Jueves Santo: Misa Crismal
Avrillé, France, 18 de abril de 2019
Querido Rev. Padre Prior,
Queridos Padres, Hermanos y
religosos, …y fieles
Como Católicos, nosotros
creemos que hay cuatro Notas en la Iglesia Católica: Una, SANTA, Católica y
Apostólica. Es necesario recordar que la Iglesia Católica tiene el poder de
hacer Santos. Ésta es la Nota de Santidad. Absolutamente, Dios envía su gracia
desde los cielos pues El es la fuente de santidad. Por este motivo Nuestro Señor
ha instituido siete sacramentos a fin de ser como un camino común de
santificación, prefigurado bajo la Ley Mosaica y perfeccionado bajo la Ley del
Evangelio por el verdadero y único Mesías – Nuestro Señor Jesucristo.
Un sacramento es una señal visible instituida
por Jesucristo para dar gracia, la cual nosotros necesitamos para la eternal
salvación de nuestra alma. Tomando en cuenta la naturaleza humana, Nuestro Señor
estableció una gracia invisible, por ejemplo el ser hijo de Dios por adopción,
a una señal visible – como el agua – cuando es usada para bautizar. En otras
palabras, el hombre necesita percibir una señal exterior para que pueda darse
cuenta y así pueda comunicar realidades
espirituales. De tal modo que los sacramentos son símbolos de una manera, que
sin embargo ellos realizan lo que ellos significan.
La Tradición Católica ha
transmitido que hay tres elementos esenciales en un sacramento: la material, la
forma, y la intención. Ciertamente, hay una costumbre inmemorial de usar ACEITE
en la administración de algunos de los sacramentos; por ejemplo es esencial el
uso del Santo Crisma (que es la mezcla entre Aceite de Oliva y Bálsamo) para la
administración del sacramento de la Confirmación. Así pues, concerniente a la
administración de los sacramentos para preservar su substancia, la enseñanza
tradicional incluyendo la doctrina común de la Iglesia y los teólogos, han enseñado
aquellos elementos de la material, de la forma y de la intención, así como
también los han religiosamente expresado en las oraciones y gestos a través del
Ritual Romano o por los Ritos Litúrgicos Orientales. EN VERDAD, DESPUES DEL
CONCILIO VATICANO II ESTOS RITOS HAN SIDO MODIFICADOS. Por qué?
Aquí se encuentran unos
datos importantes en el cambio de los Ritos:
En 1968 se aprobó el Rito
Nuevo para la Ordenación Sacerdotal
En 1969 el Rito de la Nueva
Misa
En 1969 el Nuevo Rito para
el Bautismo
En 1969 el Nuevo Rito para
el Matrimonio
En 1971 el Nuevo Rito de
Confirmación
En 1972 el Nuevo Rito de la
Extrema Unción
En 1973 el Nuevo Rito para
la Penitencia
En 1988 el Nuevo Rito de
exorcismo, etc…
Así pues, en 1970 se ha
instituido una nueva materia para los Santos Óleos, no solamente se ha forzado
el uso de una clase diferente de aceite sino también se ha aceptado el hecho de
que los óleos se bendigan, en vez de que sean consagrados.
Los Nuevos Ritos – en
general – relativizan la intención esencial en la administración de Sacramentos
porque socavan las verdades de la Fé Católica. Por ejemplo, el ACEITE DE OLIVA
desde tiempos apostólicos era considerado como la única y propia materia. El
Ritual para la consagración de Santos Óleos, que vamos a utilizar en pocos
minutos, expresa durante el prefacio que el aceite de oliva fue escogido de
entre otros árboles por la significación del árbol de paz y luz – arbor pacis et lucis. Se dice que Noé
había recibido algunas hojas del árbol de Olivos, como una señal de paz
proveniente de Dios después del Diluvio, así como también Nuestro Señor -
orando en el Huerto de los Olivos – ha querido santificar aquellos árboles de
Olivos a fin de santificarnos cuando nosotros nos ofrecemos a Dios, en
particular cuando una persona se da a sí mismo a Dios para la vida sacerdotal o
para la vida religiosa. De hecho, para el propósito de la validez en la
administración del Sacramento de la Confirmación el Santo Crisma es
esencialmente necesario de que se obtenga del aceite de oliva mezclado con Bálsamo.
