viernes, 12 de julio de 2013

LA DECLARACIÓN DOCTRINAL DE MONSEÑOR FELLAY DEL 15 DE ABRIL DE 2012: LA PRUEBA DE UNA TRAICIÓN.- POR SACERDOS. (4a PARTE)


IV. LA DOBLE RESPUESTA DE LA FRATERNIDAD (30 de noviembre de 2011 y 12 de enero de 2012)
El 7 de octubre de 2011, Monseñor Fellay, viendo la importancia del momento y queriendo hacer el consenso en la Fraternidad sobre la respuesta que se daría al Cardenal Levada, decidió consultar a los superiores mayores y a los obispos durante una reunión realizada en Albano-Laziale (Italia).
Sin embargo, Monseñor Fellay decidió excluir injustamente a Monseñor Williamson de esta reunión, porque él se negó a prometer el silencio sobre el tenor del texto de Roma y se negó a suspender la publicación de los comentarios Eleison, pudiendo ser el obstáculo mayor para un compromiso con Roma. Además, nos preguntamos cómo Monseñor Fellay logró que se avalara esta exclusión injusta…
Los superiores presentes, después de haber tomado conocimiento del texto del Preámbulo, decidieron dejar a Monseñor Fellay la redacción de la respuesta que se daría al Cardenal Levada.
Monseñor de Galarreta nos da un buen resumen de lo que fue discutido en esta reunión cuando dijo que las ofertas de Roma son “confusas, equívocas, falsas y perversas en lo esencial”, y que el Preámbulo doctrinal es “peor que el Protocolo de 1988 en particular respecto al Concilio y al magisterio pos-conciliar”. Él afirmó también que continuar con los contactos “necesariamente engendrará males para el bien común que nosotros poseemos, para la Fraternidad y para la familia de la Tradición” (7 de octubre de 2011).
Pero el contenido del Preámbulo del Cardenal Levada y la respuesta que se daría fueron rodeados de tanto misterio, que fueron mantenidos secretos para la mayoría de los miembros de la Fraternidad durante más de un año,  lo que no contribuyó a conservar la confianza hacia los superiores… La mayoría de estos documentos (pero no todos) finalmente fueron publicados en los Cor unum 103 y 104 cuando el texto de la Declaración Doctrinal del 15 de abril de 2012 fue “filtrada” en internet.
Es bueno recordar que, contrariamente a esta manera de actuar, Monseñor Lefebvre no dejaba en el « misterio » los documentos intercambiados con Roma. A veces los abría delante de los seminaristas de Ecône, como lo hizo durante una conferencia espiritual con una carta de Paulo VI.
La respuesta de la Fraternidad fue doble:
-         Una primera respuesta corta, el 30 de noviembre de 2011 ;
-         Una segunda respuesta más larga, el 12 de enero de 2012, luego de la solicitud de un “complemento de información” por Monseñor Pozzo, secretario de la Comisión Ecclesia Dei adflicta. Cor unum no publicó esta carta de Monseñor Pozzo.

1. Primera respuesta con proposición de un nuevo Preámbulo doctrinal (PD2), el 30 de noviembre de 2011
Esta respuesta estaba compuesta de dos partes :
-         una Nota preliminar ;
-         Un nuevo Preámbulo doctrinal.
La respuesta de la Fraternidad el 30 de noviembre de 2011, contenía en su mayoría buenos pasajes en la línea de Monseñor Lefebvre después de 1988, pero comenzó a hacer concesiones y ambigüedades: vamos a ver que faltan dos elementos importantes y que un elemento inaceptable fue introducido.

