La FSSPX ha publicado una entrevista de poco más de 6 minutos al P. Pagliarani, la primera que da como Superior General.
Pues bien, es triste
constatar que en ella el Padre habla como cualquier clérigo conservador o
como un superior más de congregación Ecclesia Dei, esto es, recalcando algunas verdades de siempre, PERO SIN TOCAR
CIERTOS PUNTOS QUE PUEDEN MOLESTAR A ROMA: SIN HACER NINGUNA MENCIÓN A LA
CRISIS DE LA IGLESIA, AL COMBATE EN DEFENSA DE LA FE, AL VATICANO II O A MONS. LEFEBRVE. Cero. Nada. Silencio absoluto.
Los adversarios acuerdistas seguramente dirán que nos apresuramos a criticar al P. Pagliarani, que no le damos una oportunidad, que desde el primer momento lo atacamos, que buscamos pretextos para condenarlo; pero ¡por favor!, ¿cómo se explica que el nuevo superior de la más importante congregación que todavía se opone (al menos oficialmente) al liberalismo y al modernismo imperantes en la Jerarquía católica desde hace 50 años, omita referirse, EN EL MOMENTO EN EL QUE LOS OJOS DE LOS CATÓLICOS DEL MUNDO ENTERO ESTÁN DIRIGIDOS HACIA ÉL, a lo que es absolutamente prioritario para la Iglesia de Cristo en la hora actual, enfocando, en cambio, su discurso en ciertas ideas usuales sobre la santidad sacerdotal?
Los adversarios acuerdistas seguramente dirán que nos apresuramos a criticar al P. Pagliarani, que no le damos una oportunidad, que desde el primer momento lo atacamos, que buscamos pretextos para condenarlo; pero ¡por favor!, ¿cómo se explica que el nuevo superior de la más importante congregación que todavía se opone (al menos oficialmente) al liberalismo y al modernismo imperantes en la Jerarquía católica desde hace 50 años, omita referirse, EN EL MOMENTO EN EL QUE LOS OJOS DE LOS CATÓLICOS DEL MUNDO ENTERO ESTÁN DIRIGIDOS HACIA ÉL, a lo que es absolutamente prioritario para la Iglesia de Cristo en la hora actual, enfocando, en cambio, su discurso en ciertas ideas usuales sobre la santidad sacerdotal?
TRANSCRIPCIÓN
DE LA ENTREVISTA
El
Padre Davide Pagliarani, recién elegido como el nuevo Superior General de la
Fraternidad San Pío X, tuvo a bien responder algunas preguntas para
FSSPX.Actualidad en una videoentrevista. He aquí la transcripción de sus
palabras.
Reverendo
Superior General, ¿cómo se siente después su elección?
Digamos
que, desde luego, ya había escuchado algunos rumores con antelación. Pero me
preguntaba hasta qué punto se trataba de una broma o si los rumores tenían
algún fundamento. Así que estaba esperando este día. Debo admitir que, aun en
este momento, no sé muy bien qué fue lo que sucedió el día de hoy.
Fue
un día muy largo; pero en la semana que lo precedió, durante el retiro, puse
todo en manos de la Santísima Virgen y de la Providencia. Pienso que es ella
quien está detrás de toda la historia de la Fraternidad. Y es ella también
quien guiará nuestro Capítulo General. Pero, tal vez, es muy pronto para que
pueda responder esta pregunta.
¿Podría
hablarnos un poco de usted, por favor?
Soy
de Rimini, una ciudad de la costa adriática de Italia, donde hay un priorato de
la Fraternidad desde hace mucho tiempo. Ahí fue donde conocí a la Fraternidad
San Pío X. Ingresé a Flavigny en 1989. Posteriormente, realicé mi servicio
militar. Fui ordenado sacerdote en 1996. Pasé 7 años en mi ciudad natal
desempeñando mi ministerio sacerdotal, 3 años en Singapur, regresé a Italia y
desde hace 6 años y medio me encontraba en Argentina. Y ahora estoy aquí...
Hasta
el día de hoy, usted era el Rector del Seminario de Argentina...
Creo
que lo más difícil para mí será abandonar ese lugar. Me parece que es el sitio
más bello para un sacerdote, y, particularmente, para un sacerdote de la
Fraternidad. Los seminarios son el corazón de la Fraternidad. ¡No Menzingen!
Creo que sabe a lo que me refiero...
Es
ahí donde formamos a los sacerdotes y vemos cómo la gracia, aún hoy en día, es
capaz de transformar completamente a esos jóvenes. Cada vocación es un milagro,
y creo que cuando se trabaja en uno de los seminarios se puede comprender
perfectamente lo que es la Fraternidad.
¿Qué
espera de sus dos Asistentes?
Debo
admitir que son dos hombres por los que siento una gran admiración. Los conozco
muy bien, porque al Padre Bouchacourt lo conocí en Argentina, y a Monseñor de
Galarreta ya lo conocía antes. Me considero muy afortunado de poder trabajar
con personas mayores que yo, que serán buenos consejeros y, debo decir, con un
padre tan simpático como el Padre Bouchacourt...
¿Tiene
algún proyecto para la Fraternidad San Pío X?
Creo
que el objetivo de la Fraternidad es la formación de sacerdotes. Pero, al mismo
tiempo, un sacerdote debe seguir madurando, formándose y santificándose durante
toda su vida. Pienso que es aquí donde debemos concentrar todos nuestros
esfuerzos para ayudar a los sacerdotes a perseverar en esta búsqueda de la
santidad.
Me
parece que cada uno de los sacerdotes, cada vida sacerdotal se parece un poco a
una cuerda de violín a la que hay que cuidar mucho para que esté bien estirada
y afinada, para que siempre pueda producir la nota correcta... la nota que Dios
espera de cada uno de nosotros. En este sentido, pienso que entre la vida del
seminario, la formación del seminario y lo que esperamos posteriormente del
sacerdote en su ministerio, existe una cierta unidad, una continuidad que no
debe dejar de existir en esta búsqueda de la santidad. Pienso que ésta es la
solución a la mayoría de nuestros problemas.
¿Qué
espera de los fieles y qué piensa que ellos esperan de usted?
Esa
es una buena pregunta. Es más fácil responder a la primera parte. Primero,
quiero agradecer a los fieles por todas las oraciones que hicieron por este
Capítulo. Y quisiera decirles que el Capítulo apenas está comenzando. Pues
ahora debemos empezar a tratar todos los temas y discusiones. Por tanto, les
agradezco todas sus oraciones hechas desde el mes de enero, y les pido que
redoblen generosamente sus esfuerzos.
Ahora,
¿qué es lo que ellos esperan de mí? Pienso que esperan que la Fraternidad sea
fiel a la razón por la que fue fundada. Ya he dicho que fue fundada para formar
sacerdotes, pero el sacerdocio existe para la santificación de las almas, por
lo que la fidelidad de los sacerdotes a su sacerdocio y a su santificación
afecta inevitablemente a los fieles. Eso es lo que los fieles esperan, no sólo
de mí, sino de todos los sacerdotes de la Fraternidad.