pascendi y Quas Primas.

Pues ciertamente la Fe no existe para los oficiales designados en la Iglesia, sino que ellos existen para la Fe. Así que si sus frutos demuestran más allá de toda duda que ellos están destruyendo la Fe, entonces, para defender la Fe no solamente debería la Fraternidad no estar hablando con los oficiales Conciliares sino que debería, con todo respeto y caridad, estar huyendo de ellos como de la plaga, por miedo a ser infectada ella misma con los peligrosísimos errores infecciosos Conciliares, a menos que, y hasta que, exactamente como Monseñor Lefebvre dijo, ellos demuestren que han terminado con su Conciliarismo y están retornando a la verdadera doctrina Católica.

El segundo argumento es que la concesión por parte de Roma de obispos que visitan los seminarios de la Fraternidad (incluyendo Écône) es prueba de la “benevolencia” de Roma hacia la Fraternidad, porque Roma hasta ahora “no sabe como tiene que tratar con la Fraternidad”. Y, una vez más, una golondrina aquí y otra allá se toman como significando el verano de la conversión de Roma. La candidez es pasmosa. Roma conoce exactamente como tratar con la Fraternidad: enviar obispos Conciliares dentro de sus seminarios de ella para mostrar a sus futuros sacerdotes cuan agradables son los hombres de la Neo-Iglesia Conciliar. Entonces, sin problema, la Fraternidad fluirá eventualmente dentro de la Neo-Iglesia.

La FSPX no tiene ningún derecho a pedir nada de lo que sea a estos oficiales Romanos, que tienen la autoridad tal vez, pero son apóstatas ciertamente. Y si les permite pensar que, objetivamente y colectivamente, ellos son cualquier otra cosa que no sea apóstatas, será como ellos “mentirosa” (cf. Jn.VIII,55).

Kyrie eleison.

LA NEO-FSSPX Y SU DOBLE CARA II


¿Sabían ustedes que la neo-FSSPX, en algunos de sus sitios oficiales, promueve la devoción a Faustina Kowalska:

El Facebook de la Neo-FSSPX de Polonia publica frases del “Diario” de Sor Faustina:



El boletín semanal de St. Mary’s del 7 de diciembre de 2014, incluye a "Santa" Faustina entre las “Reliquias para Adviento hasta la temporada de Navidad”:


Y en el catálogo 2010-2011 de la “Editorial Sarto”, del Distrito de Alemania, figuran dos libros de Sor Faustina para la venta (uno es su "Diario"):




Pero eso no es todo. ¿Sabían ustedes que este catálogo además ofrece a la venta las siguientes obras de modernistas:


"Jesús de Nazareth", por Benedicto XVI

 
"El Espíritu de la Liturgia", por Benedicto XVI  




"Reflexiones sobre el Sacerdocio", por Benedicto XVI

"Luz y Sombra", por el Card. Walter Brandmuller 

"Dominus est", por Mons. Athanasius Schneider 

¿Y que no solamente incluyen estos libros de autores modernistas “conservadores”, sino que también venden obras de modernistas "extremos"?

"Obras básicas de tres grandes mujeres de Helfta", por Hans Urs von Balthasar - Margot Schmidt

Y también llama poderosamente la atención que, en la Editorial Sarto hayan quitado el “San” a los autores canonizados por la Iglesia, según la usanza modernista:




viernes, 26 de junio de 2015

LA NEO-FSSPX Y SU DOBLE CARA

"El católico liberal es una persona de doble cara, en una continua contradicción. Quiere permanecer católico, pero está dominado por el deseo de agradar al mundo". Mons. Lefebvre.


Un paso adelante (hacia el precipicio, hacia Roma): Mons. Fellay acata pero con reservas (sí pero no, acata y no acata, quedando bien con Dios y con el diablo) el llamado de Francisco al "Año Santo de la Misericordia", con motivo de los 50 años del Vaticano II.


Medio paso atrás: el P. Bouchacourt ha publicado, en el sitio de la FSSPX de Francia, un texto (leer abajo) en el que critica diversos aspectos de la bula mediante la cual el Papa convoca a dicho "Año Santo".

Leemos este acertado comentario en el foro Christus Vincit:

Se puede interpretar este texto del P. Bouchacourt de dos maneras:

1. Enderezar (corregir) a Monseñor Fellay sin decirlo: esto equivale a reconocer implícitamente que hay dos líneas en la FSSPX (los que tienen prisa en hacer concubinato con Roma sea cual fuere el Papa, y aquellos que están un poco menos presionados porque no es oportuno).

