29
de Agosto de 2018 (LifeSiteNews) – Una
fuente altamente calificada del Vaticano le dijo a LifeSiteNews que el Cardenal
Gerhard Müller, junto con sus muy experimentados tres sacerdotes de la CDF,
fueron depuestos por el Papa Francisco porque todos ellos habían tratado de
seguir fielmente las reglas de la Iglesia con respecto a los clérigos abusivos.
En un caso específico, Müller se opuso al deseo del Papa de reintegrar a Don
Mauro Inzoli, un inequívoco cruel abusador de muchos niños; pero el Papa no
quiso escuchar a Müller. En otro caso, el Papa decidió no dar un
apartamento en el Vaticano a uno de los secretarios de Müller, sino al ahora tristemente
famoso Monseñor Luigi Capozzi, a pesar de que alguien había advertido al Papa
sobre los graves problemas de Capozzi. La fuente vaticana también dijo que
varias personas en el Vaticano sabían que el Papa Benedicto XVI impuso restricciones
al Cardenal McCarrick, lo que confirma la propia afirmación de Viganò.
Cuando
LifeSiteNews contactó a esta fuente vaticana muy confiable y bien informada,
preguntándole acerca de la historia de Viganò y las acusaciones del arzobispo
acerca de que el Papa Francisco sabía del abuso habitual de McCarrick, él
respondió: "El Cardenal Müller [como Prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe (CDF)] siempre había dado un seguimiento firme y contundente
a estos casos de abuso, y por eso fue depuesto, al igual que sus tres buenos
colaboradores [los tres sacerdotes de la CDF]".
En
mi seguimiento con esta fuente, él nuevamente explicó que el Cardenal Müller,
como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, siempre había
seguido fielmente las leyes de la Iglesia con respecto a los casos de abuso, de
los cuales la CDF es responsable. De acuerdo con la
fuente, Müller también "resistió" al Papa Francisco en 2014 cuando
quiso reincorporar al agresor en serie de los niños, el sacerdote italiano Don
Inzoli, permitiéndole realizar algunas funciones del sacerdocio. En oposición a
Müller, "el Papa decidió otra cosa", continuó la fuente. Es decir, el
Papa Francisco no siguió el consejo del Cardenal Müller.
En
2012, Inzoli había sido declarado culpable por un tribunal eclesiástico de
abusar de niños tan pequeños como de 12 años, incluso en el confesionario. Fue
entonces suspendido a divinis, prohibiéndole todas las funciones sacerdotales.
El historiador Henry Sire dice en su libro El Papa Dictador que en 2014, el
Papa " siguiendo una petición de los amigos de Inzoli en la Curia, el
Cardenal Coccopalmerio y Monseñor Vito Pinto " redujo la pena del sacerdote a una "
vida de oración”. A Inzoli, sin embargo, también se le ordenó "que se
mantuviera alejado de los niños, [mientras] se le daba permiso para celebrar la
Misa en privado". Sin embargo, en 2015, como informó Michael Dougherty,
Inzoli ya estaba participando de nuevo en una conferencia sobre la familia en
Lombardía, Italia. Este escandaloso caso sólo se hizo público porque un
tribunal italiano juzgó y condenó a Inzoli a cuatro años y nueve meses de
prisión, un grave hecho público que el Vaticano no podía ignorar
responsablemente. Inzoli fue declarado culpable, en 2016, de más de "cien
episodios", explica Henry Sire. En respuesta a esta impactante noticia,
"el Vaticano inició un nuevo proceso canónico."
Como
también comentó Dougherty, es obvio que el Papa pasó por alto a la CDF, y con
ella al Cardenal Müller, al tratar con casos de abuso: "En cualquier caso,
en lo que respecta a los abusos, la justicia impartida por la CDF de Müller
parece ser demasiado dura para el Papa y sus aliados. Y por eso el Papa espera
hacer a la CDF irrelevante en estos casos".
Es
interesante notar que el mismo Cardenal Müller fue depuesto por el Papa
Francisco sin previo aviso a finales de junio de 2017, sólo un mes después de
que el Cardenal había criticado públicamente por primera vez al Papa. En una
entrevista del 25 de mayo con Raymond Arroyo de EWTN, confirmó públicamente un
informe anterior publicado por primera vez por Marco Tosatti, según el cual el
Papa despidió a tres de los mejores sacerdotes de la CDF de Müller, y esto
también sin previo aviso ni explicación. "Y yo soy el Papa,
no necesito dar razones para ninguna de mis decisiones. He decidido que tienen
que irse y tienen que irse", son las palabras explícitas del Papa, según
informó Tosatti.
