En lugar del joven hambriento, podría haber aparecido Mons. Fellay: "Yo veo en nuestro Papa actual, el Papa Francisco, tiene una preocupación por las almas, pero en particular las almas que son rechazadas. Las almas aisladas, las que son hechas a un lado, o despreciadas o que se encuentran en dificultad. Lo que él llama “las periferias existenciales”. ¿Se trata verdaderamente de la famosa oveja perdida? ¿Es que el papa Francisco deja de lado a las otras 99 y va a ocuparse de esa oveja perdida? Creo que eso es lo que él tiene en la cabeza. Digo, tal vez. No se puede dar una respuesta global. (En) todo lo que él ha dicho, vemos que tiene esa preocupación, una preocupación universal: los migrantes, los que están en prisión, que efectivamente son hombres abandonados por los otros. Es una gente que está en el dolor. Luego están los divorciados, gente que también está en aflicción. Luego estamos nosotros que también somos rechazados. Y finalmente estamos todos en la misma perspectiva. Y entonces él se va a ocupar de esas almas" (cita de acá).