2. Lo más probable: tranquilizar a los sacerdotes y a los fieles que no son favorables al acuerdo en Francia… y responder al contundente texto del P. Bruno sin llegar hasta prohibir a los fieles de asistir a los 50 años del concilio. El distrito de Francia resiste un poco al nuevo espíritu del 2012… Por tanto, hay que introducir poco a poco la praxis ecuménica: apariencia doctrinal pero avances prácticos…

En los dos casos es una ruin diplomacia que no engaña a nadie…


P. BOUCHACOURT: ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA BULA MISSERICORDIAE VULTUS, QUE ANUNCIA EL JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA

jueves, 25 de junio de 2015

MONS. FAURE: ORDENACIONES EN FILIPINAS


El martes 23 de junio, en Filipinas, Monseñor Faure ha conferido las órdenes del Diaconado y del Subdiaconado, ha tonsurado a un seminarista y ha confirmado a los fieles.
¡Deo Gratias!








martes, 23 de junio de 2015

EL COCTEL INFERNAL DEL LIBERALISMO


Por Joseph Lémann

Desde el principio, la Revolución se hizo venenosa, pero con arte, con hablilidad; ella recuerda y sobrepasa las maquinaciones de Agripina y  Locusta.

Vayamos un instante a la Roma pagana: Locusta es una famosa envenenadora de los tiempos de los Césares. Ella primero debe asesinar al emperador Claudio por órdenes de Agripina. Ella es llamada al consejo; le piden que ponga ingenio a su destreza. Un veneno demasiado rápido pondría de manifiesto el asesinato de Claudio; un veneno demasiado lento le daría tiempo de reconocerse y de restablecer los derechos de Britanicus, su hijo. Locusta comprende, y encuentra lo buscado con un veneno que trastornará la razón y extinguirá lentamente la vida.  Un eunuco hace tomar al infortunado César el veneno en una seta, la cual saborea con delicias: ¡Muere embrutecido!

Locuste et Néron testant un poinson sur un esclave

Un año después, Locusta libera a Nerón de Britanicus que lo molestaba. Esta vez, él no pide un veneno lento, tímido, secreto, como el que hizo con tanto refinamiento para Claudio; sino un veneno activo, rápido, fulminante. Britanicus cae muerto en la mesa imperial.

Locusta tuvo alumnos, Nerón le permitió formar a sus discípulos en una escuela de envenenamiento. La historia, en efecto, y la pintura, la representan probando sus venenos en esclavos desgraciados, unos retorciéndose a sus pies, y los otros convirtiéndose en locos.

Regresemos a nuestra época.

¿Quién hubiera podido pensar que Locusta fuera sobrepasada?  La Revolución se ha encargado de este siniestro progreso.

En efecto, desde la aparición del cristianismo en el mundo, todo ha tomado una forma más elevada, más espiritualizada, incluso el mal, incluso el envenenamiento. Se envenena a los espíritus y a la moral como antes se envenenaba el cuerpo: ¡con ingenio! ¿No decimos en los siglos cristianos, el veneno de la herejía, el veneno del error? La sombra de Locusta sin duda ya rondaba los conciliábulos del maniqueísmo, del arrianismo, del calvinismo, del voltairenismo; pero en 1789 la Revolución, inspirándose en la envenenadora y ávida de sobrepasarla, imaginará en el orden intelectual y social un veneno que trastornará la razón y extinguirá lentamente la vida en los pueblos cristianos: ¿qué es lo que ella imaginó?

El liberalismo

En efecto, para llegar a trastornar la razón en un pueblo como el de Francia y llegar a extinguir lentamente su vida, es necesario un brebaje que sea a la vez veneno, poción, narcótico:

— el veneno mata;
— la poción embriaga;
— el narcótico adormece.

Todos estos efectos reunidos son necesarios para lograr acabar con la robusta constitución de una nación cristiana.

Se trata de matar en ella las ideas cristianas; al mismo tiempo embriagar las almas generosas; y al mismo tiempo adormecer a la gente honesta: Todo esto, al mismo tiempo. El liberalismo será esta mezcla hábil, este terrible brebaje. Si se le descompone, encontramos allí los tres elementos, veneno, poción, narcótico.