De otra manera, el día 3 de
diciembre de 1970 la Congregación de los Ritos ha autorizado el uso de otros
aceites vegetales para la administración de Sacramentos, aprobado por el Papa
Pablo VI. Además, se lee en el Nuevo Código de Derecho Canónico (1983) en el canon
847: “Para administrar los sacramentos en
los cuales los Santos Óleos deben ser usados, el ministro debe usar aceite
obtenido de olivas O DE OTRAS PLANTAS…. Consagrado o HECHO BENDECIR por un
Obispo.”
No obstante, la Congregación
de Ritos no dio ninguna razón para justificar que algo que siempre había sido considerado como INVALIDO
(otra clase de aceite), más tarde habría de ser súbitamente considerado como
para ser VALIDO y con obligación de aceptarlo. Si la Tradición Católica ha
siempre rehusado de cambiar los elementos esenciales de los sacramentos, es
porque Jesucristo los ha instituido.
Después del Vaticano II,
bastantes sacerdotes han sido erróneamente indoctrinados durante los años
preparatorios de su formación, de tal manera que ellos pudieran deliberadamente
ser débiles aprendiendo acerca de la Tradición, y muy fuertes en el modernismo.
Las formas modificadas del Novus Ordo concernientes a los sacramentos, no
solamente afecta el creer de los sacerdotes sino que también afectan la
creencia de los feligreses para presidir las celebraciones de la Comunidad, o
interactuando en funciones sociales. Debido a los constantes defectos y
excesos, los nuevos Ritos de los sacramentos están predicando una manera diferente
de creer.
Es por esa razón que Monseñor
Lefebvre sabiamente RESISTIO éstas innovaciones a fin de preservar nuestra Fe y
la gracia de Dios, de modo que las cuatro Notas de la Iglesia pudieran ser
preservadas, en particular aquella Nota de Santidad, para la Mayor Gloria de
Dios y la salvación eterna de muchas almas.
Agradezcamos a Nuestro Señor,
durante ésta ceremonia, por la institución de los sacramentos del Jueves Santo
– la Sagrada Eucaristía y el Orden Sacerdotal porque Él ha también querido
consagrar los ministros para los sacramentos. Es por eso que Él ha consagrado
los primeros obispos para que fueran a predicar el Evangelio a todo el mundo
con sus Tradiciones. Por lo tanto, nosotros deberíamos rezar por la fidelidad
de los Obispo tradicionales, a pesar de
que haya algunos de ellos que quieran desempeñar el papel traidor de Judas
Iscariote.
Para concluir, más que nunca
agradezcamos a Nuestra Señora de París por haber enviado al Prelado Francés,
Monseñor Lefebvre, para preservar nuestro Episcopado Católico y el Sacerdocio
Católico al usar el Rito Tradicional de los Sacramentos, particularmente aquel
de la consagración de los Santos Óleos para la validez de los mismos. Así como
la estatua de Nuestra Señora de París permaneció intacta, después y a pesar del
incendio consumidor del lunes pasado, la firme postura por la Tradición de
Monseñor Lefebvre permanecerá a salvo a pesar del fuego consumidor de las innovaciones
destructivas del Vaticano II.
Por lo tanto, agradezcamos
una vez más a Nuestra Señora de París por permanecer en el Tradicional Altar
Mayor en la Catedral después del fuego ardiente del lunes pasado, ya sea que
haya sido provocado por un accidente ya sea por un incidente… Dios sabe. Sin
embargo lo que nosotros realmente sí sabemos es que a pesar de tal fuego y
humo, Nuestra Señora ha querido permanecer al pie de la Cruz de su amado Hijo,
decorado por las coronas de realeza en París, como UN TESTIMONIO de que las
puertas del infierno no prevalecerán en contra del Cuerpo Místico de Cristo.
La Iglesia Católica no será destruida, la Catedral de Notre Dame de París será
restaurada. Absolutamente, la Madre de Dios nos alienta para conservar el Depósito
de la Fe transmitiendo el misterio de la Redención, a pesar de la confusión
diabólica del Vaticano II. La Cruz de Nuestro Señor Jesucristo es siempre
imperante porque Él es verdadero Dios, verdadero Hombre, y VERDADERO REY!
En el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén