Elección
Vital
La
Fraternidad ha servido. ¿Seguirá sirviendo?
Dios, de cualquier manera, preservará Su Iglesia.
Dios, de cualquier manera, preservará Su Iglesia.
En
la próxima elección, dentro de unas dos semanas, de los tres altos cargos de la
Fraternidad San Pío X, hay mucho en juego. Durante los primeros 20 años de su
existencia fue un obstáculo importante para impedir que la nueva religión
centrada en el hombre se apoderara y ocupara la Iglesia Católica tras el
Concilio Vaticano II. Desgraciadamente, durante los últimos 20 años su Superior
General ha hecho que la Fraternidad resista cada vez menos a los oficiales
conciliares en Roma que están a la cabeza de la nueva religión. ¿Será reelegido
para un tercer mandato a mediados de julio o no? Si es reelegido, es difícil
ver cómo la Fraternidad no quedará bajo el control conciliar. Si no es
reelegido, quienquiera que sea elegido en su lugar necesitará un milagro divino
o mucha habilidad humana para volver a poner a la Fraternidad en línea con la
intención original de su Fundador, para poner a Jesucristo de nuevo en Su trono
como Dios y Rey de toda la sociedad humana. No son los enemigos sino los amigos
de la Fraternidad los que señalan cómo se ha permitido que el liberalismo se
impregne en ella.
Tal
vez el noble intento de Monseñor Lefebvre de luchar contra el liberalismo ateo
fundando la Fraternidad en 1970 estaba condenado desde el principio. Después de
todo, tenía por un lado a Dios Todopoderoso con él, como lo prueban tantas
intervenciones casi milagrosas en la historia temprana de la Fraternidad. Por
otra parte, tenía contra él a todo el mundo moderno y a la Iglesia conciliar,
de modo que lo que había sido normal durante todos los siglos desde la Iglesia
de los Apóstoles y de los mártires, es decir, la civilización cristiana, era en
su época completamente anormal. Entonces, ¿cómo podían los jóvenes que se
sintieron atraídos por él en los años setenta y ochenta, y que ahora están a la
cabeza de su Fraternidad, conocer el orden relativamente normal de la Iglesia
como él mismo lo había conocido entre las dos guerras mundiales? ¿Y cómo podían
construir lo que no conocían? Y, humanamente hablando, ¿cómo podrían no ser
vulnerables a la presión universal de la anormalidad de hoy?
Porque
en verdad se ha vuelto normal que los hombres no crean en Dios, o si creen en
Él, lo traten como si fuera de poca importancia. Todo lo que Él tiene que hacer
es apartarse de su camino. Cara, hombre gana; cruz, Dios pierde. Después de
todo, Dios es tan bueno que nunca podría condenar a ningún ser humano al fuego
eterno del Infierno, y los hombres son tan buenos que simplemente por ser
hombres son tan valiosos que todos merecen ir al Cielo. Él nos dio esta vida para
que la disfrutemos. Él no puede haber querido que sus diez mandamientos nos
impidan disfrutarla. La Iglesia de ayer dio esa impresión, pero el hombre
tecnológico ha llegado a la mayoría de edad después de siglos de campesinos
atrasados, así que ya era hora de que esa vieja Iglesia diera paso a la
Neo-iglesia del Nuevo Orden Mundial, una Iglesia brillante con inclusión en
lugar de exclusión, con libertad en lugar de prohibiciones, con liberalismo en
lugar de catolicismo.
Por
lo tanto, hablando divinamente, que nadie excluya la posibilidad de una ayuda
milagrosa del Cielo, mediante la cual el Capítulo General de la Fraternidad
elegiría a tres Superiores que entiendan lo que Dios quiere de la Fraternidad y
lo que con Su ayuda quiere que se le dé, a saber, el testimonio continuo o
restaurado de la Fraternidad en toda la Iglesia del Reinado Social de Cristo
Rey y de la única religión verdadera instituida por el Dios Encarnado. Pero
humanamente hablando, que nadie se haga ilusiones en cuanto a la probabilidad
de una ayuda tan milagrosa. Dios no le debe sus milagros a nadie. Ya era un
milagro que la Fraternidad naciera, sobreviviera y prosperara durante 40 años y
brillara en toda la Iglesia. Puede que haya desempeñado su papel de transmitir
la Tradición durante todo el tiempo que Dios quiso que lo hiciera, y ahora todo
lo que tiene que hacer es mirar mientras la misma antorcha se transmite a
otros. Dios sabe. Los hombres proponen. Dios dispone.
Por
nuestra parte, oramos: Santísima Madre de Dios, de tu divino Hijo te rogamos
que obtengas para el Capítulo General de la Fraternidad que sus líderes
elegidos para los próximos 12 años sean siervos Suyos, que no pongan el cálculo
o la ambición meramente humana ante Sus intereses – la restauración de Su
Reinado sobre toda la humanidad, el Triunfo de tu Corazón Inmaculado, y la
salvación de las almas. Amén.
Kyrie
eleison.