  • El veneno primero: así como encontramos, en los campos, plantas venenosas, encontramos también, en el orden intelectual, malas doctrinas, opiniones perniciosas. Se puede decir que la Iglesia siempre las ha extirpado, pero ellas reaparecen con la facilidad y la tenacidad de las malas hierbas: por ejemplo, la negación del pecado original, también la omnipotencia de la razón a la cual todo se debe someter, la suficiencia de las fuerzas humanas para hacer su camino y la suficiencia de las fuerzas sociales para conducir a los pueblos. Producciones venenosas de todos los siglos, el filosofismo del siglo XVIII las hizo resurgir y las propagó. La Revolución sólo tendrá que agacharse para recogerlas. Ellas formarán el primer elemento de su terrible brebaje.
Nuit du 4aout 1789 - Helman

  • Además del veneno, la poción: Hay, en el tesoro de las lenguas humanas, palabras que tienen el poder de arrebatar, de embriagar, de apasionar, estas son: las palabras mágicas de libertad, de fraternidad, de igualdad. El Evangelio habiendo purificado estas palabras, las explicó y, poniéndoles un fermento divino, las agrandó tanto que ellas expresaron ideas nuevas. Durante mucho tiempo permanecieron apegadas al Evangelio, penetraron y trabajaron el mundo de una manera tan  segura y saludable como eran dulces, ponderadas, respetuosas. Pero he aquí que en el siglo XVIII el filosofismo se apoderó de estas palabras. Inmediatamente perdieron su fermento divino y se convirtieron en poción. La Asamblea nacional, en la célebre noche del 4 de agosto de 1789 [abolición del régimen feudal. N. del blog], que será una embriaguez sin precedentes en la historia de los pueblos, experimentará esta poción. Entran entonces como segundo elemento en el brebaje encantador y funesto que prepara la Revolución.
  • El narcótico, finalmente, se encuentra como el tercer elemento. Entre todos los sentimientos de los cuales el corazón del hombre ha sido dotado, hay uno que se distingue por su gran nobleza cuando la verdad es su guía, pero que se convierte en un peligro extremo cuando se inspira sólo en sí mismo: es el sentimiento de tolerancia, de indulgencia. En efecto, cuando ella tomo por guía la verdad, la tolerancia se traduce en compasión por las personas, pero se rehúsa a reconocer los errores: compasión por la persona, reprobación del error, tal es la expresión de la tolerancia católica. Al contrario, cuando sólo se inspira en sí misma, la tolerancia, extraviándose en la blandura de las creencias o en una sensibilidad falsa y exagerada, se convierte en indulgencia por los errores al igual que por las personas, y excusa todo sin consideración: actos de debilidad y doctrinas culpables.
La Iglesia siempre unió cuidadosamente este sentimiento a la verdad. El filosofismo del siglo XVIII lo separa. Es entonces que en la sociedad toman la forma de máximas como estas:

“La tolerancia es madre de la paz” – “Sólo la tolerancia ha podido contener la sangre que brotaba de un lado a otro de Europa” – “Si Dios lo hubiera querido, todos los hombres tendrían la misma religión, así como ellos tienen el mismo instinto moral. Seamos entonces tolerantesEste sistema de tolerancia alentado y propagado, será el opio, el narcótico que necesita la Revolución. Ella se servirá de él para dormir todas las querellas religiosas e incluso, si fuese posible, las mismas religiones. Una multitud de gente honesta, de gente buena, no pedirán más que aletargarse, dormitar y permanecer neutras, a pesar de la severidad de la teología. ¡Tercer elemento del brebaje revolucionario!

Y así:

  • Omnipotencia de la razón o tribunal de la cual todo debe someterse; suficiencia de las fuerzas humanas para hacer su camino, y suficiencia de las fuerzas sociales para conducir los pueblos (veneno).
  • Grandes palabras de libertad, igualdad y fraternidad (poción).
  • Sentimiento de tolerancia recíproco no solamente para las personas, sino para las doctrinas (narcótico).
Este es el pérfido brebaje que, como en tiempos de Locusta, debe trastornar la razón y extinguir lentamente la vida. Unos serán embriagados, otros adormecidos, y un gran número serán muertos a la larga. Esta mixtura recibirá, más tarde, su nombre característico: el liberalismo.


Extracto  de Les Juifs dans la Révolution française, Joseph Lémann (1836-1915), Paris, 1889. [José Lémann y su hermano Agustín fueron sacerdotes católicos. Siendo judíos, se convirtieron en 1854. Escribieron unos 150 libros. N. del blog]