FUENTE (hemos extractado el comentario introductorio al artículo de Golias)
Este artículo apareció en el sitio web de Golias. [Golias es un medio francés al servicio de la herejía modernista y del liberalismo. Hace unos años, Golias publicó un muy acertado artículo sobre el GREC. Nota de NP] Es un análisis del capítulo publicado antes de su clausura. Parece haber sido escrito antes de la reincorporación de Mons. Fellay. Para ellos, su salida no significa en absoluto el final del proceso de ralliement.
“Una pequeña revolución -¡horresco referens!- [horroriza contarlo!] sería lo que vive la Fraternidad Sacerdotal
San Pío X (FSSPX), fundada por el Arzobispo Espiritano Cismático, Mons. Lefebvre,
luego del Vaticano II. Dirigida después de la muerte del fundador en 1991 por
Mons. Fellay -consagrado sin mandato papal- durante casi un cuarto de siglo,
este último acaba de ser sacado por el Capítulo General reunido en Ecône
(Valais suizo) hasta el 21 de julio. Los católicos extremistas
eligieron a un sacerdote italiano, Davide Pagliarani -ordenado por el obispo
Fellay en 1996- para presidir la FSSPX durante los próximos doce años.
Inicialmente
muy franco-francesa, esta Fraternidad cuenta hoy en día con 637 sacerdotes en
todo el mundo (hay 400.000 sacerdotes católicos), por lo que Roma está haciendo
todo lo posible para devolver a esta minoría al redil de la Iglesia oficial.
El
ex Superior General Fellay fue uno de los que -entre los fundamentalistas-
querían este acercamiento con -como broche de oro- la posibilidad de una
prelatura personal (como el Opus Dei). En esta perspectiva, el
"prelado personal" habría sido elegido de por vida y sólo habría
obedecido al Papa. Mala suerte: los fundamentalistas estaban divididos sobre
esta reconciliación. Por un lado, porque muchos de los
cismáticos todavía no han digerido el Concilio, especialmente los textos sobre
el ecumenismo, la libertad religiosa y la eclesiología más horizontal
instituida por los Padres conciliares (¡incluido Mons. Lefebvre!); por otro
lado, porque la "Roma apóstata" (según el vocabulario específico de
estos extremistas) está hoy dirigida, según ellos, por un peligroso progresista
que quiere relativizar la doctrina inmutable sobre el matrimonio (entre otras).
Si
bien Francisco reconoció la validez de los sacramentos de la Reconciliación y
del Matrimonio conferidos por los sacerdotes de la FSSPX en el marco del
Año Santo Extraordinario 2015-2016, esto no fue suficiente ni para Mons.
Fellay, de 60 años, ahora prejubilado.
El
nuevo triunvirato lefebvrista está compuesto, pues, por el Superior General
Pagliarani y dos asistentes: el obispo de Galarreta -también ordenado sin
mandato pontificio por Mons. Lefebvre y reacio a ceder sobre el Concilio- y el sacerdote francés Bouchacourt, antiguo rector
de Saint-Nicolas-du-Chardonnet (París), iglesia anexada y ocupada por la FSSPX
desde 1977, menos cerrado que su compañero asistente. Un
signo particular de este trío: los tres han ejercido sus talentos... en
Argentina. ¿Y quién era entonces Cardenal Arzobispo de Buenos Aires? Mons.
Bergoglio y luego Mons. Poli, una creatura bergogliana que ayudó a la FSSPX a
obtener las diferentes autorizaciones oficiales para poder trabajar legalmente
en territorio argentino. Así que las cosas son más complejas. Por
supuesto, la reconciliación Roma-Ecône sufrió un golpe con estas elecciones.
Pero
la puerta no está cerrada. La FSSPX ahora se enfoca más en las relaciones
interpersonales, apostando por el conocimiento mutuo de los distintos
protagonistas (Francisco y la dirección fundamentalista) para hacer avanzar su
expediente. La exclusión de Mons. Fellay no es un rayo en el
cielo azul. Fue más bien su ambivalencia, si no su ambigüedad, lo que fue
sancionado por sus camaradas. Pero no se equivoquen: el diálogo
no se rompe con la elección de estos nuevos jefes. Por el contrario, la FSSPX
cree que está en posición de avanzar su dossier de manera más efectiva con
personas que han conocido al Obispo de Roma en otro tiempo. Es verdad que con
el poder romano, uno debe esperar todo."