DE NUEVO CAMPOS
La historia se repite. A principios de los años
2000, la FSSPX argumentó correctamente que los sacerdotes de la Diócesis de
Campos estaban siendo remoldeados, poco a poco, por la iglesia conciliar.
Ahora, en 2017, es la Fraternidad que lenta pero seguramente está siéndolo.
En su Carta a los Amigos y Benefactores del 6 de
enero de 2003, Mons. Fellay expuso para que todos vieran la errónea forma de
pensar de Campos y cómo ellos estaban cayendo en una trampa. Sus observaciones
pueden ahora ser aplicadas a las relaciones actuales entre la Fraternidad y la
Roma modernista. Veamos tres citas de esta carta en particular:
He aquí Mons. Fellay hablando acerca de Campos y cómo
ellos afirmaron que hubo dos fases diferentes en la vida de Mons. De Castro
Mayer:
Mons.
Rifán, durante una breve estancia en Europa, fue a visitar a Dom Gérard para
disculparse por haberlo criticado anteriormente. En una conferencia que dio a
los monjes de la abadía, expuso la existencia de dos fases en la vida de Mons.
de Castro Mayer: la primera sería la de un obispo dócil y respetuoso de la
jerarquía, la segunda, después de 1981, la de un hombre de Iglesia mucho más
duro… “Nosotros elegimos el primero”, dirá a los monjes entre los cuales
algunos se sorprendieron de tales palabras; uno de ellos abandonará el
monasterio para unirse a nosotros.
Esto es precisamente lo que la Fraternidad está
haciendo ahora a Mons. Lefebvre. Ellos siempre destacan al Arzobispo de los
años 70 y principios de los 80. Nunca citan al Arzobispo de 1988 en adelante.
Por supuesto, nosotros sabemos por qué. El Arzobispo de 1988 en adelante refuta los esfuerzos de regularización de la Neo-FSSPX. Actualicemos la cita de Mons.
Fellay del 2003 al 2017:
Mons.
Fellay, durante una breve estancia en los Estados Unidos, fue a St. Mary’s
Kansas para actualizar a los fieles sobre las conversaciones de la Fraternidad
con Roma. En una conferencia que dio, Mons. Fellay expuso la existencia de dos
fases en la vida de Mons. Lefebvre: hasta 1988 era un obispo dócil y respetuoso
de la jerarquía, la segunda, después de 1988, la de un hombre de Iglesia mucho
más duro… “Nosotros elegimos el primero”, dirá a los fieles entre los
cuales muchos se escandalizaron de tales palabras por lo que se pasaron a la
Resistencia.
Segunda cita. Este es Mons. Fellay diciéndoles a los
fieles que algunos sacerdotes de Campos acusaban a la FSSPX de ser cismática
por condenar el acuerdo de campos:
Mons.
Rifán dice, todavía, que quiere ser nuestro amigo, mientras que los sacerdotes de
Campos nos acusan ya de ser cismáticos, pues nosotros no aceptamos su acuerdo.
En
Campos todo lo que es positivamente tradicional es conservado, ciertamente, por
lo que los fieles no ven el cambio, salvo los más sagaces, que observan la
tendencia a hablar más y más respetuosamente de las declaraciones y
acontecimientos romanos actuales, omitiendo las advertencias de antes y las
desviaciones de hoy.
¿No es exactamente lo mismo que la Fraternidad hace
ahora a los que no están a favor de la “regularización”? ¿No los acusan de ser
cismáticos y sedevacantistas? ¿No esO mismo lo que Mons. Fellay y otros acusan a
Mons. Williamson? Una rápida actualización a 2017 diría:
Mons. Fellay dice, todavía, que quiere ser nuestro
amigo, mientras que los sacerdotes de la FSSPX nos acusan ya de ser sedevacantistas,
pues nosotros no aceptamos su acuerdo.
En
la FSSPX todo lo que es positivamente tradicional es conservado, ciertamente,
por lo que los fieles no ven el cambio, salvo los más sagaces, que observan
la tendencia a hablar más y más respetuosamente de las declaraciones y
acontecimientos romanos actuales, omitiendo las advertencias de antes y las
desviaciones de hoy.
Finalmente, esto es lo que Mons. Fellay dijo en su
carta de 2003 acerca de continuar las relaciones de la FSSPX con Roma. Es
diametralmente opuesto a lo que Su Excelencia dice ahora:
Para nosotros, antes de lanzarnos, queremos la
certeza de la voluntad de Roma de sostener la Tradición, las señales de
una conversión… Para asegurar nuestro
porvenir, estamos obligados a pedir a la Roma de hoy la claridad sobre su
adhesión a la Roma de ayer. Cuando las autoridades hayan claramente
reafirmado en los hechos y hayan vuelto efectivamente al "Nihil novi nisi
quod traditum est", entonces “nosotros” no constituiremos un problema.
Hoy en día, ¿hay señales de que Roma se ha
convertido? ¿Ha dado Roma claridad sobre su adhesión a la Roma de ayer? Por supuesto
que no. Sin embargo, Mons. Fellay está hablando sobre un acuerdo con el Papa
semana tras semana.
Es un déjà vu otra vez, amigos. Manténganse firmes.
Continúen leyendo y continúen pensando. No sean una oveja confiando ciegamente
en las autoridades. Como dijeron los Superiores de los Distritos en 1988, los fieles de la Fraternidad tienen “el derecho estricto de saber que
los sacerdotes que los asisten no están en comunión con la contra-Iglesia que promueve la evolución, el pentecostalismo y el sincretismo”.