A. La Nota Preliminar.
Después de recordar las discusiones teológicas con Roma en el 2009-2011, la Nota de Monseñor Fellay precisa que estas conversaciones:
"Han puesto de manifiesto diferencias de posición importantes con respecto a la recepción del Concilio Vaticano II y del Magisterio post-conciliar. Estas diferencias no podían y no pueden ser superadas con el argumento de la hermenéutica de la continuidad. Hay algunas rupturas que son demasiado obvias. "
Enseguida, la Nota recuerda que :
« La Fraternidad San Pio X confiesa la fe católica plena, y no tiende más que profesarla integralmente y a vivirla”.
Ella recuerda también los principales errores conciliares : la libertad religiosa, la negación de la unicidad y de la exclusividad de la Iglesia, el secularismo, el ecumenismo, el sacerdocio universal de los fieles.
Más adelante el rechazo el nuevo Código de derecho canónico está claramente expresado a causa de las mismas ambigüedades que en el concilio y se pide guardar el antiguo Código de 1917.
Sobre la Nueva misa, admite su validez sacramental, como lo dijo también Monseñor Lefebvre, dice de esta misa que:
« Nosotros vemos allí un mal por sus deficiencias, que explican por ellas mismas en gran parte el desastre litúrgico”.
Todo esto corroborado por una cita bien conocida del Breve examen crítico de los cardenales Ottaviani y Bacci.
Y en cuanto a la posible normalización canónica de la Fraternidad:
« Esta debe permitir, sin ambigüedad, el continuar nuestra vida y nuestro apostolado, como lo hemos hecho hasta el presente”.

La Nota agrega en seguida una cita de la famosa Declaración de Monseñor Lefebvre, del 21 de noviembre de 1974.
La conclusión de la respuesta se encuentra en el 5° párrafo:
« Es por eso que nos es imposible adherirnos al texto del Preámbulo doctrinal tal como nos ha sido entregado. Su aceptación implicaría para nosotros una ambigüedad nefasta y sembraría la confusión entre los miembros de la Fraternidad, así como entre los miembros que se han confiado a ella. Queremos permanecer fieles al carisma de nuestra fundación a cualquier precio, nombrando los errores por su nombre y preservando la unidad en nuestras propias filas, para así servir mejor a la Iglesia”.
Por lo tanto, Monseñor Fellay rechaza abiertamente el PD1 pues es gravemente inaceptable en conciencia.
Sin embargo, nosotros notamos dos omisiones creando una ambigüedad:
En la respuesta de Monseñor Fellay, no trata en ella más que la nueva misa. Omite hablar de los nuevos sacramentos. A propósito de la Misa, se refiere solamente a la aceptación de la validez en la celebración.  La cuestión tan importante de la legitimidad de su promulgación es eludida.

B. El Preámbulo Doctrinal 2 (PD2)
Monseñor Fellay propone, a cambio del PD1, su propio documento, el Preámbulo (PD2), que es muy corto:
(1)          Profesión [de fe] del Concilio de Trento ;
O
(2)        Profesión del Concilio de Trento y la aceptación de la Constitución dogmática Pastor aeternus del Concilio Vaticano I, así como el n°25 de la Constitución  Lumen gentium, con la indicación de que todos los textos del Concilio Vaticano II deben ser comprendidos según el juramento antimodernista eodem sensu eademque semper sententiam ab apostolis per orthodoxos patres ad nos usque transmissam, lo que necesitaría la reformulación de ciertos textos del Concilio Vaticano II.

a. La Profesión de Fe del Concilio de Trento (o de Pio IV, llamada más tarde del Concilio Vaticano I) fue hasta 1989 la profesión de fe oficial en la Iglesia, nada más natural que invocarla.

b. La Constitución dogmatica Pastor Aeternus
Este documento capital del Concilio Vaticano I es una buena referencia en la medida que ésta precise también los límites y condiciones de la infalibilidad del Papa.

c. El n°25 de la Constitución dogmática Lumen gentium
Es la única cita tomada del Preámbulo doctrinal (PD1) del Cardenal Levada.
Este texto de Lumen gentium del Concilio Vaticano II, pertenece al Capítulo III de la Constitución jerárquica y el episcopado, trata de La función de enseñanza de los obispos, y dice así:
« Este asentimiento religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del Romano Pontífice aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se preste adhesión a sus afirmaciones, según su manifiesta mente y voluntad, que se colige principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo”.
Más adelante mostraremos, en la segunda parte, por qué este pasaje de Lumen gentium es inaceptable.


Continuará...