Ring-Eifel entrevistando al archimodernista Card. Marx
Ludwig Ring-Eifel (57) es el redactor jefe de Agencia Católica de Noticias (KNA) desde el 2005. Es también autor de varios libros. El más reciente de ellos es “Entrevistas del Papa Francisco” (2016). En este artículo, no disimula sus simpatías hacia Mons. Fellay
El Obispo suizo Bernard Fellay, heredero de Monseñor Lefebvre
A mediados de julio de 2018 será elegido el nuevo Superior General de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X (FSPX). El
suizo Bernard Fellay, ordenado en 1988 por Mons. Marcel Lefebvre, ya tiene dos
mandatos al frente de la Fraternidad. ¿Será elegido para un tercero?
En
1988, cuando Mons. Marcel Lefebvre, en ruptura con Roma, quiso asegurar su
sucesión ordenando cuatro obispos en Ecône, en el Valais. Este gesto marcó la
ruptura con Roma y provocó la excomunión de la Fraternidad Sacerdotal de San
Pío X (FSSPX). Entre los obispos consagrados por Mons.
Lefebvre, el más joven tenía apenas 30 años: el valesano Bernard Fellay. Esta
ordenación episcopal fue hecha en contra de la voluntad del Papa y por lo tanto
fue sancionada por Roma.
Bernard
Fellay fue el más dotado lingüísticamente y el más inteligente de los cuatro
nuevos obispos tradicionalistas. Lógicamente, en 1994, tres años después de la
muerte de Mons. Lefebvre, fue elegido Superior General de la FSSPX, que siguió
creciendo en todos los continentes a pesar de las excomuniones. Desde
entonces, ha dirigido la Fraternidad durante dos mandatos de 12 años, con un
total de 24 años. Queda por ver si el Capítulo General lo elegirá superior por
tercera vez a mediados de julio. El juego está abierto.
Un balance impresionante
El
número de sacerdotes activos y futuros sacerdotes ha crecido, bajo el liderazgo
de Mons. Fellay, a más de 600 sacerdotes y más de 200 seminaristas en el mundo.
El Obispo valesano ha hecho varias concesiones a los Papas sucesivos desde que
entró en la Basílica de San Pedro en Roma en el Año Santo 2000, durante una
espectacular peregrinación con cientos de seguidores. Gradualmente se fue
acercando a Roma.
El
Papa Benedicto XVI fue con el que se sintió más cercano: en 2007, el Pontífice
alemán aceptó de nuevo la celebración de la Misa Tridentina en latín en todo el
mundo, y en 2009, levantó la excomunión a petición de Mons. Fellay.
Desde
entonces, el estatus eclesiástico de la FSSPX ha estado en una zona gris entre
la separación y la reunificación. El Papa Francisco desdibujó aún más esta
frontera permitiendo a los sacerdotes de la Fraternidad administrar el
sacramento de la confesión y asistir a los matrimonios católicos. Al mismo
tiempo, sin embargo, la brecha en la teología dogmática y moral se ha ampliado
aún más.
Ahora
bien, el proyecto de la Iglesia Romana de admitir a la comunión a los católicos
divorciados y casados de nuevo, o a los cónyuges protestantes de católicos,
como se ha propuesto recientemente en Alemania, muestra una vez más, desde el
punto de vista de Mons. Fellay y de sus amigos, los "falsos caminos"
que la Iglesia Católica ha tomado adaptándose a la modernidad y al
"neoprotestantismo".
Acusaciones
contra Roma
Cuando
Mons. Fellay critica estos sucesos, raramente lo hace con estruendo. Esta tarea
la deja a los cofrades más orientados a la polémica. El suizo prefiere
persevera y defender su visión de las cosas: para él, no es la FSSPX la que se
ha alejado de la Iglesia romana, sino Roma la que, desde el Concilio Vaticano
II (1962-1965), se ha alejado cada vez más de su propia doctrina y tradición
secular.
Por
esta razón, Mons. Fellay co-firmó una "corrección fraterna" con
numerosos teólogos e intelectuales más o menos eminentes en septiembre de 2017.
En esta amonestación pública, el Papa Francisco es llamado a revocar las
presuntas herejías vinculadas a la comunión en favor de los divorciados y de
los que se han vuelto a casar.
Reconocimiento
del papa
En
su exposición de motivos, Mons. Fellay explica: "Por cada fibra de
nuestro ser, estamos conectados con Roma, que es la madre y maestra. No
seríamos romanos si rechazáramos sus 2000 años de enseñanza. Todo lo contrario.
Nos convertiríamos entonces también en los artesanos de su destrucción, con una
situación moral peligrosamente basada en una teología ablandada".
A
pesar de las crecientes diferencias teológicas, Mons. Fellay insiste en el
reconocimiento del Papa. Un Papa cuya imagen se exhibe también en la sede
central de la Fraternidad. Así, el Superior General aparta fuertemente a sus
tropas de los tradicionalistas más extremistas. Mientras tanto, éstos últimos
han creado, bajo el impulso del antiguo obispo de la FSSPX Richard Williamson, una
"comunidad sacerdotal Marcel Lefebvre", con la participación de sus
propios obispos, excomulgados.
DIME QUIÉN TE ALABA (UN INFLUYENTE LIBERAL, EN ESTE CASO) Y TE DIRÉ QUIÉN ERES