Wuerl y McCarrick
WASHINGTON, D.C., 30 de agosto de 2018 (LifeSiteNews) - El Papa Francisco ha ordenado al Cardenal Donald Wuerl que abandone los Estados Unidos "antes de ser arrestado" por las autoridades, reportó esta noche Michael Voris, de Church Militant.
El
cardenal de Washington, D.C. - sucesor del desgraciado ex cardenal Theodore
McCarrick - y ex obispo de Pittsburgh, donde un reciente informe del gran jurado dice que ayudó a camuflar y encubrir a sacerdotes abusadores sexuales,
está escondido mientras se ejecutan "los planes finales para sacarlo a
escondidas del país", reportó Voris.
Según
Voris, quien dice que recibió esta información de fuentes confiables, el
Departamento de Justicia de los Estados Unidos podría abrir un caso R.I.C.O. contra la Iglesia Católica. R.I.C.O., la Ley de Organizaciones Corruptas y tráfico
de influencias (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), es una ley
anti crimen organizado y antichantaje de 1970.
Debido
a que Wuerl sería el objetivo principal de tal caso, según Voris, el Papa
Francisco lo quiere fuera del país para que no revele "todo lo que
sabe", porque cualquier caso potencial del DOJ conduciría al Vaticano.
"Están
tratando de sacarlo del país bajo el secreto diplomático del Vaticano",
dijo Voris, señalando que Wuerl se ha retirado de una serie de eventos públicos
después de que se conociera la noticia de Pensilvania, y especuló que podría
estar escondido en un hotel en la capital de la nación. Voris dijo que los
sacerdotes de la arquidiócesis recibieron una carta de Wuerl diciendo que
estaba deseando verlos durante el fin de semana del Día del Trabajo (3 de
septiembre, nota de NP).
Esta
acción potencial del gobierno federal, que sería enorme si se lleva a cabo, se
debe a la crisis de abuso sexual del clero que ha sacudido a la iglesia
estadounidense con la publicación del informe del gran jurado de Pensilvania
que expuso décadas de abuso sexual clerical y encubrimiento de la Iglesia.
También se suma al escándalo el reciente testimonio detallado del Arzobispo
Carlo Viganò, quien dice que el Papa Francisco y varios cardenales, obispos y
sacerdotes de alto rango sabían de la depredación de McCarrick, pero aún así lo
colocaron en posiciones de influencia y le permitieron el acceso a los
seminaristas. Viganò dijo en su testimonio que Wuerl "miente
descaradamente" al negar que era consciente del abuso de McCarrick.
Los
rumores sobre el paradero de Wuerl han estado corriendo por los círculos
católicos de Washington, D.C., y algunos especulan que puede que ya esté en
Roma.