jueves, 23 de febrero de 2017

LAS ILUSIONES DE MIGUEL ÁNGEL

FSSPX: El acuerdo con Roma. ¿Suicidio o esperanza?


Por Miguel Ángel Yáñez

Nota 1: ¿Quién es Miguel Ángel Yáñez? Es el director del sitio católico Adelante la Fe, nuevo y sumamente leído (por atreverse a criticar al demoledor Francisco), pero -infortunadamente- de línea media. Con estas dos últimas palabras creemos calificar con precisión a ese sitio web. Para los que no están familiarizados con la expresión “línea media”, conviene explicar que así se denomina a los liberales “del ala derecha”, también conocidos como “conservadores”;  a los “medio tradicionalistas” que aman la paz y la unidad por sobre la Verdad; a los que se dan cuenta de la crisis actual, pero no tienen problemas con estar sometidos en todo a la secta modernista que usurpa la Jerarquía de la Iglesia desde el fatídico y por siempre maldito Vaticano II. Aunque todo esto es verdad, aprovechamos la ocasión para felicitar al señor Yáñez por los muchos artículos buenos y excelentes que pueden leerse en el medio periodístico que está bajo su dirección. Le deseamos todas las bendiciones de Dios y lo animamos a abrir del todo los ojos. Si se lo pide con todo el corazón a Dios, Dios se lo dará.

Nota 2: Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: “Ilusión”: "Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos." Agreguemos que el demonio también causa ilusiones. "Iluso": "Propenso a ilusionarse con demasiada facilidad o sin tener en cuenta la realidad. Engañado, seducido."

Unas citas notables del iluso Yáñez: “Personalmente, tengo una gran esperanza e ilusión(sobre el acuerdo entre la FSSPX y Roma). “Es momento de unidad, momento de ilusión

En los últimos días ha surgido el rumor, que hasta donde podemos saber  tiene un alto grado de verosimilitud, de que la Fraternidad San Pío X habría adquirido ya en Roma, o estaría a punto de hacerlo, la sede de la futura prelatura personal que se ve en la fotografía, para lo cual habría mediado el propio vaticano a través de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.

Se confirme finalmente o no esta adquisición, lo que parece indudable es que hay una gran expectación ante lo que parece un cercano acuerdo que supondría una noticia de gran alcance en todo el mundo eclesial.

Personalmente, tengo una gran esperanza e ilusión porque así se produzca. Tuve el honor y el privilegio de poder conocer en persona a Mons. Lefebvre en el año 1989 en Econe, y me dejó una imborrable impresión. Pero no hasta querer seguirlo, no hasta hacerse “lefebvrista”. ¿Por qué? Creo que con la concesión de la prelatura personal se haría un acto de justicia hacia su persona y su obra, como recientemente señaló también Mons. Schneider, el cual dijo estar convencido de que la obra que fundó Monseñor Lefebvre ha formado parte del Plan de la Providencia para salvaguardar la Fe. Si hay que hablar de justicia, lo que hay que buscar, estimado Miguel Ángel, es acabar con la inmensa injusticia que padece la Iglesia, al estar ocupada por una secta herética de liberales y modernistas (Motu proprio Sacrorum antistitum, San Pío X). Hay que librar la guerra justa contra los herejes que tiranizan a los católicos desde las oficinas del Vaticano y de las curias diocesanas en todo el mundo. Ese es el derecho que hay que restablecer, Miguel Ángel, no el “derecho” a ser reconocidos como católicos por los destructores de la Iglesia y a tener un espacio seguro dentro del zoológico modernista.  

Por supuesto no es dogma de fe ni necesario el tener que estar totalmente de acuerdo con todo lo que él hizo o dijo, y como en toda obra también humana habrá habido sus aciertos y desaciertos (más de lo primero que de lo segundo en mi opinión) De nuevo: ¿si es así, por qué usted no es fiel de la FSSPX?, pero creo que la gran mayoría de los que nos movemos en ambientes “tradicionales” Muy bien puestas y muy honestas sus comillas coincidimos en tener un profundo respeto por su figura y pues un ansia de que sea rehabilitada de forma oficial con este reconocimiento de justicia y derecho.

Se suceden continuamente cada vez con más fulgor análisis a favor y en contra de este posible acuerdo, contemplando múltiples puntos de vistas: canónicos, de prudencia, estratégicos, pero con frecuencia se olvida el que para mí es el más importante, el argumento de la salvación de las almas, el de los fieles.