El
propio Müller comentó el 25 de mayo este repentino despido de algunos de sus
mejores colaboradores con estas palabras: "Es cierto que estoy a favor de
un mejor tratamiento de nuestros funcionarios en la Santa Sede, porque no sólo
podemos hablar de la doctrina social sino que también debemos respetarla, y el
mismo Papa dijo que teníamos algunas conductas antiguas de los tribunales y
estoy absolutamente en contra de este tratamiento". El
cardenal alemán añadió que "sólo podemos desponer a las personas si
cometen un error y el criterio para nuestros colaboradores en nuestra
Congregación debe ser la ortodoxia y la integridad de la vida moral y
sacerdotal y la competencia en la materia y otros `criterios', debe hablar
italiano o necesitamos personas de diferentes lenguas y culturas".
Era
la primera vez que el Cardenal Müller reprendía públicamente al Papa, y no se
trataba de él mismo, sino de la repentina destitución de tres de sus mejores
colaboradores-sacerdotes en la CDF.
Henry
Sire comenta en su libro sobre este evento, como sigue:
Se rumoreaba que Francisco tenía la intención de revertir la competencia para casos de abuso sexual del Cardenal Müller en la Congregación para la Doctrina de la Fe hacia la Rota y la Congregación para el Clero. En cambio, Francisco simplemente cambió el personal. Destituyó sumariamente a dos miembros del personal de la Congregación para la Doctrina de la Fe a cargo de los casos de abuso sexual (negándose a dar razones al Cardenal Müller) y luego despidió al propio Müller como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en julio de 2017.
Citando
a Nicole Winfield de Associated Press, Sire muestra que Inzoli no fue el único
caso en el que el Papa Francisco mostró misericordia hacia los delincuentes
graves:
Winfield escribió que "dos abogados canónicos y un funcionario de la iglesia" le dijeron que el énfasis del Papa en la "misericordia" había creado un ambiente en el cual "varios" sacerdotes bajo sanciones canónicas impuestas por la CDF habían apelado exitosamente a Francisco por clemencia a través de poderosas conexiones curiales. El funcionario anónimo señaló que tales llamamientos rara vez habían tenido éxito con Benedicto XVI, que había destituido a más de 800 sacerdotes del ministerio.
La
mencionada fuente bien posicionada en el Vaticano también confirmó que había
varios miembros de la curia en lugares de alto rango que sabían de las
restricciones impuestas a McCarrick bajo el pontificado del Papa Benedicto XVI.
Así que, si ellos lo sabían, el mismo Papa Francisco también lo sabía.
Por
último, consideremos una historia que llegó a LifeSiteNews de otra fuente bien
informada en Roma. Esta fuente escribió a LifeSiteNews hace unos días como
sigue:
El Cardenal Müller intentó conseguir un apartamento para uno de sus secretarios en el Palazzo del Sant'Ufficio, donde también se encuentra la Congregación para la Fe. Había un apartamento libre, y el cardenal lo pidió para su secretario. Pero luego vino de la casa de huéspedes Santa Marta, del pontifex, una nota informando personalmente al Cardenal Müller que este apartamento no está disponible para su secretario porque el Cardenal Coccopalmerio lo necesitaba para su secretario Luigi Capozzi. Y así es como ocurrió.
Y
continúa diciendo con franqueza esta fuente, "ese es el mismo apartamento que –en
el verano de 2017, y tras las quejas de los vecinos- fue allanado por la
policía, para terminar una fiesta homo con grandes cantidades de cocaína, que
el propio Capozzi –en el Palazzo del Sant'Ufficio- había organizado para sus
amigos homosexuales".
Esta
fuente nos dice que el mismo Papa Francisco se aseguró de que un secretario
homosexual de su amigo el Cardenal Francesco Coccopalmerio obtuviera un
apartamento privilegiado en el Vaticano. Como LifeSiteNews informó en
su momento, fue este mismo Cardenal Coccopalmerio quien, en 2014, habló de los
"elementos positivos" en las relaciones homosexuales.
Como
nos asegura nuestra otra fuente bien posicionada en el Vaticano, "el Papa
Francisco había sido informado por alguien sobre los problemas de Luigi
Capozzi, pero de todos modos le dio el apartamento".