viernes, 19 de julio de 2013

COMENTARIO ELEISON N° CCCXIV (314).- 20 DE JULIO DE 2013.




PRONOSTICO A LARGO PLAZO


  
Hace casi 20 años, un cierto obispo de la Fraternidad San Pío X demostró que era posible pronosticar la traición a la FSPX tal como el Arzobispo Lefebvre la fundó, la cual dicha traición casi ocurrió en el 2009 y 2012 y todavía corre el riesgo de ocurrir. Perturbado por la auto-admiración y por la carencia de seriedad que este obispo había observado en el Capítulo General que recién había tenido lugar, he aquí un resumen (con unas citas directas) de lo que él dijo en la casa de la Fraternidad en Le Brémien, Francia, el 17 de Julio de 1994 (vean en Internet: Un évêque s’est levé le Brémien, para encontrar el texto original en Francés) (en español aquí):

Sería agradable poder decir que en la FSPX estamos abriendo casas por todos lados, estamos edificando, estamos ingresando en nuevos países, tenemos vocaciones, que todos somos agradables y dulces y jóvenes y entusiastas, que tenemos cuatro obispos, y así sucesivamente. “Pero, ¿porqué la FSPX debería tener una protección especial contra las fuerzas hoy día desatadas que han arrastrado consigo a miles de excelentes obispos y sacerdotes de la Iglesia oficial? (...) ¿Cuáles son las cualidades de la Fraternidad, quienes son sus garantes? La garantía es: Juventud. Oh sí, la juventud es agradable, bien guapa, físicamente fuerte, pero, dónde se encuentra allí la edad, la experiencia y la sabiduría de los años? ¿Cómo puede esperarse que la juventud sea sabia?

En los años 1950 y 1960 la Iglesia parecía gozar de buena salud resistiendo heroicamente la arremetida del mundo post-guerra. En Inglaterra y Estados Unidos, había cada año inmensos números de conversiones, de manera que uno podía pensar que el mundo estaba a punto de convertirse a la Fe católica. Pero, ¿qué pasó? Exactamente lo opuesto. Con el Vaticano II, la Verdad dejó de pelear y la Iglesia Católica se rindió al mundo moderno.

Entonces, déjenme darles un escenario paralelo para la Fraternidad. En los años 1990 esta amorosa Fraternidadita con todos sus maravillosos sacerdotitos está heroicamente resistiendo a los fracasos y traiciones de la Iglesia oficial. Hay conversiones, y las personas están tomando conciencia que la Iglesia nueva es falsa y que no funciona. Pero justo cuando la Iglesia oficial parece estar a punto de rendirse, ¿qué podríamos ver? Yo no digo que lo veremos, sino ¿qué podríamos ver? La Fraternidad rindiéndose y pasándose a la Iglesia oficial. Si la Iglesia Universal puede colapsar, ¿porqué no, con más razón aún, una Fraternidadita ?

Y, he aquí otra consideración. Antes del Vaticano II cada Orden y Fraternidad católicos tenían por encima de ellos a las Congregaciones de la Curia Romana de manera que “si algo salió mal en una Fraternidad, sin excluir el malogro por parte de sus líderes, siempre algo humanamente posible, entonces uno siempre podía apelar a Roma y Roma podía intervenir.” En tiempos pasados generalmente intervenía para lo mejor mientras que hoy día ella generalmente interviene para lo peor, entonces ahora “es mejor no estar bajo Roma, pero, ¡estar en estado de alerta! Hay un precio que pagar, a saber, que no hay nadie por encima nuestro, y, entonces, ¡nuestro Consejo Generalito, nuestro Superior-Generalito, son el techo! ¡Peligro!” La Fraternidad está de vuelta a sus propios recursos. Ahora bien, el Arzobispo Lefebvre tenía 65 años cuando fundó la Fraternidad. Pero, ¿cuántos hombres de edad madura con larga experiencia tiene la Fraternidad en 1994?

Brevemente, ¿porqué la Fraternidad debe ser librada de los problemas de la Iglesia Universal? Yo no quiero que la Fraternidad se rompa y, por favor Dios, yo no haré nada para ayudarla a que pueda llevarla a eso, pero solamente puedo decir que no me sorprendería si, en realidad, se rompía. Dios puede preservarla, pero El también puede permitir que siga el camino de todo lo que es humano para que nos demos cuenta de cuan poquito somos capaces de hacer por nosotros mismos. Precisamos sabiduría y ayuda especial de Dios.

Kyrie eleison.