Dijo Sor Lucía al Padre Fuentes:
"… La Santísima
Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que 2 eran los últimos remedios
que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…"
"… Mire, Padre,
la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado
una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no
hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual;
sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de
nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los
pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no
podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario".
"Con el Santo
Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y
obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo
posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos:
cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario".
"Si nos dieran un
programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el
pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es
brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los
Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos,
procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que
Dios quiere de cada uno de nosotros".
"El Rosario es el
arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos".