Algunas personas se han preguntado acerca de la razón
por la cual fui a Silver City. Razones de caridad y justicia me movieron a
hacerlo, básteles esta explicación. Y aclaro que por ningún momento dejé la
Resistencia.
Lo más beneficial de mi corta estadía fue que pude
hacer una profesión de fe y explicar a todos los hermanos y padres del
Monasterio la grave crisis doctrinal por la que atraviesa la FSSPX,
explicándoles que somos 70 sacerdotes y que la posición de la FSSPX sin
ninguna duda ha cambiado con respecto a la posición trazada por Mons. Marcel
Lefebvre, representando un peligro grave contra la fe.
El Monasterio San José está en calma y creciendo. En
este momento estamos teniendo nuestro retiro anual, les pedimos por oraciones
para que tengamos las gracias suficientes y eficientes para escalar nuestra
sublime vocación hacia la santidad y la defensa de la fe sin ningún compromiso.
Secundando aquellas palabras del gran teólogo Garrigou Lagrange “Los católicos son intolerantes en la
doctrina porque creen, pero son tolerantes en la caridad porque aman”, estos
sentimientos de caridad fueron los que me llevaron a Silver City.