No tiene sentido alguno reabrir ahora debates caducos, Vamos minimizando la crisis… El concilio maldito no ha caducado, la bestia conciliar sigue viva. ¡Despierte, Yáñez! pero sí hemos de conceder que los fieles, los simples fieles de a pie que nunca antes han tenido contacto con el tradicionalismo, serían los grandes beneficiados de esta operación. Ilusiones… Ellos no tienen que ser especialistas en derecho canónico ni tener conocimiento como para determinar lo que es el estado de necesidad, si las suspensiones a divinis son válidas o no y toda esa cuestión canónica que acompaña a la FSSPX, en cuyo debate no pretendo entrar aquí y que pienso es absurdo siquiera replantear en este momento histórico. Y más ilusiones…

Creo que no merece la pena argumentar que la FSSPX tendría una INMEDIATA entrada de muchísimos fieles y sacerdotes que les da un cierto resquemor su situación canónica “irregular” ¿Eso es lo que le pasa a usted, Miguel Ángel?, y ello conllevaría como efecto inmediato el que MUCHAS más personas tendrán la posibilidad de acceder a los sacramentos tradicionales  y la sana doctrina, pudiendo así salvar más almas que si se siguiera reducido al grupo de fieles habituales. Y después de unos meses o años de estar sometida la FSSPX a Francisco y su banda, ¿qué? Pienso en cuántos pobres sacerdotes diocesanos hay que viven martirizados por sus obispos y que podrían integrarse en la prelatura. ¿Y por qué no se pasan ahora a la FSSPX? Por ignorancia o por cobardía. O por no sabemos qué ilusiones…

Si lo vemos desde un punto de vista puramente humano es indiscutible que podría parecer un suicidio, pero si lo vemos desde un plano sobrenatural habría que tener ese valor que tiene el guerrero que se lanza al campo de batalla sin saber sin morirá o no, o el valor de la manzana fresca que se lanza al cajón de manzanas podridas, sin saber si se pudrirá o no; o el valor del pez pequeño que entra en el estómago del pez grande, sin saber si será digerido o no… Puras ilusiones disfrazadas de virtud y de sentido de lo sobrenatural pero confiando en su comandante que los guiará a la victoria. El comandante ya ha demostrado muchísimas veces su total ineptitud. Si no le queda claro, Miguel Ángel, vea la entrevista esa en la que el glorioso y valeroso comandante fue barrido por el hebreo Tim Sebastian. La Fraternidad San Pedro, a la que se le vaticinaba sería destruida al poco, lleva ya 25 años en liza, y sin obispos, lo cual es un detalle a tener en cuenta. Claro que hay un “detallito”: esa congregación siempre ha sido liberal.

Se está argumentando mucho que hay miedo a que este acuerdo silencie a la FSSPX, como de hecho ocurre de facto con otros grupos regularizados. Yo, a decir verdad, no tengo miedo de eso porque la repercusión sería poca. Hace 25 años, cuando no había internet, la FSSPX representaba casi la única organización que tenía poder estructural y económico para difundir ideas mediante libros, audios, conferencias. Hoy todo esto se ha relativizado por completo gracias a internet, y pienso que hace ya años que el verdadero peso crítico no lo lleva ni la FSSPX  ni absolutamente nadie similar o de la órbita, sino las páginas webs de laicos muchas de ellas con ayuda de sacerdotes a título individual. Más ilusiones: los bloggers laicos reemplazarán a los Pastores. Esta es una, digamos, típica “ilusión-e”, propia de los que creen que ahora todo se define en la web.

Es momento de unidad, momento de ilusión Epa!!!! y sobre todo momento de orar al Espíritu Santo para que nos ilumine a todos en este combate. No, Miguel Ángle: es momento, y siempre lo fue, de luchar por la Verdad, pase lo que pase con la mentada unidad, sin ilusiones, y sin equivocarse ni de bando ni de guerra (que es lo que le tiende a pasar a usted).

Francisco ha traído una gran desolación, pero -y he aquí los caminos insondables del Señor- está consiguiendo unir a muchas personas que están abriendo los ojos ¡Pues que usted los termine de abrir! y que, olvidando viejas rencillas ¡Viejas rencillas! ¡Monseñor Lefebvre, desde 1970, se dedicó a las rencillas!, empiezan a ver a quienes consideraban enemigos hasta hace poco, como hermanos de batalla. ¿Con Francisco como General en Jefe, Miguel Ángel?

Recemos por ello.

Miguel Ángel Yáñez